Ingredientes para unas 30-35 galletas grandes:
2 huevos grandes
250 g de mantequilla
430 g de harina
160 g de azúcar moreno
40g de jengibre fresco
4 vainas de cardamomo
1/2 cucharadita de levadura química o impulsor
Una pizca de sal
Modo de Hacerlo:
Se empieza por infusionar la mantequilla con el jengibre. Para ello se pone la mantequilla en un cazo y se lleva a fuego suave hasta que se derrita
A continuación, se le añade el jengibre pelado y rallado, se tapa, se apaga el fuego y se deja reposar 10 minutos.
Por otro lado, se preparan los ingredientes secos. Se abren las vainas de cardamomo, se sacan las semillas y se muelen en un mortero. Se mezclan en un bol junto con la harina, el azúcar, la sal y la levadura química.
Se añade la mantequilla a la mezcla de harina y se remueve con una cuchara o espátula. Seguidamente, se añaden los huevos y se integran hasta obtener una masa homogénea.
Se hace un cilindro con la masa, se envuelve en papel film y se deja reposar en la nevera como mínimo una hora.
Pasado el tiempo de reposo, se cortan discos de masa, de unos 3 o 4 cm de grosor, y se colocan encima de una bandeja de horno con papel vegetal. Si se desea, se puede acabar de dar forma a las galletas con las manos.
Se cuecen las galletas en el horno previamente calentado a 180ºC durante unos 15 minutos.
Una vez cocidas, se dejan enfriar las galletas encima de una rejilla. Se conservan dentro de una lata durante varios días.