Relato Viaje al Noreste de ETIOPIA

TIGRAY 

Noviembre 2018

  Home                                                                                                                                           Itinerario 

I N T R O D U C C I Ó N

Este viaje puede considerarse una “extensión” del ya lejano Viaje al Norte de Etiopía del 2004. Entonces, aparte de seguramente faltarme días –tenía sólo dos semanas para todo el Norte con las carreteras terroríficas de la época-, tampoco era posible visitar en transporte público las Iglesias talladas en la roca de Tigray; y la zona del Erta Ale no se podía visitar. Me fascinó tanto aquel viaje, que al surgir la posibilidad de “completarlo”, añadiéndole la espectacular provincia de TIGRAY, había que aprovecharlo. 

Día 1-2 –  BCN-MAD-Addis Abeba-Mekele

Vuelo de enlace con Iberia a Madrid y vuelo nocturno con Ethiopian Airlines hasta Addis Abeba, llegando pasadas las 6’30 am. Como el vuelo a Mekele desde el Domestic Terminal no salía hasta las 11’40 am, me espero en la tienda de Ethio Telecom de la International Terminal para comprar una SIM prepago etíope. Según su horario abría a las 8’00 am… pero me esperé hasta pasadas las 10 am… y nadie apareció por la tienda. Pues nada, voy hacia el Domestic Terminal, que está al lado, pero ambas Terminales no están conectadas. Hay que salir con el equipaje de la International, seguir un sendero de tierra y luego entrar en la Domestic.

El vuelo a Mekele acabó saliendo pasadas las 12 pm y aterrizamos en la capital de la provincia de Tigray sobre las 1’30 pm. Aprovecho la furgoneta del Axum hotel para ir a la ciudad, ya que el hotel está por la zona de la Sayzana Pension (300 B) que tenía anotada para mirar. Buscándola, me encuentro antes con la Milina Pension (400 B), que parece bastante nueva, y ya me quedo. El lugar fue correcto pero el wifi no funcionaba muy bien. Ambas pensiones están en la misma calle, a escasos 100 metros.

El objetivo del día es asegurar el Tour del Danakil para mañana. Me paso antes por la cercana oficina de la Ethio Telecom, pero hay mucha cola y ya me dirijo a la oficina de la ETT (al lado del Milano hotel), que es la Agencia con salidas diarias de grupos al Danakil. Me ofrecen el 3d/2n tour, que incluye el volcán Erta Ale y el paisaje del Dallol; y el 4d/3n que incluye lo mismo, sólo que sin madrugar tanto el tercer día. El precio de la primera opción –la que me interesaba- eran unos innegociables 300 USD, incluyendo el alojamiento y las comidas. De entrada me parecía un poco caro, sabiendo que el alojamiento y la comida son básicos, pero cuando le dijeron a los 3 chicos franceses –que habían venido en mi mismo vuelo- el mismo precio multiplicado por 3, ya vi que yendo sólo, 300 USD, era un buen precio, y lo importante era atar el tour para mañana.

Para cenar, descubro el cercano Sem Cultural restaurant, un cercano restaurante Etíope tradicional, con una decoración y música de fondo local, donde saboreé unos deliciosos Shikla Tibs (100 B). 

Día 3-4-5 – Tour Dankakil (Mekele-Erta Ale-Afrera Salt Lake-Dallol-Mekele

Día 1

Voy a comprar primero una SIM local en la cercana Ethio Telecom, para estar ya preparado a las 9 am, cuando pasaron puntualmente los de ETT para llevarme a su oficina. Allí reparten los grupos de 4 en los diferentes 4x4. A mí me toca con un alemán, un americano y un chico de Albacete que trabaja en Londres.

El primer día del Tour es de enlace: primero parada para tomar té o café (10 B), y después para comer –arroz con tuna-; luego vendrá un tramo de desierto, y unas casi 2 últimas horas de carretera infernal por senderos de lava solidificada. Llegamos a Dodom Village, el poblado Afar, que a unos 10 km del volcán Erta Ale realiza la función de "campamento base", donde se dejan los 4x4 y empieza el trek. Esperaremos un rato para que nos preparen la cena, que ya la tomaremos habiendo anochecido.

Tras la cena, tocará iniciar la caminata, totalmente a oscuras. Va bien llevar una linterna frontal. Reparten para cada persona 2 litros de agua. La subida no es muy empinada, pero es larga y se hace un poco pesada. Nosotros hicimos dos paradas de descanso, pero adivino que otros grupos con gente mayor deben hacer algunas más. Para el que no esté acostumbrado a caminar se le puede hacer un poco duro.

