EL ACEBO, UN ÁRBOL DECORATIVO Y MÁGICO 

Los árboles de acebo ocupan, junto con los tradicionales árboles de Navidad y las atractivas flores de Pascua, un sitio de privilegio en la decoración navideña.

Es un árbol que en la actualidad se encuentra en la clasificación de especies vegetales en peligro de extinción y por lo tanto, protegida en Europa.


Propiedades mágicas del acebo

Para los celtas, era un arbusto sagrado del que hacían uso durante el solsticio de invierno (época de la Navidad actual) para que les trajera suerte y prosperidad.

La sabiduría popular le atribuye otros poderes. Se dice que quien tiene plantas de acebo en su jardín, está protegido del fuego, los relámpagos y cualquier hechizo realizado en su contra.

También, que quemar madera de acebo o aplastar sus frutos como diversión, atrae la mala suerte.

Se le atribuyen propiedades que hacen crecer interiormente a quién convive con el acebo y se dice que es un símbolo de sinceridad, por lo que mentir junto a él es casi imposible.

Los druidas construían con ramas de acebo las varitas que empleaban para determinar la verdad en los juicios.

Como “árbol de la sinceridad”, se recurría a él una vez al año para meditar bajo su sombra, creyendo que el árbol valoraría el crecimiento interior y logros de la persona.

Se puede leer en algunos manuscritos que “aquellos que tengan un amor eterno en su corazón, y hayan errado, deberán llevar hojas de acebo”.

Árbol que crece en zonas umbrías

Busca los ambientes húmedos y umbríos por lo que es común hallarlo en medio de los bosques.

El acebo crece especialmente en países europeos y asiáticos donde puede llegar a formar matorrales, aunque lo común es ver ejemplares esporádicos, creciendo entre robles y hayas.

En España, los acebales más conocidos están en el Valle de Rudrón, en Burgos y en Soria, donde es famoso el de Garagüeta que, con sus 406 hectáreas se reconoce como el mayor bosque de acebos de la Península Ibérica y uno de los mayores de la Europa meriodional.

El acebo, un árbol de gran belleza decorativa

El colorido de sus hojas, que terminan en largas espinas y son de un verde oscuro muy intenso, junto al rojo de sus frutos, en plena maduración en época de Navidad, lo hacen una especie ornamental muy apreciada.

El hecho de que los frutos del acebo resulten insalubres para el ser humano permite que en las ciudades el árbol pueda lucir sus racimos durante prácticamente todos los meses fríos; en la naturaleza, éstos sirven de alimento a los animales.

Precisamente la bella combinación de colores, junto con su madera, resistente y muy apreciada en ebanistería, son en parte culpables de su notoria merma, por ello, en la actualidad en muchos países está prohibido cortar árboles e incluso ramas de acebo.

Para disfrutar del acebo como adorno navideño, una opción, cada vez más adoptada, es la de cultivarlo en el jardín propio.

Cuidados para el cultivo del árbol

Los cuidados que requiere un acebo son mínimos.

Es un árbol que prefiere la semisombra, por ello hay que comenzar por buscar un sitio donde su exposición al sol no sea mucha.

Elegir el lugar donde crecerá es muy importante, porque el árbol de acebo no soporta bien los trasplantes.

Prefiere el suelo ácido, necesita abundante riego pero también un buen drenaje para que el agua no quede retenida.

Se reproduce por semillas, pero por lo lento de este proceso se prefieren los esquejes semileñosos, procedimiento que se realiza entre fines de verano y principios de invierno.

Usos medicinales del acebo

A pesar de la alta toxicidad de los frutos, el acebo es una planta considerada medicinal.

Es un purgante y tranqulizante y en tiempos pasados su corteza y hojas eran utilizadas para hacer una cocción con la que se bajaba la fiebre.




     ® Graciela A. Vera Cotto 


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