Enseñanzas,

ESTUDIO Y PRÁCTICA


para profundizar la Hora 7

La terceraHora de Agonía

en el Huerto de Getsemaní

AUDIO


"Su corazón fue traspasado de lado a lado por la espada del dolor, pero no recibió ni un mínimo aliento de turbación"



El Reino de la Paz se extendió en el Corazón de María



De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 2, Cap. 44  Julio 4, 1899

Jesús habla de la Mamá Celestial

Las turbaciones


(1) Esta mañana, habiéndome renovado Jesús las penas de la crucifixión, se encontraba también nuestra Mamá Reina, y Jesús hablando de Ella ha dicho:

(2) “Mi propio reino estuvo en el corazón de mi Madre, y esto porque su corazón no fue jamás ni mínimamente turbado, tanto, que en el mar inmenso de la Pasión sufrió penas inmensas, su corazón fue traspasado de lado a lado por la espada del dolor, pero no recibió ni un mínimo aliento de turbación. Por eso, siendo mi reino un reino de paz, pude extender en Ella mi reino, y sin encontrar ningún obstáculo pude libremente reinar".

(3) Habiendo venido Jesús más veces y viéndome toda llena de pecados le he dicho: “Señor mío Jesús, me siento toda cubierta de llagas y pecados graves; ah, te pido, ten piedad de esta miserable”. 

(4) Y Jesús: “No temas, que no hay culpas graves, y además, se debe tener horror de la culpa, pero no turbarse, porque la agitación, de donde venga, jamás hace bien al alma”. 

(5) Después ha agregado: “Hija mía, tú eres víctima como lo soy Yo, haz que todas tus obras resplandezcan con mis mismas intenciones, puras y santas, a fin de que encontrando en ti mi misma imagen pueda libremente derramar el influjo de mis gracias, y adornada así podré ofrecerte como víctima perfumada ante la divina justicia”. 

Fiat Divina Voluntad