Relato Viaje  a   NAMIBIA

Julio  2017

 Home                                                                Datos Prácticos                                                     Itinerario

  Día 12 – Kasane(Botswana)-Ngoma Bridge border-Divundu-Shimweghe (530 km)

Salimos de Kasane, y tras 57 km ya llegamos al lado de Botswana de la Ngoma Bridge border. Estamos un ratito, más que por la cola, por la burocracia botswanesa de anotaciones manuales conforme sales del país.

Entramos a la parte de la frontera de NAMIBIA, que parece mejor organizada, y debemos pagar el peaje por usar las carreteras del país (277 NAD), que podemos pagar, por su equivalencia, en Rands sudafricanos.

Ya entramos en la Franja del Caprivi, una lengua de tierra de Territorio Namibio que se alarga por todo el Norte de Botswana. Pensamos que sus atractivos turísticos son bastante light respecto a otras partes del país, e incluso la visita y/o pernoctación que valoré en las Popa falls, cerca de Divundu la descarté, al parecerme éstas –por las fotos- más bien un simple salto de agua. La sucesión de los típicos poblados de la zona, con sus características chozas, que iban apareciendo en la carretera, sí que nos parecieron muy interesantes. Paramos en uno, y se nos acercaron los niños a vernos con mucha curiosidad.

Tras hacer un descanso y comer algo en Divundu, seguimos viaje, saliendo ya unos kilómetros después de la Caprivi Strip. Para pernoctar hoy, me había fijado en un lugar que parecía tener cierto encanto en la zona deShimweghe, unos 150 km después de Divundu.

Llegamos al Mukuku Rest Camp, (100 NAD adulto, camp - cocina). Y sí, el lugar nos parecerá muy agradable, aunque su ubicación no está a 3,2 km de la carretera principal B8, como parece dar a entender su anuncio en booking. Yo diría que a más de 6 km, conectando por varias carreteras locales –pasables más o menos con coche normal-. Junto al Okavango river, en un recinto muy cuidado y con mucha hierba, sus propietarios han construido varios bungalows, con posibilidad también de montar la tienda de camping.

Vamos enseguida al embarcadero, a escasos metros, para ver el río Okavango. La estampa es preciosa, con el lento y silencioso fluir del río, el paisaje africano a ambos lados, el sol cayendo, y la vecina Angola frente a nosotros, en la otra orilla. Parece ser que Hannes -el propietario- da un paseo en su barca a los huéspedes por la tarde; pero ya debía haber salido. Y sí, al cabo de un rato aparecerá con los únicos huéspedes de hoy: una pareja alemana y un holandés. Amablemente, el propietario nos dice que podemos subir y ver la barca con tranquilidad –a los peques les encantará-, y nos invitará para después de cenar a compartir charla, junto al fuego, con él, su mujer, y los huéspedes de antes. Sin duda, un lugar que te hace sentir agradable. Montaremos la tienda mientras los peques corretean por el lugar. También podemos utilizar la cocina y la mesa exterior de uno de los bungalows vacíos.

     Día 13 – Shimweghe-Hoba Meteorite-Tsumeb (420 km)

Día para acercarnos al Etosha NP con la visita al Hoba Meteorite.

El atractivo del día era ver el meteorito más grande del mundo. Conducimos rápido por la carretera asfaltada B8 y llegamos al desvío de la D2905, donde empezamos a probar las carreteras de tierra de Namibia. La encontramos en muy buen estado, y los 16 km que faltaban se hicieron agradables.

Hoba Meteorite. Con un área de 2’70 x 2’20 metros y una altura de 1 m, esta enorme roca compuesta principalmente por hierro (82%) y níquel (16%) -se calcula tiene entre 200 y 400 millones de años- es el mayor meteorito conocido que ha caído sobre la Tierra. 

Iremos a verlo, pudiendo visitarlo con tranquilidad. Al estar apartado de los principales focos turísticos del país no recibe demasiados turistas. Nosotros lo disfrutamos en solitario la mayor parte del tiempo.

Continuamos camino –enlazando ahora unos 18 km por la D2859, también muy correcta- para llegar a la C42 y seguir unos 60 km hasta Tsumeb, la ciudad más grande antes de llegar a Etosha, y donde habíamos decidido pernoctar, repostar y abastecernos. Nos quedamos en el Mousebirds Tsumeb (90 NAD adulto, camp - cocina).

