HECHOS
Se identifica con el número 6 rodeado por tres flechas en el fondo de los envases (sistema de identificación SPI). La espuma de poliestireno que se utiliza para empaquetar la comida rápida, los vasos de las máquinas y el plástico de "burbujas" usado para envolver objetos frágiles terminan habitualmente en el cubo de la basura, convirtiéndose en un símbolo más de nuestra cultura de "usar y tirar".
Un tercio del poliestireno de EE.UU. se usa para embalar. Además, los estadounidenses utilizan 25.000 millones de vasos de poliestireno anuales. Casi todos los establecimientos de comida rápida y oficinas están desarrollando programas de recogida selectiva auspiciados por la industria del plástico. El poliestireno puede lavarse y reutilizarse.
En el Reino Unido se utilizan 10.000 millones de vasos de espuma de poliestireno al año, unas 40.000 toneladas de este material. Gracias al programa de recuperación "Salvar un vaso", que funciona en Londres, se han conseguido recoger diez millones de vasos a la semana.
La presión ejercida por los consumidores ha forzado a los fabricantes a abandonar el uso de CFC's, aunque las alternativas también contienen sustancias dañinas. Hay un tipo distinto de poliestireno que se utiliza para productos de larga duración, desde las cajas para cintas de vídeo o casetes de audio hasta las perchas de la ropa. En Suiza se recicla y reutiliza en la fabricación de materiales para la construcción.
REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR
En vez de utilizar vasos de usar y tirar, lleve su propia taza de café al trabajo y no compre platos de cartón. Reutilice los plásticos de "burbujas" para envolver objetos frágiles y escriba a los fabricantes sugiriéndoles que usen materiales alternativos como el papel. Los vasos de plástico pueden servir para sembrar semillas. Apoye cualquier tipo de programa de recuperación que se organice en su barrio.