Cuaderno Nº 150

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo  20 de diciembre de 1998CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 150
POSESIÓN DE LOS CAMPOS- EL CAMINO DEL LARGO TRÁMITE- COMIENZA EL LENTO CAMINAR- LOS PERITOS COTIZAN EL TRABAJO REALIZADO- EMOCIONANTE CEREMONIA LA DE POSESIÓN- Folios de un legajoLA VELADA DEL ANGELITO (Eduardo Díaz)
CUADERNOS PREGUNTA... EL PROFESOR ALMEIDA RESPONDE- Los Túneles IV

POSESIÓN DE LOS CAMPOS

Fundamento gestual de la propiedad

Investigación y textos: NATI SARROT

La ocupación de tierras, por parte de los primeros pobladores, luego de la expulsión de los indígenas (1751), se hizo sobre la ribera de ríos y arroyos que brindaban, además del agua, elemento vital, vía de transporte, límites naturales entre vecinos y lugar vallado en el que detener las andanzas de los animales que se reproducían y dispersaban libremente.

En nuestro Departamento (1), la explotación de montes fue atractiva promesa de un seguro porvenir, como también el corte de caña o la extracción de conchilla, usadas en la construcción de edificios, muy requeridas por Buenos Aires (2).

Aquella ocupación fue "de hecho" y, probada la productividad y conveniencia de quedarse en el lugar, se hizo consciente la necesidad de legalizar su posesión.

Esta operación dio principio a largos y complicados trámites que los aspirantes a dueños de tierra y sus herederos, debieron seguir, paciente y tenazmente por espacio de muchos, muchos años.

Los ciclos vitales de los pioneros vuelven urgente la necesidad de legar el bien, que trabajaron, mejoraron y poblaron, con ranchadas, corrales, aguadas, etcétera. Para el 1780 son varios los vecinos que requieren de las autoridades de Buenos Aires el otorgamiento del Poder legal de la tierra que habían ocupado precariamente.

EL CAMINO DEL LARGO TRÁMITE

El peticionante inicia su gestión con una nota que eleva al Alcalde del lugar. 

En ella expone sobre ubicación, extensión apreciada y antigüedad en "que está poblado" en la tierra, de la que aspira tener documentación, de posesión. Nombra testigos capaces para dar fe sobre:

  Qué años hacen que me conocen poblado en el terreno que actualmente ocupo.

Si saben que alguna persona me haya imputado ser Dueño de otro Terreno o Población.

Si han conocido por de mi propiedad la enunciada Población, terrenos y ganado que hay en él.

Solicita además que cumplido esto, se le "devuelva" para usar del documento según le convenga.


COMIENZA EL LENTO CAMINAR

Atendido el texto de la nota, la autoridad apelará a los Peritos (Pilotos agrimensores o idóneos, representando a la Real Audiencia) que, en nuestro caso, llegarán desde Buenos Aires.

Tales peritos, acompañados por testigos, banderilleros, peones, etc., recorrerán el campo, reconocerán sus accidentes, calidad de tierra; harán comparecer al lindero y a algún intruso, si lo hubiere. Luego medirán con la cuerda de cáñamo, la que cambia el largo según la hora del día (CVADERNOS N° 66), la longitud de los lados para calcular la superficie del terreno.

También, secundando al perito, tasadores, por lo general gente del lugar con cierta idoneidad, se abocarán a efectuar el cálculo de la superficie de la tierra en cuestión y a otorgarle, en consecuencia, el valor y precio.

Estimada en leguas y en varas cuadradas, se deducirán extensiones de bañados, pajonales, montes empobrecidos por la explotación descontrolada o por acción de los animales. Se consideraba también la distancia que separaba el campo de los cursos de agua de buenos puertos o de la capilla, etc. 

El valor se estimaba en la moneda corriente y usada oficialmente para "sacar a remate".

LOS PERITOS COTIZAN EL TRABAJO REALIZADO

La tasación se hacía en el mayor secreto y discreción y al momento de presentar factura el perito agregará "sus honorarios".

La legua cuadrada merece su precio según dijimos, por la calidad, estado de la tierra y ubicación del campo. Fluctúa considerando la utilidad que puede dar, es decir, si produce en especial lo que Buenos Aires necesita: Postes de madera dura, leña, carbón, caña; cueros de equinos, vacunos, nutrias, perros, crin, puntas de asta; cal o conchilla, etc. 

