El Pan que nos nutrirá en la Celestial Morada
De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 4-69 Junio 13, 1901
La cruz y las tribulaciones son EL PAN de la bienaventuranza eterna
Después de un largo silencio por parte de mi adorable Jesús, en que a lo más decía alguna cosa sobre los flagelos que quiere derramar, esta mañana encontrándome oprimida, cansada por mi dura situación, especialmente por las continuas privaciones a las cuales estoy frecuentemente sujeta, lo he visto por breves instantes y me ha dicho:
“Hija mía, las cruces y las tribulaciones son el pan de la eterna bienaventuranza”.
Por tanto comprendía que sufriendo mayormente, más abundante y más sabroso será el pan que nos nutrirá en la celestial morada, o sea que por cuanto más se sufre, más garantía recibimos de la futura gloria.