Lc. 9, 59.61

"Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre".

Otro le dijo: "Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi familia".

AUDIO


Reparemos en María a Jesús

por “las posposiciones que hacen las criaturas”, te posponen “a un vil interés, otro al honor, otros a la vanidad, a los placeres, a los apegos, a las dignidades, a comilonas y embriagueces y hasta al mismo pecado”


Las Horas de la Pasión

De Nuestro Señor Jesucristo

Una parte de la Hora 16




“...Jesús mío, santidad sin igual, ya estás otra vez ante Pilato, quien al verte tan mal reducido y vestido de loco y viendo que tampoco Herodes te ha condenado, se indigna todavía más en contra los judíos, queda convencido de tu inocencia y confirma el no querer condenarte; sin embargo, deseando darle alguna satisfacción a los judíos, y como para aplacar el odio, la furia, la rabia y la sed ardiente que tienen de tu sangre, junto con Barrabás te presenta al pueblo, pero los judíos gritan:

« ¡No queremos libre a Jesús, sino a Barrabás! ».

Entonces, Pilato, ya no sabiendo qué hacer para calmarlos, te condena a la flagelación.

Jesús mío, se me hace pedazos el corazón al ver que mientras los judíos se ocupan de ti para hacerte morir, tú, concentrado en ti mismo, piensas en darles a todos la vida, y poniendo atención, oigo que dices:

... « Padre mío, mírame de nuevo, ¿puede haber insulto mayor? Me han pospuesto al criminal más grande; quiero por eso repararte por todas las posposiciones que se hacen. ¡Ah, todo el mundo está lleno de posposiciones! Hay quien nos pospone a un vil interés, otro al honor, otros a la vanidad, a los placeres, a los apegos, a las dignidades, a comilonas y embriagueces y hasta al mismo pecado; y por unanimidad todas las criaturas nos posponen hasta por cualquier tontería. Y yo estoy dispuesto a aceptar ser pospuesto a Barrabás, para reparar por las posposiciones que hacen las criaturas ».

Jesús mío, siento que me muero por el dolor y la confusión al ver tu gran amor aun en medio de tantas penas, al ver el heroísmo de tus virtudes en medio de tantos sufrimientos e insultos. Tus palabras y tus reparaciones repercuten en mi corazón como si cada una de ellas fuera una herida, y en mi dolor repito tus mismas oraciones y tus mismas reparaciones; ni siquiera por un instante puedo separarme de ti, porque de lo contrario se me escaparían muchas cosas de todo lo que tú haces.

Fiat Divina Voluntad





Reparemos en María a Jesús

Por las almas condenadas


Las Horas de la Pasión

De Nuestro Señor Jesucristo

Una parte de la Hora 16

la Flagelación de Jesús


"...poniendo atención en mis oídos, percibo tus gemidos, pero éstos no son escuchados, porque la tempestad de los golpes ensordece el aire a tu alrededor; y en esos gemidos dices:

« Todo aquél que me ama venga a aprender el heroísmo del verdadero amor; venga a apagar en mi sangre la sed de sus pasiones, la sed de tantas ambiciones, de tantas vanidades y placeres, de tanta sensualidad. En mi sangre hallarán el remedio para todos sus males ».

Y tus gemidos siguen diciendo:

« ¡Mírame, oh Padre, bajo esta tempestad de golpes todo llagado!, pero no basta, quiero formar en mi cuerpo tantas llagas, que en el cielo de mi humanidad sean suficientes moradas para todas las almas de modo que forme en mí mismo su salvación, para hacer que luego pasen al cielo de mi Divinidad. Padre mío, cada golpe de flagelo repare ante ti, uno por uno, cada clase de pecado, y que al golpearme a mí sea una excusa para quienes los cometen; que estos golpes hieran los corazones de las criaturas y les hablen de mi amor , hasta que las obliguen a rendirse a mí ».

Y mientras dices esto, es tan grande tu amor, que parece que incitas a los verdugos a que te azoten todavía más. Destrozado Jesús mío, tu amor me aplasta y me hace enloquecer. Aunque tu amor todavía no está cansado, los verdugos ya no tienen fuerzas y no pueden proseguir tan dolorosa carnicería. Te cortan las cuerdas y tú, casi muerto, caes en tu propia sangre, y al ver los pedazos de tus carnes por tierra sientes que te mueres por el dolor, viendo en esas carnes separadas de ti a las almas condenadas, y es tan intenso tu dolor que estás agonizando en tu propia sangre.

