Detalles

Texto del Autor

A la hora de realizar este grabado es posible que a Goya le influyera un caso real de condena que conoció de cerca.

Por esa época también se estaba llevando a cabo una reforma carcelaria y tal vez aprovechara esa circunstancia para denunciar las lamentables condiciones de las prisiones, y así contribuir a mejorarlas.

Sea como sea, el resultado es que Goya consigue transmitir de una forma extraordinaria la sobrecogedora sensación de soledad de una desdichada mujer, abandonada y condenada por cometer el “delito” de ser sensible a su modo, entendida esta sensibilidad en el sentido de pasión amorosa desviada de la línea marcada por una rígida imposición moral a la que, especialmente la mujer, debía someterse siendo por entonces el tribunal de la Inquisición el que habitualmente se encargaba de juzgar los comportamientos y actitudes ajenos a su doctrina.

La discriminación e intransigencia no distingue situaciones, razones ni circunstancias, cualquier motivo le sirve para aislar, juzgar y castigar a través de una renovada Inquisición, no oficial pero sí social, a quien no encaje o discrepe de las exigencias de cualquier pensamiento obtuso o actitud prepotente y soberbia aparentemente dominante, aunque irracional.

Comentario de Goya

Como ha de ser! Este mundo tiene sus altos y bajos. La vida que traía no podía parar en otra cosa.

Comparación con la estampa original