Cuaderno Nº 207

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GUALEGUAYCHÚ, Domingo 16 de mayo de 2001CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 207
Los primeros caudillos- LOS HECHOS REVOLUCIONARIOS- BARTOLOMÉ ZAPATA
CVADERNOS en EGB (Por Silvia Razzetto de Broggi)28 - UN VECINO PELIGROSO

Los primeros caudillos

SU ACCIÓN EN MAYO

Por NATI SARROT

En tiempos anteriores a Mayo de 1810, Entre Ríos aparece como una factoría que produce materia prima que, por la Bajada, o embarcaderos y puertos naturales sobre el Paraná y el Uruguay, sale y se coloca en Buenos Aires, Montevideo, Santa Fe; y desde esos centros se dispersa, en operaciones totalmente ajenas a la determinación de los productores, hacia destinos que requieren y pagan según criterio y conveniencia.

Esta modalidad produce un notable desfasaje en la balanza comercial, que exige a la región abastecer la demanda, en cantidad, calidad y época requeridas. El equilibrio entre lo que sale de nuestros puertos y lo que compramos en manufacturas sólo se podía lograr con la provisión excesiva de productos de la tierra. Si a ello se suma lo que se desangra en un contrabando que complica a Portugal, Inglaterra, Holanda, etc. el perjuicio aumenta gravemente.

Para lograr la explotación, se ocupa gran número de peones que efectúa un trabajo depredador de la riqueza ganadera, maderera y mineral de la zona, por acción que ordenan unos pocos terratenientes, en general, no residentes en el lugar, y que desplazan a los pobladores.

La forma de vivir en la Entre Ríos, genera una masa popular a la que se conforma con exigua paga y disposición de carne, leña y algunos "vicios", indiferente e incapacitada para acceder o entender a los acontecimientos económicos y políticos de su región, más lejos aún a los del Virreynato del Río la Plata o los de Europa.

Sin embargo, características de ciertos pobladores hacendados, convivientes de aquella masa, les van configurando una imagen que los convierte en líderes de quienes admiran su coraje, destreza, condición natural de mando, etc. Son esos líderes "los primeros caudillos", a quienes se les sigue sin preguntar, sin cuestionar, confiados en sentirse interpretados y representados. 

Pancho Ramirez

Así surgieron, en cada zona, personajes de cuya vida poco conocemos, los que, desde el momento en que alboreaba la patria, comprometieron su poder y sus bienes, jugando roles que mucho pesaron en el destino de la marcha de la Revolución. A ellos se recurrió cada vez que fueran necesarios. De algunos de esos primeros Caudillos, ha trascendido el nombre y ciertas hazañas que respaldan su fama.

Los inflamó un espíritu de amor a su región, y la defensa de ella embargó sus bienes y hasta su vida, que entregaron sin esperar premios, ni menciones honoríficas. Tanto la campaña de Entre Ríos como la de la Banda Oriental fue ron semilleros pródigos: "el más resuelto es sin duda, Bartolomé Zapata, vecino de Gualeguay. Rivalizan en denuedo, Mariano Aulestia, José Gregorio Cardoso y José Francisco Taborda, de Nogoyá; José Gregorio Samaniego, de Gualeguaychú (CVADENOS N° 33); Pablo José Ezeyza, de Gualeguay..." Bergara, Suárez, Rivarola, Román y otros y, "entre ellos, un joven del Arroyo de la China, Francisco Ramírez". En la otra Banda, el hacendado Paredes, el cura Martínez, el dominico Mestre, el alcalde Arbide. Resalta por su actividad, Miguel del Cerro, acaudalado ganadero quien deja Buenos Aires para ponerse al frente de los paisanos de su provincia oriental.

LOS HECHOS REVOLUCIONARIOS

Producidos los hechos que culminan en Mayo de 1810, la Junta Gubernativa difunde sus propósitos, en circulares veladas al principio con la manifestación de fidelidad al Rey Fernando VII de España. La adhesión a las disposiciones de la del 27 de mayo a los Cabildos, origina, de las tres Villas del sur entrerriano respuestas inmediatas de total apoyo.