Además, también pesará la existencia de puertos o salida y llegada fácil de los barcos que conducirán esos elementos a la ciudad capital que avanza aceleradamente.

La agricultura se practica en forma limitada, casi exclusivamente para uso familiar y alimento de animales, en espacios posibles de proteger de la predación del ganado y perros cimarrones tan abundantes. A modo de ejemplo, detallamos:

El campo de JOSE AGUSTIN DE LEON, de 2 leguas cuadradas, sobre la costa de Arroyo El Cura al Norte, casi lindando con la actual planta urbana de Gualeguaychú, en 1870 se valúa en cuarenta pesos plata. El Perito Matemático José Sourriére de Souillac suma sus honorarios y viáticos.

Treinta pesos plata por su trabajo personal de mensura; Cuarenta por su "vereda" desde Buenos Aires al arroyo Gualeguaychú. Y doce pesos plata por "el transporte de mi persona, instrumentos y peón", conceptos estos que suman 82 pesos, cantidad que duplica el propio valor del campo. 

El expediente a esta altura va a anexar la toma de posesión, luego deberá elevarse a Buenos Aires para caminar lentamente los pasillos de la burocracia hasta cumplir la caprichosa dirección de un trámite que concluye con la verdadera e incontrastable posesión recién en 1806.

ESTEBAN GARCIA de ZUNIGA pagó a 25 pesos plata la legua cuadrada, su campo de 64 leguas, al norte del Gualeyán. AGUSTIN WRIGHT, 125 pesos por 20 leguas cuadradas.

En 1781 doña JOSEFA de LEON, viuda de Andrés Nievas, debió oblar 75 pesos por 4,5 leguas entre el Gualeguaychú y El Tala. JUAN de la CRUZ MOREYRA CARMONA (Juan Carmona) por un campo con frente al arroyo Perdices, de una por 1,5 legua pagó 40 pesos plata, campo situado a siete leguas al sur de la villa, etc.

Suena a ironía, pero no equivocamos si decimos que cuanto más se haya mejorado el bien que se ocupara en forma precaria en la segunda mitad del siglo XVIII, más deberá pagar para lograr su posesión legal.

El título de propiedad que guardarían celosamente y que más de una vez extraviaron por los avatares de las constantes luchas, emigraciones obligadas o simplemente en consecuencia de incendios, meteoros, etc.

EMOCIONANTE CEREMONIA LA DE POSESIÓN

La primera ceremonia, símbolo de posesión de la tierra, se cumplía en el mismo lugar donde se había vivido y trabajado, donde se había medido y tasado.

Como en una teatralización repetida y no por eso menos emotiva, la autoridad del lugar, tomaba de la mano al aspirante a DUEÑO y lo hacía penetrar en su campo, con el gesto de quien da permiso para la apropiación. Entonces, pisaba y recorría la tierra una y otra vez; arrancaba pasto; cortaba ramas de los árboles allí crecidos, circundado de vecinos, de familiares y ante las miradas de los testigos y el Alcalde que firmarían el acta de posesión.

El momento era de euforia, alegría manifiesta sobre un escenario agreste, próxima su ranchada y los corrales que encerraban animales... Todo lo que habían logrado después de años de duro trabajo.

Continuarían los trámites en Buenos Aires, podría suceder una nueva valuación del campo, seguirían sumándose fojas al expediente hasta lograr que, Su Majestad, el Rey de España concediera el verdadero derecho a la tierra. Más tarde las gestiones no pretenderán autoridades tan lejanas, pero los tiempos siempre fueron largos, tan largos que sólo los muy longevos pudieron tomar en sus manos las ansiadas, escrituras de aquel bien que denunciaron por los años de 1770 y tantos.

En caso de no ser así, la viuda, sus hijos, yernos, continuarán en el seguimiento construyendo distintas historias de vidas.

... y lo tomé de la mano y lo introduje en dicho Campo donde se paseo por él, arrancó pasto, rompió ramas de árboles allí había que y todo lo referido lo ejecutó el susodicho en señal de la verdadera real, actual, civil y natural, de casi posesión del dicho terreno de estancia" "...la que fue dada quieta y pacíficamente, sin contradicción, de persona alguna..."


