Mt 6, 1-2 

1 “Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo”  2.Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.

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⚜️Reparemos en María a Jesús

por tantas obras buenas, vacías de espíritu interior o incluso hechas con malas intenciones”.


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo Una parte de la Hora 17 de Su Pasión

“…Amor mío, ¡qué penas tan desgarradoras e indescriptibles! ¡Cuántas muertes tan crueles sufres! Tu sangre corre sobre tu rostro, de manera que ya no se ve más que sangre; pero bajo esas espinas y esa sangre se puede ver todavía tu rostro santísimo, radiante de dulzura, de paz y de amor. Y los verdugos, queriendo concluir la tragedia, te vendan los ojos, te ponen en la mano una caña como si fuera un cetro y dan inicio a sus burlas. Te saludan cual Rey de los judíos, te golpean la corona, te dan bofetadas y dicen: «Adivina, ¿quién te ha golpeado?».

…Y con esa caña que tienes en la mano, tú reparas por tantas obras buenas, vacías de espíritu interior o incluso hechas con malas intenciones”.

Fiat Divina Voluntad





Lc 16, 20-21

“Y un mendigo llamado Lázaro… cubierto de llagas y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico. Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.”

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⚜️ Reparemos en María a Jesús  

por “las injusticias de los que mandan, la opresión de los pobres”


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor JesucristoUna parte de la Hora 17 de Su Pasión

“Jesús mío, te encuentras desnudo y en vez de llevar ropa, estás vestido de sangre; todo tu cuerpo está destrozado, tus huesos han quedado al descubierto, tu rostro santísimo está irreconocible, las espinas clavadas en tu cabeza te llegan hasta los ojos; y por todo tu rostro, yo ya no veo más que sangre que corriendo por el suelo forma un arroyo bajo tus pies. 

¡Oh Jesús mío, ya no te reconozco! ¡A qué estado te han reducido! ¡Has llegado a los excesos más profundos de las humillaciones y de los dolores! ¡Ah, no puedo soportar seguir viéndote en ese estado tan doloroso! ¡Me siento morir! …quisiera sanar tus llagas con mi amor; quisiera inundar el mundo entero con tu sangre para encerrar en ella a todas las almas y conducirlas a ti como conquista de tus penas. 

Y tú, paciente Jesús mío, a duras penas, parece que me miras a través de las espinas y me dices: 

« Hijo mío, ven a mis brazos atados, apoya tu cabeza sobre mi Corazón y sentirás dolores todavía más intensos y amargos, porque todo lo que ves por fuera de mi humanidad, no es sino lo que rebosa de todo lo que estoy sufriendo en mi interior. Pon atención a los latidos de mi Corazón y sentirás que reparo las injusticias de los que mandan, la opresión de los pobres, de los inocentes pospuestos a los malhechores, la soberbia de quienes para conservar sus dignidades, cargos o riquezas, no titubean en transgredir cualquier ley y hacerle mal al prójimo, cerrando los ojos a la luz de la verdad. Con estas espinas quiero hacer pedazos el espíritu de soberbia de sus señorías y, con los agujeros que hacen en mi cabeza, quiero abrirme camino en sus mentes, para reordenar en ellas todas las cosas a la luz de la verdad. Y estando así humillado ante este juez injusto, quiero hacerles comprender a todos que solamente la virtud es la que constituye al hombre rey de sí mismo, y les enseño a los que mandan que sólo la virtud, unida al recto saber, es la única digna y capaz de regir y gobernar a los demás, mientras que todas las demás dignidades, sin la virtud, son cosas peligrosas y deplorables ». 

« Hijo mío, haz eco a mis reparaciones y sigue poniendo atención a todas mis penas ».

Fiat Divina Voluntad




Mt 21, 39“Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron.”
Jn 7,48¿Acaso ha creído en él algún magistrado o algún fariseo?

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⚜️Reparemos en María a Jesús 

por quienes hallándose en el poder, ...pisotean las leyes más sagradas, no teniendo cuidado alguno de la ruina de pueblos enteros, favoreciendo a los malvados y condenando a los inocentes. ”


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor JesucristoUna parte de la Hora 17 de Su Pasión

...se hace un profundo silencio en el cielo, en la tierra y en el infierno; y luego, como a una sola voz, oigo el grito de todos: 

« ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! ¡Lo queremos muerto a cualquier costo! ». 