     Día 14 – Tsumeb-Etosha NP (from Namutoni Gate to Anderson Gate) (270 km)

Día de safari en Etosha NP, entrando por la Namutoni Gate (este) y saliendo por la Anderson Gate (suroeste)

Recorremos los 100 km (1 hora) que separan Tsumeb de la Namutoni Gate e iniciamos nuestro Safari en:

Etosha NP (80 NAD adult y 10 NAD car por día). En el Parque de animales por excelencia de Namibia las carreteras serán de tierra, pero el firme es llano –tipo las del Kruger-. Poco después de entrar ya vemos los primeros antílopes y cebras. La vegetación está muy seca y los animales van muy despacio, no sabemos si es por el calor o por la tranquilidad –quizás por esta parte no hay felinos?-. Iremos viendo más cebras –el animal que más vimos en Etosha-, algunos elefantes, jirafas, oryx y avestruces. Pronto nos aparecerá en el paisaje el Etosha Pan, un gran depósito de sal -120 km largo-, que cubre la parte norte del Parque. Vamos conduciendo despacio en todo momento y vemos entre la maleza un par de leonas, a pocos metros de la carretera. Nos paramos y tenemos suerte: primero una, y la otra unos segundos después, vendrán caminando con parsimonia hacia nosotros, cruzando la carretera apenas unos metros delante. Será el momento cumbre del Safari en Etosha.  

Vemos un grupo de ñus, poco antes del desvío a la derecha que te permite hacer una incursión dentro del Pan y llegar hasta el Etosha Pan lookout. Aquí, como no hay animales, puedes bajarte del coche y estirar las piernas. La imagen desolada parece un desierto blanco. Seguimos para el oeste y pasamos por la zona central de Halali. Veremos otra leona entre la maleza, bajo un árbol, pero ésta no se levantó, moviendo sólo la cabeza. Seguimos camino, desviándonos hacia alguno de los waterholes que están indicados, pero no vemos mayor número de animales –en este momento- de los que se van viendo por el camino. Con más antílopes y  un par de avestruces más llegamos a Okaukuejo, la base suroeste del Parque y, sin duda, la más transitada. Aquí hay que entrar en una oficina y enseñar el ticket que te han dado en la entrada, y pagar –según los días que hayas estado dentro del Parque-. Para salir del Parque aún quedan 17 km de carretera asfaltada, donde vimos jirafas –una cruzando la carretera-, más cebras y oryx. En la Anderson Gate te piden el comprobante de pago y sales del Parque. Ya está cayendo la tarde. Desde la Namutoni Gate hasta la Anderson Gate hay 160 km por la carretera principal, pero hemos hecho algunos más al salirnos varias veces: Etosha Pan, waterholes… Un gran día de Safari. Podríamos volver mañana al quedarnos a dormir al final a sólo 9 km del Parque, pero ya llevamos bastante safari en el viaje –Kruger, Botswana- y con un día intenso ya hemos tenido suficiente.

Ahora es cuestión de quedarnos en el primer camping con plazas libres. Si se quieren bungalows mejor reservar porque no hay mucha oferta cerca del Parque y suelen llenarse en temporada alta. Ya no digamos dentro del Parque. A apenas 9 km de la entrada sabíamos de El DoradoGH & Camping (150 NAD adulto/75 NAD niño, camp – barbacoa) y les quedaban un par de plazas de camping libres, y ya nos quedaremos. Hoy también nos invitará una pareja sudafricana a compartir su gran fuego de barbacoa. Su hijo le enseñará nociones de rugby a nuestra hija Laia, pasando ambos un divertido rato.

    Día 15 – Etosha-Himba Village-Cheetah GuestFarm-Kamanjab-Khorixas (330 km)

Día para ver un Poblado Himba, una Granja de Guepardos y seguir camino hacia el sur.

Aunque la mayoría de himbas suelen vivir más al norte, estudiando el viaje descubrimos que había algún poblado por esta zona, y aprovecharíamos para visitarlo. Pensamos que es igual de “turístico” dónde verlos. Tendrás que ir con guía y te van a cobrar una tasa de entrada al poblado en todas partes. De hecho, para el que pase de ver un Poblado y quiera únicamente una foto con ellos, suelen merodear himbas por la salida sur de Etosha en la Anderson Gate, vimos unos cuantos al repostar en la gasolinera de Kamanjab, e incluso alguna en la carretera que une Khorixas con Uis.