Llegamos por fin al campamento, donde se supone que dormiremos. Desde aquí, a unos 100-200 metros, se divisa una gran humareda roja entre la negra oscuridad de la noche: hemos llegado al  ERTA ALE.

Vamos enseguida a acercarnos al volcán. Hay que bajar por una estrecha escalera. El guía nos lleva hasta el mismo cráter, alrededor del cual podemos ir situándonos. Hay que ir con mucho cuidado, porque no hay ninguna barrera de protección. Se ve mucho humo, pero a veces, se disipa parcialmente y podemos ver pequeñas explosiones de lava !!!. Son momentos intensos. Realmente, es espectacular observar y oír la actividad de un volcán activo bajo tus pies. Según el guía somos afortunados, ya que en los últimos 4 días sólo se vio humo, y es cierto que muchos comentarios, posteriores al surgimiento de un nuevo cráter –en Enero del 2017- a 5 km de aquí, coinciden en señalar que lo más habitual es ver sólo humo. A veces, cambia el sentido del aire, y te viene una resoplada de humo con gases tóxicos directamente a la cara, y tienes que apartarte un poco del cráter. Estaremos sobre 40 minutos viendo el espectáculo. Me ha gustado ver y oír las explosiones de lava, aunque quizás me esperaba un poquito más de visibilidad.

Volvemos al campamento. Nos enseñan los finos colchones donde hoy dormiremos, “bajo las estrellas”. Si alguien no llevaba saco de dormir, lo proporcionaban. El lavabo está…. donde los camellos.

Día 2

Dormiremos pocas horas. A las 4’15 am tocan diana, para recoger sacos y colchones, y acercarnos otra vez al cráter del Erta Ale por segunda y última vez. Esta segunda visita no nos aportó nada nuevo, ya que esta vez sí que se veía sólo humo. Volvemos al campamento, nos dan otra botella de agua, y esperamos a que nos digan de bajar. Van saliendo primero otros grupos. En concreto, uno de “veteranos” españoles inicia el descenso en plena noche. Nosotros tardaremos una media hora más en bajar. De hecho, somos el último grupo del día en hacerlo, justo cuando empieza a amanecer. La bajada es más agradable. Además, con luz se observa algún que otro bonito paisaje de lava. Haremos una parada para contemplar la salida del sol. Adelantaremos poco después al grupo veterano de antes, y a otro grupo más. Al llegar al “campamento base”, donde están los 4x4, nos dan un apetecible zumo, mientras nos preparan el desayuno.

Tras desayunar, iniciaremos el regreso por el tramo de la horrible carretera. Llegamos a la población de Afrera, en el borde del desierto. y vamos directamente al Afrera Salt Lake, donde nos daremos un apetecible y gratificante baño. 

Hay también una pequeña Hot Spring para quitarte luego la sal. El agua estaba bastante caliente, tanto en el lago como en la hot spring

Tras el baño, volvemos a cruzar el desierto donde haremos una parada. Se nos acercarán unos niños a curiosear. Continuamos camino y pararemos en un poblado para comer unos fideos con vegetales, y después seguir hasta la pequeña población de Abala, donde ya pernoctaremos en una guest house. Tiene habitaciones, pero vacías. Dormiremos también sobre colchones, aunque a diferencia de ayer, bajo cubierto y con un lavabo comunitario. Aquí también nos prepararán la cena vegetariana –la carne no la probamos en los tres días de comidas-.

Día 3

Nos despiertan también muy temprano. Los que hacen el Tour en 4 días pueden dormir unas horas más, pero con el tute que llevamos ya poco importa. Iniciamos marcha con el 4x4 aún en noche cerrada. Pararemos en un pequeño pueblo para desayunar poco antes de entrar en la Depresión del Danakil:

Primero es un paisaje desértico de montañas y rocas, hasta que se abre paso una inmensa planicie salada. Llegamos a un punto de pequeños montículos de sal, junto a una hot spring, que es un agujero en el manto de sal que deja ver el agua del Karum Lake. Con el color intenso de las primeras horas de la mañana, el blanco inmaculado de la sal en contraste con el verde de la hot spring formaba un marco precioso; pero  los coches de nuestro grupo quieren parar aquí a la vuelta, e ir primero directos hacia el Dallol, para hacer su visita con menos calor. Poco después, llegamos al objetivo principal del día.

