Relato Viaje a Colombia

Viaje del   5   al  20   de  Abril   de  2009

 

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  Dia 1 – BCN-MAD-Bogota

Llegada sobre las 15’45 al aeropuerto internacional de El Dorado de Bogota. Trámites ágiles en el control de pasaportes. Tras la recogida de equipaje hay varias casas de cambio.

Para ir al centro desde el aeropuerto, está la opción de ir en taxi (hay que comprar el tiquete con una tarifa fija de 12500) o en buseta (las de color negro son las que pasan por el barrio de La Candelaria 1250/ 1300 noche y festivos), que salen continuamente.

No hay prisa por lo que vamos en buseta. Como es domingo no hay mucho tráfico, pero hay alguna calle con atascos, por estar reducidas a un carril por obras, y quizás tardamos casi una hora. Amablemente, algunos pasajeros del bus ya nos habían explicado la distribución perpendicular entre Calles y Carreras de Bogotá, y cuándo bajarnos para ir hasta Av. Jiménez  con calle 4).

Para ir del centro al aeropuerto (o al Terminal Terrestre) en buseta, un buen lugar para esperarlas es en el tramo de Carrera 7 que está justo antes de Av. Jiménez. Las busetas muestran un cartel con los destinos y hay que levantar la mano para que se detenga la que nos convenga.

Para alojamiento, en La Candelaria hay mucha oferta de albergues y hoteles económicos o de nivel medio. Habíamos leído que el Hotel Zaragoza (lo vemos nada más bajar) era una posible opción, pero la habitación que tienen libre (30000) era muy básica. Vamos hasta el Hostal Sue, pero no tienen habitaciones libres –sí dormitorio, 17000-. En el famoso Platypus ya ni preguntamos. En el albergue que está al principio de la calle del Sue, acaban de dar la última habitación –también hay en dormitorio-. A escasos 50 metros, en el  Hospedaje Cacique Sugamuxi, tampoco hay habitación libre, pero ofrecen un dormitorio de 6 plazas a precio de habitación (38000 doble- 35000 individual). El lugar está muy limpio (hay Internet de pago), aunque luego vimos una  habitación con baño (45000-35000) y era minúscula (no sabemos cómo son en los otros albergues). Hay más opciones de alojamiento de precio parecido en las calles de alrededor (Hostal Fátima, Cranky Cronc, Aragon…). Una opción buena de precio medio por la zona sería el Hotel Ambala (90000-65000), incluye desayuno y recogida desde el aeropuerto o desde el Terminal de Transportes.

  DIA 2 - BOGOTÁ

Día para ver lo más interesante de BOGOTÁ. Empezamos desayunando en el restaurante que está justo debajo del Cacique Sugamuxi. Es una buena y correcta opción.

Bajamos por Av. Jiménez hasta Carrera 7. Como queremos iniciar el recorrido turístico en la Plaza Bolívar, seguiremos por la comercial Carrera 7, donde hay varios bancos con cajeros automáticos, ideal para empezar a aprovisionarse de Pesos. En la Plaza Bolívar, aparte de contemplar por primera vez  la majestuosa  Catedral Primada (mejor con la luz de la tarde) de estilo neoclásico, también se ubican el  Capitolio Nacional y el Palacio de Justicia, y la Oficina de Turismo del Centro Histórico, donde nos dan un amplio mapa de Bogotá, que va muy bien para situarse más allá del Centro y para ver las diferentes líneas y destinos del Transmilenio (Bus que circula por un carril exclusivo y evita el tráfico).

Tras echar una ojeada al cercano Palacio de San Carlos (antiguo Palacio Presidencial), y como volveremos por la tarde a la Plaza Bolívar, seguimos por  Calle 11, donde se encuentran los interesantes (y gratuitos) Museo Botero y  Museo  Casade la Moneda (que acabaremos visitando en nuestro último día en Bogotá),  y nos adentraremos en el corazón del histórico y bohemio  Barrio deLa Candelaria. Llegamos a la coqueta Plazoleta del Chorro de Quevedo, donde un grupo está ensayando su música. La pequeña capilla de la Plaza nos parece muy fotogénica. Salimos de la Plazoleta por el estrecho y pintoresco Callejón del Embudo, y poco a poco nos iremos acercando a la calle del albergue, que recordamos está situado en  el mismo barrio de La Candelaria.

