De divinatione daemonum

SOBRE LAS PREDICCIONES DE LOS DEMONIOS

de San Agustín de Hipona

(Edición 2014)

Edición del texto latino,

traducción al castellano, introducción y notas

de

Pedro E. León Mescua

Traducción del De divinatione daemonum de san Agustín por Pedro E. León Mescua se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

INTRODUCCIÓN

El autor: Sobre san Agustín (354- 430) sólo diremos que nace cuando han cesado las persecuciones y convivían el pujante cristianismo y el paganismo, que ya comenzaba a entrar en rápida decadencia. Su familia era un ejemplo de la división existente: padre pagano, madre cristiana y él, aunque educado en el cristianismo, en su juventud se muestra poco convencido y durante unos años forma parte de los maniqueos. Su conversión ocurre el año 386 y se retira a una villa para llevar una vida monacal. Durante esos años escribió varias obras sobre el alma y contra los maniqueos y los escépticos. A partir del año 391, cuando es ordenado presbítero, comienza una actividad pastoral, centrada en la predicación. El año 397 es ordenado obispo de Hipona, cargo que ostentará hasta su muerte, el año 430, durante el asedio de los vándalos a su ciudad. La obra De divinatione precisamente nos muestra esta etapa de san Agustín como pastor, pues el diálogo surge con un grupo de fieles antes de empezar la celebración de la eucaristía.

El contexto histórico: El año 380 el emperador Graciano declara el cristianismo religión oficial del Imperio y comienza la persecución contra el paganismo, centrado principalmente en la destrucción de templos e ídolos y la prohibición de toda clase de culto y sacrificios paganos. Aunque las prohibiciones imperiales no se cumplieron siempre y en todas partes con el mismo rigor, a partir de entonces se nota un esfuerzo constante y creciente en la legislación por suprimir todo rastro de culto pagano. Si bien en aquel entonces el cristianismo ya mostraba el cáncer de las divisiones sectarias, todos hicieron causa común contra el paganismo. El breve reinado del emperador Juliano (360-363) que intentó restablecer el culto pagano, sólo provocó que los obispos cristianos sintieran la urgencia de borrar por completo los símbolos paganos, lo cual alcanzó gran violencia durante el reinado de Teodosio I (379-395). Fue precisamente en esa época cuando ocurrió la destrucción del Serapeum de Alejandría (391), de la cual se habla en la obra. Así las cosas, poco a poco, los paganos se fueron convirtiendo al cristianismo por convicción, por conveniencia o bajo la creciente presión legal y social. De hecho entre los interlocutores de Agustín, aunque son cristianos, parece que el autor detecta, o teme, cierta simpatía hacia el paganismo.

Fecha de la obra: Generalmente se cree que esta obra fue escrita entre el 406-411. Sin embargo esa fecha se puede restringir considerando que sería extraño que en ella no se haga ninguna mención al saqueo de Roma ocurrido el 410. Sobre todo porque el De divinatione justamente surge a partir del cumplimiento de una predicción pagana sobre la destrucción de un templo, y parece difícil que por ninguna parte salga a colación el tema de la destrucción de Roma. Este acontecimiento, que asombró y convulsionó el mundo entero y suscitó acusaciones de los paganos que acusaban al cristianismo de debilitar el imperio, llevó a san Agustín a escribir "La ciudad de Dios" (empezó a publicarlo el 413 y no lo acabó hasta el 426), en la cual trata de desligar el proyecto divino sobre los creyentes de las vicisitudes de los poderes políticos. Por lo tanto esta obra debe haber sido escrita antes de agosto del 410. Por otro lado si comparamos la argumentación de la Carta 102 contra los sacrificios paganos y la del De divinatione, inmediatamente advertimos que en esta última se hace un uso frecuente del siguiente argumento: es verdad que los demonios (= dioses paganos) tienen algunos poderes pero sabemos que a Dios le desagrada su culto porque a través de la ley imperial destruye sus templos y prohíbe sus sacrificios. En cambio en la Carta 102 simplemente se ciñe a la argumentación bíblica que los dioses paganos son falsos, carentes de vida y cualquier poder. La introducción del acento en la efectiva destrucción de los templos probablemente esta relacionada con la legislación de Arcadio y Teodosio II, fervientes cristianos (cf. C.Th 16.10.19), con lo cual podemos reducir la fecha entre el 407/408 y mitad del 410. Esto coincidiría con la publicación de la Vida de filósofos y sofistas del historiador pagano Eunapio de Sardes, que suele fijarse hacia el año 407. En esa obra se menciona la profecía de un sacerdote de Serapis, Antonino, según la cual el templo de Alejandría sería destruido, lo cual se realizó el año 391. Es muy probable que fuese la lectura de esa obra la que suscitase la pregunta sobre el poder adivinatorio entre los paganos.

