Relato   Viaje  a  Japon

(Nara, Kyoto)

Viaje   del   9  al   18  de   Febrero   del   2008

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Día 3:  Tokyo-Kyoto-Nara-Kyoto

Nos levantamos temprano, entramos en la JR Ueno y en 8 minutos -4 paradas- estamos en la JR Tokyo station, andamos unos pocos metros, vemos primero los Shinkansen que van a Nagano, y al girar, están los que van a Kyoto. Serán 2 horas 44 minutos para recorrer los 550 km. de recorrido. El tren sale y llega a la hora en punto, como es aquí la costumbre por lo que veremos el resto de días.

 

Sobre los 20 minutos –más o menos-, por el lado derecho, podemos tener buenas vistas del Monte Fuji, la montaña más conocida de Japón. Antes de 2 horas paramos en Nagoya y sólo una hora más y llegaremos a Kyoto. El viaje nos ha parecido super cómodo y super rápido.

 

En Kyoto, que pensábamos estar 3 noches para utilizarla también como base para nuestras visitas de Nara y Hiroshima, habíamos buscado un hotel práctico, cercano a la estación, y ya teníamos reservada una habitación de estilo japonés en el Hotel Station Kyoto. Quedamos muy contentos, está en una calle muy tranquila, nos dieron una habitación enorme y los baños públicos en la quinta planta son un plus.

 

Dejamos nuestro equipaje en recepción –la habitación como es habitual, a las 15’00 h- y nos volvemos hacia la estación de tren para coger el tren express a Nara, que era la visita principal del día. Antes, ya que viene de camino y están contiguas, entramos un momento en el stand de información de la estación de autobuses de Kyoto para pedir un plano de las rutas y comprar el  pase de un día (500 Y) para mañana. Como aún quedan 15 minutos para el primer express de la JR Nara Line, subimos un momento a la oficina de turismo del primer piso para pedir un english map de Kyoto. Si se quiere una amplia información turística de la zona, mirar si hay alguna celebración, o buscar alojamiento, mejor subir a la que está en la planta 9, que visitamos al volver. A continuación, tomamos el  tren express de las 10:20, que tardará 43 minutos en llegar a Nara. 

Nara: Fue la primera capital del país y contiene hasta 8 lugares declarados Patrimonio Mundial. Nosotros visitaremos los que están en su amplia zona central (Nara Koen), que son los más visitados y conocidos.Saliendo de la estación hay una oficina de turismo con gente muy amable, que disponen de un plano de la zona en varias lenguas, entre ellas en español. Presenta información parecida a los Nara Walks, que ya llevábamos. Empezamos la visita de Nara entrando por su calle principal, la Sanjo dori, repleta de pequeñas tiendas y numerosos cafés y restaurantes. Uno de los primeros es el St Marc, que tiene muy buen aspecto, donde saborearemos un delicioso café con leche con croissants recien hechos. Seguimos la Sanjo dori hasta girar, a la izquierda, por un callejón, que es una galería comercial cubierta, con más tiendas y restaurantes. Continuamos ahora por Omiya dori, y pronto queda, a nuestra derecha, una gran explanada verde con numerosos ciervos deambulando por ella, algunos acercándose esperando que les demos galletas. También se vislumbra la Pagoda de 5 pisos del Santuario del Kokufu-ji, que visitaremos a la vuelta. Llegamos hasta el Nara National Museum, y hacia la izquierda queda la entrada principal al Templo del Todai-ji, la principal atracción de Nara, al que nos dirigimos a través de la puerta Nandai-mon. Tras visitar el bonito interior del templo, retrocedemos y nos desviamos, por el parque de Nara,  hacia el Santuario del Kasuga Taisha, con su acceso flanqueado por cientos de faroles. Volviendo hacia el Centro, visitaremos el Santuario del Kofuku-ji. La zona de Nara Koen es bastante amplia y ya se nos ha ido toda la mañana. Repondremos fuerzas en unos de los restaurantes de la Sanjo Dori, y volveremos a la JR Nara para tomar un tren local hacia Kyoto y bajarnos en la JR Inari.

