Relato   Viaje  a  Japon

(Nikko,Tokyo(2))

 Viaje   del   9  al   18  de   Febrero   del   2008


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Día 8:  Yudanaka-Nikko-Tokyo

Como ayer nos cundió más de lo que esperábamos la excursión a Jigokudani, hoy, tras el abundante desayuno occidental en el Ryokan,  emprenderemos el viaje hasta Nikko para llegar y contemplar hoy sus famosos templos. Habrá que volver hasta Nagano, tomar el tren bala hasta Omiya ,otro tren bala hasta Utsunomiya, y un último tren local hasta Nikko. Dejamos el equipaje en la consigna e iniciamos la visita.


Nikko: Estos Templos son, posiblemente, los más ostentosos y espectaculares de todo Japón. Desde la estación es un paseo de 20 minutos, por la calle más comercial de Nikko, hasta llegar al Puente Shin-kyo. Aquí, tras cruzar la calle,  subimos por unas escaleras y arriba ya vemos una taquilla, donde compramos la entrada combinada (1000 Y) que nos servirá para entrar –algunas salas concretas se pagan aparte- en los cuatro templos o santuarios principales. Pasamos por delante del Templo Rinnoji, que dejamos para el final,  y aparece el Torii Omote-mon, la Entrada hacia el Santuario Toshogu, considerado el Tesoro Nacional de Japón, con mil y un detalles para admirar y fotografiar. Maravilloso. Seguiremos por el más sencillo Futarasan-Jinja y luego entraremos en el Mausoleo Taiyuin-Byo que, aunque más reducido que el Santuario Toshogu, nos parece igual de espectacular, y con muchos menos visitantes. Ya volviendo, entraremos en el Templo Rinnoji, para visitar el Sambutsu-do –salón de los tres budas-.

Volvemos hacia la estación y nos subimos en el primer tren a Utsunomiya para enlazar rápidamente con un tren bala hasta Tokyo, bajándonos en la Ueno Station. Ya nos sabemos el camino de memoria hasta el Hotel Touganeya, que nos reconocen nada más entrar.

 

Tokyo (segunda parte): Retomamos nuestra visita de Tokyo, nos subimos en la JR Ueno de la Yamanaote y nos bajamos en JR Shinjuku. Esta vez queremos visitar la  parte este del barrio de Shinjuku y salimos por su Salida Principal. Era un sábado sobre las 20 h. y todas las calles estaban abarrotadas. Entre la multitud unos americanos nos preguntan por algún Mcdonnalds !!!. Pasamos por delante de la librería Kinokuniya y llegamos hacia la Yasukuni-dori, repleta de rótulos con las luces de neón. Vamos hacia la derecha y daremos una vuelta por la Meiji-dori y Gyoen-dori, con bares de ambiente gay. A continuación, recorreremos algunas calles del barrio rojo de Kabuki-cho, más animado ya a estas horas.

Volvemos a la JR Shinjuku para bajarnos en la JR Shibuya y volver a visitar el barrio de Shibuya, esta vez de noche. El famoso cruce, delante de la estación, más abarrotado que nunca. Lo cruzamos para pasear por la bonita zona de Dogenzaka, con sus curiosos hoteles del amor. Llegaremos hasta la Koen-dori para volver a la estación, y esta vez no nos resistimos a entrar en la perfectamente diseñada casa de Disneylandia. Por Shibuya hay muchos sitios para cenar, pero preferimos ir a algún lugar alto para ver el skyline de Tokyo iluminado.

Nos dirigiremos al Artist’s Café, en el Tokyo Dome Hotel, muy cerca de la JR Suidobashi, en la Chuo/Sobu Line, la línea de tren que cruza transversalmente la Yamanote y válida con el JR pass. Subimos hasta la planta 43 del Hotel. El restaurante ya tiene la cocina cerrada –el menú tampoco nos convencía-, pero el bar parece estar en su apogeo y la vista sobre Tokyo es magnífica. Tras tomar una copa y contemplar la vista, bajamos y nos quedamos a cenar en el Denny’s, en la entrada del Complejo del Tokyo Dome City, al lado del Hotel. Es un restaurante de estilo occidental, -ponen cuchillo y tenedor-. Los platos de carne –tipo entrecot- y el pollo con especies, estaban muy tiernos y muy buenos. Y los jóvenes camareros, que hablan inglés, tienen la misma simpatía y atención japonesa como en los demás. 

Día 9: Tokyo

Al salir del hotel, el recepcionista –es el más mayor y el único que no habla inglés- nos dice: “Maraton, Asaksa”. Se refería a que hoy, 17 de Febrero de 2008, se celebraba la Marathon de Tokyo y pasaba por el barrio de Asakusa. Le agradecemos el detalle de avisarnos, pero ya habíamos visto el panfleto por las calles, y además, es el barrio que tiene el Templo más interesante de Tokyo y lo visitaríamos igualmente.