DALLOL. Situado sobre un cráter volcánico repleto de sal, donde emanan gases tóxicos y bulle el agua debido a la intensa actividad hidrotermal, se crea un paisaje surrealista de colores. Al estar casi 50 metros bajo el nivel del mar, junto con su proximidad al Ecuador y al mar Rojo, le convierten en el lugar más caliente del planeta. Iniciamos su visita a las  9’30 am, y aún siendo Noviembre, constato que ya hacía un calor de justicia.

Desde el parking de vehículos, en los primeros metros hay que subir un repecho, pero pronto aparece ante nuestros ojos una combinación de formas y colores increíble. Esto es Africa, y no hay un sendero o una pasarela a seguir, puedes ir vagando por todas partes alrededor de esta maravilla natural, eso sí, usando el sentido común, ya que es un campo geotérmico. El paisaje es extraordinario. Tienes la sensación de estar en otro planeta. Ni el intenso calor que cada vez va a más quita un ápice del disfrute de esta maravilla. Completamos el recorrido, cada uno a nuestro ritmo, volviendo a bajar por el repecho inicial hasta el parking.

La siguiente visita será una parada en unas cercanas Salt Mountains, pero de color marrón. El paisaje está bien, pero su atractivo ya es “normal”. Unos pocos metros después paramos ante un Bubbling Lake, donde se aprecian en varias partes del lago las burbujas y colores, producto del calor del área geotérmica. Interesante, me recuerda a alguno de los lagos de Yellowstone. Después pararemos en el punto de esta mañana de la Hot Spring, rodeada de un mar de sal. El color no es tan vivo, pero el contraste del blanco inmaculado de la sal con el verde de la hot spring, sigue siendo muy bonito. Ahora, cerca de las 11 am, el calor ya es sofocante, y no hay muchas ganas de estar fuera.

Continuamos atravesando el manto salado del Karum Lake y aún haremos una última parada al borde del lago, delante de unos Afar que están sacando y cargando sal en sus camellos. Desde luego, tiene mérito y esfuerzo trabajar bajo tanto calor. Ya no haremos más paradas. Saldremos ya de la Danakil Depression y pararemos a comer en el mismo restaurante donde esta mañana desayunamos. Ahora está a petar de grupos, incluso vemos a los compañeros que ayer subieron con nosotros al Erta Ale, y que al hacer el Tour de 4 días, hoy habían hecho tránsito sólo hasta aquí. Se quejaban que hoy no habían hecho nada.

Tras la comida ya ponemos rumbo a Mekele. Haremos una última parada en un Mirador del Valle del Rift, con una bonita vista, por donde paseaban  unas cabras, llegando a Mekele sobre las 4’30 pm. 

Nos van dejando en los hoteles respectivos.  Pruebo la Sayzana Pension, pero tienen sólo una single libre –el chico de Albacete se ha quedado comingo- y nos quedaremos en la Milina Pension que ya conocía.

Para cenar, le muestro al compañero el fantástico Sem Cultural restaurant, y también quedará encantado del ambiente y de sus Shikla Tibs.

Día 6 – Mekele-Wukro-Grupo Iglesias Teka Tesfai-Wukro

Hoy empezaré la visita a las Iglesias talladas en la roca de Tigray. En algunos casos están en lo alto de las montañas, y el acceso hasta ellas es parte del gran atractivo. El objetivo del día era visitar el Teka Tesfai group, posible hacerlo con transporte público. Primero quiero ir hasta Wukro, la población más cercana para ir a ellas.

Voy hasta la Lachi bus station, a unos 6 km al norte de Mekele, negociando el precio con un tuk tuk (50 B). Pronto se llena la furgoneta que va hasta Wukro (20 B). Me deja enfrente del German Hotel (300 B, desayuno), que tenía anotado para pernoctar. Me instalo y voy hasta la cercana –a  1 km- Wukro bus station. Justo antes está el Wukro Market, que está animado y con bastante colorido. Daré un par de vueltas por él, y ya voy a buscar la furgoneta que va a Teka Tesfai (10 B) –cualquiera que vaya a Freweyni (Sinkata para los locales)-, que pronto se llenará.