Argumento de la obra: Un grupo de feligreses cristianos plantean a san Agustín una serie de dudas surgidas por el hecho que se ha cumplido una profecía pagana acerca de la destrucción del templo del dios Serapis. En la primera parte de la obra (n. 1-14), san Agustín rememora los argumentos de ese debate, y se desarrolla bajo el esquema de pregunta/objeción y respuesta/solución. Por parte de los que preguntan los argumentos son más bien retóricos, y en el fondo se detecta la idea de conseguir que Agustín reconozca que los dioses y el culto pagano no son tan vanos, o abominables, puesto que el Dios cristiano permite que hagan y cumplan profecías. Por su parte Agustín, por un lado, eleva la cuestión al plano filosófico-teológico sobre la relación entre la Omnipotencia y la Justicia de Dios, y por otro lado, insinúa las sanciones legales contra el culto pagano. La continuación de la obra se desarrolla como una exposición sistemática del pensamiento de Agustín: ante todo (n. 15-26) se muestra qué cualidades permite al demonio realizar predicciones y maravillas; luego (n. 27-35) se explica en detalle cómo el demonio realiza predicciones; a continuación (n. 36-47) se detiene en el caso concreto de la profecía de Serapis sobre la destrucción de su templo; y por último (n. 48-58), pasando Agustín a la ofensiva, subraya que no hay marcha atrás en la abolición de los ídolos y su culto.

Sobre esta edición latina y traducción: En setiembre del 2011 me limité a traducir a partir del texto latino de la Patrología de Migne. Ya que ese texto latino tiene varios inconvenientes de distinto tipo, he decido hacer mi propia edición para que los lectores tengan una edición latina más cuidadosa.

He usado los siguientes manuscritos:

  • A: Cod. Sang. 148 (s. X – XI) de la St. Gallen Stiftsbibliothek, p. 50 – 64. Accesible en el portal Codices Electronici Sangallenses. Este es el texto básico que sigo.

  • B: Ms 268 (s. XIII) de la Universitätsbibliothek Leipzig, f. 109r – 113v. Accesible desde el portal de Manuscripta Medievalia.

  • C: Ms lat. 2090 (1275-1400) de la Bibliothèque Nationale de France, f. 121r – 124r. Accesible on line en Gallica.

También he tenido en cuenta, aunque las he incluido rara vez, las ediciones incunables:

  • Inc 114 (Venetiis 1483) de la Real Academia de la Historia, folios no numerados. Accesible en su portal Biblioteca Digital (vista 183-189). Este texto es citado como “1483”.

  • Inc. IV 299 (Strassburg 1491) de la Darmstadt Landesbibliothek. f. 71v – 74r. Accesible en el portal de Universitäts- und Landesbibliothek (ULB). Este texto lo cito como “1491”.

También he tenido en cuenta el testimonio de Rabanus Maurus († 856), De magorum praestigiis (o De magicis artibus), que trae una larga cita de esta obra de Agustín y me sirve sobre todo para solventar dos lagunas del texto. Es citado como “Rabanus”. He consultado estas dos ediciones, que son unánimes en los lugares alegados:

Hrabanus Maurus, Colonia 1532, páginas no numeradas. Accesible en el portal de Bayerische StaatsBibliothek Digital (BSB, vista 297 - 307).

Hrabanus Maurus, Coloniae-Agrippinae 1626, editado por Georgius Colvenerius, publicado por J. Pamelius y A. de Hénin, Opera omnia, vol. 6, p. 170h – 172h. Accesible desde Münchener DigitalisierungsZentrum (MDZ).