Reemprendemos la visita y llegamos al cercano Parque de Santander junto a las Iglesias de San Francisco (la más antigua de Bogotá) y de Veracruz. Confirmamos que el principal museo de la ciudad: el contiguo Museo del Oro, los lunes está cerrado (dejaremos su visita para la vuelta a Bogotá).

Posponemos la subida al Cerro Monserrate para la tarde, y nos subimos a una buseta rumbo al Terminal de Transportes. Estamos en el inicio de la Semana Santa y queremos asegurar el trayecto a Popayán en bus por la noche. Esta la opción de coger un bus a Popayán (12h-14h) o coger un bus hasta Cali (10h-11h), con mucha más oferta, y desde allí hay salidas continuas (2 h-2’30 h) hasta Popayán.

El Terminal de Transportes de Bogotá está muy bien organizado. Se divide en módulos con diferentes colores: los 3 primeros (amarillo, azul y rojo) para salidas de buses al sur, este-oeste y norte del país, respectivamente. El 4 (verde) es para salidas de taxis y el 5 (violeta) agrupa las llegadas al Terminal.

Retornando en otra buseta al centro, nos bajaremos en la populosa Calle o Avenida 19, en el cruce con Carrera 7. Por aquí hay una amplia oferta para comer. En uno de los lugares de comidas del Centro Comercial Montserrate, una abundante comida ejecutiva (7000) incluye un buen trozo tierno de carne hecha al momento en la barbacoa.

La siguiente visita a realizar es el Cerro Montserrate. Para ahorrarnos la subida hasta la base del funicular o teleférico (necesarios para acceder a la cima del cerro), pasan muchos buses, por la misma Calle 19, con el cartel de Funicular (1100). Ya en la base, en este momento (varía en función de la hora) sólo está la opción posible de subir y bajar en Funicular (14000). En el Cerro (3200 metros), con buenas vistas de Bogotá, se respira mucha tranquilidad (hay poca gente a esta hora, inicio de la tarde). Hay unos jardincillos muy bien cuidados con estatuas religiosas. Dentro de la Iglesia, los principales puntos de interés son una adorada estatua del Señor Caído (estatua de Cristo) y una Vírgen negra, parecida a la Vírgen de Montserrat que se encuentra en el Monasterio del mismo nombre, cercano a Barcelona.

De vuelta hasta la base del Funicular, hay una cómoda bajada hasta  la Av. Jiménez. Pasamos la Iglesia de las Aguas y, para las casi 3 horas que nos quedan antes de ir al Terminal Terrestre, decidimos visitar algo de la Parte Moderna de Bogotá. Subimos en el Transmilenio (1500) nº B74 en dirección a la estación Portal  Norte. En la Oficina de Turismo, por la mañana, nos habían recomendado como muy modernos, los Centros Comerciales Retiro y Andino. Hay que bajarse en la estación Héroes y andar unos 10 minutos. En estos centros comerciales se encuentran, sobretodo, conocidas firmas internacionales. Entre ellas, las españolas Mango y Zara, por poner un ejemplo.

Volveremos al Centro (estación del Museo del Oro) con el Transmilenio, y reandamos los pocos metros, por Carrera 7, que llevan a la Plaza Bolívar, con mucha más gente que por la mañana. Ahora sí,  el sol ilumina de pleno la Catedral Primada, realzando su magnitud. Aprovechamos para acercarnos al Palacio Nariño (actual Palacio Presidencial) a escasos metros. Tras la puesta de sol, retornamos al hospedaje a recoger el equipaje e ir al Terminal de Transportes.