Santuario Fushimi-Inari Taisha: Saliendo de la JR Inari, pronto se observa el enorme Torii que es la entrada a este Santuario tan fotogénico, uno de los más venerados de todo Japón, caracterizado por sus cientos torii rojos que flanquean los caminos para recorrer los diferentes templos en miniatura que lo forman.  

Acabada la visita del Santuario, sólo son 2 paradas -5 minutos- hasta la bonita estación de Kyoto . Aprovechamos para visitarla, y tener una perpectiva de su interior y su estructura de cristal, desde los pisos de arriba. Ya hemos comentado que en la planta 9 está la Principal Oficina de Turismo, donde nos confirman que por estos días no hay ninguna celebración. Las plantas 10 y 11, en la zona llamada The Cube, están repletas de restaurantes, siempre muy frecuentados. A uno de ellos volveremos más tarde para cenar, eso sí, después de un baño super relajante, sobretodo para las piernas tras los varios kilómetros andados hoy, en el onsen de nuestro hotel. 

Día 4:  Kyoto

Los Kyoto walks son una buena referencia para planificar nuestras excursiones por Kyoto. Además de sugerir diferentes itinerarios, en su última página indica el horario de los principales templos, así como el precio de su entrada. También, a no ser que se deseen visitar los templos en bicicleta, es imprescindible disponer de un plano de los autobuses, que nos indica claramente con qué autobuses podemos ir y venir desde una determinada zona hacia el resto.

Si quisiéramos ver y visitar todos los templos de Kyoto seguramente se necesitarían bastantes días para realizarlo. Nosotros habíamos reservado este día para visitar unos cuantos -y realizar algunos paseos por Kyoto-, eligiendo los que nosotros considerábamos más interesantes y/o representativos. Evidentemente, su elección es una decisión muy personal. Sólo tuvimos la duda del Ryoan-ji, que destaca por su jardin de piedras, se supone inspirado en la filosofía zen, y muy visitado por los japoneses; pero nosotros pensamos que nos aportaría más la visita del Castillo-Palacio de Nijo-jo; por tanto, esta fue finalmente nuestra selección y nuestro itinerario de visita de Kyoto:

 

Vamos hasta la cercana kyoto station –frente a la estación de tren- y nos subimos al primer bus que sale hacia el Castillo-Palacio de Nijo-jo. La parada está enfrente. Nos esperamos los 10 minutos que faltan para que abra sus puertas a las 8’45 h. Nos gustó su interior. Realzamos la curiosidad de los suelos de ruiseñor, que están diseñados para que al pisar se emita un sonido que recuerda el canto de ese pájaro.

Seguiremos con otro bus hacia el Kinkaju-ji o Templo Dorado.. Su visita, principalmente, es seguir un circuito que lo rodea, no se accede a su interior. Aunque el día está tapado su color dorado resplandece igualmente. Desde aquí tomamos otro bus para cruzar transversalmente Kyoto hasta la parada Ginkakuji Michi  y andamos unos cinco minutos hasta el Ginkaku-ji o Templo Plateado. También se sigue un circuito que sube un poco, y puede verse el Templo desde arriba. Quizás para nosotros fuera el más flojito, aunque es uno de los más visitados. Desde aquí, retrocedemos el tramo final que es donde están las tiendas de recuerdos y giramos a la izquierda para iniciar el Tetsugaku no michi o Paseo de la Filosofía. Puededecirse que lo disfrutamos casi en solitario –sólo vimos una pareja japonesa-, aunque intuimos que la belleza del paisaje, cuando los cerezos están en flor, tiene que multiplicarse. El camino sigue principalmente una senda sin tráfico. Cuando se acaba el caminito que va paralelo al río –hemos ido de norte a sur- hay un mapa que indica: por dónde ir si se desean visitar los Templos de Eikando y Nansenji, o dónde está  la parada de bus más cercana –queda a una calle- para ir siguiendo ruta. Iremos hasta la parada, para bajar hasta el Templo Sanjusangen-do, el más largo de todos, célebre por contener en su interior más de 1000 estatuas de Kannon, la deidad budista de la misericordia. Tras su visita, otro bus nos dejará en la Kiyomizu-michi bus stop, con el objetivo de llegar hasta el Templo Kiyomizu-dera. Caminamos entre callejones –no son los más turísiticos- y vemos unas maiko –parecen demasiado jovenes para ser geishas- o van vestidas como tales, en la puerta de una casa. Seguimos caminando y llegamos hasta la pendiente –aquí ya hay muchas tiendas de recuerdos a ambos lados- que acabará en el Recinto del Templo Kiyomizu-dera, en lo alto de la colina y con una vista de Kyoto.

