Inuentio Crucis

La leyenda del judío Judas Ciriaco, que ayudó a la reina Helena en el hallazgo de la cruz (= inuentio crucis) en la que Jesucristo fue crucificado, se fraguó en el s. V y fue puesta por escrito primero en griego; pronto se tradujo al latín y luego a otras lenguas, obteniendo gran popularidad durante toda la Edad Media, tanto en las iglesias orientales como occidentales. Esta leyenda ocupará un lugar central en el imaginario medieval, junto con otros relatos sobre otros elementos de la pasión: los clavos, la lanza de Longino, el santo grial, etc.

Con este aporte espero poner al alcance de los lectores de lengua castellana un texto latino fidedigno en la forma más antigua de esta leyenda, a partir de manuscritos de los s. VI - X (todos ellos accesible on line), con traducción y notas. Además he añadido una introducción para que el lector se ubique más fácilmente en el contexto que surge esta leyenda. Por último agrego tres autores de distintas épocas que nos ayudan a trazar la línea evolutiva de esta leyenda: Jacobus de Voragine (s. XIII), Petrus de Natalibus (s. XIV) y Daniel Papebroch (s. XVII).

Quiero dedicar este trabajo a mi hermana Liliana, que tanto hace por todos los que tenemos la suerte de contarnos entre sus seres queridos.

Pedro E. León Mescua

L'Eliana, Valencia, marzo del 2014


Segunda edición, corregida y aumentada

He vuelto a revisar a fondo toda esta obra y he añadido un cuarto anexo: la "Reversio crucis", que es la versión legendaria de cómo el emperador Heraclio recuperó la vera cruz que había sido arrebatada de Jerusalén por el persa Cosroes y un quinto anexo con el texto de la exaltación de la cruz en la "Legenda Aurea" de Jacobus de Voragine.

Al igual que otros trabajos de gran extensión, he preferido no publicarlo en el sitio web por el cambio de condiciones y lo publicaré en papel en Amazon. Información más detallada en mi Librería Medieval.

Dedico esta obra a la memoria de mi querida hermana Liliana, que nos ha dejado tristes por su repentina partida en febrero del 2019, pero llenos del tesoro de su sabiduría y amor.

Pedro E. León Mescua

L'Eliana, marzo del 2020