Relato Viaje  ISLANDIA

Ruta Costa Sur  1

Junio/Julio  2018

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  Día 1 – Keflavik airport-Hveragerdi (80 km)

Vuelo puntual con Norwegian y llegada a las 18’00 h al Keflavik airport. Aunque inicialmente había pensado ir a dormir esta primera noche a Reykavik –como primera toma de contacto del país- o incluso a Pingvellir –para iniciar mañana el círculo dorado-, finalmente me decido por otra opción, ir a dormir a Hveragerdi y empezar el viaje con la caminata al Reykjadalur Hot Spring Thermal River, dejando las visitas de la capital y de Pingvellir –que las encontraba bastante light- para el final del viaje…si nos sobraba tiempo.

Cogemos nuestro SUV –nos dan un Renault Captur- en el stand de Goldcar y recorremos los 80 km -bajo la lluvia- que nos separan de Hveragerdi. Montamos la tienda cuando para de llover sobre el verdísimo césped del camping Reykjamork (1500 ISK adulto, camp - cocina). 

    Día 2 – Hveragerdi-Reykjadalur hot river-Geysir-Gullfos-Arnes (180 km)

Vamos hasta el parking donde se inicia el trek al Reykjadalur Hot River (3’5 km ida). Sigue lloviendo, pero débilmente. Será casi una continua subida, pero no empinada. Vamos viendo por el camino alguna oveja bien peluda. Llegando, ya se ven muestras de la acción geothermal que hay por el subsuelo de esta zona. Vamos a la zona del río donde vemos a alguien dentro del agua –con la lluvia constante hay sólo 4 ó 5 personas-. Dentro del río de agua caliente se te quitan todos los inconvenientes producidos por la lluvia. No te saldrías de dentro, ya que fuera se nota el cambio de temperatura. Tras un rato muy agradable, hacemos un esfuerzo para convencer a los peques, nos cambiamos e iniciamos el descenso. Bajando lloverá con un poco más de intensidad. Aunque llevamos chubasquero, se hará un poco incómodo. Al menos, es todo bajada.

Volvemos al camping –pasando antes por un supermercado Bonus-. Nos quitamos toda la humedad, cocinamos para un par de días, desmontamos la tienda y seguimos para las visitas de la tarde.

Vamos hacia Geysir –a 74 km-, una popular zona de géyseres y fumarolas dentro del Círculo Dorado islandés. Aunque sigue tapado la lluvia casi ha desaparecido. Sólo chispea muy débilmente. La visita consiste en hacer un recorrido dónde vas viendo varios lagos humeantes, aunque el momento estrella es esperar una de las erupciones del Strokkur, un géyser que arroja agua cada 5 minutos, pudiendo llegar hasta 20 metros de altura. Hecho el recorrido cruzamos la carretera y nos refugiamos en el restaurante para calentarnos un poquito. 

Seguimos 10 km más hasta Gullfos, una imponente catarata compuesta de dos saltos, de 11 y 21 metros. Realmente es impresionante su potencia y su caudal. En el recorrido, primero ves el conjunto de toda la catarata desde arriba, y luego puedes ir bajando, pasando por el lado del segundo salto que lo ves abajo, y acabando el sendero frente al primer salto. Con un poco de viento, tienes asegurada la ducha de la catarata.

Hemos acabado las visitas del día, pero adelantaremos camino para mañana llegar a Landmanalaugar con tiempo de hacer alguna caminata. Nos quedaremos en Arnes (1300 ISK adulto, camp).  

  Día 3 – Arnes-Hjalparfoss-Haifoss-Landmannalaugar(Ljotipollur-Brennie treks) (112 km)

Seguimos 23 km más por la carretera 32 para hacer la parada en la catarata Hjalparfoss que tiene la particularidad que es una catarata doble, con dos saltos de agua situados al mismo nivel y que parece que se buscan. Las ves desde el parking pero hay un corto sendero para acercarte a las cataratas.

Unos 12 km después encontramos el desvío a Haifoss, para la que quedan unos 7 km de una carretera de tierra y piedras con muchos baches. Se agradece la mayor altura del bajo y mejor suspensión del SUV. Haifoss, con sus 122 metros es una de las cataratas más altas del país y una de las más bonitas, al caer en un precioso entorno, el Pjorsardalur valley. En un plano amplio también se ve otra catarata, la Granni, la “vecina”.

