CREÍA HABER PERDIDO SEIS MESES 

Hoy me levanté algo desorientada….

No entendí lo que me sucedía hasta que me dí cuenta de que algo me faltaba; entonces miré a mi alrededor y me percaté de lo que ocurría, se me habían perdido seis meses.

Poco a poco fui desperezándome y cuando la modorra abandonó mis párpados y entre las rendijas de la persiana comencé a distinguir la luz de la mañana, empecé a tomar conciencia de que se había ido enero, tal vez cabalgando sobre una estrella navideña rezagada.

Ayer fue diciembre ¿o acaso lo es hoy?... febrero se me hace distante, envuelto en nubes que no llegaron a cuajar lluvia en un sueño de flores incipientes. Después llegó marzo efímero entre los ramilletes de margaritas y las ramas de las aulagas… el oro de mi mundo… el oro de nuestro mundo.

Cuando asomó abril tiñó nuestro paraíso de sangre cuajada en pétalos de amapolas, ¿y mayo?.. a mayo creo recordar que lo convertimos en huellas recorriendo el espartal y como huellas, cuando quisimos atraparlas se esfumaron en una cascada de gotas que no llegaron a satisfacer a esta tierra ansiosa dónde se esconde la sed de los años.

Los frutos de las higueras comenzaron a cuajar en junio, y con junio llegaron las hogueras y los días de calma con la mar atrapándonos en un recreo de salitre y azules, con vientos fluctuantes y brisas envolventes.

Hoy ya junio quedó relegado al pasado…. ayer fue diciembre y brindamos por el año que llegaba ¿dónde se escondieron los seis meses que se nos escaparon de las manos sin darnos cuenta que los días se deslizaban entre nuestros dedos y las noches se esfumaban en un sinfín de auroras que fueron cuajando en el sol de este nuevo verano?

Hoy me levanté algo desorientada….. había perdido a enero, a febrero, a marzo, a abril, a mayo y a junio…. ciento ochenta y un días…. cuatro mil trescientas cuarenta y cuatro horas…. doscientos sesenta mil seiscientos cuarenta minutos…… apenas quince millones seiscientos treinta y ocho mil cuatrocientos segundos…. seis meses que ya se fueron… seis meses que ya no quiero recuperar porque acabo de recordar que los vivimos, y que cada segundo de ellos quedó enhebrado en nuestras mentes, convertido en un suspiro.

                                                            ©Graciela Vera Cotto 






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SENSACIONES V

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