Enseñanzas,

ESTUDIO Y PRÁCTICA


para profundizar la Hora 23

Jesús Muerto, es Traspasado por la Lanza

El Descendimiento de la Cruz

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 17-51  Junio 29, 1925

Así como las obras de Jesús, hasta después de su muerte tuvieron su pleno triunfo, así será de Luisa

 

Me sentía oprimida y un pensamiento quería turbar la serenidad de mi mente:  “Y si te encontraras en el punto de la muerte y te vinieran dudas, temores de cómo te has comportado en tu vida, tanto de hacerte temer de tu salvación, ¿qué harías?”  Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús no me ha dado tiempo de reflexionar más ni de responder a mi pensamiento, y moviéndose en mi interior se hacía ver que movía la cabeza, y como entristecido por mi pensamiento me ha dicho:

“Hija mía, ¿qué dices?  Pensar esto es una afrenta a mi Voluntad, en Ella no entran ni temores, ni dudas, ni peligro alguno, estas son cosas que no le pertenecen, son más bien los míseros harapos de la voluntad humana; mi Voluntad es como un mar plácido que murmura paz, felicidad, seguridad, certeza, y las olas que hace salir de su seno son olas de alegrías y de contentos sin termino, por eso al verte pensar esto Yo he quedado estremecido; mi Voluntad no es capaz de temores, de dudas, de peligro, y el alma que vive en Ella se hace extraña a los míseros harapos de la voluntad humana.  Y además, ¿de qué puede temer mi Voluntad?  ¿Quién puede hacer suscitar dudas de su obrar, si ante la Santidad de mi Querer obrante todos tiemblan y están obligados a bajar la frente, adorando el obrar de mi Voluntad?  Es más, quiero decirte una cosa, para ti muy consoladora y para Mí de gran gloria:  Cuando mueras en el tiempo, sucederá de ti lo que sucedió de Mí en mi muerte:  Yo en vida obré, recé, prediqué, instituí Sacramentos, sufrí penas inauditas y hasta la misma muerte, pero mi Humanidad, puedo decir que casi nada vio en comparación del gran bien que había hecho, ni los mismos Sacramentos tuvieron vida mientras Yo estuve sobre la tierra.  En cuanto morí, mi muerte selló todo mi obrar, mis palabras, mis penas, los Sacramentos, y el fruto de mi muerte confirmó todo lo que Yo hice, e hizo resurgir a vida mis obras, mis penas, mis palabras, mis Sacramentos instituidos por Mí y la continuación de la vidade ellos hasta la consumación de los siglos, así que mi muerte puso en movimiento todas mis obras y las hizo resurgir a vida perenne.  Todo esto era justo, pues conteniendo mi Humanidad al Verbo Eterno y una Voluntad que no tiene ni principio ni fin, ni está sujeta a morir, de todo lo que Ella hizo nada debía perecer, ni siquiera una sola palabra, sino que todo debía tener su continuación hasta el fin de los siglos, para pasar a los Cielos a beatificar a todos los bienaventurados eternamente.  Así sucederá de ti:  Mi Voluntad que vive en ti, que te habla, que te hace obrar, sufrir, nada dejará perecer, ni siquiera una palabra de las tantas verdades que te he manifestado sobre mi Voluntad, todo lo pondrá en movimiento, todo lo hará resurgir, tu muerte será la confirmación a todo lo que te he dicho; y así como en el vivir en mi Voluntad, todo lo que el alma hace, sufre, reza, habla, contiene un acto de Voluntad Divina, todo esto no estará sujeto a morir, sino que quedarán como tantas vidas en el mundo, todas en acto de dar vida a las criatura. Por lo tanto, todas las verdades que te he dicho, tu muerte rasgará los velos que las cubren y resurgirán como tantos soles que disiparán las nubes de todas las dudas y dificultades con las que parecían cubiertas en vida.  Así que mientras tú vivas en este bajo mundo, poco o nada verás en los demás de todo el gran bien que mi Voluntad quiere hacer por medio tuyo, pero después de tu muerte todo tendrá su pleno efecto”.

Después de esto he pasado la noche sin poder cerrar los ojos al sueño y sin recibir las acostumbradas visitas de mi amable Jesús, porque viniendo Él yo quedo adormecida en Él y para mí es más que sueño; pero ese tiempo lo he pasado haciendo las horas de la Pasión y haciendo mis acostumbrados giros en su adorable Voluntad; luego veía que era ya de día, (esto me sucede frecuentemente), y estaba diciendo entre mí:  “Amor mío, ni has venido ni me has hecho dormir, entonces, ¿cómo haré hoy sin Ti?”  Mientras estaba en esto, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior diciéndome:   "Hija mía, en mi Voluntad no hay noches, ni sueño, siempre es pleno día y plena vigilia; no hay tiempo para dormir porque hay mucho qué hacer, qué tomar y qué hacerse feliz en Ella, por lo tanto tú debes aprender a vivir en el largo día de mi Voluntad, para hacer que mi Voluntad pueda tener su Vida de actitud continua en ti; además encontrarás el más bello reposo, porque mi Voluntad te hará subir siempre más en tu Dios y te lo hará comprender más, y por cuanto más lo comprendas, tanto más tu alma quedará ensanchada para poder recibir ese reposo eterno, con todas las felicidades y alegrías que contiene el reposo divino.  ¡Oh! qué bello reposo será éste para ti, reposo que sólo en mi Voluntad se encuentra”.

Ahora, mientras esto decía, ha salido de dentro de mi interior y poniendo sus brazos en mi cuello me estrechaba fuerte a Él, y yo extendí también los míos y lo estrechaba fuerte a mí.  Mientras estaba en esto, mi dulce Jesús llamaba a muchas personas que se estrechaban a sus pies y Jesús les decía:  

“Vengan a mi corazón y les haré ver los portentos que mi Voluntad ha hecho en esta alma”.

Habiendo dicho esto ha desaparecido. 

Fiat Divina Voluntad