Volvemos a la carretera 32 y seguimos camino. Llegamos al Hrauneyjar Highland Center, en el límite de la carretera asfaltada, donde hay alojamiento y una gasolinera. Quedan 40 km por las F26 y F208, carreteras donde se recomienda un 4x4. Al no haber vadeo de ríos, ya sabíamos que con un SUV no habría problemas, pero la encontramos mucho mejor de lo que esperábamos.  Por el camino, aprovecharemos para visitar dos cráteres lago: el Hnausapollur (Blahylur) -izquierda- y el Ljótipollur -derecha-, ambos con un fantástico entorno.  Hacemos una última parada, justo antes de llegar, en el bonito y rodeado de montañas Frostastaðavatn lake.

Llegamos a Landmanalaugar (1800 ISK adulto, camp), centro de las tierras altas islandesas. Para entrar hay que vadear un río, pero dejaremos el coche antes -como varios 4x4- y lo cruzamos por el puente peatonal.

Queremos aprovechar lo que queda de tarde para subir a una de las 2 montañas más populares. Escogemos subir ahora toda la familia la montaña Brennisteinsalda, la ida por el Laugahraun lava field y la vuelta por el Grenagil Canyon. El trek gana al principio un poco de altura y ya entras en el entorno de un campo de lava. Hay tramos con bastante nieve en los bordes del camino. Vemos a lo lejos la cima de la montaña rojiza donde tenemos que subir. El paisaje será espectacular en todo momento. Ya en el pie de la montaña vemos unas fumarolas bastante altas y densas. 

Llegamos al inicio del ascenso (vemos el sendero marcado que tomaremos a la vuelta por el Grenagil). A medida que ganamos altura el grueso de nieve helada de alrededor aumenta. En algunos tramos debemos incluso de andar con cuidado sobre ella. Hemos visto también alguna pequeña fumarola cerca del sendero. La pendiente es constante pero no hay grandes desniveles. Para subir el último repecho rodeamos la montaña. Desde la cima, hay un poco de neblina, pero se aprecia la belleza del paisaje.

Tras coger fuerzas, vamos descendiendo poco a poco. Nos fijamos en el bonito paisaje desde arriba del Grenagil, por el que ahora volveremos. Ya abajo, tomamos el sendero del Grenagil Canyon que también transcurre al principio por un campo de lava. También hay algún punto con nieve en el camino. En la parte final, el sendero va paralelo a la pared del Bláhnjúkur, la otra montaña conocida de la zona –cuyo ascenso tiene un poquito más de pendiente- y que subiré mañana sólo a primera hora. La excursión nos ha encantado a todos.

   Día 4 – Landmannalaugar-(Blahnjukur trek)-Seljalandsfoss (154 km)

Me despierto y me preparo para subir al Blahnjukur. Vuelvo a su base, por donde pasamos ayer tras cruzar el Grenagil. El sendero que va subiendo por su ladera ya se aprecia desde abajo. Es un poco empinado y gana altura rápidamente. Pronto aparecerá el bonito paisaje del Grenagil Canyon. Cuando se va ganando altura, más se amplía el horizonte con las bonitas montañas de riolita con restos de nieve en sus laderas. El día parece que será bueno. El primero del viaje que veremos el sol, aunque todavía hay niebla en la parte alta de las montañas. El paisaje es precioso. Seguramente las imágenes más conocidas de Landmanalaugar –una sucesión de sus bellas montañas- se obtienen en esta caminata. La cima del Blahnjukur parecía cubierta de niebla mientras ascendía, pero a medida que la voy alcanzando se va esparciendo. 

Llego a la cima e intento captar la belleza desde todos sus puntos, a cuál más espectacular. Podría descender por el otro lado y volver al camp cruzando el Grenagil por el sendero de ayer, pero ya lo vimos ayer, y prefiero descender por el mismo camino, más corto y rápido.

Además, bajando prácticamente ya no hay niebla en la cima de las montañas y voy contemplando otra vez el maravilloso paisaje de cara en todo momento. Otro trek inolvidable.

De vuelta con la family, decidimos darnos un baño en la cercana hot spring. Hay que buscar el lugar exacto donde el agua tiene la temperatura ideal, cerca del fluir hirviendo de la fuente caliente, pero sin llegar a ella, que quemaría. Ahora que la niebla ya se ha levantado del todo, es una gozada disfrutar del paisaje de las montañas de colores de Landmanalaugar desde su hot spring y, a estas horas, en completa soledad. Nos costará irnos.

Tras el baño nos iremos de este precioso lugar. Paramos otra vez en el Frostastaðavatn lake, que ahora con un día despejado nos parece igual de bonito, pero diferente. Volvemos por la misma F208 por la que vinimos muy bien –por la F224 te ahorras unos kilómetros pero hay que vadear un pequeño río-, para enlazar luego con la asfaltada 26 y seguirla hasta Hella, en la Ring Road (carretera 1), donde paramos para repostar y comprar en el Kvarjal.