Nosotros iremos al Otjikandero Himba Village, cuyo desvío está en la carretera C40, 20 km antes de llegar a Kamanjab. Al poblado es obligado entrar con guía (200 NAD adulto). Inicialmente te explica un poco la distribución del poblado y lo que están haciendo los diferentes grupos, y luego tienes el rato que quieras para investigar por tu cuenta e ir haciendo las fotos que te apetezcan. Encontramos la visita tranquila –éramos los únicos turistas- y agradable. No te atosigan ni te van pidiendo más dinero. Nos ha gustado.

Al salir, justo en la entrada del Poblado hay una escuela donde ahora iban repartiendo la comida a los pequeños himbas que estaban en ella.

Después de ver a los Himbas tenemos curiosidad de acercarnos a la Otjitotongwe Cheetah Guestfarm, donde parece ser hay unos guepardos domesticados. Hemos visto el desvío un par de kilómetros antes. Serán 8 km más por una carretera de tierra con algún que otro bache. Llegamos, y la propietaria nos dice que el feeding time empieza a las 15’00 h (eran las 12 h). Le preguntamos por el precio del show y/o del camping, por si nos apetece ya montar la tienda y quedarnos el resto del día por aquí, pero nos cambió el precio un par de veces y no nos gustó. Vamos, dio la sensación que era un poco variable. Realmente nos pareció un poco lianta y el lugar no parecía muy agradable, muy seco y poco cuidado para quedarnos a dormir aquí. Mientras hablábamos con ella se acercó a la valla uno de los guepardos a curiosear, por lo que ya los vimos y decidimos seguir ruta.

Volvemos a la C40 y seguimos hasta Kamanjab, donde pararemos para repostar y comprar algo en la pequeña tienda de la gasolinera. Aquí vemos algunas Himbas echando un trago. Como es aún pronto, decidimos adelantar hoy los 100 km de la carretera de tierra C35 (unas 2’5 h) que nos separan de Khorixas y dormir allí.

 Llegamos y nos quedamos en el Igowati Country Hotel (120 NAD adulto, camp – barbacoa).

   Día 16 – Khorixas-Petrified forest-Twyfelfontein-Organ Pipes-Aabadi Camp (115 km)

Día de caminos de tierra con varias paradas, una de ellas las pinturas rupestres más importantes de Namibia.

Tiramos por la C39 y llegamos 42 km después al Petrified Forest (100 NAD adulto). Hacemos el recorrido acompañados por un guía y nos va mostrando las muchas piezas de madera, que con el paso de los años se han petrificado. Destacan sobretodo algunos grandes troncos petrificados. El paisaje es muy seco. También hay que fijarse en alguna planta Welwitschia que ha crecido por el lugar (sólo crece en algunos lugares de Namibia y Angola).

Seguimos 30 km más por la C39 y nos desviamos a la izquierda para entrar en varias carreteras D (las D se supone que son más estrechas y con menos mantenimiento que las C de tierra). Sí que iremos más despacio, y si hiciéramos muchos kilómetros sería cansado en un coche normal, pero solo faltan unos 25 km, repartidos por la D2612, D3254 y D3214 –está bien indicado- hasta llegar al objetivo principal del día:

Twyfelfontein (100 NAD adulto). Este lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO contiene más de 2000 figuras de arte rupestre. Vamos al Visitor Center y nos asignan una agradable guía para realizar la visita. Nos pregunta si hacemos el recorrido corto o largo. Long, of course. Iremos caminando por la montaña de rocas –a veces por pasarelas- y nos va parando donde se observan pinturas. Habrá muchas de animales,  algunas de hombres cazando, o sus huellas... Hace bastante calor pero vamos muy tranquilos, sin prisas. La visita nos ha parecido fantástica... a todos.

A 9 km de Twyfelfontein, volviendo a la D3254 y girando a la derecha llegamos a las Organ Pipes (50 NAD adulto), unas curiosas rocas basálticas que tienen forma de tubos de órgano. Tenemos que descender a un pequeño desfiladero para verlas, y son realmente curiosas. También vemos sorprendidos en el camino una caca de elefante que parece bastante fresca. Lástima no haber coincidido en la visita con uno de estos elefantes del desierto que campan a sus anchas por estas tierras de Damaraland. Siguiendo unos pocos metros más por la misma carretera llegas a la Burnt Mountain, una colina con lava solidificada.

