■ En noviembre de 1849, las calles de Gualeguaychú, se nominan.
La documentación de operaciones anteriores a la fecha, obrante en los Libros del Registro de la Propiedad Inmueble, citan datos orientadores que nos son insuficientes para fijar lugares en nuestra planta urbana o aledaños.
A partir de enero del 51, aparecen ya nombres de calles que los ubican, aún sin numeración. Responden al designio de honrar al Gral. J. J. de Urquiza.
La vía de entrada y salida y principal arteria de la Villa, se llama Urquiza, como hasta hoy, aunque recién en 1875 "cortará" a sus transversales.
La paralelas. Arroyo Grande, 24 de Enero, Vences, India Muerta, Laguna Limpia, (recuerdan batallas de las campañas de Urquiza); Calá, Tonelero, (campamentos); Federación Entrerriana, Congreso Provincial, División Palavecino, etc... (ver Cvadernos N° 68).
■ Se da jerarquía a los edificios públicos. Se hacen mejoras en los existentes y se construyen otros, como la Comandancia, Escuela Pública que se dedicará a Templo, Capitanía de Puerto, Cementerio del Oeste, Teatro, Mercado, etc. Se identifican algunos con placas de mármol, obra de Salvador Ximénez, escultor y pintor radicado en Gualeguaychú.
En la arquitectura se marca una impronta que rige también para las casas particulares levantando sus plantas y modificando sus frentes.
La residencia de la ciudad y la chacra llamada del Cura, y son construcciones sólidas y de estilo que siguen las líneas de preferencia del General Urquiza para la edificación urbana o rural.
Mediando el siglo XIX, Gualeguaychú muestra notable cambio edilicio. (ver Cvadernos N° 62).
■ El 1 de marzo de 1849 aparece el bisemanario "El Progreso de Entre Ríos" publicación con la que inicia la vida periodística de Gualeguaychú.
D. Isidoro de María, uruguayo llegado a la Villa dos meses antes, acompañado de dos obreros especializados, imprenta y material, ofrece sus servicios a Urquiza pidiendo su protección. La aceptación del gobernante, además de posibilitar la aparición de un órgano de prensa de los primeros en el interior del país, nos permitió gozar, para nuestro adelanto, de su acción como Inspector de la Educación, editor de libros, Vice-cónsul del Uruguay, etc.
La colección de "El Progreso de Entre Ríos" que cubre dos años de la vida de Gualeguaychú, acompañando la obra de Urquiza en lapso tan importante, puede consultarse casi en su totalidad en el Museo Bartolomé Mitre de Bs. As. (ver Cvadernos Nº 59)