Finalmente, se escogió la opción de ir con Expreso Bolivariano hasta Cali en un servicio –semicama- Superexpreso (59000) directo, que no hacía ninguna parada en ruta.  Así, entendemos, controlábamos más la hora para las visitas del día de mañana, sin duda, el más intenso del viaje. 

  DIA 3 – Cali-SILVIA-POPAYÁN

El bus de Expreso Bolivariano salió de Bogotá con más de media hora de retraso, pero las 10 h. de viaje nocturno hasta Cali se nos han pasado muy rápido, aunque el pasajero colombiano de al lado, bolsa en mano, seguramente no pensará lo mismo.

En el Terminal de Cali  subimos  –salen continuamente- en el primer bus que, realmente, sale para Popayán (8000); pero pedimos que nos dejen en Piendamó (nos ahorramos la ida y vuelta Popayán-Piendamó en el trayecto a Silvia). En Piendamó, casualmente, el autobus a Silvia (3000) está a punto de salir.

El MERCADO INDÍGENA del Martes en SILVIA es, posiblemente, el más popular de Colombia; pero apenas se ven turistas. Los indígenas guambianos, que bajan de las aldeas que pueblan las laderas occidentales de la Cordillera Central, al nordeste del Departamento del Cauca, tienen la particularidad que visten, hombres y mujeres, con los mismos colores, pero intercambiados: El atuendo de los hombres consta de camisa de algodón, dos ruanas (de color gris o negro), sombrero de fieltro, una falda que forman con tela de bayeta azul brillante. Completan su vestimenta con una bufanda de lana de colores. Las mujeres llevan pañolones que hacen de la misma tela azul de las faldas de los hombres; también usan faldas similares a las ruanas de los hombres, porque las hilan y las tejen de la misma manera. El color de estas faldas es de color negro al igual que la mayoría de las ruanas de los hombres.  En diferentes calles de Silvia se forman diferentes mercadillos, siendo la Plaza Central, un punto de encuentro y de descanso, además de entrada y salida de vehículos a lo largo de toda la mañana. Resulta muy fotogénico, aunque hay que ser discreto y no llamar demasiado la atención con la cámara de fotos, porque a los guambianos no les gusta sentirse fotografiados. Si uno dispone de tiempo, los paisajes andinos de alrededor parecen interesantes para hacer algun trekking. En Silvia también hay alojamiento.

Saboreamos una bandeja de pollo (5000) en uno de los restaurantes de la Plaza Central, antes de tomar el minibús –hay varias opciones en la Plaza- con la Coop. Integral de Taxis Belalcazar  a Popayán (5000).

Primero se detiene en el Terminal de Popayán (a 1’5 km del Centro), pero luego hace otra parada cerca del Centro.

 

POPAYAN es conocida como “La Ciudad Blanca” por el color de todos sus edificios del Centro colonial. Sus numerosas Iglesias reflejan su importancia como ciudad religiosa. Su historia reciente está marcada por el terremoto (5,4 grados en la escala Richter) del 31 de Marzo de 1983, precisamente en plena Semana Santa. Se tardó más de dos décadas en reconstruir tal devastación, pero los resultados, en nuestra opinión, son excelentes. Visualmente es muy atractiva y, aunque nuestro principal interés inicial era debido a sus multitudinarias Procesiones de Semana Santa, recomendaríamos su visita en cualquier viaje a Colombia.

En el Hotel Popayan Plaza (75000 baño TV), junto a la Iglesia de San Francisco, les queda una única habitación, para hoy Martes Santo. De miércoles a sábado ya tenía completo. En los días centrales de la Semana Santa, la recomendación es reservar de antemano en cualquier hotel del Centro de la ciudad. Empezamos la visita en la Oficina de Turismo (Carrera 5, nº4-68) que nos aporta: un práctico Mapa Urbano de Popayán donde informa de sus principales monumentos, un folleto con los horarios y celebraciones de la Semana Santa, y una hoja con los horarios de las diferentes compañías de Transporte Intermunicipal e Interdepartamental (muy práctico para organizar la visita, por ejemplo, a las Ruinas Arqueológicas de San Agustín y Tierradentro, que tienen  poco transporte).