Llegamos a la aldea de Teka Tesfai. Unos 500 metros antes de llegar he visto en la carretera un sendero con la indicación para ir a la Iglesia Petros & Paulos, pero al bajar de la furgoneta ya se me acercan un par de chicos para hacerme de guía. Pacto que me lleven a las 3 principales iglesias del grupo por 200 B. 

Iniciamos la caminata, primero campo a través hasta que enlazamos con el sendero. Tras unos 20 minutos, el guía ya me señala la ubicación de la Iglesia, incrustada en mitad de la montaña del fondo. Me pregunta si la quiero ver por dentro, para ir a buscar la llave a la casa del sacerdote, pero parece que no hay nada a destacar en su interior y le digo de verla sólo por fuera. Llegamos a la base de la montaña, y tras empinarse un poco el sendero, ya hay que subir por una desvencijada escalera de  madera. No parece muy segura, pero es la que utilizan ellos para subir y bajar. Yendo con cuidado no parece que haya peligro. Tras la escalera pronto se llega al nivel dónde está la Petros we Paulos church. Quizás lo más interesante de llegar hasta ella, aparte de la amplia vista desde arriba, es ver los huesos de los monjes –en un recoveco siguiendo el sendero hacia la derecha- que han ido habitando en la Iglesia. Me ha encantado esta primera Iglesia.

Descendemos hasta la base de la montaña –sí, hay que volver a bajar por la escalera de madera-, y seguimos el sendero hacia la derecha, rodeando la montaña donde está Petros we Paulos. Luego descenderemos un poco y pasaremos por campos donde se apreciarán magníficas estampas de la vida rural: un lugareño con su burrito amontonando heno, un chico pastoreando las vacas y otro lugareño labrando con bueyes. Volvemos a ascender ligeramente por un sendero flanqueado por cactus. Pronto llegamos a la entrada de la Mikael Melehayzenghi church. Lo que más me llama la atención es que está en el interior de la roca de la montaña. También me ha encantado, tanto las imágenes del camino como la ubicación de la iglesia.

Ya vamos hacia la última, teóricamente la “estrella” del grupo y la que tiene un interior más interesante. Volvemos a ver fantásticas imágenes de la vida rural etíope, pasando muy cerca de algunas casas, con los lugareños trabajando en sus campos.

Tras caminar unos 40 minutos desde la Mikael llegamos a la entrada exterior de la Medhane Alem Adi Kesho church. El guía se postra en su puerta. Entramos al interior del recinto y allí aparece esta preciosa iglesia, incrustada también en la roca. El guía entra a su interior para ir a buscar al sacerdote. A esta sí quiero entrar. El sacerdote me pide los 150 B estipulados por entrar al interior de la Iglesia. La decoración de su interior es interesante, pero lo que más me encanta es que los monjes estaban rezando, y puedo asistir a su ceremonia, fotografiando o filmando con discreción. Ha sido un fantástico final a la visita del Teka Tesfai Group. Ya sólo queda caminar hasta la carretera –unos 30 minutos-, y parar la primera furgoneta que vaya hacia Wukro.

Llegando a Wukro me bajo a la entrada del pueblo –en su parte norte- para acercarme hasta la Wukro Chirkos, muy cerca de la carretera, siendo una de las iglesias más accesibles. Por fuera no tiene el encanto de las otras, al estar buena parte de su estructura fuera de la roca, y por dentro, habiendo varios turistas dentro en ese momento, acabo optando por no entrar –tampoco parece haber nada especial en su interior-. 

Vuelvo al hotel con uno de los tuk tuks (3 B) que van haciendo viajes a lo largo de la carretera principal, dando por finalizadas las visitas del día. Un intenso y gratificante día.

Para cenar, cerca del hotel sólo hay opciones “muy locales”. Acabo entrando en un bar pidiendo lo único que hay: injera, aunque -supongo que al verme faranji- me lo traerán acompañado de arroz y pan.

Día 7 - Wukro-Hawzen-Megab-Abuna Yemata Guhk-Maryam & Daniel Korkor-Hawzen

Quiero ir hasta Hawzen para intentar visitar hoy las dos iglesias principales del Gheralta Group desde allí: Abuna Yemata Guh y Maryam Korkor.