Tras visitarlo, iniciaremos el, posiblemente, paseo más célebre de la ciudad que acaba en el barrio de Gion: Bajamos la pendiente de antes que da acceso al Templo, curioseando en las numerosas tiendas hasta las escaleras -que quedan a la derecha-, de la cuesta de Sannenzaka, luego vendrá la cuesta de Ninenzaka, ambas nos trasladan a otra época. También puede verse la Pagoda Yasaka al fondo. Seguimos este encantador paseo por el distrito de Ishibe Koji con su arquitectura tradicional y sus suelos de piedra, para llegar hasta el Maruyama Park, que es la imagen más conocida de Kyoto cuando sus numerosos cerezos están en flor. Lo cruzamos para llegarnos hasta el imponente Templo Chion-in, con la puerta más grande de todo Japón. Retrocedemos hasta el Maruyama Park y giramos a la derecha para adentrarnos en el Santurario Yasaka y observar a sus fieles. Saldremos por su fotogénica puerta de entrada, que da a la Shijo St , ya en pleno barrio de Gion. Andamos por esta calle comercial, Hanami-Koji, Shirakawa-Minari dori. Volvemos a la Shijo st , cruzamos el río, y giramos a la derecha por el estrecho callejón del Pontocho, que atravesamos. Aún no ha anochecido, vemos poco ambiente y además ha refrescado un poquito. Decidimos volver más tarde y ya quedarnos a cenar por el centro. Por el cruce de Kawaramachi y Sanjo nos subimos en el primer bus que va a la estación central para ir al hotel, darnos un apetecible baño caliente en su onsen, y volver al Centro.

De nuevo en el centro, paseamos por las Galerías Comerciales cubiertas de Teramachi y Sanjo, pasamos el cruce de antes y nos llama la atención un restaurante con amplios escaparates. Mirando hacia su interior se ven algunos cocineros detrás de la barra –que preparan allí mismo los platos fríos-. Al entrar , todos los cocineros levantan la voz : Irasshaimase  (bienvenido). Cuando se sale también lanzan un grito, suponemos para dar las gracias. Realmente, la tempura,  y la carne que nos horneamos al gusto, estaban deliciosos.

Saliendo… está nevando. Bajamos por el callejón del Pontocho, que parece tener más gente en sus locales, y ya hacia el final vemos una mujer mayor vestida y maquillada como una geisha¿?. Llegamos hasta la Shijo-dori, y como el tiempo no acompaña, por el cruce de Shijo-Kawaramachi tomaremos un autobús hasta la estación y el hotel.

 

Para completar nuestras visitas turísticas de Kyoto en otros días, añadir la bonita estampa iluminada del Templo To-ji – a 15 minutos andando al sudoeste de la estación-, que es la pagoda de 5 plantas más alta de Japón y la visita del Templo Higashi Hongan-ji, muy cercano al hotel y a la estación.

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