(Libro IV, Reg. de la Prop. Inmueble de Gualeguaychú (12-7-1849)

"Comandante de Gualeguaychú... Diciembre, 4 de 1829. 

En cumplimiento del Superior decreto del Gobdor desta Provincia fecha 10 de febrero de 1829, procédase a dar posesión legal...


(Fdo.) Eduardo Villagra"

Folios de un legajo

"Villa de Gualeguaychú Septiembre 20 de 1824" 

Sor. Alcalde Mayarard,

Don Juan Carmona, Vecino y del gremio de hacendados en la Costa de las Perdices, en debida forma supco. q. la justificación q. ha de servir hacer comparecer a los vecinos antiguos de este Distrito a Dn. Francisco Nievas, Dn. José Inacio González y Dn. Doroteo González y previas las formalidades de uso, exigirles q. declaren (...) y todo concluido se sirva devolvérmelo pasarlo según convenga a derecho. 

A ruego del suplicante"

(Fdo): Domingo Basavilbaso

"Comandante de Gualeguaychú. Dc. 4 de 1829

S. Gobernador de la Provincia, 

D. Juan Carmona vecino y del gremio de hacendado en esta jurisdicción de Gualeguaychú. Ante Us (p...) y digo Q. C. la adjunta información que acompaño justifica el derecho que tengo al terreno que por espacio de trece a catorce años (…) en la costa de las Perdices a distancia a esta Villa como de siete leguas bajo las siguientes dimensiones:

Una legua de frente sobre las Perdices, a Norte .

Una legua de fondo a (roto el original)... con Gabriel Romero en virtud en lo cual espero (roto) en conformidad con la Ley sobre terrenos mandada por el H.G. de esta Provincia se digne concederme los títulos en propiedad del campo que acabo de denunciar. 

Que es gracia con justicia que espero de Uds. 

A ruego del suplicante

(Fdo.) Domingo Basavilbaso

A "En catorce días del mes de En del año de mil ochocientos treinta, yo el Juez comisionado y en representación del Comante. del Dep. primero del segundo principal habiéndome conducido al paraje nombrado Perdices, Hacienda de Juan Carmona, lugar de Estancia, distante siete leguas de la Villa de Gualeguaychú y habiendo citado todos linderos y colindantes, presentes testigos y q abajo se suscriben con el fin de dar posesión de dicho terreno al expresado D. Juan Carmona"

" Frente Arroyo de las Perdices, por el Sur con D. Juan Gonzalez de Cassio Cañada, Norte la Cuchilla divisora de las aguas por d de las Perdices y (de Sauce) q. debe entenderse que por dicho viento linda con D. Juan Aldas (Oeste ha d Arroyo Perdices con D. Antonio Zapata y tomé de la mano y lo introduje en dicho Campo donde se paseo por él, arrancó pasto, rompió ramas de árboles q. alli había y todo lo referido lo ejecutó el susodicho en señal de la verdadera, real, actual, civil y natural de la casi posesión q. del dicho terreno de estancia tomaba la q. le fue dada quieta y pacíficamente sin con tradn. de persona alguna en la q. deberá ser amparado y yo a nombre del Sor. Comandante del Departamento autoridad represento amparo para no ser despojado y anhelo (...) con los testigos los S. S. D. Juan Gonzalez de Cassio Y D. Manuel Palavecino lo firmaron conmigo.

(Firmado): Gonzalez de Cossio- Manuel Antonio Palavecino- Mariano Vera.

Documentos obrantes en Libro IV/1849, Registro de la Prop. Inmueble de Gchú. 12-7-1849.