La visita de Popayán, empezando en el Parque Caldas, para contemplar el majestuoso conjunto que forman la Torre del Reloj y la Catedral Basílica, consiste principalmente en ir paseando tranquilamente por su Centro, descubriendo sus numerosas Iglesias y atractivos edificios y puentes históricos.

La Procesión Nuestra Señora la Virgen de los Dolores del Martes Santo tiene su hora de salida a las 8 pm, desde la Iglesia de San Agustín. Sale con retraso, como es habitual en estos casos, y la intermitente lluvia que ha ido cayendo a ratos durante la tarde, parece que se para definitivamente (milagro?). Mucha gente en todo el recorrido (pero sin aglomeraciones peligrosas). Avisos de, ¡ vigile la cámara !, y vamos (o intentamos) situarnos en varios puntos estratégicos del recorrido, para realizar algunas instantáneas de los cargueros portando bellas imágenes religiosas.

  DIA 4 – Popayán-CALI

Desde Popayán, seguiremos la ruta inicialmente prevista de proseguir viaje hacia el norte de Colombia. Nos da cierta pena no poder saborear en este viaje, por falta de días, las ruinas Arqueológicas de San Agustín y Tierradentro, porque para visitarlas bien habíamos calculado 5 días entre visitas y traslados, lo cual nos habría ocupado demasiados días del total del viaje. Prometemos volver.

Vamos al Terminal de Popayán y el autobús que sale finalmente  primero a Cali es el de Transipiales (8000). Todos decían que ya salían y te pedían el dinero antes de entrar en el bus. No hay por qué pagar hasta que ya esté en camino, como hacen los colombianos. Otra cosa es si ya se ha comprado el billete previamente en la taquilla de alguna compañía, donde no habrá más remedio que esperar a que salga.

Ya en Cali, con el día lluvioso y la intensidad del día de ayer, descartamos la posibilidad de ir hasta San Cipriano. Es la excursión más popular para hacer desde Cali. Hay que tomar un minibus a Buenaventura y bajarse a la entrada de Córdoba (2h-2’30h). Aquí, hay que ir hasta la vía del tren para recorrer un último tramo en brujita (15 min), que se desliza sobre la vía, sea activada manualmente o arrastrada por una moto. Los alrededores de San Cipriano parece que son de paisaje muy verde (como suele llover a menudo, se recomienda un impermeable) y hay algún sendero muy popular para ver diferentes clases de pájaros, además de la posibilidad de darse un baño en las aguas –según la guía- muy limpias del río.

CALI  no es una ciudad conocida por ser un destino turístico. Un ejemplo muy palpable es que, una visita a la Secretaría de Cultura y Turismo, dentro del Edificio Palacio de San Francisco, frente a la Iglesia del mismo nombre, más que para recibir ayuda práctica turística (que es nula), sirve para visitar un edificio público y entrar en el despacho de un funcionario del gobierno del Departamente de Valle del Cauca, que casi se sorprende (y se alegra) de haber llegado hasta él.

Del Terminal de Cali vamos en taxi (3600) al Hotel Posada Colonial (30000-20000), baño y televisión, Calle 14N, 6N-42 Tel.6612925. Es sencillo y limpio, con una ubicación perfecta, al lado de la Av. Sexta (6N)  y a 5-10 min. andando del Centro histórico.

