DESPERTAR
Con trabajo logro abrir los párpados… demasiado tarde para oír el trino de los pájaros madrugadores, demasiado temprano para desperezarme y escapar de tus brazos.
Anoche, cuando el sueño venció tu cabeza y la dejaste apoyada en mi hombro, mis manos escaparon como alondras jugueteando por tu espalda…. Después no sé que sucedió después, el sueño es mala comparsa de la percepción consciente.
Me detengo en el recuerdo y no existe lo que ya pasó, más que como promesa de otro hoy.
Te veo, estás a mi lado… ya no me importa que los pájaros hayan dejado de trinar… es temprano y vuelvo a cerrar los párpados.
©Graciela A, Vera Cotto
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