SYDNEY y Blue Mountains

AUSTRALIA 2007 

  Dia 24: Sydney

En el aeropuerto elegimos el shuttle bus con KST (20 A$ pp, ida y vuelta) para que nos deje en el Hotel 59 (99 A$ baño, TV, desayuno), en el que habíamos reservado 4 noches. El hotel está situado en el barrio de Kings Cross, a unos 15 minutos andando de las calles comerciales del centro. Cerca del hotel hay una amplia oferta para cenar, más que en el centro.

Hoy empezaremos nuestra visita a Sydney, como no podía ser de otra manera, yendo hasta Circular Quay y contemplar por primera vez las dos imágenes más conocidad de la ciudad : el Harbour Bridge y, sobretodo , la Opera House.  

  Dia 25: Sydney

Hoy queremos dedicar el día a visitar los lugares de Sydney, que consideramos imprescindibles, situados lejos del centro. Compraremos en la Kings Cross station cercana al hotel, un Daytripper (A$ 15,40), que nos permitirá viajes ilimitados en bus, tren y ferry todo el día. Cogeremos el tren hasta Circular Quay. Allí nos dirigiremos al muelle desde donde sale el  ferry a Manli. El viaje tiene una de las mejores vistas de Sydney -¿quizás la mejor?- : la Opera en medio, el puente detrás a la derecha, y los rascacielos detrás a la izquierda. En Manly, pasearemos por su paseo peatonal the Corso, con muchos comercios y algunas casas antiguas, hasta su bonita playa. Volviendo a Circular Quay, tomaremos el bus 333 hasta Bondi beach, sin duda, la playa más famosa de Sydney. Hoy hace muy buen día y hay bastante gente tomando el sol, además de algunos surfistas. Tras admirarla, realizaremos el paseo que transcurre, a través de los acantilados, hasta Bronte beach. Un paseo muy recomendable donde se admira la escarpada costa, con el agua transparente debajo, y las playas de Bondi, Tamarama y Bronte. Volvemos con el bus 378 y nos bajaremos en Bondi Junction. Aquí, además de ser un hub entre el tren y muchas líneas de buses, hay una calle peatonal comercial con varios lugares para comer. Reponemos fuerzas y nos subiremos al tren hasta Circular Quay, para coger el ferry a Darling Harbour, otra famosa zona de Sydney, con un centro comercial, el museo marítimo y el Acuario como atracciones principales. Cruzando el peatonal Pyrmont Bridge –por el que también circula, de forma elevada  el Monoraíl - se vuelve al centro de Sydney.

Antes de cenar subiremos a la planta 36 del Shangri-La hotel, al Blue horizon bar, desde donde hay una impresionante vista de pájaro sobre el Harbour Bridge –ya iluminado- y, un poco más lejana, de la Opera House. En la cocktelería hay una fiesta privada y, aunque no nos dicen nada, tras disfrutar de la vista, decidimos bajar e ir a cenar a alguno de los restaurantes cercanos a la Opera, con muy buenas vistas sobre el Harbour Bridge. Nos sorprende que el último restaurante, con la mejor vista sobre el Puente y con la Opera detrás, sea un take away chino. Lo difícil es pillar mesa y tenemos la suerte que una pareja se está levantando cuando nosotros llegamos.

Dia 26: Sydney – Blacktown - Blue Mountains - Sydney

El objetivo principal del día era visitar las Blue Mountains -a unos 100 km- con los paisajes más conocidos de los alrededores de Sydney. Si se quieren visitar todas las áreas del Parque Nacional en un día, es ideal tener tu propio vehículo, y si además queremos hacer caminatas, necesitaremos más de uno. Nosotros –que habíamos asignado un día para su visita- optaremos por ir en tren hasta Katoomba –su principal base y cerca de su área más conocida- y hacer alguna caminata por ella.