Iniciamos la visita de Cali recorriendo el pequeño tramo de la Sexta hasta los puentes que permiten cruzar el río, con buenas vistas de la Iglesia la Ermita, para llegar al Centro. Llegamos a la transitada Plaza de Caycedo, destacando la Catedral de San Pedro en un extremo de ella.Es un buen lugar para visionar el día a día de la ciudad. Seguiremos con una visita a la neoclásica Iglesia de San Francisco, que forma un conjunto curioso con el Convento de San Francisco, la Capilla de la Inmaculada y una Torre de arte Mudéjar. Llegaremos hasta el Museo Arqueológico de la Merced (4000) Carrera 4, nº6-59, dentro del Convento de la Merced, el edificio más antiguo de Cali (1538-40). Nos gusta su visita, casi en solitario, sobretodo por la colección de arte precolombino de las antiguas culturas del centro y sur de Colombia. Enfrente, el Museo de Arte Colonial y Religioso La Merced (4000) intenta aprovechar el mayor tirón del anterior. Entramos en el bohemio Barrio de San Antonio, con similitudes (a pequeña escala) con el Barrio de La Candelaria de Bogotá. A destacar, los numerosos puestecitos ambulantes ofreciendo fruta y jugos al momento que se van viendo por el Barrio. No llegamos a subir a la Iglesia de San Antonio, en lo alto de la colina, porque no había por esta zona casi gente por las calles y, a lo lejos, se veía alguna pinta poco de fiar. Tras un contundente almuerzo (5000) con jugo de mora en San Antonio, iremos regresando hasta la Plaza de Caycedo, donde la lluvia, que nos había respetado toda la mañana, rompe su tregua. La lluvia que no cesa nos sirve de maravillosa excusa para refugiarnos en la habitación de nuestro hotel, y saborear, en directo, del extraordinario partido de cuartos de final de la Champions League 2008-09: Barça-Bayern de Munich.

El resto de la tarde sigue la pertinaz lluvia, con lo que nos ponemos al día en comunicaciones (hay varios puestos de Internet ADSL cerca, 1 hora (1500)). En la Sexta, mucha oferta para cenar, y para los salseros, para bailar

  DIA 5 – Cali-Armenia-SALENTO

Vamos al Terminal de Cali para salir con un cómodo minibús de Transportes Armenia (20000) hacia Armenia (3’30 h., salidas continuas). Nos iremos adentrando en la principal zona cafetera de Colombia, conocida con el nombre de Eje Cafetero.

El Eje Cafetero de Colombia lo forman tres Departamentos: Quindio (capital Armenia), Caldas (capital Manizales) y Risaralda (capital Pereira). Es una zona muy apreciada y visitada por el turismo colombiano, y poco a poco cada vez más conocida por el turismo internacional. Nosotros decidiremos quedarnos en Quindio, tomando como base el encantador pueblo de Salento, para la visita del, posiblemente, paisaje más conocido de toda la zona: el Valle de Cócora, con las palmas de cera más altas del mundo.

Llegando a Armenia, esperamos la salida  del minibús a Salento (3000- 1h) cada 15 min, tomando un vasito de tinto (300).

El alojamiento en Salento, lo esperado siendo Jueves Santo, escaso. Hay varios completos. Nos van ofreciendo alguna habitación familiar a precio familiar, hasta que en La Posada del Café (40000 pp, baño y desayuno), en la misma Calle Real, tienen una habitación. La casa de época está impecablemente cuidada, con estilo, y su dueña María Elena Rincón intenta que te sientas a gusto.

Para comer, siguiendo (creemos que era la Calle 6) encontramos un pequeño restaurante con las empanadas colombianas de carne más sabrosas que probamos en el viaje.

Para cenar (la trucha de la zona tiene fama), en el Restaurante Las Antorchas , saboreamos un enorme y delicioso Superpatacón con Trucha al ajillo  más cerveza (12000).

 

SALENTO tiene un atractivo innegable. Paseando por su Calle Real uno tiene la sensación de estar en otra época. Las fachadas de sus numerosas tiendas de Artesanía  (y café, por supuesto) hospedajes opequeños restaurantes guardan una armonía y unos colores muy acertados. La Plaza Central , donde destaca su Iglesia, está rodeada de restaurantes, que han montado carpas fuera en espera de la aglomeración de visitantes que vienen a pasar el día. Si uno puede escoger el día para visitar Salento, y le gusta la tranquilidad, mejor entre semana y que no sean fiestas.

