Lc. 8, 13

“Los que están sobre piedras son aquellos que, cuando oyen, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; éstos creen durante algún tiempo, pero a la hora de la tentación se vuelven atrás”


Lc. 13, 21

“Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta


Mt. 24, 44

También ustedes estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre”.

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Reparemos en María a Jesús

“por todas las ingratitudes de quienes te son más fieles”




Las Horas de la Pasión

de Nuestro Señor Jesucristo

Una parte de la Hora 6


“¡Oh dulce Jesús mío!, ya desde hace una hora estás en este huerto. El amor ha tomado la supremacía sobre todo, haciéndote sufrir todo junto lo que los verdugos te harán sufrir en el curso de tu amarguísima pasión; es más, ha llegado a suplir y a hacerte sufrir todo lo que ellos no podrán hacer en las partes más íntimas de tu divina persona.

“¡Oh Jesús mío!, veo que tus pasos vacilan, más, sin embargo, quieres caminar. Dime, Bien mío, ¿a dónde quieres ir? ¡Ah!, ya comprendo, vas en busca de tus amados discípulos; yo quiero acompañarte para sostenerte por si tú vacilas. Pero, ¡oh Jesús mío, tu Corazón se encuentra con otra triste amargura!, ellos duermen, y tú, siempre piadoso, los llamas, los despiertas y con amor paternal los reprendes y les recomiendas la vela y la oración; y al regresar al huerto llevas ya otra herida en el Corazón, y en esta herida, oh Amor mío, veo todas las heridas que recibes de las almas consagradas, que por tentación, por el estado de ánimo en que se encuentran o por la falta de mortificación, en vez de abrazarte a ti, en vez de velar y orar, se abandonan a sí mismas, y por el sueño, en vez de progresar en el amor y unirse más a ti, retroceden... ¡Cuánto te compadezco, oh Amor apasionado!, y te reparo por todas las ingratitudes de quienes te son más fieles.  Estas son las ofensas que más entristeces tu Corazón adorable y es tal y tanta la amargura, que te hacen delirar”


Fiat Divina Voluntad





Mt 17,2

“Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz”

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Reparemos en María a Jesús

"por las ofensas hechas a su santísimo rostro"



Las Horas de la Pasión

de Nuestro Señor Jesucristo

Una parte de la Hora 6



Jesús, Vida mía, quiero darte un beso aún más ferviente en tu divino rostro, cuya belleza no tiene par. ¡Ah!, este es el rostro ante el cual los ángeles no se atreven a levantar la mirada, siendo tal y tanta su belleza que los extasía. Y sin embargo, las criaturas lo cubren de salivazos, lo colman de bofetadas y lo pisotean.

¡Amor mío, qué osadía! Quisiera gritar tanto hasta llegar a hacerlos huir. Te compadezco y, para reparar por todos estos insultos, me dirijo a la Sacrosanta Trinidad, para pedirle al Padre y al Espíritu Santo sus besos y las inimitables caricias de sus manos creadoras.

Me dirijo también a tu Madre Celestial para que me dé sus besos, las caricias de sus manos maternas y sus profundas adoraciones, y todas las adoraciones de las almas consagradas a ti, y te lo ofrezco todo para repararte por las ofensas hechas a tu santísimo rostro".

Fiat Divina Voluntad


 


Mt 6, 10

"venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo'


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Reparemos en María a Jesús




Las Horas de la Pasión

de Nuestro Señor Jesucristo

Una parte de la Hora 6


¡Oh Jesús, delicia de mi corazón!, veo que toda la multitud de nuestros pecados, de nuestras miserias, de nuestras debilidades, de los más enormes delitos y de las más negras ingratitudes, te salen al encuentro y se arrojan sobre ti, te aplastan, te hieren, te muerden; y tú, ¿qué haces? La sangre que te hierve entre las venas hace frente a todas estas ofensas, rompe las venas y empieza a salir abundantemente, hasta bañar todo tu cuerpo y correr por tierra, dando sangre por cada ofensa, vida por cada muerte... ¡Ah, Amor mío, hasta qué estado has quedado reducido! ¡Estás por expirar! ¡Oh Bien mío, dulce Vida mía, no te mueras!, levanta tu rostro de esa tierra bañada con tu Preciosísima Sangre; ven a mis brazos y haz que yo muera en tu lugar... Pero, oigo la voz temblorosa y moribunda de mi dulce Jesús que dice: 

« Padre, si es posible, pase de mí este cáliz; mas, hágase, no mi voluntad, sino la tuya ». 

Es la segunda vez que oigo estas palabras de mi dulce Jesús. Pero, ¿qué es lo que me quieres dar a entender al decir: « Padre, si es posible pase de mí este cáliz »? ¡Oh Jesús!, se presentan ante ti todas las rebeliones de las criaturas; ves rechazado por casi todos ese « hágase tu Voluntad » que debía ser la vida de cada criatura, quienes en vez de encontrar la vida, hallan la muerte; y tú, queriendo darles la vida a todos y hacer una solemne reparación al Padre por todas las rebeliones de las criaturas, por tres veces repites: 

« Padre, si es posible, pase de mí este cáliz », es decir, que las almas al apartarse de nuestra Voluntad se pierdan; este cáliz es para mí muy amargo, mas sin embargo, « Non mea voluntas sed tua Fiat ». 

Pero mientras dices esto, es tal y tan grande tu dolor, que te reduce hasta el extremo, te hace agonizar y estás a punto de dar el último respiro... 