También he indicado las diferencias (excepto cuando son irrelevantes cambios de orden de las palabras) entre nuestra edición y aquella de Migne (PL 40, col. 581-592, que sigue la edición benedictina o maurina, del s. XVII) y también respecto a la edición de Joseph Zycha (CSEL 41, Pragae-Vindobonae-Lipsiae 1900, p. 599 – 618).

En esta edición he abandonado la división de capítulos y números de Migne (seguida también por Zycha) porque los capítulos no siguen la secuencia lógica de la obra y los números son demasiado escasos para citar un texto. San Agustín no introdujo ninguna división en este opúsculo, y no se introdujo divisiones ni en los manuscritos, ni en las ediciones incunables ni en la edición de los teólogos de Lovaina (Opera omnia, Coloniae-Agrippinae 1616, vol. 3, p. 283 – 286); sin embargo es útil para el lector introducir algunas divisiones siempre que respeten el desarrollo lógico de la obra. Por eso he introducido algunos encabezados, pero que no deben ser entendidos como “partes” o “capítulos”, sino que simplemente pretenden ser una guía y ayuda para la lectura; asimismo he numerado los párrafos como una herramienta para citar mejor las partes del texto.

Dentro de la traducción hay unos pocos añadidos (puestos entre corchetes) para una mayor comprensión del texto. También he puesto entre corchetes los cambios de folio del manuscrito A, para mayor facilidad de quien quiera confrontarlo.

Como de costumbre en mis traducciones, trato de evitar las paráfrasis e intento mantener la máxima fidelidad posible al texto latino dentro de lo que permite la claridad.

Pedro E. León Mescua

L'Eliana, Valencia, abril del 2014

This work is licensed under the Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported License. To view a copy of this license, visit http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/ or send a letter to Creative Commons, 444 Castro Street, Suite 900, Mountain View, California, 94041, USA.

s. Aurelii Augustini Hipponensis episcopi

DE DIVINATIONE DAEMONUM

DEBATE PÚBLICO SOBRE LA VALIDEZ DEL CULTO PAGANO

LAS CAPACIDADES DEL DEMONIO NO LO HACEN MEJOR

EXPLICACIÓN DE LAS PREDICCIONES DE LOS DEMONIOS

FALACIA DE LA PREDICCIÓN DE SERAPIS

TRIUNFO DE DIOS SOBRE LOS ÍDOLOS Y LA SABIDURÍA PAGANA

Pedro E. León Mescua

L'Eliana, Valencia, abril del 2014

This work is licensed under the Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported License. To view a copy of this license, visit http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/ or send a letter to Creative Commons, 444 Castro Street, Suite 900, Mountain View, California, 94041, USA.

1 Zycha: “fuissent”.

2 Falta en A: “non expressis personis contradicentium”. Sigo B y C.

3 Aquí se esperaría no la adversativa quamuis sino más bien una conjunción causal como quoniam. También ocurre lo mismo en el n. 3: “quamuis iusto Deo”.

4 Sin duda se trata de la profecía del sacerdote pagano Antonino, que ha llegado hasta nosotros gracias a Eunapio de Sardes († c. 414): "él, estando entre los mortales, ya solía predecir a sus seguidores y discípulos que después de su muerte el templo de los dioses dejaría de existir, e incluso el grandioso y sagrado templo de Serapis se transformaría en un lugar horrible y sería devastado; y que todo lo bello que hay en la tierra sería tiranizado y dominado por un fabuloso caos y una espesa oscuridad: todo lo cual el tiempo reveló y comprobó verdadero, de modo que la predicción obtuvo la autoridad de un oráculo". Eunapio, Vita Philosophorum et Sophistorum, cap. 5 (Vita Aedesius). Traduzco de la edición de Hadrianus Junius, Antuerpiae 1568, p. 79, texto griego y traducción al latín.

5 El año 391 fue destruido el Serapeum de Alejandría, tras una revuelta de cristianos, probablemente animados por una nueva ley del emperador Teodosio (C.Th. 16. 10. 10) contra los cultos paganos.

