Datos  Practicos  viaje a Japon

 Viaje   del   9  al   18  de   Febrero   del   2008

Moneda

El yen japonés se ha ido devaluando respecto al Euro en los últimos años, lo que motiva que la mayoría de los productos y servicios los encontremos más baratos, generalmente, que en Europa Occidental. Por nuestras fechas el cambio estaba sobre 1 €= 158 Y.  En Japón –sobretodo fuera de las grandes ciudades- se ven pocos lugares para cambiar moneda. El pago con tarjeta de crédito no está quizás tan extendido como en Europa, pero en los hoteles, y restaurantes o tiendas de nivel medio o alto, suelen aceptarlas sin ningún tipo de comisión. Si se quiere, puede llevarse encima bastante en efectivo, porque el riesgo de que te roben es prácticamente nulo.

 

Transporte

Los vuelos a Japón son habituales en la mayoría de aerolíneas punteras de la Eurozona. Fuera de la temporada alta, a veces, ofrecen descuentos sobre su tarifa habitual. Nosotros obtuvimos un precio final de 686 € con British.

El transporte interno, inicialmente, comprobando el coste de los trayectos individuales podría llegar a considerarse caro –seguramente NO,  si valorásemos su calidad y eficiencia-; pero además, los turistas o residentes extranjeros tenemos la posibilidad del Japan Rail Pass, un pase a un precio fijo que nos permitirá viajes ilimitados en los trenes JR, algunos buses JR y el ferry JR a Mijayima, escogiendo el período de 7, 14 o 21 días. Con este pase, la alta velocidad y alta frecuencia de sus trenes bala, con la posibilidad de consultar los horarios  entre ciudades de todos los trenes,  nos permite confeccionar itinerarios recorriendo largas distancias, pudiendo visitarse varias partes del país, en relativamente pocos días. Añadir, que en las estaciones y en el interior de los trenes JR, todos los paneles de información se van mostrando en japonés y en inglés.

 Alojamiento

Aparte de los alojamientos habituales de tipo internacional (hoteles, albergues, pensiones…) es muy atrayente y popular –sobretodo fuera de Tokyo- alojarse en un establecimiento tradicional japonés, un Ryokan. La habitación suele constar –con carácter general- de un tatami, unas sillas y una mesa baja.  Los futones –que se utilizan de colchón- suelen estar guardados en el armario durante el día. Durante la cena –excepto en los más modestos que se lo hace uno mismo- los dueños del Ryokan se encargan de extender los futones y colocarte los edredones, para tener tu cama japonesa lista cuando vuelvas. Nosotros lo encontramos muy cómodo y muy agradable, siendo conscientes que el levantarte implica más esfuerzo.

Capítulo aparte merecerían los Onsen o baños termales japoneses. Es una costumbre muy extendida fuera de las capitales, y suele ser -o debería ser- habitual que los alojamientos tradicionales dispongan de ellos para uso de los huéspedes,  con separación de sexos.  Algunos, a horas concretas, permiten reservarse privadamente para parejas o familias. Realmente, todo el año debe venir de gusto, tras las visitas turísticas del día, uno de estos baños relajantes, pero si durante la jornada ha hecho un poco de fresquito o frío, apetece mucho y sienta de maravilla. En nuestro caso, excepto el de Tokyo, el resto de alojamientos disponían de ellos y nos convertimos casi en onsenadictos.

Comidas

Para nosotros era un aliciente más del viaje y no nos defraudó. Además, es donde se muestra más visible –comparando mismas calidades- la diferencia de precios respecto a Europa Occidental. Llama mucho la atención la habitual costumbre de muchos restaurantes de diseñar en plástico los platos que ofrecen en el escaparate. Va muy bien para hacerte una idea, sobretodo teniendo en cuenta que, aunque en la etiqueta del plato se muestre el precio -a veces no- y éste se entienda, lo más normal es que su contenido esté sólo en signos japoneses, tanto en el escaparate como luego en la Carta; por tanto, si el plato no muestra ningún número, como último recurso, siempre podremos señalarlo para pedirlo.

 Clima

La teoría general dice que la primavera y el otoño son las estaciones más templadas y con mayor afluencia turística, los veranos húmedos y calurosos, y los inviernos secos con frío moderado.

Nuestra experiencia de viaje en invierno ha sido muy positiva, excepto un día  de lluvia muy fina, que incordió pero no cambió el ritmo normal de visitas, el resto de días fueron mayormente soleados, con nevadas –más habituales en la parte occidental del país- únicamente de noche, con lo que se incrementaba la belleza del paisaje al día siguiente. Además, ver los templos con los tejados nevados también tiene su encanto. El frío tampoco es comparable al del invierno centroeuropeo o norteamericano.

Gente japonesa

Su educación, civismo, amabilidad e intención de ayudarte y entenderte si pueden, contrarresta cualquier dificultad que a veces puede presentarse –sobretodo fuera de Tokyo y fuera de los sitios turísticos - por no hablar o entender habitualmente casi nada de inglés.  

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