PENSANDO EN ÉPOCA DE CORONAVIRUS 

A ver si alguien puede explicarlo. 

Desde el lunes en Almería podemos, si vivimos en la misma casa, recorrer la provincia en coche, o caminando si nos atreviéramos.


Podremos, si tenemos suerte de llegar a tiempo para encontrar mesa, sentarnos en una terraza. Bueno si tenemos suerte de encontrar mesa y cara para permanecer impasibles bajo las miradas fulminantes de quienes estén en la cola de espera contando cada bocado que nos llevemos a la boca, o los segundos entre trago y trago.

Podemos reunirnos hasta diez personas, guardando dos metros de distancia, algo imposible salvo que hagas un círculo de veinte metros de circunferencia, y por respeto al contagio tratando de que esa reunión se haga el primer día, cuando los otros diez no hayan estado reunidos con otros diez que por diez serian cien contactos el segundo día y así seguirían sumando exponencialmente. Ahora que si alguno de los varios cientos, perdón, ya serán miles, que formarán esta cadena en los diez a quince días que demora en manifestarse el coronavirus diera un positivo, !ni Cristo ubica a todos los contactos para aislarlos!, lo que significaría para todos ellos volver al confinamiento.


Dicen que podremos salir a comprar sin cita previa. Y qué es lo que ya venimos haciendo en los pocos locales abiertos? hacemos la cola respetando distancias, entonces que me expliquen en este aspecto qué cambia.


Pero lo que nadie parece saber, o querer explicar es si habrá franjas horarias o ya no.
Porque viajar cincuenta kilómetros por la provincia podemos hacerlo, pero si hay que ir y regresar en una hora tendríamos que apretar el acelerador a fondo y entonces la multa no será por saltarnos el confinamiento sino por superar la velocidad que ya después de tanto tiempo sin viajar no recuerdo cuál era la máxima permitida.


Algo sigue fallando aunque nos den un dulce para alegrarnos el fin de semana.



                                                                                          ®Graciela A. Vera



-

                                                           RETORNAR A

EL PERIÓDICO DE GRACIELA 

VOLVER A

                                                                                                                                                             BIENVENIDO