6 B: “templi et symulacris suis”. C: “templi simulacris suis”. Migne: “templi et simulacri sui”. Sigo A.

7 A y B: “praedicare”. Sigo C.

8 Según Agustín hay un preciso proyecto divino, que el hombre no conoce, según el cual Dios permite el mal.

9 A: “Domino”. Sigo B y C.

10 A: “Deus et iustissimus”. Sigo B y C.

11 Zycha: “iniuste”.

12 C y Migne: “sunt”.

13 A. “utique non inpune”. B: “inpune”. Sigo C.

14 A: “obiectio”.

15 Falta en A. Sigo B y C.

16 A: “omnipotens sit iustus deus”. Sigo B y C.

17 Migne: “ea”. Falta en A, B y C.

18 Migne: “pertinent”. Sigo A , B y C.

19 El emperador Constancio II, el año 341, fue el primero que ordenó la supresión de los sacrificios páganos : "cesset superstitio, sacrificiorum aboleatur insania" (Codex Theodosianus 16, 10, 2) y el año 346 le agregó la amenaza de muerte: "gladio ultore sternatur" CTh 16, 10, 4), y la renovó el año 356: "poena capitis subiugari praecipimus eos, quos operam sacrificiis dare vel colere simulacra constiterit" (CTh 16, 10, 6). En las décadas siguientes, excepto el reinado de Juliano, esta tendencia continuó y se intensificó en la legislación imperial.

20 La respuesta se queda en el plano retórico o dialéctico, apelando a la legislación vigente.

21 A: “autem”. Sigo B y C.

22 A: “potuissent”. Sigo B y C.

23 A: “placerent”. Sigo B y C.

24 A: “ostendebatur”. Sigo B y C.

25 A: “iubeat”. Sigo B y C.

26 C et Migne: “et”.

27 A. “sinet”. Sigo B y C.

28 Falta en Migne.

29 Falta en A y B. Sigo C.

30 A: “si ea euertantur ab hominibus quae Deo placent”. Sigo B y C.

31 A: “quod”. C: “si”. Migne: “ut”. Sigo B.

32 A: “dum”. Sigo B y C.

33 Falta en A. Sigo B y C.

34 Zycha: “delitiscunt”.

35 Falta en A: “cum iusto”. B: “cui nisi”. Sigo C.

36 Falta en A. B: “iustum est”. Sigo C.

37 Los Libri Pontificali eran la colección de textos emitidos por el colegio de pontífices de Roma, sobre cuestiones legales y litúrgicas. Comenzaron a formarse desde los inicios de la República cuando los pontífices tuvieron una importante función legislativa. En la época imperial los Libri Pontificali sólo tenían un valor litúrgico pero seguían rodeados de un aura de misterio y prestigio entre los paganos.

38 Zycha: “inlicite”.

39 Zycha: “inlicita”.

40 B y Zycha: “eorum”. Sigo A y C.

41 A: “coguntur”. Sigo B y C.

42 A: “ea”.

43 A: “magnos”. Sigo B y C.

44 B, C y Migne: “et”.

45 A: “quia id Deus cum haec prouidenda curet fieri..” C suprime ese pasaje: “bene fieri cum sinit...” Migne: “hoc omnipotens, quamvis ei displiceat”. Sigo B.

46 Falta en A.

47 A: “non”. Sigo B y C.

48 A: “adscribenda”. Sigo B y C.

49 A: “prouidendi”. Sigo B y C.

50 Agustín supone que los demonios son criaturas, no puramente espirituales, sino que poseen cuerpo y espíritu, como los hombres, pero que el cuerpo de los demonios es "aéreo", es decir, formado de aire y por eso sus peculiares cualidades, como la velocidad o poder "infiltrarse" dentro de los hombres. También Orígenes (184-253), hablando de la adivinación por animales, dice que "algunos indignos demonios ... habiendo caído del cielo, se revuelcan en los seres corporales más groseros y en las cosas impuras de la tierra" (Philocalia, cap. 19, 19. Traduzco de la edición inglesa de George Lewis, Edinburgh 1911). Cf. Tertuliano, Apologeticus, cap. 22 (Migne, PL 01, col. 404 ss); Cipriano, De Idolorum Vanitate, cap. 6 - 8 (Migne, PL 04,col. 573 ss); Lactancio, De Divinis Institutionis, lib. 2, cap. 15 (Migne, PL 06, col. 330 ss); Orígenes, Contra Celsum, lib. 4, cap. 92 (Migne, PG 11, col. 1170 ss). La doctrina católica actual se basa en la declaración del IV Concilio de Letrán (1215) según la cual ángeles y demonios son seres meramente espirituales y solo la naturaleza humana es "compuesta de espíritu y cuerpo" (Firmiter credimus, cap. 1).