 El return ticket a Katoomba cuesta (A$ 23,20). Si uno se quiere esperar a las 8’56 h –nos dijo la taquillera- o es weekend le costará (A$16,20). Como es temprano, acabaremos decidiendo comprar primero un billete ida y vuelta  Kings Cross-Blacktown (A$ 10,40) –situada en la misma línea de Katoomba- para visitar primero el Featherdale Wildlife Park, y, otro billete ida y vuelta, Blacktown-Katoomba (A$ 12,60) para visitar las Blue Mountains. No queríamos irnos de Australia sin visitar un Wildlife Park y aprovecharemos esta oportunidad de pasar tan cerca de uno. Informamos, que en el mismo Sydney, al lado del Acuario, han construído el Sydney Wildlife World, recreando 9 hábitats de animales, para mayor comodidad del que –quiera hacerse la foto con un koala- y no quiera salir de Sydney; pero viendo su estructura cerrada desde Darling Harbour, nos pareció el nuevo recinto demasiado artificial y creado únicamente por su localización en el centro de Sydney.

Llegando a Blacktown, tomamos el bus 725 (1,7 A$) que nos dejará en la misma puerta del Featherdale Wildlife Park (19’5 A$ - (25% dto. folleto what’s on) = 14,5 A$), donde, además de poder ver diferentes animales autóctonos que no habíamos visto, como el enorme Cassowary, el diablo de Tasmania, el Wombat o unos extrañísimos canguros albinos, por citar algunos; puedes acariciar, dar de comer, hacerte fotos con canguros y wallabies, que saltan por allí ; y tocar y hacerte fotos con koalas. Es muy diferente a verlos en libertad, pero tocar y sentir a estos animales, que siempre nos han parecido tan lejanos, también es una gran satisfacción. Saliendo muy contentos de la visita, esperaremos el mismo bus 725 para volver a la estación de tren y enlazar, sin tiempo para nada, con el tren a Katoomba –hay 1 cada hora y no es cuestión de perderlo-.

Llegamos a Katoomba, el corazón turístico del Blue Mountains NP, y caminamos –casi 2 km, predominantemente de bajada-  hasta el Echo Point Lookout, para visionar su imagen más conocida, las Three Sisters. Pero además de estos tres picos también se contempla una amplísima y bonita imagen del Jamison Valley, flanqueado por altos precipicios y un denso manto verde como base, debido a los miles de eucaliptos que lo pueblan. Estos eucaliptos, al desprender unas micropartículas oleosas forman una neblina de color azul, motivando el nombre de estas bonitas montañas. Desde aquí hay un corto camino que baja y vuelve de una de las Three Sisters. Ahora debemos decidir qué caminata realizar del Prince Henry Cliff track. Desde aquí hay dos opciones: por un lado se llega hasta las Katoomba falls (1 h, ida –previsión-), donde pueden cogerse diferentes tipos de transporte para ver el paisaje; por el otro lado se llega hasta las Leura Cascades (1’30 h) primero, y puede continuarse hasta las Gordon falls (1 h más). Nos atrae más esta segunda opción, que además nos dejará en las afureras de Leura, donde también podremos coger el tren de vuelta a Sydney. El bonito camino transcurre bordeando los precipicios sobre el valle Jamison, con continuos miradores para detenerse  y relajarse ante tanta naturaleza. Se hace muy ameno y es de poca exigencia física. Llegamos a las cascadas de Leura, con diferentes caídas pero no demasiada agua. Seguiremos hasta la catarata Gordon, tampoco con mucho agua, pero enfrente hay un precipicio muy cercano iluminado por el sol de la tarde y el marco es muy fotogénico. Desde aquí hay unos 20 minutos por las calles casi desiertas de Leura -parece un lugar de segundas residencias y es temporada baja-hasta la estación de tren. Serán unas 2 horas hasta la Central Station de Sydney, donde haremos trasbordo para Kings Cross.  

