Enseñanzas,

ESTUDIO Y PRÁCTICA


para profundizar la Hora 8

La  Captura de Jesús

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 13-52 Enero 17, 1922 

"arrastrado por el camino, pisoteado, golpeado más que en la misma Pasión"


Cada bien que la criatura hace, es un sorbo de vida que da a su alma


(1) Estaba siguiendo la Pasión de mi dulce Jesús, cuando en un instante me he encontrado fuera de mí misma y veía que mi siempre amable Jesús venía arrastrado por el camino, pisoteado, golpeado más que en la misma Pasión, tratado en forma tan bárbara que daba horror verlo; yo me he acercado a mi Jesús para sacarlo de entre los pies de aquellos enemigos que parecían tantos demonios encarnados. Él se ha arrojado en mis brazos como si esperase que yo lo defendiera, y lo he traído a mi cama. Entonces, después de algunos minutos de silencio, como si quisiera descansar me ha dicho: 

(2) “Hija mía, ¿has visto cómo triunfa el vicio, las pasiones en estos tristes tiempos, cómo caminan victoriosos por todos los caminos y el bien es pisoteado, golpeado y aniquilado? El bien soy Yo, no hay bien que la criatura haga en el que Yo no entre, y cada bien que la criatura hace es un sorbo de vida que da a su alma, así que por cuantos actos buenos hace la criatura, tanto más crece la vida de su alma, la hace más fuerte y más dispuesta para realizar otros actos buenos; pero para que estos actos estén exentos de cualquier sustancia venenosa deben ser rectos, sin finalidad humana, sólo para agradarme a Mí, de otra manera los actos más bellos, más santos aparentemente, quién sabe cuánto veneno contienen, y Yo siendo puro bien huyo de estos actos contaminados y no comunico la vida, por lo tanto, a pesar que parece que hacen el bien, su bien está vacío de vida y se nutren de alimentos que les dan la muerte. El mal despoja al alma de la vestidura de la gracia, la deforma, la obliga a tomar veneno para hacerla morir pronto. Pobres criaturas, hechas para la vida, para la felicidad, para la belleza, y el pecado no hace otra cosa que darles sorbos de muerte, sorbos de infelicidad, sorbos de fealdad, que quitándoles todos los humores vitales las hace leña seca para arder con más intensidad en el infierno”.