Referencias

1º) Decimos Departamento a fin de ubicar la región de poblamiento, pero la Provincia de Entre Ríos se dividió en Departamentos recién en febrero de 1822. El río Gualeguay se tomó como divisoria de los de Paraná y Uruguay llamados: Primero y Segundo Principal respectivamente, regidos por un Comandante Principal cada uno.Los mismos se subdividían en cuatro Departamentos con un Alcalde Mayor a su frente. Recién en 1849 en Entre Ríos se marcan 10 Departamentos. El Límite con la Provincia de Corrientes se establece el 20/12/1881.En cuanto a Gualeguaychú, su primera jurisdicción alcanzaba toda la zona del sur (Ceibas e Islas del Delta hasta la línea imaginaria con la perteneciente a Gualeguay). Así en 1984 el Gob. de Entre Ríos forma el Dep. de Islas del Ibicuy, con Centro político en Villa Paranacito (Ley 7297/ 84). Por otra parte se le anexa al de Gchú., parte del Dpto. Uruguay.2) Desde el Siglo XVII se enviaba a Buenos Aires, conchilla, cañas, madera de postes y para leña, en jangadas movidas a remo por indígenas que hacían el viaje de ida y vuelta.Más adelante la conchilla se extrajo de las caleras de Ormaechea (sobre el Gualeguay) y las de Wright (sobre el Ibicuy y el Uruguay) llamadas Caleras o Concheras de los Vascos y de los Ingleses.

Consultados

Documentos obrantes en el Registro de la Propiedad de Gualeguaychú, Archivo Gral. de la Nación. Archivo del I. Magnasco de Gchú. Hist. de E. R. César Blas Pérez Colman T. III. Hist. de E. R. de Filiberto Reula.

CON RELUMBRES DE FOGONES

LA VELADA DEL ANGELITO

Para contarlo, es importante creerlo... No es cuento. Ha sucedido. Otros tiempos, distintas costumbres.

Para hacer un baile era cuestión tener un motivo. La familia que poseía una vaca lechera y le paría mellizos, seguro que se gastaba uno de ellos en festejar. O los dos, si el baile se ponía lindo, dejando la vaca sola.

La realidad de esos tiempos: Las costumbres eran austeras. Las comidas no salían del asado, el puchero o algún guiso al estilo "carrero", que es sabroso pero hay que comerlo bien caliente y rápidamente ya que, al enfriarse la grasa queda pegada en el paladar.

Y de postre, las clásicas torrejas, también conocidas como "dormilonas", porque el almíbar está preparado con hojas de mandarina, lo que hace un poderoso y eficaz creador de sueños.

Las siestas entonces se hacían largas. Después venía el mate, cebados unos en calabaza y otros en los de plata y oro, con bombilla de plata o la simple de cañita. El gusto está en la yerba y en el arte de cebarlo. 

Pero las reuniones que parecen hasta mentira son los bailes de la "velada del angelito". Estos se hacen cuando fallece un niño sin conocer este mundo...

Todo se prepara para el baile, la fiesta. Se acondicionan faroles; aparece la novedad de los llamados "sol de noche". Se utilizan algunas bolsas y cueros para agrandar los aleros. Y, así dar más espacio a la concurrencia.

El piso de tierra, tiene que estar bien regado, por los zapateos; si no el polvo vuela como movido por un ciclón. Y la música: polkas con saltos y los infaltables valses, "La Loca de Amor", "Desde el Alma", y las "Rancheras con relaciones".

Cuando para la música, el bastonero dice ¡aro aro! y salen silbidos de palabras. De los verseados en relaciones, unos suman aplausos y otros profundos silencios.

Al caer la noche va llegando la gente para homenajear al angelito. Comentan: ¡Pobrecito, nació y se va!. Como no ha sido bautizado, es costumbre acompañarlo con una velada musical.

Se suceden saludos de todos lados. Comadres, compadres y parientes llegados en la ocasión para acompañarse. Empieza enseguida a correr la caña, el vino tinto patero, más fuerte cada día que pasa porque sigue fermentando. Las mujeres, disimulando, hacen delicia con las copitas de anís: ¡Total no se nota! es transparente como el agua.

El baile da comienzo con la orden del bastonero, que por lo general es persona que conoce todos los enriedos amorosos y así acomoda las parejas. Si por ahí se equivoca; es baile con pelea.

Los músicos se van turnando para poder tomarse un trago y comer. Ya tarde, los alcoholes traen melancolías. Siempre hay alguno que quiere improvisar dedicando su sentimiento cantado al "angelito".

A eso de las 4 y media de la madrugada anuncia el canto de los gallos, los que en ocasiones si hay cerrazón, lo hacen media hora más temprano.

La madre del angelito comienza a acomodar las cositas, las prendas, acompañada por los parientes más cercanos, para llevar al guricito que estuvo de cuerpo presente en la velada, como es costumbre dado vuelta boca abajo en la cajita.

¡Pobrecito! dicen todos.

Se oye como el relincho de un bagual.