Dia 27: Sydney

Hoy caminaremos por Sydney, descubriendo nuevas vistas imprescindibles de la ciudad, visitando sus mercados, recorriendo sus principales calles comerciales y barrios étnicos. Como salimos de Kings Cross, nos dirigiremos hasta la bahía Woolloomooloo para coger la Cowper Wharf Rdwy –pasaremos el histórico Harry’s Café de Wheels, que muestra fotografías de algunos clientes famosos como Elthon John- y rodear dicha bahía, entrando ya en los bonitos Royal Botanic Gardens y llegar hasta la punta de Macquarie’s Chair, con una de las mejores vistas de la Opera. Ahora bordearemos la bahía de Farm Cove para seguir por los Jardines Botánicos hasta la Opera. Entraremos dentro de la Opera. Había visitas guiadas en inglés y en lenguas asiáticas ese día. Saliendo de la Opera bordearemos la bahía de Sydney Cove -que es por la que salen los ferrys-, cruzaremos Circular Quay y nos dirigiremos al Observatory Park, con una diferente vista sobre Harbour Bridge. Ahora sí subiremos al Harbour Bridge, para andar por el Puente hasta el  Pylon Lookout, con otra magnífica vista, desde arriba, de la Opera. Al bajar del Puente entramos directamente en el barrio The Rocks, donde se estableció el primer asentamiento europeo de la ciudad y que mantiene una atmósfera y una decoración especial. Además, hoy es sábado, y se celebra el  Weekend Market estando aún más animado. Saliendo del mercado tomaremos un tentempié y subiremos por  George st -que con Pitt st son las dos calles comerciales del centro- echando una ojeada a la Strand Arcade y al Queen Victoria Building, los dos centros con una decoración más lujosa. Nos desviaremos por Liverpool st, a la que se le adjudica el Spanish Quarter, por los 3 o 4 comercios con nombre español que hay en ella, y seguiremos por Sussex st y Dixon st, ya de forma muy visible, en pleno barrio de Chinatown. Entramos y salimos del Market’s Place, que podría ser un centro comercial sacado de cualquier ciudad china, y justo al lado, Paddy’s Markets, verdadero paraíso para la compra de souvenirs de Australia. Descansamos tomando un capuccino y un muffin en un Gloria’s coffe y empezamos a volver. Tomaremos la también comercial Oxford st y nos desviaremos por la Dalinghurst rd. Pasamos por delante del Museo Judío, y poco después ya entraremos en Kings Cross. 

 Dia 28- 29: Sydney – Bangkok – Heathrow - Barcelona

Ultimos paseos por Sydney en la mañana que nos queda. Cruzaremos el Hyde Park –desde aquí hay una vista completa de la Sydney Tower-; entraremos en nuestra primera Iglesia en Australia, la St Mary’s Cathedral, que se prepara para la misa de hoy –era domingo-; cruzaremos, esta vez por su lado izquierdo, los Royal Botanic Gardens, pasando por la custodiada Governor House, para llegar por última vez hasta Circular Quay y despedirnos de la Opera House y el Harbour Bridge. Volviendo por Pitt st, últimas compras, y ya nos dirigiremos a nuestro Hotel, a esperar el shuttle bus al aeropuerto de KST, que habíamos solicitado a las 13’45 h –llegó a las 13’30- .

Ya en el aeropuerto, al facturar, la chica de Qantas nos dice que nuestro vuelo a London – que iba vía Bangkok- saldrá con un retraso de 3 horas, pero ya tenía controlado que no afectaba a nuestro posterior enlace a Barcelona. Además, nos informó dónde nos darían un vale de 15 A$ por persona para gastarlas en cualquier restaurante. En Heathrow, hay que esperar el retraso, finalmente de 1 hora, del vuelo de Iberia. Y ya en Barcelona, tras la cola por haber un único policía en el control de pasaportes, y la larga espera a que pongan el equipaje en la cinta,  pondrán fin a este intenso y variado viaje por Australia.      

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