Día 1 – BCN-Madrid-San Jose

Vuelo diurno con Iberia llegando al aeropuerto sobre las 21’30 horas. Como mañana queríamos salir en bus hacia el Caribe, habíamos reservado un hotel en la capital. Si se coge el coche de alquiler nada más llegar es más práctico dormir en un hotel de Alajuela, cercana al aeropuerto. Saliendo al exterior –alrededor de las 23 horas-, los taxistas –y comisionistas- nos van ofreciendo el precio por llevarnos a San José: 35 US$, 30 US$, y al final aceptamos ir por 25 US$ hasta el Hotel Maragato (35 US$), en el centro de San José.

Día 2 – San José-Limón-Cahuíta

Tras el desayuno típico de Gallopinto con huevo, dejamos el hotel Maragato y vamos al Terminal Caribe de San José, con la intención de subir en un bus hasta Cahuíta. Pero nos dicen que desde ya hace más de un año, los autobuses de Transportes Mepe –los que van a Cahuíta, Puerto Viejo…- ya no salen desde aquí, tienen Terminal propia. No obstante, desde aquí podemos ir con Autotransportes Caribeños hasta Limón (3155 CRC) – los buses van saliendo cada media hora y hay plazas en el siguiente-, y allí enlazar con otro a Cahuíta.

El trayecto a Limón serán unas 3 horas, con parada incluida. Desde el Terminal de Limón hay que andar unos 500 metros hasta el Terminal de Transportes Mepe. Tenemos suerte y el autobús a Cahuíta (1200 CRC) está a punto de marcha, o sea, que es llegar y subir. Una hora más y ya llegamos a Cahuíta. Habíamos reservado por email –son fechas de fin de año- en Cabinaz Vaz (45 US$), que está cerca del Terminal.

En esta primera tarde de viaje, nos limitaremos a disfrutar de la piscina del hotel y dar un primer paseo por el pequeño pueblo de Cahuíta, donde básicamente en un par de calles se concentran todos los servicios dirigidos al turismo, principalmente restaurantes y hoteles.

 Día 3 – Parque Nacional Cahuíta

Día para conocer el Parque Nacional Cahuíta.

El Parque está junto al pueblo, siguiendo la calle turística paralela a la playa, hacia la derecha. En la caseta de información piden que nos registremos. Por esta entrada no se exige el pago de 10 US$ –a diferencia de la entrada por la carretera-, pero los empleados esperan una donación. En este primer tramo el sendero por la selva va bastante paralelo a la playa. Vamos buscando animales, pero de momento, aparte de unos cangrejos y alguna pequeña iguana, hay que conformarse con la agradable visión de desérticas playas. Llegamos hasta la desembocadura de uno de los ríos que lo cruzan. Hay que descalzarse si no se quiere mojar el calzado. Preguntamos a un empleado del Parque que estaba por aquí por animales, y nos dice que en el siguiente trozo es más improbable que se vean y hay más mosquitos. Como en este punto se forma una bonita playa con aguas tranquilas, los peques con mami se quedarán aquí. Yo cruzaré el río y seguiré más el sendero del Parque. Por este trozo la vegetación es más densa y el sendero más estrecho pero se sigue muy fácilmente. Sigo sin ver animales hasta que llego al segundo río para cruzar, el río Perezoso. Aquí el agua llega hasta la rodilla. Mientras pienso si vale la pena seguir más, veo un par de mapaches. Como son los primeros que veo, los observo un buen rato y me sorprende verlos trepar a los árboles, donde se quedarán a dormir. Me da que seguir más el sendero no me aportaría nada especial y decido dar media vuelta y volver a la playa con la familia. Ahora hay bastante gente en la playa –en esta semana de fin de año había una altísima ocupación local en todos los lugares turísticos-, que supongo debe ser la más visitada del Parque, al tener aguas tranquilas. Me cuentan por aquí que han tenido la visita de otro mapache. Aparecerá otro durante mi estancia. Estaremos un buen rato disfrutando de la tranquila playa hasta que decidimos volver. En el camino de vuelta tenemos la inesperada visita de unos monos aulladores. Hay varios, y algunos demuestran muy poca timidez acercándose mucho –por lo que después vimos, esperarían algo de comida-. Estaremos solos con ellos unos minutos. Luego ya se añadirá más gente. Como punto final de la visita del Parque ha estado muy bien.

 Día 4 – Cahuíta-Reserva de Manzanillo-Cahuíta

Día para visitar el Refugio Nacional Mixto de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo.

Cogemos el primer autobús del día (6’00 am) a Manzanillo (1200 CRC) –en el Terminal de Cahuíta se muestran todos los horarios de la zona-. En media hora pasamos por Puerto Viejo y tras otra media hora llegamos a Manzanillo. En la única soda que de momento ha abierto, desayunamos.

Vamos hacia la entrada de la Reserva cruzando el pueblo de Manzanillo, donde ya hay una bonita y ancha playa. Llegamos hasta un punto que entra el agua del mar, pero al retroceder podemos cruzar sin tener que descalzarnos, y ya entramos dentro de la Reserva por un claro y llano sendero. Miramos para arriba –los árboles son muy altos- a ver si vemos monos pero en este trayecto de ida no los vamos a ver. Lo que si apreciamos es que las playas parecen hasta más bonitas que en Cahuíta, con muchas palmeras. Se acaba el camino llano y hay que subir una pequeña cuesta, un poco embarrada al estar lloviendo la pasada noche. Una vez arriba, hay un desvío a la izquierda que unos metros después acaba en un bonito Mirador, con fantásticas vistas del Mar Caribe y de las playas circundantes. Volvemos al punto del desvío para continuar por el estrecho sendero, que ahora bajará hasta la bonita playa que habíamos visto desde arriba, con alguna pequeña islita delante. Hay una parte de ella donde el agua está más tranquila, ideal para un baño luego con la pequeña. Primero intentaremos seguir el sendero hacia más adelante, pero a partir de aquí se va perdiendo y es difícil seguirlo. Volvemos a la playa anterior que hacía referencia, y estaremos en ella solos un buen rato. Sólo la cruza algún que otro surfista camino de las olas que parecen haber más hacia la derecha de la playa. Cuando ya tenemos bastante iremos volviendo hacia Manzanillo. Hoy también veremos a los monos aulladores en el camino de vuelta, aunque desde lejos, sólo en las copas de los altos árboles.

Esperaremos el próximo autobús de vuelta a Cahuita –falta una hora- en la playa de Manzanillo, ahora con mucha gente, pero como es larga y ancha, queda bastante esparcida. Aprovechamos también para comer sobre las mesas de picnic que hay en ella.

De vuelta en Cahuíta entraremos otra vez en el Parque Nacional para quedarnos en su primera playa. Por la tarde, la marea aún está baja y se puede disfrutar, a diferencia de la mañana, que con la marea alta casi no existe. Volviendo al hotel, nos damos los últimos baños en su piscina.

Hoy es fin de año y por aquí lo celebrarán con muchas bombas, o petardos, como los conocemos nosotros.

Día 5 – Cahuita-Sixaola-PANAMA-Changuinola-Almirante-(Isla Colon)Bocas del Toro

Día de Año Nuevo, que principalmente será de tránsito para llegar a Bocas del Toro, un archipiélago de islas situado en territorio panameño donde probablemente están las playas más paradisíacas de la zona.

Primero tomamos el bus hasta Sixaola (2000 CRC), el pueblo fronterizo del lado costarricense. A unos 500 metros del puente que separa ambos países parece que han atropellado a una niña y la carretera está cortada. Tenemos que ir andando hasta el puente. Nos registran la salida con amabilidad en el lado costarricense, cruzamos el puente, y nada más entrar en PANAMÁ nos piden los pasaportes para ponernos y pegar un sello en ellos (3 US$). Luego, a la izquierda, bajando unas escaleras es donde nos sellarán la entrada oficial en Panamá. 

PANAMÁ

Estamos en Guabito, el pueblo fronterizo del lado panameño. Sabemos que hay un bus que va hasta Changuinola, y desde aquí, otro bus que va a Almirante, donde se cogen las barcas hasta las islas; pero a veces, parece ser que puedes compartir transporte directo. El único transporte que hay ahora es un taxista que va hacia Changuinola y que tiene dos plazas libres (2’90 US$ pp). En un trayecto muy rápido –vemos al autobús que volvía a Guabito-, el taxi nos dejará enfrente del minibús que sale hacia Almirante (2’90 US$), que con nuestras 2 plazas se llena, y sale. Nos bajaremos del bus en el Puerto –antes de llegar al Terminal- desde donde salen las barcas. Escogemos la barca (hay dos empresas más) de Taxi 25 (5 US$ - 6 US$ festivo), que van saliendo cada 20 minutos hacia Bocas del Toro, adonde llegaremos tras una media hora larga con algún que otro bachecito por la mala mar. De hecho, durante buena parte del día ha estado y estará chispeando, con bastantes ratos de lluvia. Puede decirse que fue una suerte que lloviera en el día de tránsito de hoy, y no en los dos y medio restantes que estuvimos en las islas, con un precioso sol la mayor parte del tiempo. 

Ya en Bocas, cruzamos el Parque Simon Bolivar y dejo a la familia comiendo unas empanadas en el restaurante Golden Grill mientras voy a buscar alojamiento. Hoy es Año Nuevo y hay muchos sitios llenos. En algunos sitios parece que tengan las tarifas hinchadas por estos días de fiesta. Al final, casi al lado del Golden Grill, en el Hotel Cayo Zapatillas (20 US$) les acaba de quedar libre una habitación, que ya ocuparemos.

Tarde para empaparnos –no sólo de lluvia- del ambiente marinero de la capital del archipiélago. Una comida y/o cena en alguno de los restaurantes con mesas encima del muelle es casi obligado. La comida en el restaurante Los Piratas es recomendable, aunque la espera –al menos en el día de hoy- fue excesiva. 

Día 6 – Bocas-Boca del Drago-Playa de las Estrella-Boca del Drago-Bocas

La visita del día es la Playa de las Estrellas, en la costa occidental de la Isla Colon.

Para llegar a ella desde Bocas, aparte de hacerlo por agua, sea con un barquero o en un tour, también podemos ir por tierra. Cogemos uno de los minibuses que van saliendo durante la mañana a Boca del Drago (2,5 US$). Una vez allí habrá que andar unos 15-20 minutos por un sendero hacia la izquierda –o decirle aquí a un barquero que te lleve y luego te recoja- por un bonito paisaje de playa y selva. 

La playa de las Estrellas es realmente preciosa, muy calmada, arena blanca y con agua cristalina y muy transparente. Y además tiene el aliciente de buscar y encontrar, por lo que es todavía más famosa y le da nombre, estrellas de mar. No es que haya a montones como había leído en algún lugar, pero con paciencia encuentras.

A lo largo de la playa, entre las palmeras, hay varios chiringuitos para degustar pescado o langosta –y los precios son mucho mejores que en Costa Rica !!!-. Realmente te estarías todo el día en este auténtico paraíso, pero hoy lucirá un sol radiante todo el día y no era cuestión de pasarse. 

Tras varias horas paradisíacas volveremos a Boca del Drago a tomar otro minibús de vuelta a Bocas. 

Dia 7: Bocas-(Isla Bastimentos)Red Frog Beach-(Isla Colon)Bocas

Hoy queremos visitar Isla Bastimentos, cuyo lado oriental parece ser, mirando el mapa,  una correlación de playas. La más famosa es la Red Frog Beach y hacia allí iremos.

Vamos con JamPan Tours (7 US$ pp i/v) que tiene varias salidas y retornos al día. Te deja en el embarcadero del lado oeste –como todas- y hay que cruzar la isla hasta el lado este, donde está la playa. Tienes que abonar 3 US$ pp como derecho de paso por las instalaciones del hotel. De hecho, el camino que sigues es la carretera por donde circulan los cochecitos eléctricos –similares a los que se ven en los campos de golf- que utilizan los turistas para desplazarse entre los diferentes hoteles del resort y la playa.

En unos 15 minutos llegamos a la Red Frog Beach. La primera impresión es de decepción. Tras la playa idílica de ayer esperábamos otra similar, y puede decirse que es una playa más surfera que paradisíaca. Quizás en otra época del año el agua está más calmada y da otra sensación, pero ahora era simplemente una playa más. Eso sí, es muy larga y bastante ancha. Puedes buscar tu rincón solitario en ella, sobretodo si te alejas del chiringuito que está por la mitad. Caminaré a lo largo de ella hacia el norte, donde vas encontrando trozos más vírgenes de playa, con el oleaje entrando en la vegetación. También la recorrí hacia el sur. En este caso debes rodear el promontorio –donde se ubica un restaurante- por la carretera, y llegas a otra playa muy similar. Seguiré la carretera un poco más, y se llega a otra zona de bungalows del hotel. Por aquí, yendo campo a través hacia la izquierda, descubres más playas vírgenes con la vegetación mojada por el oleaje. Volviendo a la Red Frog Beach, preguntando a un nativo por las famosas ranas rojas que se suponen habitan la playa, me comenta que son muy difíciles de ver. En todo caso por el sendero que está detrás de la playa. Recorrí el sendero pero no llegué a ver ninguna.

Tras el día de playa volvemos al embarcadero para regresar a Bocas. 

  Dia 8 – Bocas-(Isla Carenero)La Playita-Bocas-Almirante-COSTA RICA-Puerto Viejo 

Último día que habíamos previsto en Bocas del Toro. Valoramos hacer la visita a Cayo Zapatillas, una isla que está al sur de Isla Bastimentos, y que promete preciosas playas de arena blanca, también con aguas tranquilas –aunque según la opinión de la chica de JamPan Tours no tan calmadas como en la Playa de las Estrellas-. Como el cayo está un poco alejado, y es una excursión de día completo, finalmente la descartamos -pensando en los peques- sustituyéndola por la visita a La Playita en Isla Carenero, una playa tranquila de arena blanca con aguas cristalinas que nos recomendó la chica de JamPan Tours. Además podíamos visitarla en la primera parte del día, y después avanzar terreno y hacer en dos etapas la larga vuelta a San José, quedándonos a dormir hoy en Puerto Viejo, que sólo lo habíamos visto de paso en la ida.

Para ir a Isla Carenero hay que ir a un embarcadero que queda a la izquierda de la Oficina de Turismo. Todo el mundo lo conoce. Se muestran tarifas de precios oficiales: Cruzar a la isla es 1 US$ pp, pero como la Playita está en el otro lado de la isla son 2 US$ pp. El barquero que está ahora mismo por aquí nos llevará por 3 US$. Durante el tranquilo paseo vamos rodeando casi toda la isla. Se ven algunos hoteles con las habitaciones sobre el agua, y algunas bonitas casas de particulares rodeadas de palmeras. Hacia el final del lado este de la isla divisamos una pequeña playa de arena blanca y con un agua muy calmada, La Playita. Es lo que buscábamos: una preciosa playa tranquila de aguas transparentes, arena blanca y con palmeras que te hacen sombra. Un magnífico broche a nuestra visita a Bocas del Toro. Y estuvimos prácticamente solos –excepto una nativa con su hija en el otro extremo de la pequeña playa- las más de dos horas que estuvimos aquí. Para volver optamos por caminar por el sendero –son unos 15 minutos y así veíamos la isla por dentro- que lleva hacia el lado oeste de la isla –el que se ve frente a Bocas-. Desde aquí, las barcas te van pasando por 1 US$ pp.

Vamos al hotel a buscar el equipaje e ir hacia el embarcadero de Taxi 25 para ya irnos de Bocas del Toro. Se ve mucha gente esperando, pero nos dicen en taquilla que no hay problema. Parece que vendrá una barca grande y nos podrá llevar a todos. Así será, cargan el equipaje en la parte de delante, y los pasajeros nos vamos distribuyendo en los cinco asientos por fila de la barca. El trayecto será mucho más tranquilo que en la ida, por la barca y sobretodo creemos por el buen tiempo que aún se aguanta en el día de hoy. En el embarcadero de Almirante hay algún taxista que se ofrece para llevarnos hasta la frontera. Podremos compartir un taxi con tres chilenos hasta Guabito (10 US$ pp). Pagas algo más pero te lo ahorras en tiempo y comodidad.

En la frontera panameña hay que sellar el registro de salida. Cruzamos el puente internacional volviendo otra vez a 

COSTA RICA

Toca hacer cola en la caseta del lado costarricense. El taxista panameño que nos había traído, lo vemos por aquí custodiando a los tres chilenos, que parece ser irán con un taxista costarricense, amiguete del panameño, hasta Puerto Viejo. Nos ofrece añadirnos a ellos por 10 US$ pp. En este caso que hay autobús directo hasta Puerto Viejo –y el Terminal de buses de Sixaola está aquí al lado- nos da un poco igual y le decimos en principio que no. Parece que los funcionarios nos ven con el bebé y nos hacen saber que no hagamos cola, que vayamos ya a sellar la entrada. Qué atenciones !!!. Como los chilenos iban por delante en la cola y también habían sellado ya su pasaporte, el taxista costarricense nos dice para ir con ellos y salir ya por 15 US$ los dos. Ok, así ganamos tiempo, y  además, los chilenos son seguidores del Barça !!!.

El taxista nos deja en el Terminal de taxis de Puerto Viejo. Dejo a la family al lado del mar y voy a buscar alojamiento. Muchos sitios están llenos para hoy sábado, teniendo vacantes para mañana. Parece claro que la semana de Año Nuevo hasta el sábado es temporada altísima en Costa Rica y es aconsejable reservar. En la zona de hoteles que se ubican en la carretera de Punta Uva veo a un perezoso moviéndose en el suelo. Finalmente, en la Casa de Rolando les quedaba un apartamento con cocina (45 US$). Mientras nos instalamos empieza a llover, y prácticamente no parará en lo queda de tarde –y creo que en toda la noche-. Aparte de ir al super a comprar la cena que luego cocinaremos, poco más vamos a disfrutar hoy de Puerto Viejo, aunque la impresión que nos dio es que Cahuíta es más relajado y más acorde con nuestras preferencias.

Dia 9 – Puerto Viejo-San José

Queríamos aprovechar la mañana en Puerto Viejo y salir pasado el mediodía hacia San José, pero sigue lloviendo por la mañana, y no tiene visos de parar en las próximas horas. Qué suerte hemos tenido los días de Bocas del Toro!!!. Voy hacia el Terminal a comprar los boletos para salir cuanto antes. Me dan para las 11 am.

Irán saliendo los 4 autocares que había para esa hora –operación retorno en toda regla-. Nosotros vamos en el último. En unas cuatro horas y media llegamos al Terminal de Mepe en San José. Por aquí hay algunos lagartos –como los definió el taxista que nos llevó- que se ofrecen para llevarnos por 4000 CRC al hotel, junto al Teatro Nacional. Como el precio me parece excesivo paro un taxista en la calle, que nos llevará por (2000 CRC)  al Gran Hotel Costa Rica (54 US$), a escasos metros del anterior Hotel Maragato, donde esta mañana al llamar nos dijeron que para hoy tenían completo.

En lo queda de sábado tarde pasearemos por la calles peatonales del Centro, muy concurridas de gente.

   Dia 10 – San José-Quepos

Día de traslado a Quepos, para visitar mañana el Parque Nacional Manuel Antonio.

Cogemos un taxi (1000 CRC) hasta el Terminal Tracopa, desde donde salen los buses a Quepos y Manuel Antonio (4520 CRC). Sobre unas tres horas y media llegamos al Terminal de Quepos. Este autobús seguía hasta Manuel Antonio, pero nosotros preferíamos alojarnos en el pueblo local de Quepos. Habíamos llamado esta mañana para reservar habitación en el Wide Mouth Frog (50 US$).

Por la tarde, disfrutar un poco de la piscina del hotel –desde donde vimos una ardilla negra- y un pequeño paseo por el pueblo, hasta que el fuerte sol de toda la mañana dio paso a una intensa tormenta al caer la tarde.

   Dia 11 – Quepos-PN Manuel Antonio-Quepos

Día para visitar el bonito Parque Nacional Manuel Antonio.

Desde Quepos van saliendo cada veinte minutos los buses a Manuel Antonio (285 CRC). Compramos el boleto de entrada (10 US$) e iniciamos la visita. Pronto comprobamos que este Parque es mucho más visitado que los del Caribe, sobretodo por extranjeros. Hay varios grupos que llevan su guía, portando éstos grandes telescopios para divisar monos o perezosos en las copas de los árboles. Nosotros vamos avanzando viendo enormes arañas cerca del camino y algunos monos en los árboles. Al doblar una curva, hay un pequeño grupo que está observando… un perezoso a poco más de un metro del camino. Estamos un buen rato observando sus lentos movimientos. No esperábamos verlo en acción tan de cerca. Llegamos hasta la bonita playa de Manuel Antonio. Por aquí se están paseando varios monos carablanca. Como hay gente que les da de comer –se supone que está prohibido- están un buen rato con nosotros. Mientras la family disfruta en la playa, yo haré un par de senderos que se iniciaban antes de bajar a la playa: el Sendero Mirador, desde el que se divisa una amplia vista, y el de las Playas Gemelas, que baja hasta este par de playas. Después iremos todos a la Playa Espadilla Sur y haremos el Sendero Punta Catedral, que rodea la Punta saliente del Parque. En el inicio del camino, cuando va por detrás de la Playa de San Antonio, un mono nos irá siguiendo durante unos instantes, hasta que el sendero empieza a subir por unas escaleras. En este recorrido de sube y baja habrá varios Miradores. Vimos algún animal correteando por el sendero, que creemos eran pizotes. El camino baja por el extremo opuesto de la Playa de Manuel Antonio, donde nos quedaremos un rato más ya como fin de visita del Parque. Aparecerán varios mapaches, buscando los restos de comida de una familia local cercana. Desconocíamos que estos bonitos animales tienen fama de carroñeros en el país y no están bien vistos. Tras disfrutar la playa en este otro extremo, volveremos a la entrada del Parque. Ya fuera, camino de la parada del autobús, vemos a un numeroso grupo de monos titís cómo se las ingeniaban para cruzar la carretera: subían al tejado de una casa, caminaban por el tendido eléctrico y saltaban en el otro lado agarrándose como podían en las ramas de los árboles. Nos ha gustado la visita del Parque. Se ven animales con facilidad y la playa de Manuel Antonio está bastante bien. 

   Dia 12 – Quepos-San Jose

Día para volver a la capital. Tendremos toda la tarde para visitar algo de San José, ya que no es necesario volver a ella en el resto del viaje.

Ayer compramos los boletos para el directo de las 9’00 am. Llegamos al Terminal Tracopa de San José. Fuera del Terminal, pararemos un taxi que nos lleva al Gran Hotel Costa Rica (900 CRC), que ya conocíamos.

De la visita de San José, tras los muy cercanos al hotel Teatro Nacional y Museo del Oro, nos dirigimos después al Mercado Central, para pulsar el ambiente local en el mercado principal de la capital. También hay algunas tiendas de artesanía para turistas. Lo que más nos sorprende es el nivel de precios, más bien altos, que no relacionamos con la calidad de vida del país. Nos damos por satisfechos con las visitas –realmente la capital tiene pocos atractivos- volviendo por la ya conocida y concurrida Calle peatonal de la Avenida Central que nos lleva de nuevo al hotel.

Yo aprovecharé en ir hasta el stand de Budget de la capital, donde mañana teníamos reservado teóricamente un coche de alquiler pero sin haber pagado nada ni dar ninguna visa previamente, para asegurarme que no hubiera sorpresas en la recogida del coche. Ya me doy cuenta que intentan -e intentarán mañana- meter todo lo que puedan, pero al menos el coche parece que estará listo.

En nuestra última noche en San José cenaremos en el Pollo Campero de la Plaza de la Cultura –a la izquierda del Teatro Nacional-, donde hay una atracción para los peques. Nos llama la atención que nuestra pequeña de 4 años juega en la atracción con otros niños locales, y les habla mezclando palabras en catalán y castellano –unos meses después ya separará perfectamente ambas lenguas-, y los niños costarricenses se pensaban que les hablaba en inglés.