Enseñanzas,

ESTUDIO Y PRÁCTICA


para profundizar la Hora 4

Lc: 22, 19

“Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”



AUDIO


Vol. 11-131 (2); septiembre 8, 1916

Recibir la Comunión en su Divina Voluntad

 

“Hija mía, por cuanto tiempo el alma está en mi Voluntad, tanto de Vida Divina puede decir que hace en la tierra. ¡Oh, cómo me agrada cuando veo que el alma entra en mi Voluntad para hacer Vida Divina! Mucho me agrada ver a las almas que repiten en mi Voluntad lo que hacía mi Humanidad en Ella. Yo hice la comunión, me recibí a Mí mismo en la Voluntad del Padre, y con esto no sólo reparaba todo, sino que encontrando en la Divina Voluntad la inmensidad, la omnividencia de todo y de todos, por eso Yo abrazaba a todos, me daba en comunión a todos, y viendo que muchos no habrían tomado parte en el Sacramento, y al Padre ofendido porque no querían recibir la vida, Yo daba al Padre la satisfacción, la gloria, como si todos hubieran recibido la comunión, dando al Padre por cada uno la satisfacción y la gloria de una Vida Divina. 

También tú recibe la comunión en mi Voluntad, repite lo que hice Yo, y así no sólo repararás todo, sino que me darás a Mí mismo a todos como Yo quería darme a todos, y me darás la gloria como si todos hubieran recibido la comunión. Mi corazón se siente enternecido cuando ve que la criatura no pudiendo darme nada de ella que sea digno de Mí, toma mis cosas, las hace suyas, imita como las hice Yo, y para agradarme me las da, y Yo en mi complacencia le voy repitiendo: Bravo hija mía, has hecho precisamente lo que hacía Yo”.