Viernes 02 DE OCTUBRE

FINALIZAMOS CON CIENCIAS PARA LA CIUDADANÍA, LENGUAJE Y TALLER DE EMOCIONES

Luego de tu clase desarrolla el desafío del día


CIENCIAS PARA LA CIUDADANÍA

OA3: Analizar, a partir de evidencias, situaciones de transmisión de agentes infecciosos a nivel nacional y mundial (como virus de influenza, VIH-sida, hanta, hepatitis B, sarampión, entre otros), y evaluar críticamente posibles medidas de prevención como el uso de vacunas.

III° Cs. para la Ciudadanía 02-10

ACTIVIDAD

1. Averigua para qué sirven las siguientes vacunas que se inyectan a los bebés durante su primer año de vida: (puedes buscar en internet, o apoyarte con tu texto de ciencias para la ciudadanía, página 64)

a) BCG

b) Hexavalente (en caso de prematuros)

c) dTp (acelular)

d) Tres vírica

2. ¿Cuáles son las reacciones más comunes del organismo frente a la vacunación?

3. En la actualidad, hay padres que están tomando la decisión de no vacunar a sus hijos, basándose en una inmunidad producida por el efecto rebaño o inmunidad en grupo, ¿Qué efectos negativos podría tener esto en la salud de los niños?

Si tienes alguna duda, siempre puedes escribirme a:

nonate@colegiolospensamientos.com


LENGUAJE

OA1 Formular interpretaciones surgidas de sus análisis literarios, considerando: Las relaciones intertextuales que se establecen con otras obras leídas y con otros referentes de la cultura y del arte.

OA6: Producir textos (orales, escritos o audiovisuales) coherentes y cohesionados, para comunicar sus análisis e interpretaciones de textos, desarrollar posturas sobre temas.

Cleopatra

Mario Benedetti

El hecho de ser la única mujer entre seis hermanos me había mantenido siempre en un casillero especial de la familia. Mis hermanos me tenían (todavía me tienen) afecto, pero se ponían bastante pesados cuando me hacían bromas sobre la insularidad de mi condición femenina. Entre ellos se intercambiaban chistes, de los que por lo común yo era destinataria, pero pronto se arrepentían, especialmente cuando yo me echaba a llorar, impotente, y me acariciaban o me besaban o me decían: Pero, Mercedes, ¿nunca aprenderás a no tomarnos en serio?

Mis hermanos tenían muchos amigos, entre ellos Dionisio y Juanjo, que eran simpáticos y me trataban con cariño, como si yo fuese una hermana menor. Pero también estaba Renato, que me molestaba todo lo que podía, pero sin llegar nunca al arrepentimiento final de mis hermanos. Yo lo odiaba, sin ningún descuento, y tenía conciencia de que mi odio era correspondido.

Cuando me convertí en una muchacha, mis padres me dejaban ir a fiestas y bailes, pero siempre y cuando me acompañaran mis hermanos. Ellos cumplían su misión cancerbera con liberalidad, ya que, una vez introducidos ellos y yo en el jolgorio, cada uno disfrutaba por su cuenta y solo nos volvíamos a ver cuándo venían a buscarme para la vuelta a casa.

Sus amigos a veces venían con nosotros, y también las muchachas con las que estaban más o menos enredados. Yo también tenía mis amigos, pero en el fondo habría preferido que Dionisio, y sobre todo Juanjo, que me parecía guapísimo, me sacaran a bailar y hasta me hicieran alguna “proposición deshonesta”. Sin embargo, para ellos yo seguía siendo la chiquilina de siempre (…) Renato concurría poco a esas reuniones, y, cuando lo hacía, ni nos mirábamos. La animadversión seguía siendo mutua.

En el carnaval de 1958 nos disfrazamos todos con esmero, gracias a la espontánea colaboración de mamá y sobre todo de la tía Ramona, que era modista. Así mis hermanos fueron, por orden de edades: un mosquetero, un pirata, un cura párroco, un marciano y un esgrimista. Yo era Cleopatra y, por si alguien no se daba cuenta, a primera vista, de a quién representaba, llevaba una serpiente de plástico que me rodeaba el cuello. Ya sé que la historia habla de un áspid, pero a falta de áspid, la serpiente de plástico era un buen sucedáneo. Mamá estaba un poco escandalizada porque se me veía el ombligo, pero uno de mis hermanos la tranquilizó: “No te preocupes, vieja, nadie se va a sentir tentado por ese ombliguito de recién nacido”.