Hechas las visitas del día, decidimos continuar ruta y quedarnos en alguno de los campings que teníamos controlados en un mapa de la zona: el Mowani, el Aabadi o el Granietkop. Hay que retroceder hasta la D2612 y girar a la derecha. Pronto veremos el desvío para el Mowani Mountain Camp, -a 3 km- pero aún faltaba para anochecer y preferimos seguir hasta el Aabadi Mountain Camp (120 NAD adulto, camp - barbacoa), a escasos 4 km más, y con la entrada junto a la carretera. También tenían Safari Tents, para los que vienen sin tienda. Los campsites quedaban en la parte de abajo de la colina, cerca del río. El lugar era rústico, sin agua caliente y sin luz –el generador no debería funcionar-, pero el entorno era muy agradable y con un bonito paisaje.

    Dia 17: Aabadi Mountain Camp-Uis-Cape Cross Seal Reserve-Henties Bay (330 km)

Día por carreteras de tierra hasta llegar a la costa y, sí llegamos con tiempo, adelantar la visita a  Cape Cross.

Seguimos camino por la D2612 con un bonito paisaje desértico. Crecen algunos árboles aislados entre las muchas montañas de rocas que vemos. De fauna veremos asustadizos avestruces y algunos oryx. Llegamos tras unos 54 km a la C35, también de tierra pero más ancha y con un firme bastante llano pudiendo ir bastante más rápido y cómodo. Lo que nos llama la atención en el camino a Uis son los puestecitos con mujeres herero, que te saludan para que pares y les hagas fotos. En algún puestecito a la herero la vimos acompañada por una himba – por si a alguien le interesa hacer el pack de fotos-. Llegamos a Uis -no entramos-, y seguimos por la misma C35 camino de la costa. En este tramo –mayormente una desértica explanada- lo que nos llamó la atención es que cuando nos íbamos acercando a la costa y entramos en la influencia de la brisa fría del océano, la temperatura exterior que mostraba el coche iba bajando de grado en grado bastante rápidamente. Curioso. Llegamos a la carretera de la costa –Henties Bay, 7 km a la izquierda y Cape Cross, 50 km derecha-. Como tenemos tiempo para hacer la visita hoy, tiramos por la curiosa carretera de sal –es cómoda y puedes ir bastante rápido- para hacer los 50 km por la costa hasta llegar a la:

Cape Cross Seal Reserve (100 NAD adult). Esta reserva de lobos marinos situada en Cape Cross acoge a una de las mayores colonias del mundo. Se calcula que en las épocas de mayor afluencia pueden llegar hasta 210.000 ejemplares. Desde luego, a nosotros nos pareció enorme. Puedes caminar por pasarelas hasta acercarte al mar. En algún momento estás completamente rodeado. Hay tantos, que algunos están al lado mismo de la pasarela. Más cerca imposible. Y si levantas la vista, casi no abarcas cuando se acaba el horizonte de lobos marinos. Los olores y los sonidos también te embargarán en todo el paseo. Eso sí, la brisa y el viento oceánico es frío, pero el espectáculo en su conjunto bien vale la pena.

Volvemos por la misma carretera de sal y seguimos camino hasta Henties Bay, una ciudad sin atractivos, pero ya empieza a caer el sol y nos quedaremos en el Buck’s Camping Lodge (250 NAD camp 4 persons - cocina).

   Dia 18 – Henties Bay-Swakopmund-Desert Dunes-Walvis Bay (120 km)

Día para visitar Swakopmund, sus dunas más espectaculares y los flamingos en Walvis Bay.

Salimos por la carretera asfaltada de la costa C34. A los 17 km haremos una parada en el Zeila Shipwreck. Este barco quedó embarrancado el 25 de Agosto de 2008 frente a este punto de la Skeleton Coast, y su silueta es perfectamente visible desde la orilla.

Proseguimos unos 55 km más y ya llegamos a la atractiva ciudad de Swakopmund, que conserva cierta influencia alemana. Aparcaremos cerca del Centro y del Swapkomund Lighthouse, y daremos un paseo por alguna de sus tiendas comerciales –es la única ciudad que visitaremos durante el viaje- y calles peatonales más populares. También caminaremos hasta el final del Jetty Bridge –que se interna en el mar, y donde hay un restaurante, ahora cerrado- para ver las vistas. Suponemos que en el verano austral la ciudad debe estar más animada. El día era soleado, pero el viento frío marino no es que fuera muy agradable cerca del mar. Con el folleto que nos han dado en la Oficina de Turismo visitaremos también antes de irnos alguna de las casas más conocidas de arquitectura colonial alemana, como las FreudhausKabelmesse o Haus Hohenzollern.

