HECHOS
Deshacerse de la basura mediante las incineradoras ha creado toda una polémica. Para destruir por completo las sustancias químicas, incluyendo las dioxinas, se necesitan temperaturas muy altas. La ceniza debe analizarse antes de depositarla en el vertedero. En vez de ser reutilizados, los materiales se queman, evaporándose toda posibilidad de volver a ser útiles. De las 143000 toneladas anuales de basura destruida en la incineradora de Waverley, en Sidney, el 75% podría haberse reciclado de un modo u otro. La incineración no puede considerarse como una técnica de reciclaje, pero si como un proceso de "reutilización" del residuo cuando se utilice para producir energía. Para ciertas sustancias peligrosas (incluyendo los residuos médicos) la incineración es la opción más segura.
Una de las ventajas es que reduce los residuos sólidos en un 90%, siendo un alivio para los países con pocos vertederos. En Suiza se incinera el 80% de los residuos no reciclables, en Japón un 68%, en Suecia un 50% y en los Países Bajos también un 50%. Aquellos países que cuentan con buenos programas de reciclaje sólo incineran las materias no reciclables mientras que otros utilizan la incineración para todo tipo de residuos. Es muy importante que existan métodos de control de la polución.