¿QUÉ DIJO USTED QUE SE DIJO CUANDO DIJERON...? II 

II
EL MARAJE(1) DEL MEDITERRÁNEO


Llegué a España convencida de que no tendría problemas para entender y hacerme entender por los españoles.

No iba a vivir en Cataluña, ni en el País Vasco, ni en Galicia, ni me asentaba por tierras valencianas donde se acostumbra hablar en catalán, vasco, gallego o valenciano.

 No tendría que recurrir a diccionarios de viaje ni cursos rápidos de idioma.

No debería desempolvar mis escasos conocimientos de lenguas

Llegué a España convencida de que no tendría problemas para entender y hacerme entender por los españoles.

No iba a vivir en Cataluña, ni en el País Vasco, ni en Galicia, ni me asentaba por tierras valencianas donde se acostumbra hablar en catalán, vasco, gallego o valenciano.

No tendría que recurrir a diccionarios de viaje ni cursos rápidos de idioma.

No debería desempolvar mis escasos conocimientos de lenguas extranjeras y ni los Roberpierres, ni los Windsors ni los Tudors me quitarían el sueño.

¿Oui?, ¿Yes?, simplemente tendría que decir SI.

¡Y sí que me equivoqué!

En un principio pensé que mi despiste se debía a que estaba algo ennortá (2) por la reciente llegada a la tierra de Cervantes.

¿Dije Cervantes? ¡Pobrecillo don Miguel!, la lengua castellana está enjariná (3) ende (4) hace mucho tiempo y ni la Real Academia ha lograo que ende el barrendero al político, aonde se hable andalú, loh artículos coincidan en número con loh sustantivos.

No resulta tarea fácil para los que hablamos español, entender el idioma español.

Que lo que por el otro lado del océano se nombra tal, aquí se le llama cual y nadie piense que estoy caucando (5) si le aseguro que me he quedao esrriñoná (6) de tanto querer y no poér.

Que yo lo intenté, pos sí señó, esta muhé puso tó su empeño en aprender loh dichos.




 

¡Venga!
Acabo de despedirme ¿acaso debo regresar?


Lleva su tiempo. Sí que lo lleva, darnos cuenta de que no nos llaman, por el contrario nos despiden.

Comentaba una amiga uruguaya que, recién llegada a Málaga trataba endiabladamente de saber a que sitio debía ir.


Venga! es una expresión muy generalizada cuyo significado no es precisamente dar la orden de llamar al interlocutor si no que se emplea para finalizar la conversación a modo de ratificación

- ¿Entonces nos vemos en la cafetería a eso de las cuatro?
- Si, de acuerdo
- ¡Venga!
- Pero no me faltes
- ¡Venga!
- Nos vemos
- ¡Venga!
- Hasta mañana a eso de lah cuatro


Cada región en España tiene sus peculiaridades en esta tarea casi patriótica de desmembrar el castellano.

Y ahora me doy cuenta que el gallego de la esquina de mi casa en Montevideo no hablaba un pésimo español sino un correcto dialecto gallego que hasta resulta que podría ser considerado padre del portugués.


Pero no estoy en la hermosa tierra de Galicia ni en el Portugal de los fados; estoy en Almería y aquí se habla dándole una entonación especial, dándole sonido a la 'H' que siempre nos dijeron que era muda.

Rescatar en pocas líneas ese riquísimo patrimonio no es tarea fácil, más cuando pasados algunos años de convivencia nos encontramos preguntándonos… ¿se dice aquí, o así se decía allá?

Pero hay frases que no dejan lugar a dudas, por ehemplo cuando oigo decir:

En cuantico le vide el careto, se me cayeron los palos del sombrajo (7)'

O la explicación de que 'en la placeta el cortijo hay dos ocalistros mu grandes y llega la sombra hasta la mismica brenca de la puerta (8)'


Yo estoy segura de que usted no se considera un jampón (9) , que no le gustaría que le dieran una japuana (10) y que el concepto japuta (11) no le es desconocido en su vocabulario.


Si difícil resulta para el recién llegao comprender este español tan particular, en parte porque la terminología no éh la misma que aprendió en la escuela; más dificultá tendrá para lograr que la sesera procesetoas lah palabras que su interlocutor dejará escapar a toa priesa de su boca.

Porque sabrá usted, que más difícil que entendé eh comprender y si es un cortijero el que le habla, seguro que no le coge usté ni papa.

Aún no dejo de asombrarme al ver como la lengua no se les traba a pesar de la velocidad que le imprimen.

Sin embargo con el tiempo llegará a convencerse de que es sumamente fácil entender a la gente de Almería, ciudad o pueblos…

Prepárese para temblar si piensa asentar sus posaderas por parajes granaíno


- Según el diccionario de terminología almeriense de Francisco José Rueda Cassinello: mar fuerte, temporal en el mar.
2 - Despistada
3 - Empolvada, sucia
4 - Desde
5 - Chocheando
6 - Agotada por el esfuerzo
7 - Cuando le vi la cara, me desilusioné
8 - En la explanada de la vivienda campestre hay dos eucaliptos muy grandes cuya sobra llega hasta el mismo quicio de la puerta
9 - Presumido
10- Paliza
11- Hijo de puta


®Graciela Adriana Vera Cotto