Dia 12 – Blonduos-Kolugljúfur cyon-Hvítserkur-Illugastadir-Berserkjahraun-Grundarfoss-   Kvernafoss-Kirkjufellsfoss-Ólafsvík (340 km) 

Salimos temprano de Blonduos siguiendo la Ring Road unos 40 km, hasta el desvío por la 715. Quedan aún unos 6 km por una pista de tierra. No había una clara indicación, pero acabamos llegando al Kolugljufur canyon, un pequeño, pero estrecho y espectacular cañón con el aliciente de otra bonita catarata, la Kolugljufurfoss.

Hay un corto trek que te permite ir por el centro del cañón hasta un Mirador con una bonita vista de toda la garganta. Hay que ir con cuidado, sobretodo con niños, ya que no hay ninguna protección.

Tras el cañón, volvemos a la 1 y, atajando por la 716, ya entramos en la 711 que da toda la vuelta a la Vatnses Peninsula. 

La primera parada por su lado derecho es Hvitserkur, una gran piedra con forma de rinoceronte en la playa, dentro o fuera del agua según la marea. Ya se divisa desde su Mirador, pero vale la pena bajar hasta la misma playa para apreciar de cerca la grandeza de la roca.

Seguimos por la 711, primero subiendo y luego ya bajando por el otro lado de esta pequeña península. La próxima parada será en el punto del illugastadir seal watching. Hay que seguir un pequeño sendero que empieza en el illugastadir campsite. Vemos de camino otra muestra de las peludas ovejas islandesas. Pronto el sendero irá paralelo a la costa –por cierto hacía mucho viento- hasta su punta saliente. Desde aquí puedes ver las focas en un islote frente a la costa. Este será el único punto de Vatnses donde las vimos.

Continuamos bajando la 711 por su lado izquierdo, pegada a la costa aunque sin ninguna otra novedad destacable, y ya enlazaremos otra vez con la 1. Nuestro próximo objetivo es la península de Snafellsness. Queríamos entrar por su carretera norte y, para ahorrarnos unos 30 km, nos saldremos de la 1 y atajaremos por la 59, de tierra pero en muy buen estado. Al enlazar con la 54 ya entramos en Snafellsness. Nuestra primera visita será entrar en la pista de tierra 558 para realizar el Circuito de Berserkjahraun: vas pasando por un campo de lava invadido por un espeso manto de musgo verde, con el contraste de unas montañas rojizas y atravesando un pequeño fiordo.

Ahora vendrán tres cascadas normalitas –para parámetros islandeses- cercanas a la carretera. Primero Grundarfoss, cuyo acceso pasa por una finca privada y nos acercamos caminando; un poco después viene Kvernafoss; y tras cruzar la población de Grundarfjordur, vendrá la más popular Kirkjufellsfoss, sobretodo por la bonita panorámica de la cascada con la montaña Kirkjufell de fondo. En otra pequeña pausa de la lluvia haremos el pequeño trek que te permite subir, dar la vuelta por encima, y bajar por el otro lado de la catarata.

Seguimos unos 20 km más hasta Olafsvik, donde ya nos quedaremos. En su entrada ya está a su izquierda el Campsite (1500 ISK adulto, camp – cocina). Dando una vuelta por el centro descubrimos, detrás de la ciudad, otra vistosa cascada: Baejarfoss.

   Dia 13 – Ólafsvík-Saxholl-Dritvik-Londrangar-Hellnar-Arnastapi-Raudfeldsgja gorge-             Budakirkja-Gerduberg-Glymur-Pingvellir (280 km)

Salimos de Olafsvik,  hacia Hellisandur, donde observamos más campos de lava. Después la carretera 54 ya gira hacia el sur y haremos nuestra primera parada en el Saxholl crater de sólo 100 metros de alto. Hay instalada una escalera siendo fácil la ascensión a la cima. En una pausa de la lluvia subo a la cima para ver el interior del cráter. Poca visión hay hacia el exterior con el día lluvioso de hoy, y además coincidió con una intensificación transitoria de la lluvia –y arriba no había nada para guarecerse-.

