IRREFLEXIONANDO

'Adan y Eva', óleo de Tamara de Lempicka

IRREFLEXIONANDO


Como hiedra trepadora

ascendiendo por las columnas

recias de tus muslos,

beberé en tu fuente

buscando al arquitecto magnánimo

que te hizo a su semejanza

y bendigo los recónditos cachimanes

donde protejo el cáliz

en el que viertes

torrentes de vida.

Moldeada en argamasa y barro,

perecedera construcción

que mezcla hierros y rocas

buscando la perpetuidad.

Déjame cobijar

entre tus muros

el fuego que sustraje a los tiempos.

Esquivas, mis ansias

hoy reposan en el altar que erigiste,

mármol y cristal,

materia estremeciéndose,

eterna y frágil,

en la que enraízo mis brazos.

Cimienta con granitos y basaltos

la fortaleza nueva donde guardas

inmaculado el cofre de las ilusiones;

que la protervia no sea

capaz de atravesar el recinto amurallado.

Solo la grieta desde donde surjo,

abierta en suplicante lujuria.

© Graciela A. Vera Cotto

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