Tras tomar el desayuno incluido en el German hotel –una tortilla que llevó su tiempo-, voy hasta la Wukro bus station. Pregunto por la furgoneta que va a Hawzen. Van pasando los minutos y no se llena. De hecho, algunos pasajeros que también esperaban veo que se van hacia otra. Los sigo y veo que se suben en la que va a Sinkata. Hago lo mismo que ellos y en pocos minutos salimos hacia Sinkata (15 B). Hacemos una parada en un Mercado Ganadero, y se sube un hombre con una cabra que debe haber acabado de comprar. La intentan colocar en la parte de atrás de la furgoneta, pero no debería estar muy cómoda, porque pasando como puede por debajo de los asientos aparece delante de mí, con más espacio, donde ya se quedó hasta llegar al destino.

En Sinkata –la furgoneta finaliza su trayecto en el cruce hacia Hawzen- cruzamos la carretera y nos subimos en la furgoneta a Hawzen (10 B), que ya casi se llena con los que veníamos de Wukro, saliendo en un par de minutos. Llegamos a la Hawzen bus station y voy hacia el Adulis hotel (200 B) que tenía anotado, donde ya me quedo en una habitación básica, pero con mucha luz.

Ya son pasadas las 11 h –más tarde de lo que pensaba- pero voy a intentar visitar en un día las dos Iglesias principales del Gheralta Group como tenía pensado. Busco transporte hasta Megab, para localizar allí algún guía. Un tuk tuk me rebaja el trayecto hasta 100 B, pero acabaré yendo con un motorista por 70 B. Recorremos los 8 km hasta Megab, dejándome frente a la oficina de guías, pero a esta hora está cerrada. Se me acerca un chico para ofrecerse de guía pero me pide 700 B, que lo veo excesivo.

Empiezo a caminar por la carretera –a la derecha en el cruce- hacia el desvío para ir primero a la más popular Abuna Yemata Gub. Me voy cruzando con estudiantes –por el uniforme- y uno de ellos me pregunta que adónde voy. Le comento y se me ofrece de guía. Me llevará por 250 B a Abuna Yemata y Mariam Korkor con vuelta a Megab. El chico –estudiante de High School- ya se mete campo a través para acortar hacia el sendero que conduce hasta la base de ABUNA YEMATA GUH. Bajo la sombra de un árbol, aún lejos de la montaña, está el tipo que cobra 150 B para poder acceder a la Iglesia. Desde aquí ya se divisa el imponente macizo montañoso donde está y el guía me señala la ubicación de la church, sobre la mitad de la montaña más alta, con entrada por la parte posterior de la roca.

Llegamos hasta la base del macizo y el sendero empieza a empinarse. Llegamos al tramo “popular” de ascenso por una roca vertical, que para subirla hay que ir poniendo las manos y los pies entre los huecos de las rocas. Tienes que hacerlo descalzo porque con calzado no hay suficiente hueco para apoyar los pies. Los que no estamos habituados a hacer este tipo de escalada es muy recomendable –casi obligatorio- alquilar un arnés (150 B). Con la ayuda de los “scouts”, que te van indicando donde poner en cada movimiento las manos y los pies no es demasiado difícil, pero por seguridad –la caída podría ser muy peligrosa- más vale asegurar con el arnés. Pasado este dificultoso ascenso, pronto se llega –tras subir por una mini escalera tallada en la roca- hasta la parte posterior de la Iglesia –se ven tres pequeñas ventanas-.

Aún queda una última dificultad: la puerta de entrada queda en la otra parte de la montaña, y hay que acceder a ella por un estrecho sendero de unos 50 centímetros de ancho –siendo generoso- que bordea la pared entre la montaña y un precipicio -sin ninguna barrera- de más de 200 metros. Impresiona un poco porque la caída sería mortal, pero ya que has llegado hasta aquí…lo voy andando despacio, parando para hacer fotos…y llego por fin hasta la Entrada de Abuna Yemata Guh !!!

El guía había picado la puerta antes y el sacerdote ya me esperaba en la entrada. Entro a su pequeño interior, y me siento para descansar y relajarme en un pequeño banco. Con la luz que entra por la puerta entreabierta voy admirando las bonitas pinturas. El interior me gusta, pero es que la ubicación de la Iglesia es impresionante. Si el motivo de construir estas Iglesias en lo alto de las montañas era para no ser descubiertas por el enemigo, esta debe ser una de las que lo cumplen a la perfección. Su acceso es muy complicado y oculto. Me ha encantado.