Vida mía, Jesús, veo que estás temblando. El grito de muerte, penetra hasta lo más profundo de tu Corazón… Y entre tanto tú, destrozado Jesús mío, movido por mi dolor, parece que me dices: 

« ¡Ah, hijo mío, sostenme que ya no puedo más! Toma parte en mis penas y que tu vida sea una continua ofrenda para salvar almas y para mitigar mis penas tan desgarradoras ». 

Corazón mío, Jesús, tus penas son mías, por lo que quiero hacer eco a tus reparaciones. 


Pero Pilato queda atónito y se apresura a decir:

« ¡Cómo! ¿Debo crucificar a su Rey? Yo no encuentro culpa alguna en él para condenarlo! ». 

Y los judíos gritan, ensordeciendo el aire: 

« ¡No tenemos más rey que el César! ¡Quita, quita! ¡Crucifícalo, crucifícalo! ». 

Y Pilato, ya no sabiendo qué hacer, por temor a ser destituido, hace que le traigan un recipiente con agua y lavándose las manos, dice: 

« Soy inocente de la sangre de este justo ». 

Y te condena a muerte. Pero los judíos gritan: « ¡Su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos! ». 

Y al verte condenado, se ponen de fiesta, aplauden, silban y gritan. 


Y mientras, tú, oh Jesús, reparas por quienes hallándose en el poder, por vano temor o por no perder su puesto, pisotean las leyes más sagradas, no teniendo cuidado alguno de la ruina de pueblos enteros, favoreciendo a los malvados y condenando a los inocentes. 

Reparas también, por quienes después de la culpa, incitan la cólera de Dios a castigarlos.

Pero mientras reparas esto, el Corazón te sangra por el dolor de ver a tu pueblo escogido fulminado por la maldición del cielo, que ellos mismos, con plena voluntad, han pedido sellándola con tu sangre. ¡Ah, el Corazón se te deshace! Déjame que lo sostenga entre mis manos haciendo mías tus reparaciones y tus penas. Pero el amor te empuja hasta el más alto grado y ya con impaciencia buscas la cruz". 

Fiat Divina Voluntad



Mt 5, 17-19

“El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos”

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⚜️Reparemos en María a Jesús 

por las injusticias de los que mandan, rigen y gobiernan a los demás, con actos carentes de virtud y del recto saber.


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor JesucristoUna parte de la Hora 17 de Su Pasión

« Hijo mío, estas espinas proclaman que quiero ser constituido Rey de cada corazón; a mí me corresponde todo dominio; y tú, toma estas espinas y atraviesa con ellas tu corazón y haz que salga de él todo lo que a mí no me pertenece …luego recorre todos los corazones de las criaturas y traspasándolos con mis espinas haz que salgan de ellos todos los humos de soberbia, la podredumbre que tienen, y constitúyeme Rey de todos ». 

« Hijo mío… Pon atención a los latidos de mi Corazón y sentirás que reparo las injusticias de los que mandan, la opresión de los pobres, de los inocentes pospuestos a los malhechores, la soberbia de quienes para conservar sus dignidades, cargos o riquezas, no titubean en transgredir cualquier ley y hacerle mal al prójimo, cerrando los ojos a la luz de la verdad. 

Con estas espinas quiero hacer pedazos el espíritu de soberbia de sus señorías y, con los agujeros que hacen en mi cabeza, quiero abrirme camino en sus mentes, para reordenar en ellas todas las cosas a la luz de la verdad. 

Y estando así humillado ante este juez injusto, quiero hacerles comprender a todos que solamente la virtud es la que constituye al hombre rey de sí mismo, y les enseño a los que mandan que sólo la virtud, unida al recto saber, es la única digna y capaz de regir y gobernar a los demás, mientras que todas las demás dignidades, sin la virtud, son cosas peligrosas y deplorables ».”

Fiat Divina Voluntad


Jn 7,48

¿Acaso ha creído en él algún magistrado o algún fariseo?