Pasamos de momento el desvío a Dritvik para ir al Visitor Center, en Malarrif, para que nos den un mapa con las caminatas, y esperar que pare de llover. Cuando para haremos el trek Malarrif-Londrangar de cerca de 2 km que empieza en el faro de Malarrif hasta Londrangar.  Caminas cerca del acantilado, observas curiosas formaciones de rocas –destacan dos grandes pilares- y llegas hasta el borde del más alto acantilado de basalto, encima del cual está el Londrangar view point. En todo el acantilado hay infinidad de nidos de aves. Desde abajo la vista es distinta a la que veremos después desde arriba.

Volvemos al coche y retrocedemos hasta Dritvik. 

Aparte de la bonita vista desde el Mirador vale la pena bajar abajo y hacer el corto trek hasta la playa de Djúpalónssandur, observando curiosas formas de roca y alguno de los muchos restos de un naufragio esparcidos por toda la playa.

Continuamos hacia el este por la 54, parándonos en el parking del Londrangar View Point, para observar desde aquí arriba otra perspectiva diferente –y complementaria- de estos preciosos acantilados.

La próxima parada será en Hellnar. Vamos hasta su playa y nos acercamos hasta la Adam’s Rock -izquierda- una roca con formaciones de basalto y un bonito Arco. Nos fijamos como la roca está repleta de recovecos ocupados por las palomas. Desde aquí salía el popular trek hasta Arnarstapi, pero preferimos acercarnos con el coche y realizar otro espectacular recorrido a pie por sus acantilados, deteniéndonos en varios Miradores, observando muchísimas aves y más formaciones de lava, destacando el Gatklettur Arch -derecha-. Yo seguiré por el acantilado hasta su final, pasando por el Arnarstapi Harbour y volviendo al Parking en un recorrido circular.

Seguimos hacia el este por Snafelsness. Aunque ahora sigue la tregua en la lluvia, el día sigue muy tapado y ni siquiera hemos llegado a ver en todo el día el Snæfellsjökull.

Descartamos acercarnos al Glaciar por la F570 para no ver nada; por tanto, la próxima parada será en la Rauðfeldsgjá Gorge -izquierda-. Es visible la hendidura del estrecho desfiladero desde el mismo parking, pero vale la pena subir y entrar dentro de ella, al menos hasta que podamos ir avanzando sobre las rocas esquivando el agua.

Volviendo al coche empieza a llover otra vez. Seguimos hasta Búðakirkja -derecha-, una curiosa Iglesia negra. Ahora llueve mucho, hay poca visibilidad y no atisbamos ni a ver la Bjarnarfoss, otra bonita cascada que se supone es visible desde la carretera.

Seguirá lloviendo fuerte y descartamos la parada en la Ytri-Tunga, donde se supone es posible ver alguna foca.  

Ya no pararemos hasta el bonito acantilado de columnas de basalto de Gerduberg. Mide unos 500 metros de largo y las columnas miden entre 12 y 14 metros de alto. Como la lluvia ha aflojado, me acercaré hasta su base para admirarlas más de cerca.

Ya nos salimos de Snafelsness y seguimos la 54 hasta Bogarnes, donde pararemos a comprar en el Netto y a descansar. Parece que ha parado de llover del todo y decidimos seguir ruta hacia Glymur.

Volvemos a retomar un tramo la Ring Road para irnos por la 47 que va siguiendo el Hvalfjordur, con alguna bonita vista del fiordo en su parte final, pero tras tantos fiordos casi nos llaman más la atención un grupo de esbeltos caballos islandeses. 

Llegamos hasta el parking desde donde empieza el trek de 6 km (i/v) aGlymur, la cascada que con sus 190 metros es la segunda más alta del país. El trek parece un poco exigente -y ya es un poco tarde-, por lo que iré yo sólo. El primer tramo transcurre por el Botndalur valley,  bastante llano aunque hoy con tramos un poco enfangados. Hay que pasar a través de la Pvottalhellir Lava Cave -izquierda- y ya llegas hasta el río. Se supone que para cruzarlo había un puente que es el tronco de un árbol con la posibilidad de irte agarrando a una cuerda, pero el tronco está roto. Sólo queda la cuerda y habría que ir poniendo el pie sobre las piedras del río, algunas hundidas en el agua. Vamos, que te mojas mínimo hasta la rodilla con la posibilidad de caerte por la fuerte corriente del río. A estas alturas prefiero no seguir y vuelvo al coche para continuar ruta.