Emprendemos la vuelta descendiendo por el mismo lugar. Me pongo el arnés para bajar por el tramo de pared vertical, y ya abajo los “scouts” pedirán su comisión –aparte del alquiler del arnés abonado en la subida- por haberte indicado donde tienes que ir poniendo las manos y los pies. Son insistentes en pedir más y más birrs, pero se agradece su ayuda cuando estás en la pared. Seguimos hasta la base de la montaña. Arriba, mi guía me había señalado donde quedaba MARYAM KORKOR, nuestro próximo destino: estaba en lo alto de la ancha montaña que se veía a la derecha. Para acortar ruta, se supone que desde aquí hay un sendero que va directamente hacia ella, pero me indica el guía que hay un tramo donde yo necesitaría arnés… y allí no hay nadie para alquilártelo. No había leído yo ese detalle a ningún viajero que había enlazado ambas iglesias cuando estudiaba la ruta, pero por si acaso, aunque damos más vuelta, le hago caso y seguimos el sendero hacia la carretera. El guía me empieza a insinuar que quizás no nos dé tiempo subir a Maryam Korkor..., pero yo le digo igualmente que quiero ir. Ay, ay, ay, que quizás me la ha colao para irse ya para casa…

Llegamos a la carretera y empezamos a caminar hacia Megab. Pronto pasa un local conduciendo un camión. Se para, y parece que le hace gracia llevar a un faranji. Fantástico, con la música a todo trapo, nos ahorraremos varios kilómetros y un tiempo valioso. El guía le dice donde pararse, para seguir campo a través por un sendero que pasaba muy cerca de la escuela del guía -pasó agachado para que no lo pillaran haciendo campana-, y poco después conectar ya con el sendero que lleva hacia Maryam Korkor. Llegamos hasta el tipo que cobra los 150 B por acceder a la Iglesia, pero desde aquí aún quedaba toda la subida, que no era poca.

Primero hay que subir una primera montaña por una grieta que parece haberla partido en dos. Las piedras amontonadas en la estrecha grieta se van usando como escalera. No sé si por la pronunciada pendiente, por el cansancio acumulado del día, o por la altura – habrá más de 2500 metros-, pero tuve que descansar un par o tres de veces, faltándome incluso un poco el aire. Una vez arriba de esta primera y empinada subida se nos aparecerá un paisaje precioso, realzado con el sol de la tarde. El  resto del trek ya será más llevadero. 

Recuperamos energías, admirando el paisaje, al ser llano el siguiente tramo –por aquí hay grupos descansando-, y ya vendrá una más corta y última subida. Una vez arriba ya es seguir el sendero, también llano, rodeando la colina. Detrás, escondida, aparece Maryam Korkor. Hay más turistas descansando –alguno incluso tumbado- frente a su Entrada -imposibilitando la foto solitaria de la Iglesia egggg-. Entro al interior para admirar las pinturas que adornan sus columnas y su techo. Me gusta, aunque con más luz y más tranquilidad, aún mejoraría.

Al salir, el guía me indica el sendero para llegar a la cercana Daniel Korkor. Hay que rodear la montaña que se ve a la izquierda. También es un sendero que da a un precipicio sin ninguna barrera, pero en este caso es suficientemente ancho para ir tranquilo. Por cierto, las vistas del valle desde aquí son fantásticas. Llegamos a una diminuta puerta que es su Entrada. Me agacho para entrar a su interior. Entra muy buena luz para apreciar las bonitas pinturas, y además las disfruto en solitario. Me ha encantado este espectacular final para el día, con esta inesperada coqueta iglesia -pensaba que no tendría tan encanto- y la vista impresionante desde su Entrada.

Ya sólo queda ir descendiendo con tranquilidad. En el camino de cabras hacia Megab nos alcanza una furgoneta turística que llevaba a un numeroso grupo de  franceses –eran los diferentes grupos que habíamos ido encontrando por el camino-. Su guía, amablemente, nos invita a subir. Se agradece esta “comodidad”, después del largo y cansado día. Además, como su hotel estaba en Wukro y pasaban por Hawzen, ya me dejaron en su rotonda, a pocos metros de mi hotel. Si ayer ya me pareció un intenso y fantástico día, el de hoy ha sido superintenso y extraordinario. Las Rock Hewn Churches of Tigray que he visto en este par de días han superado todas mis expectativas, que ya eran altas.

Para cenar por el oscuro centro de Hawzen sólo hay opciones muy locales, o sea, injera, que ya me sirve; pero si alguien desea "más nivel" o  alguna opción internacional -supongo que italiana- puede probar el restaurante del Gheralta Lodge, en las afueras -sobre un 1'5 km en la carretera a Megab-.

