Platina: Liber de Vita Christi ac Omnium Pontificum

PREFACIO

Una obra suele presentarse cuando está acabada, pero la magnitud de una edición crítica y traducción del Liber de Vita Christi ac Omnium Pontificum de Plátina nos ha exigido que lo proyectemos en cinco partes, para profundizar con comodidad en la riqueza de las formas y los contenidos, y para mayor comodidad del estudioso o el lector curioso de literatura medieval al momento de abordar una obra que abarca quince siglos de hechos y personajes.

Las divisiones de la obra no son simples tijeretazos basados en el número de páginas, sino que seguirán las grandes transformaciones que marcaron la historia de la Iglesia católica. Siempre es problemático hacer divisiones, pues parece que se quiere señalar un “punto exacto” en que se produce el cambio de una etapa a otra. Pero en realidad las grandes transformaciones históricas no ocurren de la noche a la mañana y siempre entran en juego diversos factores que tienen un desarrollo geográfico desigual. Por lo tanto toda división didáctica de la historia siempre tiene algo de arbitrario e inexacto que debemos tener en cuenta para no caer en discusiones inútiles.

En nuestro caso la primera parte abarcará desde Cristo hasta el pontificado de Liberio (352-366), es decir mientras se mantenía vivo en el imperio el conflicto de la Iglesia católica con el arrianismo y el paganismo. La segunda parte iniciará con el pontificado de papa Dámaso (366-384) y la llegada del emperador Teodosio I cuya política religiosa erradicará definitivamente el paganismo y el arrianismo del imperio y consagrará definitivamente la ortodoxia romana como religión oficial del imperio. En este período la Iglesia está bajo el control del imperio romano y, tras la destrucción del imperio romano de Occidente, bajo la tutela de Constantinopla. Concluiremos este período con el pontificado de Gregorio III (731-741), cuando los lazos con Bizancio se van disolviendo. La tercera parte abarca desde Zacarías (741-752) hasta Víctor II (1055-1057) en que la aparición de grandes imperios en Europa central (primero el carolingio y luego el germánico) posibilitarán la aparición de un estado pontificio, que maniobrará por mantener su independencia frente a sus benefactores/manipuladores. De ahora en adelante se convertirá en una pieza clave y con voz propia en el ajedrez de la política internacional, aunque también quizás más que nunca la sede pontificia, como oficio espiritual, en gran medida sufrirá el ser secuestrada e instrumentalizada a favor de la ambición de la nobleza romana además de los intereses de los grandes imperios. La cuarta parte abarca desde Esteban IX (1057-1058) hasta Celestino V (1294), un período que inicia con la controversia de las investiduras y recorre la expansión del monacato hasta el apogeo de la teocracia papal y el inicio de su declive. La quinta parte empieza con el controvertido pontificado de Bonifacio VIII (1294-1303) y concluye con la biografía inacabada de Sixto IV (1471-1484) en el que se repasa los papas de Aviñón, el cisma de Occidente, el concilio de Constanza, la caída de Constantinopla, el Humanismo y la ebullición religiosa del s. XV.

Las introducción general y las dos primeras partes serán publicadas on line en Magister Humanitatis para que sean consultadas gratuitamente. La tercera y siguientes estarán a un precio amigable en mi Librería Medieval.

Quiero dedicar esta obra a mi querida tía Edelmira Mescua († 2014), que sincera y sencillamente admiró la figura del Sumo Pontífice, o como ella prefería, Santo Padre.

Pedro E. León Mescua

L'Eliana, viernes santo, 3 de abril del 2015

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