Salimos ya de Swakopmund en dirección Walvis Bay. Los 35 km que las separan discurren entre las dunas del desierto a la izquierda y el océano a la derecha. Teníamos previsto subir a las dunas, y al poco de salir hay un desvío que te lleva en unos metros hasta un parking, justo debajo de unas altas dunas. Nos descalzaremos y subiremos a la cima de la más alta. Es un poco cansado, pero la vista desde arriba es soberbia. Es un auténtico desierto frente al mar.  A los peques les encanta revolcarse, juguetear, subir y bajar de las dunas. Vemos a gente que se trae una tabla para deslizarse por las dunas. Estaremos un buen rato disfrutando de la atracción principal del día.

Seguimos camino y pronto llegamos a Walvis Bay, en la que queríamos visitar su bahía y ver a los flamencos en ella. Vamos al lugar establecido como Mirador, y allí están, un poco lejos, pero con un buen zoom se pueden ver y fotografiar de cerca. También hay altas dunas cerca de la ciudad, quizás la más famosa es la Dune 7, a unos 10 km en el camino a Sesriem, pero ya hemos tenido bastante de Desert Dunes con la experiencia de antes.

Hoy nos quedaremos a dormir aquí, ya que el primer tramo del camino hacia Sesriem es desértico y no hay alojamiento. Estamos en una ciudad y con una brisa marina bien fría, por lo que descansaremos de camping. Preguntamos en un par de Guest House, eligiendo la SeaGulls Inn (500 NAD apartamento familiar - cocina). La chica de color encargada era un poco antipática,  pero el lugar, la ubicación  y la habitación estaban bien; había un Shoprite a 1’5 km y tenía el Parking cerrado, que al ser una ciudad es recomendable.

    Dia 19 – Walvis Bay-Kuiseb Canyon-Solitaire-Sesriem (321 km)

Día para llegar a Sesriem, con interesantes paradas en el Kuiseb Canyon y Solitaire.

Saliendo de Walvis Bay ya entramos en la carretera de tierra C14. Es ancha y se conducirá muy bien. El paisaje es muy desértico, primero de dunas y luego de piedras. De hecho, aunque no sea la más conocida, cruzaremos una parte del Namik Naukluft NP. A los 130 km llegamos al Kuiseb Pass. Aquí pararemos, y subiremos a lo alto la colina para echar una ojeada desde diferentes perspectivas al Kuiseb Canyon. Se distingue bastante bien el desfiladero con el cauce del ahora seco Kuiseb River. Seguimos, y pocos kilómetros después cruzamos la línea imaginaria del Trópico de Capricornio. Aquí parar, y hacerte la foto con el cartelito y el bonito paisaje desértico que lo envuelve, es de rigor.

Faltarán unos 100 km para llegar a Solitaire, parada obligada para hacer alguna foto a sus famosos coches antiguos de colores en estado de ruina. Había bastante gente. Tiene alojamiento, restaurante, tienda y un muy requerido taller de reparación -sobretodo de pinchazos por lo que vimos-. Estaban arreglando dos, y había uno más esperando. Y eran todos 4x4, eh? Leí que el tramo de Kuiseb Canyon a Solitaire era en el que ocasionaba más pinchazos de toda Namibia. Más tarde entendí por qué. Por cierto, también vimos a una ardilla corretear asustada entre la gente.

Ya sólo nos quedarán unos 80 km para llegar a Sesriem. Dejamos la C14 y entramos en la C19 con firme parecido. Faltando 12 km giramos a la derecha para entrar en la D826 que ya nos llevará hasta Sesriem.

Queremos intentar dormir dentro del Parque, para así poder ir más temprano hacia la famosa Dune 45 y ver la salida del sol en lo alto de ella. Entramos pues dentro del Namik Naukluft NP y preguntamos en el Sesriem Campsite. Las plazas numeradas están ocupadas, pero podemos ocupar un espacio no numerado. La única diferencia es que no tendrá barbacoa privativa, pero podemos usar cualquiera que no esté ocupada.  Perfecto. Nos quedaremos en el Namibia Wildlife Resorts Sesriem Camping (200 NAD adulto, camp). Ya nos dicen de pagar la entrada de 24 h al Namik Naukluft NP (80 NAD adulto, 10 NAD coche).

Tras montar la tienda compruebo que un neumático está muy bajo, probablemente pinchado. Preguntando donde arreglarlo, me dicen que vaya a la gasolinera que hay fuera del Parque. No está el mecánico titular, pero un chico joven se hace cargo. Lo localiza y, aunque parece un poco chapuza, lo arregla (120 NAD) y vuelve a poner el mismo neumático. Volvemos al camping, y podemos utilizar el braai de la plaza numerada vecina, que aún no está. De hecho, al venir no llegaron a utilizarlo. Hoy nos iremos a dormir temprano, que mañana hay que madrugar. 