Día 8 – Hawzen (Market day)-Sinkata-Adigrat-Axum

Día para disfrutar del Hawzen Market day y realizar tranquilamente el tránsito hasta la milenaria Axum.

Si se puede hacer coincidir la estancia en Hawzen el miércoles, valdrá la pena. Su Market day es de los más multitudinarios de Tigray. A partir de las 9 am se empieza a animar. Además de algunas hileras cubiertas –deben ser las del mercado diario- ocupa una gran explanada donde se van colocando los vendedores por sectores, o incluso por productos. Es agricultor y ganadero, y voy viendo grupos que venden harina, que venden tomates, que venden cabras, que venden pollos… No te cansarías de ir dando vueltas, con muchas estampas para fotografiar o filmar. Estaré un par de horas, contando la pausa para desayunar.

Tras el colorido del Mercado, ya dejo el hotel para caminar hasta la Hawzen bus station. Un bus directo a Axum salía a primera hora de la mañana. Haré el trayecto por etapas, llenándose rápido las furgonetas: primero una para volver a Sinkata (10 B); otra para ir a Adigrat (15 B); y la última para ir a Axum (60 B), cuyo trayecto por un paisaje mayormente montañoso es muy bonito. Llegamos a la Aksum east bus station. Voy caminando hasta el Axum Hotel (200 B), un clásico de siempre, con habitaciones sencillas pero luminosas y ventiladas.

Dando mi primer breve paseo por la Axum main street buscando un sitio para cenar, me encuentro a un grupo de chicos maños que había conocido el primer día en el Domestic Terminal de Addis Abbeba mientras esperaba mi vuelo a Mekele –ellos esperaban el de Bahir Dar-. Me uno a ellos para compartir experiencias y cenar en el Kuda Juice & Pizzeria –que ellos ya conocieron ayer-, un restaurante moderno, donde “saboreo” una hamburger & chips (100 B). La hamburguesa era grande y sabrosa, pero las patatas se pasaban de duras.

Día 9 – Axum (Stelea field-Pantaleon Monastery-Maryan Tsion)

Me ha quedado finalmente todo un día para visitar tranquilamente los principales atractivos de Axum.

Empiezo la ruta caminando hacia el Stelea field, alrededor del cual está el núcleo principal de lugares de interés. Al pasar por el Aksum Visitor Center entro en él. No dan folletos, pero van pasando un documental sobre la historia de la ciudad. Lo mejor son sus cómodos sofás, donde puedes descansar mientras te conectas al, posiblemente, wifi más rápido de Axum. Llego hasta el complejo de Iglesias de Maryam Tsion –al que volveré más tarde al estar ahora vacío y sin ambiente- y al contiguo Campo de Estelas, visible desde fuera. Seguramente, la más alta -el Obelisk d’Aksum-, sea la imagen más conocida de la ciudad.

Decido hacer la caminata de casi 3 km hasta el Pantaleon, que pasa por algún que otro lugar histórico, que aunque éstos hoy en día sean de escaso interés, me permitirá ver imágenes de la Etiopía rural que tanto me encantan. A escasos 100 metros están los Queen of Sheba’s Pools, visualmente poco atractivos al estar recubiertos de hormigón. Unos 500 metros después puedes ver la piedra conocida como Ezana Stone. Siguiendo el camino –el desvío de la derecha- llegas hasta las Tombs of Kings Kaleb & Gebre Meskel, en las que sólo hay piedras. A partir de aquí, el sendero pronto se estrechará y se irá bifurcando. 

Tengo que ir preguntando a algunos locales el camino a seguir para llegar al Pantaleon. Por aquí es donde veo las imágenes rurales esperadas de los lugareños trabajando o conduciendo el ganado, junto a un bonito paisaje donde destacan algunos cactus. Tras pasar un tramo de sólo piedras, me señalan poco después, en la cima de una pequeña colina lo que parece desde lejos una casa: Ya será el Monasterio  del Abba Pentalewon.

Subo la corta, pero empinada pendiente por las escaleras hasta la cima. Hay una amplia vista de la ciudad y del valle circundante. La puerta para entrar dentro del Pantaleon está cerrada. Aparece un chico y me pregunta si quiero entrar. Me dice que tendría que ir a buscar la llave al sacerdote. Decido entrar (100 B Iglesia y Museo).

