Enseñanzas,

ESTUDIO Y PRÁCTICA


para profundizar la Hora 17

La Coronación de Espinas de Jesús

« Ecce homo! »

AUDIO


"La soberbia, que es veneno para el alma y el cual la mata" 



De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 7-7 Marzo 5, 1906

Jesús le pide que lo consuele.

Ve suicidarse a un hombre


(1) Continuando mi habitual estado, me he encontrado fuera de mí misma, junto con el niño Jesús todo afligido. Yo al verlo tan afligido he dicho: “Querido mío, dime ¿qué cosa quieres? ¿Por qué sufres? Para poder aliviarte”. Entonces Él se ha puesto con el rostro en tierra y rezaba para que yo pudiera interpretar su Voluntad, pero yo no entendía nada; lo he levantado de la tierra, lo he besado muchas veces y he dicho: “Amado mío, no entiendo que cosa quieres, ¿quieres que sufra la crucifixión?” 

(2) Y Él: “No”. 

(3) Y ha tomado mi brazo en su mano y me desataba el puño de la camisa, y yo al ver esto he dicho: “¿Quieres que mi brazo esté descubierto? Siento mucha pena, pero por amor tuyo me someto”. 

(4) Mientras estaba en esto, veía a un hombre que llevado por la desesperación y por la estima propia de sí mismo se suicidaba, y esto en nuestra ciudad. Entonces el niño me ha dicho: 

(5) “No puedo contener tanta amargura, recibe tu parte”. 

(6) Y ha derramado en mi boca un poco de su amargura. Yo he corrido hacia aquel hombre para ayudarlo a arrepentirse del mal que había hecho, los demonios tomaban aquella alma y la arrojaban al fuego, la volteaban y la volteaban como si la estuvieran asando. Yo por dos veces la he liberado, y me he encontrado en mí misma rogando al Señor que usara su misericordia con aquella desventurada alma. El bendito Jesús ha regresado con la corona de espinas y tan encajada en la cabeza, que las espinas parecía que estaban hasta en la boca, y me ha dicho: 

(7) “¡Ah! Hija mía, muchos no lo creen, que las espinas penetraron hasta dentro de la boca. Es tan feo el pecado de la soberbia, que es veneno para el alma y el cual la mata; así como quien tiene una cosa atravesada en la boca, y ésta le impide que tome algún alimento para darle vida al cuerpo; así la soberbia impide la Vida de Dios en el alma; por eso quise sufrir tanto por la soberbia humana; y con todo esto, la criatura llega a tanta soberbia, que ebria de soberbia pierde el conocimiento de sí misma y llega a matar su cuerpo y su alma”. 

(8) Esto lo digo por obedecer: Que habiendo dicho al padre lo que está escrito arriba, me aseguró que esta mañana un hombre se había suicidado”.