(…) Nos pusimos caretas o antifaces. Yo llevaba un antifaz dorado para no desentonar con la pechera áurea de Cleopatra. Cuando ingresamos en el baile (era un club de Malvín) hubo murmullos de asombro, y hasta aplausos. Parecíamos un desfile de modelos. Como siempre, nos separamos y yo me divertí de lo lindo. Bailé con un arlequín, un domador, un paje, un payaso y un marqués. De pronto, cuando estaba en plena rumba con un chimpancé, un cacique piel roja, de buena estampa, me arrancó de los peludos brazos del primate y ya no me dejó en toda la noche. Bailamos tangos, más rumbas, boleros, milongas, y fuimos sacudidos por el recién estrenado seísmo del rock-and-roll. (…)

Aunque forzaba una voz de máscara que evidentemente no era la suya, desde el primer momento estuve segura de que se trataba de Juanjo (entre otros indicios, me llamaba por mi nombre) y mi corazón empezó a saltar al compás de ritmos tan variados (…) Cuando le llegó el turno al bolero, el cacique me dijo: Esto es muy cursi, me tomó de la mano y me llevó al jardín, a esa altura ya colmado de parejas, cada una en su rincón de sombra.

Creo que ya era hora de que nos encontráramos así, Mercedes, la verdad es que te has convertido en una mujercita. Me besó sin pedir permiso y a mí me pareció la gloria. Le devolví el beso con hambre atrasada. Me enlazó por la cintura y yo rodeé su cuello con mis brazos de Cleopatra. Recuerdo que la serpiente me molestaba, así que la arranqué de un tirón y la dejé en un cantero, con la secreta esperanza de que asustara a alguien.Nos besamos y nos besamos, y él murmuraba cosas lindas en mi oído (…) cuando escuché la voz de uno de mis hermanos: había llegado la hora del regreso. Mejor te hubieras disfrazado de Cenicienta, dijo Cara Rayada con un tonito de despecho, Cleopatra no regresaba a casa tan temprano. Lo dijo recuperando su verdadera voz y al mismo tiempo se quitó la careta.

Recuerdo ese momento como el más desgraciado de mi juventud. Tal vez ustedes lo hayan adivinado: no era Juanjo, sino Renato. Renato, que, despojado ya de su careta de fabuloso cacique, se había puesto la otra máscara, la de su rostro real, esa que yo siempre había odiado y seguí por mucho tiempo odiando. Todavía hoy, a treinta años de aquellos carnavales, siento que sobrevive en mí una casi imperceptible hebra de aquel odio. Todavía hoy, aunque Renato sea mi marido.

FIN

1. Resume la historia anterior en cinco hechos fundamentales. Sigue el orden de los acontecimientos de la historia y completa en los espacios asignados.

3. En el microcuento se hace una referencia a Cleopatra y a Cenicienta. ¿Con qué sentido se oponen esos dos personajes en el texto?

4. ¿Cómo interpretas la sentencia “despojado ya de su careta de fabuloso cacique, se había puesto la otra máscara, la de su rostro real”? Justifica tu respuesta

5. ¿Cómo va evolucionando la relación entre Renato y “Cleopatra”?

Luego, envía evidencia de tu trabajo al correo del docente:

¡A trabajar!


TALLER EMOCIONES

Objetivo de Aprendizaje: resguardo de la salud, la intimidad, la integridad física y emocional.

ACTIVIDADContinuo Preventivo - Material para reflexión en el hogar Material

3° Enseñanza Media

Sesión N°1: ¿Cómo conocer el estrés?

Objetivo:

• Percibir e identificar sensaciones corporales

• Aumentar las conductas saludables en la vida cotidiana

Tiempo: 45 minutos aprox.

Para reflexionar

El estrés es parte de la vida, sin embargo, si lo identificamos y lo manejamos adecuadamente, nos permite responder óptimamente frente a tareas y/o situaciones de mayor exigencia.

Muchos factores pueden aumentar nuestra situación de estrés, por ejemplo, el exceso de estudio o de trabajo, los problemas familiares o problemas con nuestros amigos, etc. Cada persona debe describir qué factores aumentan su estrés para poder prepararse.

Monitorear el nivel de estrés y las maneras en que se manejan las situaciones difíciles, ya que altos montos de estrés pueden ocasionar graves problemas en la salud física y mental. Un estrés alto y sostenido puede disminuir nuestro rendimiento, afectar nuestras relaciones con las demás personas y enfermarnos.

Te dejamos algunos síntomas de estrés para que puedas identificarlos:

- Irritabilidad- Ansiedad - Tristeza - Dolores Musculares (cabeza, mandíbula o espalda)

- Problemas estomacales - Insomnio

- Aumento ritmo cardíaco, presión y transpiración

- Manos y pies fríos

- Dificultad para respirar

- Dolor en el pecho - Mareos