Por la tarde, también la lluvia (la zona está muy verde) nos acompañará un buen rato. Cuando escampa subimos al Mirador Alto de la Cruz (siguiendo la Calle Real), con estupendas vistas de Salento. Desde aquí enlazamos con otro Mirador, (aquí se ubica la Corporación Regional del Quindio que vende algún plano de la zona)  desde donde pueden contemplarse amplias vistas de un valle muy verde, hacia Cócora, con alguna granja y sus vacas pastando.

Hoy, Jueves Santo, también aquí en Salento realizarán una  modesta procesión.

  DIA 6 – Salento-VALLE DE CÓCORA-Salento

Excursión al VALLE DE CÓCORA. Desde Salento hay que ir en jeep hasta Cócora (3000, 45 min). Las salidas garantizadas son las siguientes:

Laborables: 6’10, 7’30, 11’30, 16’00.

Sábados y festivos: 6’10, 7’30, 9’00, 10’30, 11’30, 13’00, 15,00, 16’00.

En los días de mucha demanda, como la Semana Santa, van saliendo jeeps a medida que se van llenando.

Vamos en el primero, que sale puntualmente a las 6’10, para evitar posibles aglomeraciones posteriores. Ya en Cócora, a pocos metros de donde deja el jeep, hay que girar a la derecha (siguiendo recto sería para ir a La Montaña) para seguir el camino hasta Acaime. Se puede ir a pie o alquilar un caballo.

 

Cócora-Acaime (2’30h). La primera parte del camino transcurre entre algunas Fincas privadas. Se va viendo el ganado pastar en los verdes campos. Nos van llamando la atención las primeras palmas de cera, junto con las hojas coloreadas de otros árboles. Como en el día de ayer debió haber llovido bastante, el camino está bastante enfangado al principio. A veces, no hay más opción que traspasar la verja del ganado, andar unos metros por el campo y reincorporarte al camino para no hundirte en el fango. El paisaje nos está gustando y se disfruta en solitario. Sólo vemos alguna tienda de campaña que han montado los mochileros colombianos para pasar la noche.

En la segunda parte del camino ya nos adentramos en una zona espesa de bosque de niebla. Se cruzan pequeños ríos y el camino va subiendo un poco. Se ven algunos carteles donde informa del tipo de plantas y de los animales que habitan la zona. Pasamos el desvío para ir a La Montaña, al que luego volveremos. Falta la subida final hasta Acaime (2000 con un agua o café). Para los que vengan en caballo, esta subida final hay que hacerla a pie. Por aquí revolotean, y se van posando para beber agua, unos vistosos colibrís.

 

Acaime-La Montaña (1h-1’30h). Desde Acaime hay que bajar hasta el desvío de antes, para ir subiendo (este último tramo es de subida continua) hasta la Granja de La Montaña, donde al llegar nos piden de firmar en el registro de visitantes. Desde aquí hay una bonita vista general de la zona, destacando un enorme picacho.

 

La Montaña-Cócora (1h-1’30h). Por el camino, mayoritariamente de bajada, se irán obteniendo espectaculares vistas –creemos que las mejores de la excursión- de verdes campos salpicados por gigantescas palmas de cera. También vemos desde lo alto, el lento andar a caballo, por el inicial camino a Acaime, de los turistas colombianos que han ido llegando a Cócora durante la mañana. Vamos bajando y pasando entre los campos de palmas de cera, que ahora tan cercanas y tan altas nos impresionan aún más.

Llegamos a Cócora pasadas las 12’30 h, muy satisfechos con la excursión. Ahora el parking de vehículos está abarrotado pero muchos coches de colombianos de vacaciones siguen llegando a esta hora. El factor positivo de tanta gente es que también el jeep se llena enseguida para partir hacia Salento

Tour a una Finca Cafetera? Estando en la zona cafetera puede parecer obligado hacerlo. Nosotros, en principio, éramos más partidarios de sentir una Finca Cafetera estando alojados, al menos un día, en una de ellas; pero la Semana Santa no es la mejor época para ello. La otra opción es que una Agencia, o un simple guía, te lleven a visitar un par  de fincas –donde te enseñan el proceso básico del café- y hagan alguna que otra parada más en la zona para llenarte el día.

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