BAJO LA LLUVIA

"Lluvia" óleo sobre tela de Alfredo de Simeone

¡Cómo resbala el agua por mi espalda!

¡Cómo moja mi falda,

y pone en mis mejillas su frescura de nieve!

Llueve, llueve, llueve,

y voy, senda adelante,

con el alma ligera y la cara radiante,

sin sentir, sin soñar,

llena de la voluptuosidad de no pensar.

Un pájaro se baña

en una charca turbia. Mi presencia le extraña,

se detiene… me mira… nos sentimos amigos…

¡Los dos amamos muchos cielos, campos y trigos!

Después es el asombro

de un labriego que pasa con su azada al hombro

y la lluvia me cubre de todas las fragancias

de los setos de octubre.

Y es, sobre mi cuerpo por el agua empapado

como un maravilloso y estupendo tocado

de gotas cristalinas, de flores deshojadas

que vuelcan a mi paso las plantas asombradas.

Y siento, en la vacuidad

del cerebro sin sueño, la voluptuosidad

del placer infinito, dulce y desconocido,

de un minuto de olvido.

Llueve, llueve, llueve,

y tengo en alma y carne, como un frescor de nieve.

Juana de Ibarbourou


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