Dentro se me aparecen unos maravillosos frescos, que supongo no debe hacer demasiados años que los reformaron, porque tenían mucho colorido. Realmente parecen espectaculares. No esperaba encontrarme este interior. Hay una pintura en el techo que me recuerda al de la más conocida Debre Berhan Selassie church de Gondar. Bajando, paro en el "Museum", que consiste en que el sacerdote te vaya enseñando cosas: primero me va mostrando varios objetos religiosos que deben utilizar en sus fiestas y procesiones; después sacará una Biblia, que parece muy antigua, donde me irá mostrando varias hojas. Me ha gustado la visita al Abba Pantaleon mucho más de lo que esperaba, y la visita personalizada al Museum también.

Vuelvo hacia el Complejo de Iglesias de Maryam Tsion, donde ahora –cerca de la 1 pm- había muchos locales. Estoy enfrente de la New Church of Maryam Tsion, y empiezan a sonar por altavoces lo que supongo será la Misa. Hay numerosos locales fuera rezando. Rodeo la Iglesia y voy hacia la Old Church of Maryam Tsion. Por aquí hay todavía más gente orando y postrándose. Voy caminando por las calles del Barrio Antiguo y cualquier lugar de las calles -donde resuena la Misa-, es bueno para orar. Es increíble la religiosidad del pueblo etíope. Me sigue impresionando igual que en aquel lejano 2004 cuando lo descubrí por primera vez. Ya pongo final a las visitas de Axum y vuelvo tranquilamente hacia el hotel, parando otra vez en su Visitor Center para descansar en sus sofás y aprovechar el magnífico wifi.

Para cenar, hoy probaré el Lucy Cultural restaurant, cercano al Axum hotel, con una bonita decoración etíope. También me gustó pero no llegó a la altura del Sem Cultural restaurant de Mekele.

 Dia 10 - Axum-Addis Abeba (Barrio Armenio)

Antes de las 8 am me llevan desde el Axum hotel –se incluye el transporte- hasta el cercano aeropuerto. Salgo puntual en el vuelo de las 9’40 am llegando sobre las 11 am a la capital, Addis Abeba. Intento repetir el recordado Wutma hotel, un hotel básico pero limpio, en la zona de la Piazza, con acceso en transporte público desde el aeropuerto, aunque ahora parece que la furgoneta de la Piazza ya no entra en el aeropuerto, por lo que acabaré compartiendo un taxi (70 B). Me instalo en la última habitación libre del Wutma hotel (300 B).

Quería aprovechar el largo medio día en Addis para visitar alguna parte que no conociera de la ciudad. Elijo el Barrio Armenio, que tampoco está demasiado lejos. Subo en la Piazza a la furgoneta azul (3 B) que va hacia Haile Selassie st. Me bajo frente a la sobria St George Armenian Holy Orthodox church. Me adentro hacia las calles más estrechas del barrio, donde veo una muestra de sus calles empedradas y casas bajas, y alguna que otra Iglesia. Pero lo que más me gustó fue descubrir -tras una puerta abierta de una casa vieja desvencijada-, un Tej bet, el clásico lugar donde los hombres etíopes toman esta típica bebida casera de vino de miel, con un sabor dulce pero con alto contenido alcohólico, servida en una botella redondeada. El lugar era muy auténtico. No pude resistirme a sentirme un etíope más, saboreando un Tej (10 B). Después, ya bajaré hasta la calle principal, desde la que volveré andando por calles comerciales hasta la Piazza. Aprovecho para “ir de compras” para cargar varios paquetes de café etíope, uno de los mejores del mundo.

Para cenar, probaré una nueva hamburguesería local –siempre llena de locales- en la misma calle del Wutma, donde saboreo una Super Wow Burguer (90 B), que me costó acabar debido a sus grandes dimensiones –la mayoría de gente la compartía entre dos-.

Dia 11 – Addis Abeba-Nosy Be

Voy andando sobre las 7 am al inicio de Churchill Avenue, desde donde sigue saliendo –ayer me aseguré- la furgoneta que va al Bole Airport (6 B). Pronto se llenará y salimos. Con el tráfico actual en Addis, hay que contar como mínimo media hora. Ahora no entra dentro del aeropuerto como antes, sino que hay que bajarse en una rotonda que queda a unos 400-500 metros –desde la que ya se divisa el aeropuerto-. Yendo con mochila o poco equipaje no hay problema. Mi vuelo a Nosy Be de las 9’25 am saldrá puntual. 

Home                                                2007 Copyright  Marc Coral