¡Oh Jesús mío, Bien mío!, ya que estás entre mis brazos, también yo quiero unirme a ti; quiero repararte y compadecerte por todas las faltas y los pecados que se cometen contra tu Santísima Voluntad y al mismo tiempo quiero suplicarte que yo siempre haga en todo tu Voluntad” 

Fiat Divina Voluntad



Mc. 3, 35

“Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.»”

Jn 5, 30

"Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado".


Lc 8, 21

“Él les contestó: "Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra


Lc 1, 38

Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue"


Jn 12, 20-33y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora

Mc 9, 38-39

En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros. Jesús respondió: "No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí"


Lc 15, 13

Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino.

Lc 1, 38

Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.

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Reparemos en María a Jesús

 por todas las faltas y los pecados que se cometen contra tu Santísima Voluntad”




Las Horas de la Pasión

de Nuestro Señor Jesucristo

Una parte de la Hora 6


“Hágase, no mi voluntad, sino la tuya”




 “ …oigo la voz… de mi dulce Jesús que dice: 

« Padre, si es posible, pase de mí este cáliz; mas, hágase, no mi voluntad, sino la tuya ». 

…Pero, ¿qué es lo que me quieres dar a entender al decir: « Padre, si es posible pase de mí este cáliz »? ¡Oh Jesús!, se presentan ante ti todas las rebeliones de las criaturas; ves rechazado por casi todos ese « hágase tu Voluntad » que debía ser la vida de cada criatura, quienes en vez de encontrar la vida, hallan la muerte; y tú, queriendo darles la vida a todos y hacer una solemne reparación al Padre por todas las rebeliones de las criaturas, por tres veces repites: 

« Padre, si es posible, pase de mí este cáliz », es decir, que las almas al apartarse de nuestra Voluntad se pierdan; este cáliz es para mí muy amargo, mas sin embargo, « Non mea voluntas sed tua Fiat ». 

…¡Oh Jesús mío, Bien mío! …también yo quiero unirme a ti; quiero repararte y compadecerte por todas las faltas y los pecados que se cometen contra tu Santísima Voluntad y al mismo tiempo quiero suplicarte que yo siempre haga en todo tu Voluntad. Que tu Voluntad sea mi respiro, mi aire, mi palpitar, mi corazón, mi pensamiento, mi vida y mi muerte... tenme como quieras, como a ti más te guste, pero tenme siempre, siempre contigo; que jamás vaya a suceder ni por un instante que me quede separado de ti. Déjame mejor endulzar tus amarguras, repararte y compadecerte por todos…”



Fiat Divina Voluntad




Mc 16, 18

“Agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien»”


Jn 12, 5-6

5 ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres? 

6 (Esto lo dijo no porque le importasen los pobres...)

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Reparemos en María a Jesús


 por las almas que "se te escapan", que te dan, "por cada uno de sus malos pasos... un clavo" 


Las Horas de la Pasión

de Nuestro Señor Jesucristo

Una parte de la Hora 6


"Jesús, beso tus santísimos pies siempre incansables en busca de almas; en ellos encierras todos los pasos de las criaturas, pero sientes que se te escapan muchas y tú quisieras detenerlas; por cada uno de sus malos pasos sientes un clavo y tú quieres servirte de esos mismos clavos para clavarlas a tu amor; y es tal y tan intenso el dolor que sientes y el esfuerzo que haces por clavarlas a ti, que tiemblas de pies a cabeza. Jesús, mi todo y mi alegría, te compadezco, y para consolarte te ofrezco los pasos de los religiosos buenos que exponen su vida para salvar almas".

Fiat Divina Voluntad



Jn 15, 2

“Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto”


Lc 17, 14-18

14 Y, mientras iban de camino, quedaron limpios.

15 Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos

16 y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Éste era un samaritano.
17 Jesús tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están?

18 ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?»


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Reparemos en María a Jesús

"por las frialdades, las tibiezas, las faltas de correspondencia y las ingratitudes de las criaturas".


Las Horas de la Pasión

de Nuestro Señor Jesucristo

Una parte de la Hora 6


"Fatigado Jesús mío, beso tu pecho herido por las frialdades, las tibiezas, las faltas de correspondencia y las ingratitudes de las criaturas. Te compadezco y para darte alivio te ofrezco el amor recíproco del Padre y del Espíritu Santo y la perfecta correspondencia que existe entre las tres Divinas Personas; y yo, oh Jesús mío, sumergiéndome en tu amor, quiero protegerte, para poder impedir que las criaturas te sigan hiriendo con estos pecados y haciendo mío todo tu amor quiero herirlas con él, para que jamás vuelvan a tener la osadía de ofenderte, y también quiero depositarlo en tu pecho para consolarte y sanarte".

Fiat Divina Voluntad




Mt  5, 19

"El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres, será el menos importante en el Reino de los cielos

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Reparemos en María a Jesús


 por "las oraciones mal hechas, de las malas enseñanzas y de todo el mal que hace el hombre con su lengua."



Las Horas de la Pasión

de Nuestro Señor Jesucristo

Una parte de la Hora 6


“¡Dulce Bien mío!, beso tu dulcísima boca, pero, ¿qué veo? ¡Ah!, veo que tú sientes la amargura de las oraciones mal hechas, de las malas enseñanzas y de todo el mal que hace el hombre con su lengua.

Jesús, te compadezco, y quiero endulzar tu boca ofreciéndote todas las alabanzas angélicas y el buen uso que hacen tantas criaturas de la lengua.”

Fiat Divina Voluntad