Jn 12, 4

Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar


Jn 17, 12

ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura

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⚜️ Reparemos en María a Jesús,

-por “un alma tan beneficiada por mí, perdida para siempre”

-Por quienes como Judas, encuentran a Jesús para traicionarlo, para matarlo.


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo De la Hora 3 de Su Pasión

Jesús, vida mía, tu mirada dulce y penetrante parece indagar a todos tus apóstoles …tu Corazón queda traspasado al ver a tus amados apóstoles débiles y vacilantes todavía, sobre todo al pérfido Judas que ya ha puesto un pie en el infierno. Y tù, en el fondo de tu Corazón, dices amargamente: 

« ¿Cuál es la utilidad de mi sangre? ¡He aquí un alma tan beneficiada por mí, perdida para siempre! ». 

Y con tus ojos resplandecientes de luz lo miras como queriendo hacer que comprenda el gran mal cometido. Pero tu caridad suprema te pide que soportes este dolor y que no se lo manifiestes ni siquiera a tus amados discípulos. 

Y mientras sufres amargamente por Judas, tu Corazón se llena de alegría al ver a tu izquierda a tu amado discípulo Juan, y no pudiendo contener más tu amor por él, lo atraes dulcemente hacia ti y haces que apoye su cabeza sobre tu Corazón haciéndole sentir el paraíso por adelantado. 

Es en esta hora solemne en la que en estos dos discípulos están representados los dos pueblos: el réprobo y el elegido. El réprobo en Judas que ya siente el infierno en su corazón, y el elegido en Juan que en ti reposa y goza. ¡Oh dulce Bien mío, también yo me pongo a tu lado y junto con tu amado discípulo quiero apoyar mi cabeza cansada sobre tu Corazón adorable y pedirte que también a mí me hagas sentir sobre esta tierra las delicias del cielo, para que cautivado por las dulces armonías de tu Corazón, la tierra para mí ya no sea tierra, sino cielo! 

Pero en medio de esas armonías dulcísimas y divinas siento que se te escapan del Corazón dolorosos latidos: ¡Son las almas perdidas! ¡Oh Jesús, no permitas que se pierdan más almas! Haz que cada latido de tu Corazón fluya en los suyos y les haga sentir los latidos de la vida del cielo, así como lo siente tu amado discípulo Juan y que atraídas por la suavidad y la dulzura de tu amor puedan rendirse todas a ti...”


Fiat Divina Voluntad

Evangelio de Marzo 25 y 26 2024

Jn 12, 4

Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar