Relato   Viaje  a  Japon

(Hiroshima, Miyajima) 

 Viaje   del   9  al   18  de   Febrero   del   2008


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Día 5:  Kyoto-Himeji-Hiroshima-Miyajima-Kyoto

Hoy queríamos visitar Hiroshima y la isla de Miyajima. Y como nos viene de paso, aprovecharemos el trayecto y nos bajaremos primero en Himeji, para visitar su famoso Castillo.

 

Vamos hacia la estación, observando las calles y los tejados nevados de Kyoto, aunque ya no nieva, y parece que se va despejando. Queremos tomar el tren bala Hikari 391, con salida a las 7:42, que es directo –en la mayoría  hay que cambiar en la estación de Shinosaka- . Esperando ya en la vía, vemos como el panel que informa de la llegada del tren –cambiando de japonés a inglés- avisa insistentemente que lleva un retraso –suponemos por la nevada nocturna- de 5 minutos !!!. Llega, nos subimos y en 45 minutos ya estamos en Himeji.  Su Castillo Himeji-jo, a unos 15 minutos andando de la estación, es considerado el más espectacular de los que hay actualmente en Japón. Tras visitarlo, volvemos a la estación y enlazamos con el primer tren bala Hikari –el de las 10’29- hacia Hiroshima.

 

Hiroshima no necesita presentación. Nuestro visita es, sobretodo, para visitar el Museo Conmemorativo de la Paz. Desde la estación hay que dirigirse hacia el Parque Conmemorativo de la Paz. Aparte de la opción de caminar –unos 25, 30 minutos-, es muy práctico ir con los tranvías 2 ó 6 (150 Y) hasta la parada Genbaku Dome mae, en un extremo del Parque. Lo primero que puede verse es la Cúpula de la Bomba Atómica, muy cerca del epicentro donde explotó la bomba y cuyas ruinas se han dejado como recordatorio. Bajando por el Parque, pueden verse diferentes monumentos conmemorativos, hasta llegar al Museo de la Bomba Atómica. Su visita es muy interesante y, en nuestra opinión, imprescindible si nos interesa la Historia. Descubrimos datos y aspectos que desconocíamos.Creemos que el Museo está muy bien expuesto, y su planteamiento no busca heroicidades ni victimismo –aspectos demasiado frecuentes en los Museos de Historia que hemos visitado en otros países- sino reflejar la realidad mundial en esos años, anteriores y posteriores a la Guerra. El tiempo en el Museo se le pasa a uno sin darse cuenta.

Nuestro siguiente destino es ir hasta la isla de Miyajima, por tanto volvemos hasta la misma parada de Tranvía en el extremo del Parque y, para ganar tiempo, en lugar de volver hasta la Hiroshima station, esperamos los tranvías 2 ó 3 –dirección izquierda- que van hasta Nishi-hiroshima , una estación que está en el camino para ir hasta Miyajima-guchi, la estación donde hay que enlazar con el Ferry para ir a Miyajima.

 

Miyajima se enorgullece de ser catalogada una de las tres mejores vistas del país. Puede ser conveniente, si pensamos hacer sólo una visita de unas horas, programarla en torno a la marea alta para que su famoso Torii, con el Palacio detrás, esté sobre el agua y no sobre el fango; por tanto, es bueno saber de antemano el horario de las mareas de la zona el día que pensemos visitarla.

Salimos de la estación de Miyajima-guchi y vamos hacia el embarcadero –a 2 o 3 minutos andando-  para subir al Ferry JR –hay otro no JR- que está a punto de salir –hay un Ferry JR cada 15 minutos-.  El Ferry va hacia la dirección del Torii, hasta que gira hacia el embarcadero de la isla. La vista desde el barco es muy bonita, pasa una media hora del horario de la marea alta, y puede verse el Torii encima del agua con el Palacio detrás.  En el embarcadero hay excelentes mapas de la isla en varios idiomas, incluido en español. No perdemos tiempo y vamos hacia el Santuario Itsukushima-Jinja antes de que baje la marea.

El entorno es realmente lo bonito, con el Palacio sujetado encima del Agua, la Pagoda de cinco pisos detrás, el Torii “flotante” delante, todo muy fotogénico. Tras recorrer el Santuario, visitaremos otros monumentos de la isla, entre los que destacamos la Pagoda de cinco pisos , la Pagoda Tahoto y, sobretodo, el Templo Daisho-in, por sus numerosas estatuas impregnadas de religiosidad, que disfrutamos casi en solitario.Como anécdota, comentamos que se ven bastantes ciervos deambular por la isla, y que les gusta el papel. Tras las visitas, mientras nos relajábamos contemplando el Torii con el sol cayendo, vimos como uno se acercaba –pensábamos que quería jugar- y mordía el mapa turístico de la isla que nos habían dado. Ya no lo soltó.  ¡ Ojo con la guía !.

Volvemos hacia el embarcadero por la Calle Comercial del pueblo. Nos subimos al primer Ferry, al primer tren en Miyajima-Guchi hasta la Hiroshima Station, y en el primer tren bala Hikari hasta Kyoto –había que cambiar en ShinOsaka-.

 

Llegando a la estación de Kyoto –ya ha anochecido- aprovechamos para acercarnos al Templo Toji, la Pagoda más alta de Japón, visible su silueta iluminada bastante antes de llegar. Volviendo, nos quedaremos a cenar en un restaurante antes de llegar a la estación, situado en el cruce entre Hachijo-dori y Horikawa-dori, que estaba repleto de gente y con unos camareros entre sorprendidos y contentos por vernos allí.

 

Un apetecible baño caliente en el onsen de nuestro hotel pondrá fin a nuestro úlitma día en Kyoto.

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