51 Falta “sciendum uero est” en A, B, C, Migne y Zycha. Restituyo de Rabanus. La oración de infinitivo (daemonum eam esse), que está atestiguada por todos los manuscritos, es evidente que exige una oración principal, tal como aparece en el texto de Rabanus.

52 Migne: “ea est natura”.

53 A y B: “adtinet”. Sigo C.

54 C: “fiendos rapendosque”. Migne: “fallendos capiendosque”. Sigo A y B.

55 A: “preualeant”. Sigo B y C.

56 Falta en B.

57 A, B y Zycha: “inprouisa”. Sigo C.

58 A, B y Zycha: “inlisa”. Sigo C.

59 Léase “exsertis”.

60 C y Migne: “eorum”.

61 A, B y Zycha: “adtingunt”. Sigo C.

62 B y C: “quod”. Rabanus: “cum”.

63 Migne: “coniicere”.

64 A: “praescientia”. Sigo B y C.

65 C: “compositione”. Zycha: “conparatione”. Sigo A y B.

66 A: “regendis”. Sigo B y C.

67 Zycha: “imperant”.

68 A, B y C: “contempnunt”. Sigo 1491.

69 Falta en A: “haec uigilanter curant a uerissimae lucis ueritate”. Sigo B y C.

70 Falta en C, Migne y Zycha. Sigo A, B y Rabanus.

71 Migne: “siderint”. Sigo A, B y C.

72 C y Migne: “frugumque”.

73 A: “esse”. Sigo B y C.

74 A, B y C: “contempnatur”. Sigo 1483.

75 C y Migne: “plerumque”.

76 A: “uel”. Sigo B y C.

77 Zycha: “funiambuli”.

78 A, C, Migne y Zycha: “theatrici”. Sigo B.

79 C y Migne: “subiacente”.

80 A: “matheria”. Sigo B y C.

81 A y B: “quidem”. Sigo C.

82 Falta en A.

83 A: “mirabilia”. B: “meliora et maiora”. Sigo C.

84 Migne: “id”.

85 A, B, C y Zycha: “inmundi”. Sigo Migne.

86 A: “considerant facile occurrant”. Sigo B y C.

87 A: “potestates”. Sigo B y C.

88 A, C y Zycha: “inmittere”. Sigo B.

89 A: “insensibilibus”. Sigo B y C.

90 A: “sublimitatem”. Sigo B y C.

91 B y Migne: “seseque”. Sigo A y B.

92 A: “temperiae”. Sigo B y C.

93 A, B, C y Zycha: “ualitudines”. Sigo Migne.

94 Falta en A.

95 En sus Retractaciones 2, 30, Agustín se refiere a este párrafo poniendo en duda que existan signos externos del pensamiento que pueden ser advertidos por los demonios de modo que logren conocer nuestros pensamientos. De todos modos es una fina descripción psicológica.

