AGRAVIO COMPARATIVO


AGRAVIO COMPARATIVO



En provincia de Almería

está el pueblo de Cantoria,

pequeño y bello lugar,

al que le cupo la gloria

de ser cuna del Juglar.

Su paisana Macarena

es una chica excelente,

muy recatada y buena.

El padre es terrateniente,

muy rico y acomodado,

respetado por la gente,

y por su hija adorado,

(sin atrasar lo presente)

¡Anda él tan preocupado

por encontrarle marido

a la dulce Macarena!

Ha de ser un buen partido

para entregarle a su nena,

así que con tal premisa,

sin pausa pero sin prisa,

se fijó en Pedro García,

chico apuesto y educado,

culto, guapo, y refinado,

que estudiaba abogacía.

Celebraron una cena

para hacer el compromiso,

entre Pedro y Magdalena,

en el momento preciso.

A la sazón prometidos

desde aquel preciso instante,

dió el regalo preferido.:

era un hermoso brillante.

Ella, devolvió el cumplido

regalándole un colgante

con el reloj consabido.

Enamorados perdidos,

Macarena y su Pedrito,

se fueron muy despacito,

al campo a dar un paseo.

De la mano caminaban,

por una angosta vereda

-- ¡Pedro! -dijo la núbil efeba-

¿Que será aquello que veo,

enfrente a tí, en lontananza,

en aquella alameda?

¡Lo negro bajo la panza

de aquel borrico tan feo!

¡Esa especie de badajo

que le cuelga por debajo!

¡Que lo mueve cual balanza

desde el suelo hasta su panza!?

¡¡¡Santo Dios, que trayectoria!!!

¡¡¡Que bien trazado cuadrante!!!

¡¡¡Qué pluma tan elegante!!!

-- Veras, mi querida novia.

-- Lo veo, Pedro y no se que es.

-- Macarena, yo no creo

que no sepas conocer

el nombre de tal colgajo,

los burros suelen tener,

como todos los mortales,

unos atributos tales,

que son llamados carajos,

Aparatos genitales

que ostentosamente cuelgan,

tan hermosos y enlutados,

que suelen ser nominados

con este nombre: La verga.

-- Pedro, yo no conocía

esa tal taxonomía.

-- Otros nombres se le dan

al miembro reproductor

según cual sea su nación

o el sitio por donde van.

-- ¡¡Ay, Señor, que feliz soy

con lo que aprendido hoy!!

¡¡No salgo de mi estupor!!

Esas megadimensiones

me sugieren una idea:

tener un consolador

de óptimas proporciones,

pues cualquiera que lo vea

tan negro, tan largo y duro

puede atreverse a pensar

que le saque de un apuro.

Y puesta ya a cavilar,

porqué no he de suponer:

-- Si el burro, siendo animal,

tiene ese aparato tal,

que tanto puede crecer,

tú, mi Pedrito amado,

que estudias para abogado

y tienes tanto saber,

¡¡como lo debes tener!!.

Imagino lo tendrás

mucho más desarrollado,

¡¡ no me puedo equivocar!!

Por simple regla de tres,

se puede determinar

el tamaño de tus partes,

que en función de tu saber,

debe ser descomunal

cual un moco de elefante.

¡¡cómo lo debes tener!!

-- Lamento decepcionarte.

Tengo que hacerte saber,

mi adorada Macarena,

tu concepto es delirante,

tu solución no es la buena;

te lo explicaré al instante:

-- Tu ya estabas predispuesta

a regla de tres directa

¡mas no es así, so perversa!,

la proporción es inversa.

Por tanto, en serio te digo

que cuando quieras saber

el tamaño de mis partes,

agravio comparativo

es lo que hay que hacer.

Debes saber de antemano

que nuestro genoma humano

tiene leyes inflexibles.

Y existe jurisprudencia

que de forma indiscutible

sancionan con contundencia

el tenor de esta sentencia,

de forma clara y tangible

"Cuanta más ciencia acumulas

más delgado es el calibre,

y más pequeña es la pirula

y más amplia su cultura".