Seguimos hacia Pingvellir. Nos faltan unos 57 km. Retomamos la 47, que ahora sigue por el otro lado del fiordo, y enlazamos con la 48, que ya conectará con la 36, que es la que viene de la capital. Llegamos poco antes de las 10 pm al Leirar Campground (1300 adulto, 300 tax site, camp – cocina), -junto al Visitors Center- aunque como en estos días nunca llegaba a oscurecer, tampoco importaba demasiado llegar un poco tarde.

    Dia 14 – Pingvellir-Reykjavik-Krysuvik-Grindavik (115 km)

Vamos a visitar el Pingvellir o Thingvelllir NP. Nos acompañará una fina lluvia buena parte del rato. Este lugar histórico –aquí se proclamó la independencia de Islandia en 1944- suele ser la primera parada del Círculo Dorado que nosotros hemos dejado para el final. Tras ya conocer su Visitor Center, vamos hasta la falla que separa las placas tectónicas europea y americana, quizás su mayor y único? atractivo. Recorremos el tramo más popular del sendero –fisura de Almannagja- que transcurre entre las 2 placas. En un punto vemos la pequeña cascada Oxararfoss. 

Ahora ya iremos hacia la capital, Reykjavik, para dar un paseo por sus principales puntos de interés. Parece que en su visita tendremos una pausa en la lluvia, que agradecemos. Podemos aparcar entre su famosa Iglesia y el Paseo Marítimo. Vamos primero hacia la Hallgrímskirkja. Esta Iglesia de rito luterano es el edificio más alto del país y quizás con su estructura peculiar sea el símbolo más conocido de la capital. Entramos dentro para ver su sobrio interior donde destaca su gran órgano. Vamos paseando hacia el downtown, entrando en su calle más popular de comercios: Laugavegur. La seguimos hacia la izquierda hasta su final, cerca de la Tourist Information, donde cogeremos un mapa de la ciudad. Bajamos hasta el mar para contemplar el bonito diseño del edificio de conferencias Harpa. Seguiremos el Sculpture & Shore Walk por el Paseo Marítimo hasta el Sun Voyager, otra conocida escultura de Reykjavik. Volvemos hasta la calle Laugavegur y la seguiremos hacia el otro lado hasta la altura del coche, parando en el Bonus  y comprando algún souvenir. Por cierto, ahora ya empezaba otra vez a llover.

Damos por acabada las visitas de la capital –habremos estado poco más de 2 horas- y vamos hacia la población que hemos elegido para nuestra última noche en el país: Grindavik, pero a través de la carretera 42, que pasa por Krysuvik, el área geothermal más importante de la Península de Reykanes, donde está el aeropuerto. La lluvia irá a más y, lo que es aún peor, pasando a la altura de Krysuvik la espesa niebla no dejaba ver absolutamente nada. Para mojarnos y no poder verlo seguiremos camino hacia Grindavik. Aquí en la costa ya no hay niebla, pero sigue lloviendo intensamente. Pensábamos ir a echar una ojeada como final de viaje a la cercana Blue Lagoon, pero preferimos ir primero al Grindavik Campsite (1650 ISK adulto, camp – cocina). Junto a la cocina hay una gran sala con mesas y conexión a internet en la que estás a gusto cuando el tiempo es malo. Montaremos la tienda cuando deja de llover, y después ya nos da pereza volver a salir.

    Dia 15 – Grindavik-Keflavik internacional airport (115 km) –Edinburg (Scotland)

Tras desmontar, desayunar y empaquetar recorremos los 26 km que faltan hasta el aeropuerto de Keflavik. Devolvemos el coche sin problemas en Goldcar y esperamos la salida a las 12’30 del vuelo de Easyjet, que será puntual, llegando a las 15’45 a Edinburg, donde empezaría nuestro Viaje a Escocia.