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Comentario de Goya para esta estampa:

“La negligencia, la tolerancia y el mimo hacen a los niños antojadizos, obstinados, soberbios, golosos, perezosos e insufribles; llegan a grandes y son niños todavía. Tal es el de la rollona”.

Poco hay que añadir a este comentario para hacerlo nuestro y actual. Quizá la expresión que actualmente encajaría mejor para entender lo que Goya define como tolerancia y mimo sería la de excesiva protección o ley del mínimo esfuerzo.

Desde mucho antes de los tiempos de Goya esta forma de “educar” era exclusiva de la nobleza y casas ricas, tal como queda reflejado en obras de teatro de los siglos XVII y XVIII y durante los que circulaba la siguiente frase popular:

“El niño de La Rollona, que tenía siete años y mamaba”

Con esas premisas, este comportamiento podría parecer que no afecta a la gente corriente, pero esto no es cuestión de clase social ni de época, sino de abundancia, real o ficticia, cuando se une a la dejadez en inculcar responsabilidades y obligaciones en las edades adecuadas que ayuden a fomentar la madurez y el raciocinio.

El resultado de esta forma de proceder queda bien patente en esta estampa: ni aun tirando de él un lacayo, es capaz este niño-hombre de apartarse de sus juguetes y golosinas.

Comentario de Goya

La negligencia, la tolerancia y el mimo hacen a los niños antojadizos, obstinados, soberbios, golosos, perezosos e insufribles; llegan a grandes y son niños todavía. Tal es el de la Rollona.

Comparación con la estampa original