    Dia 20 – Sesriem-Sossusvlei Dunes-Sesriem Canyon-Sesriem (130 km)

Antes de las 4’00 am ya me he despertado y empiezo a preparar las cosas. Aggggggggg !!! Veo que el neumático de ayer vuelve a estar pinchado. Ahí es nada, es noche cerrada y hace más de 20 años que no he cambiado un neumático. Con la linterna lo intentamos, y aunque al principio nos daba algún problema, pudimos quitar la rueda pinchada y poner la de repuesto.

Salimos y vamos hacia la Dune 45 que, como no, está a 45 km. La carretera está impecablemente asfaltada, y vamos al límite de la velocidad permitida –bueeeno, quizás en algún momento un poquito más-, pero pudimos llegar al parking de la maravillosa Dune 45 antes de la salida  del sol. Tiene sólo 85 metros de altura, pero nos parece imponente. Empezamos a subir la Duna. A Arnau no le ha gustado ni el madrugón ni el frío que aún hace, pero aguanta y camina despacio en silencio, como un campeón. Nos adelantaremos Laia y yo para llegar a la cima cuanto antes, no sea que el sol se adelante. Antes de llegar a la cima vemos los primeros rayos de sol, pero la Duna aún sigue a oscuras. Llegamos arriba !!! Pasamos a los 4 ó 5 turistas que hay delante para estar solos en el lado más lejano de la Duna. Unos instantes después el sol empezará a iluminarla. Va cogiendo ese color dorado intenso, tan característico de los amaneceres del desierto. Es uno de esos momentos mágicos que siempre recordarás. Todas las dunas circundantes van cogiendo la misma tonalidad. Precioso. Ya no me acuerdo de los momentos de estrés que hemos tenido hace nada con el cambio de rueda a oscuras. Aparecerán Arnau y la mami para disfrutar también del momento. Estaremos unos minutos más en la cresta, hasta que todas las dunas ya han cambiado al color habitual del día.

Seguiremos la carretera unos 15 km más hasta el parking de coches no 4x4 –y de bastantes 4x4 por lo que vimos-. Desde aquí hay 3 lugares para visitar: Hiddenvlei, Deadvlei y Sossusvlei. Para Hiddenvlei hay desde aquí un hike por un sendero arenoso de unos 2’5 km (sólo ida), y para los otros dos hay una carretera de arena –sólo apta para potentes 4x4-: a unos 4 km queda Deadvlei y uno más para Sossusvlei. El Parque ofrece unos camiones con asientos (100 NAD adulto return ticket) que van saliendo y viniendo a lo largo del día. Como la estrella parece ser el Deadvlei, un lago seco de arcilla blanca con algunos troncos moribundos en él, y a los pies de la duna Big Daddy, que con sus 325 metros es la más alta de toda la zona, iremos primero a disfrutar éste plenamente, ahora que estamos descansados.

Subimos al camión rumbo al Deadvlei, y tras dar unos tumbos por las arenas del desierto nos dejará en el punto de inicio del hike. El primer trozo es llano, pero también cansa un poquito al ser arenoso. Tras este tramo, los que quieran ir directamente al lago seco blanco ya podrían entrar en él. Nosotros iniciaremos, por la izquierda, la subida a las primeras dunas, para ir acercándonos –aún queda lejos- al Big Daddy. Cuando hemos ganado un poco de altura ya empezamos a contemplar desde arriba la belleza mágica de este lago seco blanco, en el que sobresalen algunos troncos de árboles medio secos. Arnau, aún con 3 años, prefiere ya descansar y sentarse con mami a media subida. La estampa desde aquí ya es preciosa. 

Laia y yo seguiremos para ascender el tramo final, el que tiene más pendiente, y donde se te hunden más los pies en la arena. Laia, aún con 6 años, tiene el detalle de bajar el ritmo para llegar los dos juntos a la cima del Big Daddy. Desde su cresta tenemos el Deadvei a nuestros pies, con el horizonte repleto de dunas, y podemos atisbar el océano unos kilómetros más allá, frente a nosotros. La vista es preciosa hacia todas partes. Tras disfrutar de la vista y descansar un poquito, descendemos, a veces saltando, por el Big Daddy –Arnau y la mami bajarán también desde su duna- y nos encontraremos todos abajo en el manto seco blanco. 