96 A: “dispensationes”. Sigo B y C.

97 A: “facultate”. Sigo B y C.

98 Falta en A. Sigo B y C.

99 Zycha: “adparet”.

100 A: “concitatus”.

101 A: “quicquid est intrinsecus”. Sigo B y C.

102 A: “obtunso”. Sigo B y C.

103 Falta en C y Migne. Sigo A y B.

104 A: “ordinauit”. Sigo B y C.

105 Falta en A: “audiunt ut praenuntient”. Falta en C desde “Nam si quid” hasta “ut praenuntient”. Sigo B.

106 A: “bonis uerum etiam malis”. Sigo B y C.

107 Falta en A, aunque se ha añadido “ab”. Sigo B y C.

108 A y Zycha: “praedicationibus”. Sigo B y C.

109 Falta en A. Sigo B y C.

110 A: “et”.

111 A, B y Zycha: “inprouiso”. Sigo C.

112 A: “qui”. Migne: “quibuslibet”. Sigo B y C.

113 Falta en A. Sigo B y C.

114 A: “aliquo”. Sigo B y C.

115 Migne: “aliqua”.

116 C y Migne: “aut nautae aut”. Sigo A y B.

117 Migne: “solertiore”.

118 A: “piae”. Sigo B y C.

119 Falta en Migne.

120 A, B y Zycha: “inprouiso”. Sigo C.

121 Cf. Mat 8, 26; Mc 4, 39; Lc 8, 24.

122 A y B: “accedat”. Sigo C.

123 Migne: “aliquis praedixisset”.

124 A: “fructificat raram”. Sigo B y C.

125 A: “ut”. Sigo B y C.

126 A, C y Migne: “numeros”. B: “numero”. Sigo Zycha.

127 A y Zycha: “inprouisa”. Sigo B y C.

128 B y Zycha: “inpedita”. Sigo A y C.

129 A: “inuidiae”. Sigo B y C.

130 Falta en A. C, Migne y Zycha: “qua”. Sigo B.

131 Todo este n. 36 (nonnunquam ….. ignorant) falta en A y C. Migne y Zycha lo citan a pie de página. Sigo B y Rabanus. Zycha lo encuentra también en otros dos manuscritos. También es citado por Graciano: Decretum, II pars, causa 26, q. 3-4 c. 2. En la edición maurina este párrafo fue excluido del texto principal y esa decisión fue seguida por Migne y Zycha, quizás por una concepción demasiado mecánica de las autoridades y la edición del texto. El análisis del texto mismo muestra que está en total acuerdo con la mentalidad de Agustín y el orden lógico de su discurso.

132 Rabanus: “euenturum”.

133 B: “quod”.

134 B: “hystorias”.

135 B y Zycha: “inminente”. Sigo A y C.

136 Migne: “aut”.

137 A: “promiserant”. Sigo B y C.

138 A: “etiam”. Sigo B y C.

139 A y Zycha: “conligati”. Sigo B y C.

140 A: “abstruduntur”. Sigo B y C.

141 Falta en A, C, Migne y Zycha. Sigo B y Rabanus.

142 Falta en A. Sigo B y C.

143 Zycha: “inminere”.

144 A y Zycha: “adtestaretur”. Sigo B y C.

145 Falta en A. Sigo B y C.

146 A y C: “daret”. Sigo B.

147 A: “essent”. Sigo B y C.

148 A y Zycha: “adpropinquare”. Sigo B y C.

149 A: “uiderentur”. Sigo B y C.

150 Sof 2, 11.

151 A: “enim”.

152 B, C y Migne: “Iupiter”. Sigo A.

153 Eneida 10, 630-632.

154 Falta en A, B y C.

155 A: “reflectes”. Sigo B y C.

156 Falta en A. Sigo B y C.

157 A: “aereae”. Sigo B y C.

158 Migne: “atque”.

159 Falta en A y C. Sigo B.

160 A y Zycha: “adtestarentur”. C: “attestaretur”. Sigo B.

161 Zycha: “conplerentur”.

162 Zycha: “completum”.

163 Zycha “unde” en lugar de “ut inde”.

164 Zycha: “adpareret”.

165 A: “sibi”. Sigo B y C.

166 Zycha: “ostendere”.

167 B: “diuinitatem”.

168 B: “diuinationem”.

169 Falta en A. Sigo B y C.

170 A: “completis”. Zycha: “inpletis”. Sigo B y C.

171 A: “contra”. C: “nostrum”. Sigo B.

172 A: “praenuntiantur”. Sigo B y C.

173 Falta en A. Sigo B y C.

174 A y B: “obpugnatio”. C: “opinatio”. Sigo 1491.

175 A y Zycha: “adtestatio”. B: “altercacio”. Sigo C.

176 A: “nunquam”. Sigo B y C.

177 A: “conferre”. Sigo B y C.

178 A: “eos” y falta “suos”. Sigo B y C.

179 A: “Dominum”. Sigo B y C.

180 A: “ac”. Sigo B y C.

181 C, Migne y Zycha: “quaesierunt”. Sigo A y B.

182 A: “Deum istud”. Sigo B y C.

183 C, Migne y Zycha: “qui”.

184 B, C y Migne: “effectibus”. Sigo A.

185 B, C y Migne: “et sacra”. Sigo A.

186 Zycha: “conpleuit”.

187 La idea es que los dioses paganos no prohibían adorar al Dios cristiano, pero éste sí prohíbe adorar a los dioses paganos: por lo tanto los paganos deben convertirse a Cristo, pero los cristianos no deben volver al paganismo.