Jesús mío, déjame que te tome entre mis brazos para confortarte un poco con mi amor. Te beso, y con mi beso encierro a todas las almas en ti, así ninguna se perderá, y mientras tanto bedíceme tú.''

Fiat Divina Voluntad





Jn. 8, 4

«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.

AUDIO


Reparemos en María a Jesús


Las Horas de la Pasión

De Nuestro Señor Jesucristo

Una parte de la Hora 16




“...Amor mío y Vida mía, me siento desfallecer por el dolor al verte desnudo. Tú tiemblas de pies a cabeza y tu santísimo rostro se tiñe de virginal pudor...

...¡Cómo! Tú que vistes a todas las cosas creadas: al sol de luz, al cielo de estrellas, a las plantas de hojas, a los pájaros de plumas; tú, ¿desnudo? ¡Qué osadía tan grande!

Pero mi amantísimo Jesús, con la luz que irradia de sus ojos, me dice:

« Calla, hijo mío, era necesario que yo fuera desnudado para reparar por tantos que se despojan de todo pudor, candor e inocencia; que se desnudan de todo bien y virtud, de mi gracia, y que se visten de toda brutalidad, viviendo a la manera de las bestias. En mi virginal confusión quise reparar por tantas deshonestidades, deleites y placeres bestiales. Por eso sigue con atención todo lo que hago, ora y repara junto conmigo, y cálmate ».

Flagelado Jesús mío, tu amor pasa de un exceso a otro. Los verdugos toman las cuerdas y comienzan a azotarte sin piedad, tanto que todo tu santísimo cuerpo, se pone lívido; y es tanta la crueldad y el furor con que te golpean, que ya están cansados... Pero otros dos los sustituyen; agarran unas varas espinosas y te azotan tanto, que de inmediato empieza a salir sangre a torrentes de tu santísimo cuerpo y lo siguen golpeando por todos lados, abriendo surcos y convirtiéndolo totalmente en una llaga... Pero aún no basta, otros dos continúan y con cadenas de hierro puntiagudas prosiguen la dolorosa carnicería. Bajo los primeros golpes, esas carnes golpeadas y llagadas se abren y se desgarran aún más y a pedazos van cayendo por tierra; los huesos quedan al descubierto y tu sangre diluvia y forma un lago alrededor de la columna...

Jesús, desnudado Amor mío, mientras te encuentras bajo esta tempestad de golpes, me abrazo a tus pies para poder tomar parte en tus penas y quedar cubierto totalmente con tu preciosísima sangre. Cada herida que recibes es una herida para mi corazón, a mayor razón que poniendo atención en mis oídos, percibo tus gemidos, pero éstos no son escuchados, porque la tempestad de los golpes ensordece el aire a tu alrededor; y en esos gemidos dices: « Todo aquél que me ama venga a aprender el heroísmo del verdadero amor; venga a apagar en mi sangre la sed de sus pasiones, la sed de tantas ambiciones, de tantas vanidades y placeres, de tanta sensualidad. En mi sangre hallarán el remedio para todos sus males ».

Fiat Divina Voluntad





Lc. 15, 1-3.11-32

Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido


Lc. 15, 22

"Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo”


Mc. 10, 15

Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él

AUDIO


Reparemos en María a Jesús


Las Horas de la Pasión

De Nuestro Señor Jesucristo

Una parte de la Hora 16




“...Amor mío y Vida mía, me siento desfallecer por el dolor al verte desnudo. Tú tiemblas de pies a cabeza y tu santísimo rostro se tiñe de virginal pudor...

...¡Cómo! Tú que vistes a todas las cosas creadas: al sol de luz, al cielo de estrellas, a las plantas de hojas, a los pájaros de plumas; tú, ¿desnudo? ¡Qué osadía tan grande!

Pero mi amantísimo Jesús, con la luz que irradia de sus ojos, me dice:

« Calla, hijo mío, era necesario que yo fuera desnudado para reparar por tantos que se despojan de todo pudor, candor e inocencia; que se desnudan de todo bien y virtud, de mi gracia, y que se visten de toda brutalidad, viviendo a la manera de las bestias. En mi virginal confusión quise reparar por tantas deshonestidades, deleites y placeres bestiales... ».”

Fiat Divina Voluntad