Ahora nos iremos fijando con detalle en alguno de estos troncos fantasmagóricos tan curiosos del Deadvlei, intentando también aprovechar un poco sus sombras para amortiguar el calor. Y eso que es invierno !!!. Acabaremos cruzando por todo el Deadvlei para volver por el camino arenoso de la entrada.

Después del cansado Deadvlei hike, y sabiendo que los paisajes desérticos del Sossusvlei y Hiddenvlei no aportan ningún añadido, ya hemos decidido volver al Sesriem Campsite. Haremos el picnic del lunch mientras esperamos a uno de los camiones que nos llevará de vuelta al Parking de los 2x4. Cogemos el coche para volver por la carretera asfaltada, echando una última mirada a la Dune 45 –ahora los alrededores no parecen tener el mismo encanto- y llegar al camping. Desmontamos la tienda, recogemos tranquilamente, y nos vamos a visitar la última atracción del día.

Antes de pasar la barrera para salir del Parque, giramos a la derecha para llegar, unos 4 km después, al parking del Sesriem Canyon. Echamos una primera mirada desde arriba, pero lo mejor es bajar al cauce seco del Tsauchab river y recorrerlo por abajo –en ambos sentidos- para apreciar toda su belleza. Nos gustó y encontramos muy poca gente.

Tras la visita del canyon ya saldremos del Parque, comprobándonos en la barrera el recibo del pago de 1 día. La idea inicial era adelantar kilómetros en el largo día de mañana hacia el sur del país, quedándonos a dormir de camino en algún camping fuera de la zona de influencia de Sesriem, pero queremos reparar la rueda pinchada antes de irnos. Vamos al taller de ayer y también habrá cola. Hoy parece que está el reparador oficial. Como ya vemos que se nos va a hacer tarde, aseguramos una plaza numerada en el mismo camping de la gasolinera, el  Sossus Oasis Campsite (180 NAD adulto, camp – cocina y barbacoa). Nos revisa el neumático, y encuentra otro pinchazo a 1 cm del reparado ayer –se le pasaría al becario-, lo que demuestra que debí pisar una ristra de clavos en la carretera a Solitaire. Vaya, vaya, qué casualidad. Bueno, arreglará el pinchazo (120 NAD) –más profesionalmente-,  y ya entramos en el camping a montar la tienda. Esta noche la recordaremos como la más –de hecho, la única- ventosa del viaje. Hubo momentos que parecía que la tienda se iba a ir volando. Afortunadamente, aguantó.

    Dia 21 – Sesriem-Keetmanshoop (500 km)

Día para acercarnos a la atracción principal del sur del país, el Fish River Canyon con la oportunidad de conocer el árbol más característico de la zona de Keetmanshoop, el Quiver tree.

Para llegar al Fish River Canyon desde Sesriem el camino más corto sería, tras volver a la C19, seguir hacia el sur, y antes de llegar a Maltahohe, girar a la derecha por la C14; pero entonces habría que recorrer 200 km por esta carretera de tierra hasta Bethanie. Al ser una distancia larga, optamos por seguir por la C19 –tras Maltahohe ya es asfaltada- y enlazar luego –cerca de Mariental- con la B1 que viene de Windhoek y bajar por ésta hacia el sur. Serán unos 90 km más, pero seguro que ganabámos tiempo –y comodidad-, y también pasábamos por la zona de Keetmanshoop donde veríamos el curioso Quiver Tree. Seguiremos pues esta ruta. 

En el trayecto por la C19, al pasar por el Mt Nubibberge observamos una bella montaña plana que nos recuerda a la más famosa Table Mountain de Ciudad del Cabo.  Llegamos tras 165 km a Maltahohe donde paramos a repostar, y ya entramos en carretera asfaltada.

No hay nada especial a comentar en los siguientes 300 km de camino, primero unos 100 km al este hasta Mariental, donde pararemos a comprar en un gran Spar, y luego ya por la B1 200 km directos hacia el sur.

Unos 20 km antes de llegar a Keetmanshoop vemos la indicación del Garas Rest Camp. Es un sitio peculiar, donde su dueño parece ser un “artista” y en el que habíamos valorado pernoctar. Tiene instalaciones básicas, pero realmente no nos quedamos al no tener cocina –y hoy necesitarla-. Eso sí, el otro motivo de entrar al camping era porque había varios Quiver Trees, y ya los pudimos apreciar y fotografiar con tranquilidad. Visto el Quiver tree ya no iremos al más conocido lugar de la zona para verlos, el Quiver Tree Forest, donde parece que el dueño del Quiver Tree Rest Camp se aprovecha cobrando unos derechos de paso de la carretera, y además había varias opiniones sobre el tipo donde no lo dejaban muy bien.