188 Falta en A. Sigo B y C.

189 A: “desipiet”. Sigo B y C.

190 B, C, Migne y Zycha: “qui non”. A lleva “qui non” pero corrige “quin”. Rabanus construye la frase así: “unde, quis est qui usque adeo desipiat ut non eum potius colendum eligat, quem coli non prohibent quos colebat?”.

191 C y Migne: “et”. Sigo A y B.

192 A: “coliturus”. Sigo B y C.

193 Sof 2, 11.

194 Sal 22: 28-29.

195 A: “coliturae”. Sigo B.

196 A repite: “esse”.

197 Falta en C, Migne y Zycha. Sigo A y B.

198 Falta en A. Sigo B y C.

199 Sal 22: 17-19.

200 Zycha: “conplenda”.

201 Zycha: “adparet”.

202 Zycha: “uestimentum meum”.

203 Migne: “per”.

204 Falta en A. Sigo B y C.

205 A: “qui”.

206 Falta en A. Sigo B y C.

207 A y B: “obpugnaturi”. Sigo C.

208 A: “hi”.

209 A: “fidei”. Sigo B y C.

210 A: “superandi”.

211 A: “obpugnando”. Sigo B y C.

212 Sal 2: 1-2.

213 Sal 2: 7-8.

214 Sal 22: 28.

215 A y Zycha: “adstiterunt”. Sigo B y C.

216 A y B: “fines”. Sigo C.

217 Para san Agustín el triunfo y expansión del cristianismo, que se verifica históricamente en su época, es el cumplimiento de la más grande de las profecías y prueba irrefutable de la veracidad y superioridad de la fe cristiana sobre el culto pagano. Esta visión madurará y se afinará en "La Ciudad de Dios", donde tiene que encarar la posibilidad que la Iglesia todavía puede sufrir ulteriores tribulaciones, a la luz de la destrucción de Roma el año 410.

218 Zycha: “inpleri”.

219 Zycha: “Israhel”.

220 Zycha: “Israhel”.

221 B, C y Zycha: “amoliretur”. Migne: “demoliretur”.

222 Sal 9: 5-8.

223 Migne: “psalmo”.

224 Zycha: “inpius”.

225 A: “sonitu”.

226 Zycha: “inpleantur”.

227 Zycha: “inperitissimos”.

228 B y Zycha: “inridere”. Sigo A y C.

229 Zycha: “inpleri”.

230 1 Cor 1, 20-25

231 Zycha: “inperitia”.

232 Falta en A: “et stultitia”. Falta en Zycha: “et”. Sigo B y C.

233 Zycha: “adparet”.

234 A y Migne: “redegit”. Sigo B y C.

235 A: “ista”. Sigo B y C.

236 A: “hic”.

237 Falta en A: “et quod infirmum est Dei, fortius est hominibus”. Sigo B y C.

238 B y Zycha: “inrideant”. Sigo A y C.

239 A: “quanto”. Sigo B y C.

240 Zycha: “inperitia”.

241 A: “nostram”.

242 Zycha: “inrisores”.

243 C y Zycha: “cotidie”. Migne: “quotidie”. Sigo A y B.

244 Is 51: 7-8.

245 A, B y Zycha: “obprobria”. C: “opprobrium”. Sigo 1483.

246 Zycha: “inrisiones”.

247 A: “reddimus”. Sigo B y C.

248 Zycha: “inpleri”.

249 Falta en Zycha.

250 Zycha: “loquitur propheta”.

251 A y B: “obprobia”. Migne: “opprobrium”. Zycha: “obprobrium”. Sigo C.

252 A: “quod sperant magni duxeritis”. C: “quos nos spernunt”. Sigo B.

253 Migne: “spernunt”.

254 Migne: “dignentur”.

255 Migne: “et”.