FANTOCHE

"Arlequín" óleo sobre tela de Salvador Dalí, Museo Reina Sofía

FANTOCHE

El tiempo que no reverenciamos

tomó venganza en sí,

presto en la dicha

se recrea en la pena.

Las imágenes,

la música,

todo sugiere recuerdos;

desgraciado féretro

cuando es mortaja la incomprensión.

Una solemne cantata

estalla en los oídos,

las manos separadas

no oyen iguales acordes.

¿Despecho o temor?

Se crispan los dedos

sobre un teclado imaginario,

la noche llega imperturbable.

¿Temor o desidia?

Quizás ella nos responda,

hay espejos en cada habitación

y un complejo pentagrama.

Ríen los bufones

en el soliloquio interminable

de pícaras corruptelas.

¿Es más pura la inspiración

cuando es punzante la pluma?

Errática vereda que define el atajo.

¿Algún día dejaremos de creer?

La música se acaba.

Vuelve a tocar en fa mayor,

¿puedes?

Un día ya no habrá retorno,

desertará la imaginación,

rehuirán las musas la invitación

y en un esperpéntico cuadro,

solo hallarás un títere desarticulado.

®Graciela Adriana Vera Cotto

RETORNAR A

ATESORANDO RECUERDOS

MIS POEMAS