Llegamos a Keetmanshoop y nos quedaremos en la Schutzenhaus Guesthouse que, además de habitaciones, también tiene unos Luxury Camps (365 NAD site, cocina y baño privados). Fue muy cómodo. La cocina y el baño están en una casita muy limpia, suficientemente grande para poner los colchones dentro. Así nos ahorrábamos montar y desmontar la tienda, y ya más lejos del ecuador la noche se notaba un poco más fresca.

    Dia 22 – Keetmanshoop-Fish River Canyon NP-Karasburg (300 km)

Día para visitar el Fish River Canyon NP y adelantar camino hacia Sudáfrica.

Vamos hacia Hobas, la puerta de entrada del Parque. Los primeros 30 km por la B4 serán asfaltados. Después ya entraremos por carreteras de tierra –C12 y C37- para hacer los restantes 115 km. Son anchas, con el firme bueno y pocas piedras, lo que hace que te sientas cómodo y vayas incrementando la velocidad. Quizás en algún momento corrimos demasiado, porque poco después de pasar el Canyon Roadhouse unos que venían en sentido contrario nos señalan a una rueda. Habíamos pinchado. Se ofrecen a ayudarnos, pero tras la experiencia en Sesriem, y ahora en plena luz del día, no era necesario. En 10 minutos ya estaba cambiada.

Fish River Canyon NP (80 NAD adulto, 10 NAD car). Seguimos los pocos kilómetros que faltan hasta la entrada del cañón más grande de África -160 km de largo y  27 km de ancho- y el segundo del mundo tras el Gran Cañón. Para poder apreciarlo hay que seguir unos 10 km más hasta la zona de los Miradores, en el borde del cañón. Curiosamente, esta carretera de tierra dentro del Parque tiene muchos más baches que en las que hemos venido. Llegamos al Main Viewpoint, frente a la famosa y fotografiada curva cerrada del cauce -ahora seco- del río Fish, conocida como Hell’s Corner. Desde aquí, hay otro Mirador cercano hacia la izquierda, Sunset viewpoint, con menos perspectiva –y luz frontal a esta hora central del día-; y hacia la derecha del Main – a unos casi 2 km- queda el Hiker’s Viewpoint,  al que puedes ir en coche, pero es preferible –así lo hicimos- ir andando por un sendero que va bordeando el cañón y va ofreciendo buenas vistas. Así te impregnas más de su magnitud. Vale la pena.

Habiendo visto bien el cañón ya continuaremos camino. En la vuelta paramos en el Canyon Roadhouse obligados para que en su taller arreglaran el pinchazo (50 NAD) –sería una piedra con mucha punta nos dijeron-, pero el lugar -donde no hubiéramos parado-, nos sorprende gratamente. Fuera hay algunos coches antiguos en ruinas, pero dentro, en su restaurante, hay repartidos más vehículos antiguos: además de coches, vemos un tractor, un camión, una moto y alguna máquina más, y parecen todos en buen estado. Nos gustó incluso más que la parada en Solitaire. También hay una interesante tienda de souvenirs.

Con la parada obligada –pero agradecida- en el Canyon Roadhouse ya vemos que no podremos llegar a dormir con luz diurna a Sudáfrica –en concreto a Upington-, y así adelantar camino para la larga etapa de tránsito de mañana, camino de Lesotho, nuestro próximo destino. Pero sí seguiremos camino. Primero recorremos los 70 km –aún carretera de tierra- hasta Grunau, y ya por la B3 asfaltada, 50 km más hasta Karasburg, la última ciudad de Namibia con variada oferta de alojamiento antes de la frontera, que aún queda a 130 km. Nos quedaremos aquí a dormir. Lejos de la Namibia turística y cerca de Sudáfrica, ya nos hemos quitado el chip del camping y elegiremos el Surai Lodge (650 NAD apartamento familiar de 2 plantas), un bonito lugar con apartamentos nuevos –casi lujosos- al lado del Karasburg Business Park

    Dia 23.1 – Karasburg-Nakop Border(Sudáfrica) (130 km)

Día de tránsito para salir de Namibia, volver a Sudáfrica, y seguir hacia el este para acercarnos a Lesotho. 

Recorremos por la B3 los 130 km que faltan hasta la Nakop Border para entrar ya en Sudáfrica

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