Antes iremos a desayunar a la estación JR Ueno. Hay mucha variedad de cafeterías, restaurantes y supermercados. Enfrente del Hard Rock Café hay una cafetería siempre llena con pastas recién hechas. Detrás hay un Starbucks, más tranquilo, con menos variedad de pastas pero igual de sabrosas.

 

Iniciamos las visitas de hoy recorriendo la Asakusa-dori, la calle que enlaza el barrio de Ueno con Asakusa y llegamos hasta la Nakamise-dori. Por aquí ya se ven calles cortadas y la gente esperando en los bordes el paso de la Marathon. Nos acercaremos hasta la  Kaminari-mon o Puerta del Trueno, donde se representan algunos espectáculos de bienvenida a la Marathon. Tras el paso de los primeros atlethas, pasamos la Puerta del Trueno y recorremos la parte más comercial de Nakamise-dori, repleta de tenderetes de todo tipo que desemboca en el Complejo Principal del Templo de Senso-ji, con aglomeración de fieles religiosos. Hay mucho ambiente en todo el Recinto, con muchos puestecillos que ofrecen comida.

Desde Asakusa existe la posibilidad de coger un barco hasta Hinode Pier  y seguir hasta Odaiba, en la bahía de Tokyo. Es una opción que habíamos contemplado, pero no nos apetece en ese momento –la brisa fresca del río tampoco invitaba- y lo descartamos.

 

Volveremos para visitar Ueno. Entramos en el Parque Ueno: andamos por su Avenida Principal, repleta de cerezos, camino del Museo Nacional de Tokyo y vemos una representación de circo delante de él. Echaremos un vistazo a los monumentos del Parque: la Pagoda de 5 plantas y el Santuario Tosho-gu. Bajamos hasta el estanque Shinobazu, lo bordeamos –se ven algunos indigentes por aquí- y salimos a la calle cerca del Mercado de Ameya-yococho, que es como un mercadillo y está muy animado, a veces, cuesta avanzar.  Tras pasear por toda la zona y entrar en algún Centro Comercial –es el último día y nos lo tomamos relajadamente-, dudamos si ir al barrio de Roppongi a cenar, pero mañana hay que madrugar para ir a la Lonja de Pescado, y escogeremos finalmente quedarnos en uno de la estación de Ueno - subiendo por las escaleras de la izquierda del Hard Rock Café, se accede a una zona de varios restaurantes muy concurridos para comer y cenar-. Mientras esperamos mesa –casi todos los restaurantes que están en una zona interior tienen un banco fuera para sentarse mientras uno espera- y miramos la carta -solo está en japonés- otro cliente que esperaba, que hace años había trabajado en México, se ofrece muy amablemente a traducirnos los platos.

Día 10: Tokyo-Heathrow-BCN

En nuestro único día laborable en Tokyo, madrugamos para ir a la Lonja de Pescado (Tsukiji). Desde Ueno,  con la línea de Metro Hibiya Line  se accede directamente hasta la estación Tsukiji. Desde aquí hay que caminar entre 5 y 10 minutos . La estación que está al lado es la Tsukijichijo, en la Toei Oedo Line. Llegamos antes de las 7 h. y aún se ve mucho ambiente y mucho stress. Nos llama la atención,  sobretodo, lo grande que es, los atunes de talla XXL, y un necesario "guardia urbano" dirigiendo el continuo tráfico llevando pescado arriba y abajo.

Volvemos a Ueno, al hotel y ya tenemos que ir al aeropuerto. Vamos hasta la Línea Keisei, apenas 5 minutos andando desde el hotel Touganeya, para tomar el Keisei Limited Express.

 

En el vuelo con British, comentamos la anécdota por ser la primera vez que nos pasa, que el/la responsable de contar los menús –o los pasajeros- se equivocó ¿?, y a los últimos 15 o 20 pasajeros de la cola -tras una larga espera- nos acabaron sirviendo la segunda comida –en un vuelo de más de 11 horas- apenas 30 minutos antes de aterrizar en Heathrow!!!. La encargada de la tripulación, al principio del vuelo estaba muy amable, pero a partir de ese momento ya no la vimos más.

Y ya que estamos puestos, aunque esto es lo de siempre: tras aterrizar en el Prat, el vuelo de British llega al Terminal A. Nosotros ya sabemos que el equipaje de British hay que recogerlo -tras caminar un  largo trecho- en el Terminal B; pero la mayoría de los turistas hacen lo lógico, que es seguir los carteles que indican Baggage Claim, que, obviamente, son los del Terminal A. Esta vez no estaba el trabajador del aeropuerto de turno señalando el rótulo de equipajes y diciendo bi,bi,bi,bi…

Ya estamos en casa.

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