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Texto del Autor

En esta estampa Goya arremete contra la conducta de fingimiento de buenas costumbres y decencia en las personas.

Por una parte representa a una dama de clase alta, simbolizada por el rico vestido, que necesita de una vieja devota y alcahueta para que haga de enlace discreto (chitón) entre ella y sus amantes y así poder mantener la fachada de decoro.

La vieja es de clase humilde y colabora en la tarea realizando el encargo, así que también tiene que guardar las apariencias de persona recatada y pudorosa, lo que queda reflejado por el rosario que lleva entre las manos.

Pasa el tiempo y este comportamiento personal de guardar las apariencias se mantiene, y además se ha ido ampliando a nivel de sociedad, por lo que ahora, ésta también debe mantener la apariencia de tener valores de los que enorgullecerse, sean éstos reales o imaginados: solidaridad, tolerancia, igualdad, libertad… siendo un ejemplo actual bastante representativo de esta reflexión lo que hoy día llamamos “corrección política”.

Comentario de Goya

Excelente madre para un encargo de confianza.

Comparación con la estampa original