Y el artículo siguiente

sanciona a “sensu contrario”

muy contundente y palmario:

"El que la tenga tan gorda

que al abarcarla desborda,

al comprobar se deduce

que de cultura carece

y al legislador le induce,

a pensar que se parece,

mucho a la mente del asno”

-- Esto, parece un sarcasmo,

pero no temas, mi amor,

yo te juro, ¡¡vive Dios!!

que ya no seré abogado,

pues no vaya a suceder

que yo, de tanto saber,

me pueda quedar capado

-- ¿Pues sabes lo que te digo,

Pedrito de mis amores?

Que si me peleo contigo,

dicho con todo respeto,

me echaré un analfabeto.

Macarena contrariada

por las cortas dimensiones

de las partes ya citadas

de su culto prometido,

que ella hubiera preferido

de mayores proporciones,

lamentó que la cultura

de su apuesto pretendiente

suponga, precisamente,

que tenga esa miniatura.

Y se lo pensó muy bien

aquella dulce criatura

y le dijo adiós y amén.

Decidida Macarena,

púsole a la ‘i’, su punto.

tan modosita y tan buena

prefirió darle un disgusto

poniéndole en cuarentena

y en ese mismo momento

volvió su vista al jumento.

Viendo a Macarena, el burro,

elevando su cabeza,

lanzó un sonoro rebuzno;

con elegancia y presteza,

su belfo esbozó una risa

y enseñó su dentadura

a esta cándida criatura;

y con cadencia precisa,

medida y acompasada,

su verga alzó muy tensada

de la ordenada a la abscisa.

recorriendo aquel cuadrante,

en su zona negativa,

(El eje de coordenadas

se sitúa en los cojones. (0)

si al ver el burro, lo pones

de lado precisamente.,

y mirando hacia la izquierda,

menos equis es su abscisa

tangente con la barriga. (-x)

Y menos y, la ordenada (-y)

que aquí ha sido contemplada.

permíteme que lo diga.

De menos “-y” a menos “-x”,

Con trazo determinante,

de cascos a la barriga.

Macarena vigilante

al solípedo miraba.

Con enérgica violencia,

al tiempo que rebuznaba,

el burro aquel le mostraba,

la cantidad de potencia

que su zipote albergaba.

Con tal fuerza y contundencia

el burro se flagelaba,

que a cada golpe que daba

con esa verga tan tensa,

Macarena se quedaba

boquiabierta y circunspecta,

con sus partes encharcadas,

y muy debil de defensas.

La pobre, se mareaba

de pensar qué pasaría

si, por azar, algún día

el burro la penetraba.

¡¡Santo Dios, qué lotería!!

Y de pensarlo, mascaba

cual burra posesa en celo;

extravió su mirada

cual borrego degollado,

cayole en su cara el pelo

en un gesto desmayado,

su corazón se agitó;

entre estertor y estertor,

eclánsica y epiléctica,

mandó a la mierda el pudor,

le echó al asunto valor,

y en una postura ecléctica,

en medio de aquel marasmo,

se le presentó un orgasmo.

¿Qué harías tu en su lugar

si lo sintieras llegar?

Macarena, ‘se corrió’

y con gran placer ‘se vino’

a la orilla del camino

por el que antes llegó.

Y luego, más sosegada,

lánguida ya su mirada,

calmado su corazón,

secas sus partes mojadas,

sacó fuerzas de flaqueza,

peinó el pelo en su cabeza,

dió un suspiro muy profundo

al tiempo que bostezó,

el burro correspondió

con conato de rebuzno,

cosa lógica y normal,

que el solípedo ungulado,

ese lascivo animal.

se hubiera debilitado

y el rocín se resintiera

por mor de aquel sucedido,

del mucho gasto que hiciera.

Más el burro, complacido

ofreciósele encantado

para otra nueva sesión

¡¡¡Macarena, que pasión

en el burro has despertado!!!

--- Pues francamente os digo

que el burro me ha encantado,

que su amor me ha declarado

y yo le he correspondido.


El Juglar del Río Almanzora

Porto Magno in Mare Ibericus in festivitatis Santorum Cayetano (Copatrono de Cantoria), Sixto II, papa

y Fausto Ob. Annus Domini M M I I I.

Luna Creciente en ESCORPION

Sol en LEO

Del libro “VERSOS MARRANOS del JUGLAR”®






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