Seguimos hasta Seljalandsfoss, que con solo 60 metros es una de las cascadas más visitadas de Islandia. Tiene la particularidad que hay un sendero que te permite ir por detrás de ella. Realmente es bonita, tanto la cascada como todo el acantilado, y como además está al lado de la Ring Road, recibe muchas visitas. Ya haremos una primera visita, aunque como el camping escogido, Hamragardar (1500 ISK adulto, camp – cocina) está muy cerca, volveremos mañana caminando.

  Día 5 – Seljalandfoss-Skogafoss-Solheimajokull glacier-Solheimasandur plane-Dyrholaey-      Reynisfjara beach-Hjorkeifshofoi-Fjadrarglufur canyon-Kirkjubajarklaustur (183 km)

Damos primero un paseo hasta la catarata Gljúfrabúi, que veíamos desde nuestra tienda en el Camping.

Después iremos otra vez, paseando en paralelo por el precioso acantilado repleto de cataratas, hasta la majestuosa Seljalandsfoss, con menos gente que ayer por la tarde.

Continuamos ya en coche por la 1 hacia el este. A unos 30 km, la primera parada del día será en la imponente cascada Skogafoss. Además de disfrutarla de frente, vale la pena subir por la escalera habilitada para verla desde arriba. Aquí se inicia un sendero que va paralelo al río y en el que también se producen pequeños saltos de agua. Nosotros lo seguimos hasta el segundo salto, que parece ser el más espectacular.

Seguimos unos 6 km más por la 1 y ya vemos la indicación a la izquierda -unos 4 km- para llegar al Solheimajokull glacier, una lengua glaciar que forma parte del Myrdalsjokull glacier.

Desde el parking hay un corto sendero para acercarte hasta la laguna que crea el Glaciar, con una visión muy cercana. 

Volvemos a la 1, y apenas 2 km después, ya vemos el improvisado Parking para visitar Solheimasandur, que son los restos bien conservados de un avión de la US Navy estrellado en 1973. Hay casi 4 km (ida) para llegar al avión por un desértico camino, sin nada más por ver. A tenor de la gente que iba y venía, se ha convertido también en un gran reclamo turístico.

Continuamos en la 1, desviándonos hacia Dyrholaey y nos llama la atención una cueva a mitad de una colina, que será la Loftsalahellir cave. Subiremos hasta ella para verla. Seguimos y tomamos la carretera de la derecha –en bastante mal estado- que sube hasta el faro de Dyrholaey, desde donde hay la conocida vista del Arco, pero la espesa niebla nos impidió verlo desde aquí. Bajamos y vamos hasta la playa negra de Kirkjufjara. Intentamos localizar algún puffin, pero con el día tan tapado y frío estarían en sus nidos. Sólo llegamos a ver uno volando a cierta distancia.

Aunque teníamos frente a nosotros la aún más famosa playa negra de Reynisfjara, para ir en coche tenemos que volver a la 1, dando un rodeo de casi 20 km. Llegamos hasta esta bonita playa que recorreremos. Destacan las columnas de basalto situadas debajo de la montaña, las cuevas y las rocas –sus trolls- en el mar. Desde su arena sí que vemos el Arco de Dyrholaey, que antes desde arriba nos lo había impedido la niebla. Continuamos pasando Vik i Myrdal y, curiosamente, las nubes que nos han acompañado durante todo el día de hoy, desaparecen al girar la carretera hacia la parte este de la isla.

Vemos la bonita montaña de Hjörleifshöfði y nos desviamos hasta su parking, donde está la entrada de Bejarstadur. Hay un mapa que te informa del recorrido. Yo subiré el sendero hasta la cima y lo seguiré –aquí ya es más bien llano- más o menos hasta Saudafell para apreciar las vistas y los colores de esta montaña. Luego el sendero ya subía un poco más y giraba hacia la derecha, pero ya tuve bastante y retrocedí mis pasos.

Seguiremos por la 1 -unos 60 km más- hasta llegar a un desvío, que en poco más de 3 km, nos llevará al  Fjadrarglufur canyon. Tiene unos 2 km de longitud y una altura que alcanza los 100 metros. Hay un sendero a la derecha que lo bordea, con un par de Miradores con bonitas vistas desde arriba, además de la inicial central, cerca del parking.

Ya nos quedaremos a dormir en la cercana Kirkjubajarklaustur, en Kirkjubaer (1550 ISK adulto, camp – cocina).

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