Jn 16, 20

"os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre


Mc 9, 31

El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán

Marcos 12, 7-8

Pero los labradores se dijeron: "Éste es el heredero. Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia." Y, agarrándolo, lo mataron


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⚜️Reparemos en María a Jesús 

por quienes hallándose en el poder, ...pisotean las leyes más sagradas, no teniendo cuidado alguno de la ruina de pueblos enteros, favoreciendo a los malvados y condenando a los inocentes.


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor JesucristoUna parte de la Hora 17

...se hace un profundo silencio en el cielo, en la tierra y en el infierno; y luego, como a una sola voz, oigo el grito de todos: 

« ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! ¡Lo queremos muerto a cualquier costo! ». 

Vida mía, Jesús, veo que estás temblando. El grito de muerte, penetra hasta lo más profundo de tu Corazón… Y entre tanto tú, destrozado Jesús mío, movido por mi dolor, parece que me dices: 

« ¡Ah, hijo mío, sostenme que ya no puedo más! Toma parte en mis penas y que tu vida sea una continua ofrenda para salvar almas y para mitigar mis penas tan desgarradoras ». 

Corazón mío, Jesús, tus penas son mías, por lo que quiero hacer eco a tus reparaciones. 


Pero Pilato queda atónito y se apresura a decir:

« ¡Cómo! ¿Debo crucificar a su Rey? Yo no encuentro culpa alguna en él para condenarlo! ». 

Y los judíos gritan, ensordeciendo el aire: 

« ¡No tenemos más rey que el César! ¡Quita, quita! ¡Crucifícalo, crucifícalo! ». 

Y Pilato, ya no sabiendo qué hacer, por temor a ser destituido, hace que le traigan un recipiente con agua y lavándose las manos, dice: 

« Soy inocente de la sangre de este justo ». 

Y te condena a muerte. Pero los judíos gritan: « ¡Su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos! ». 

Y al verte condenado, se ponen de fiesta, aplauden, silban y gritan. 


Y mientras, tú, oh Jesús, reparas por quienes hallándose en el poder, por vano temor o por no perder su puesto, pisotean las leyes más sagradas, no teniendo cuidado alguno de la ruina de pueblos enteros, favoreciendo a los malvados y condenando a los inocentes. 

Reparas también, por quienes después de la culpa, incitan la cólera de Dios a castigarlos.

Pero mientras reparas esto, el Corazón te sangra por el dolor de ver a tu pueblo escogido fulminado por la maldición del cielo, que ellos mismos, con plena voluntad, han pedido sellándola con tu sangre. ¡Ah, el Corazón se te deshace! Déjame que lo sostenga entre mis manos haciendo mías tus reparaciones y tus penas. Pero el amor te empuja hasta el más alto grado y ya con impaciencia buscas la cruz". 

Fiat Divina Voluntad



Mc 10, 37

“Ellos le respondieron: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda»”

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Reparemos en María a Jesús,

"por las ambiciones de quienes aspiran a los reinos, a las dignidades, a los honores.


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo 

Una parte de la Hora 17 de Su Pasión

La Coronación de Espinas de Jesús «Ecce Homo!»


Amor mío, ¡qué penas tan desgarradoras e indescriptibles! ¡Cuántas muertes tan crueles sufres! Tu sangre corre sobre tu rostro, de manera que ya no se ve más que sangre; pero bajo esas espinas y esa sangre se puede ver todavía tu rostro santísimo, radiante de dulzura, de paz y de amor. Y los verdugos, queriendo concluir la tragedia, te vendan los ojos, te ponen en la mano una caña como si fuera un cetro y dan inicio a sus burlas. Te saludan cual Rey de los judíos, te golpean la corona, te dan bofetadas y dicen: 

«Adivina, ¿quién te ha golpeado?».

Y tú callas y respondes reparando las ambiciones de quienes aspiran a los reinos, a las dignidades, a los  honores, y por quienes ocupando estos puestos, no comportándose debidamente, forman la ruina de los pueblos y de las almas confiadas a ellos y que, por sus malos ejemplos, incitan al mal y a que las almas se pierdan.