Es el más alegre del baile del angelito. Deja el vaso vacío, opaco y gastado de tanto prenderle a los bordes, los labios. Empuña la guitarra y comienza un recitado ronco, sin rima y molesto...

¡No es cuento!

Lloró el angelito. Inquieto movió las manitos; la lengua, buscando el pecho de la madre y se calmó, dando ruidosos chupones.

En este momento dijo el improvisador: ...El mejor gaucho soy yo. Mis versos "resucitan" y voy a seguir cantando y no porque esté agrandado.

Se acomodó la bombacha, la faja; ajustando el cinto de hebilla grande, y cruzó la vaina de cuero a la altura de la cintura. Tocó la chaira y el cuchillo, para hacerlos notar. Endureció el gesto; entrompó los labios, mirando fijo y desafiante al bastonero.

Este empezó nervioso a pestañar y a dar pasos cortitos para atrás. 

Los músicos entendieron. Guardaron los instrumentos...


EDUARDO J. DÍAZ

CVADERNOS


le pregunta y

el Profesor

ALMEIDA

responde

Los túneles

Parte IV


En el estudio de los túneles, vamos a continuar con los aljibes, que eran elementos muy importantes. Permitían que, en el interior de tales construcciones, ya fuera conductos o habitáculos, se respirase aire puro.

Los aljibes eran muy similares a los utilizados para la provisión de agua en muchos hogares hasta el comienzo de este siglo XX, aunque por lo general, en los túneles tenían mayor tamaño.

Su piso era diferente. En todo el perímetro de la olla del fondo, se hacía una especie de pasillo o vereda de un metro de ancho, que permitía circular por el contorno. Allí llegaban todos los conductos que comunicaban con los habitáculos o con los túneles de gran extensión de recorrido.

Con diámetro menor al del "pasillo" mencionado y a un metro más de profundidad, el aljibe se ahondaba. A ese nivel se acopiaba el agua de lluvia, en la misma forma que en los aljibes comunes.

Los caños de conducción del agua, a mitad de su línea descendente y antes de entrar en el aljibe tenían una abertura donde se colocaba una especie de cuchara que desviaba el líquido hacia los desagües comunes. Ésto se realizaba para que el primer caudal de la lluvia que traía basura o tierra de los techos, no cayera en el aljibe. Después de llover un tiempo determinado, se quitaba la cuchara y se juntaba el agua limpia.

El hecho de construir igual a los comunes disimulaba su pertenencia al secreto de los túneles.

En Gualeguaychú son varios los aljibes de túneles que se conocen; ya dijimos que en Plaza San Martín existen dos; en la Jefatura de Policía, otros dos y donde estuvo el primer cementerio de la Villa otro. (1)

Se halló otro en casa de la Srta. Renée Oppen (calle Rivadavia) lugar que fuera usado para el servicio de la Comandancia en cierta época y que se comunica con la actual Jefatura por un túnel que corre hasta entrar en la antigua Comandancia por su sector noreste.

Otro túnel se encontró en el subsuelo de la Escuela Guillermo Rawson. Han aparecido además en otros lugares de la ciudad: dos en la zona del Puerto; otro en cercanías del Instituto Magnasco, por calle San Martín.

Se señala la existencia de varios más, pero no se cuenta con informes confiables. Muchos son confundidos con aljibes comunes que, como dijimos, no corresponden a túnel alguno (2)

Los ubicados en la Plaza San Martín están en buenas condiciones. La autoridad Municipal tiene intención de rehabilitarlos. Se propone poner en reparación el sistema de túneles para ofrecerlo al interés de los pobladores y turistas. Está también en nuestro propósito rehabilitar el sistema de túneles y habitáculos de la Jefatura de Policía.


Referencias

1) En el grabado "Vista de Gualeguaychú en 1848", en el I. Magnasco, aparece el Cementerio a izquierda del Templo. Imagen tomada desde el Este. (Cvadernos N° 22) Al remodelarse las instalaciones del Automóvil Club de Gchú., se estudió la obra de un aljibe de gran tamaño que se dedujo perteneció a los almacenes "Al pobre diablo". (Cvadernos N° 115 y 116, Los aljibes, Vivencias de antiguos detalles) N° 132, Al pobre diablo.
INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Prof. Manuel ALMEIDA - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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