El de la Villa de Arroyo de la China (C. del Uruguay) y el de Gualeguaychú, se pronuncian el 8 y 22 de junio, respectivamente. Por referencias de notas posteriores, sabemos que Gualeguay lo hizo en fecha cercana, aunque no se encuentre documento de su adhesión. No extraña la actitud de los cuerpos capitulares del sur de Entre Ríos, integrados en su mayoría, por españoles realistas que también posteriormente jurarán obediencia al Gral. Juan Ángel Michelena, cuando, desde Paysandú cruza el río para asegurar el apoyo de nuestras Villas a la causa que sostiene el Gobernador Vigodet, desde Montevideo. La Bajada del Paraná, erigida el 13-1-1810, aún sin haber designado cabildantes, el 3 de julio envía nota de adhesión a la Junta de Gobierno.

Allí la Revolución encuentra un ambiente favorable a su acción, ambiente que recibe al delegado de la Junta, Manuel Belgrano, en marcha al Paraguay, con el total apoyo en hombres, armas, caballos y vacunos para fortalecer sus huestes. Estancieros poderosos como Antonio Candioti, Gregoria Pérez de Denis; el Alcalde Juan Garrigó, el cura Antolín Gil Obligado y cantidad de vecinos, merecen el entusiasmo conque el Teniente Gobernador de Santa Fe redacta su oficio a la Junta en estos términos: 

No puedo menos Señor Exmo. que hacer presente a V. E. el mérito de aquellos habitantes y singularmente el del señor cura Vicario de aquel destino y el del señor Alcalde, pues con el motivo de haberme dejado.... algunos impresos relativos al acopio de caballos, los pasé a aquel destino y tuvieron  tanta aceptación, que se inflamaron tanto, los ánimos de los habitantes que, a porfía ofrecían caballos de lo que éste lleva una lista.

Definidas las actitudes de los de las Villas de las costas del Uruguay y del Paraná, nos detenemos sobre la región del centro de Entre Ríos. Allí están alertas los primeros caudillos, los Zapata, Samaniego, Taborda, Cardoso, Román... que custodian la extensa y difícil región de montes, arroyos, cuchillas; a la que conocen hasta en los más recónditos lugares y en la que parecen tener misteriosos medios de comunicación como para servir a la causa de los criollos y de los españoles que acompañan el ideal de la Revolución.

Bartolomé Zapata

BARTOLOMÉ ZAPATA

Se presentó a Martín Rodríguez en Santa Fe, en cuanto Michelena concretó la toma de las Villas costeras al Uruguay, poniéndose a sus órdenes. Recibe entonces la misión de hostigar a los realistas, confiriéndole el grado de Capitán Comandante de la Compañía de paisanos que logre reunir.

Existe la amenaza de que José Gervasio Artigas, al frente de fuerzas españolas, avance sobre la Bajada. Pero se retira de los pagos de Nogoyá en diciembre de 1810, despejándose la tensión de los campos patriotas.

Francisco Ramírez cumple a través del Entre Ríos, la misión de propaganda de la Causa, aún dentro de los cuerpos invasores, y de conducir como Correo, la correspondencia y papeles reservados. (Dice Arce que fue quién más hizo para posibilitar la deserción de Artigas y de Rondeau para pasar al servicio de las huestes revolucionarias).

Bartolomé Zapata es requerido por los caudillos de las Villas tomadas. José Gregorio Samaniego lo reclama para reconquistar a Gualeguaychú, ya liberada Gualeguay (comienzos de febrero de 1811).

En la medianoche del 21, Zapata y Samaniego ocupan los alrededores de nuestra villa y el 22 consuman su rescate para la causa de Mayo. Desde aquí, volverán hacia Gualeguay para rearmarse y marchar sobre C. del Uruguay.

El día 6 de marzo, Michelena, en conocimiento de estos hechos, abandona la Villa. Junto a él marchan, con igual destino, notables vecinos realistas. Zapata ingresa en triunfo a ocuparla al día siguiente, reconociendo como Alcalde de ésta a Mariano Romero, hechos que comunica a la Junta Gubernativa.

En ausencia del Comandante General Dr. Díaz Vélez, surgen disidencias entre el reconquistador y el Comandante de Milicias Francisco Doblas, por el cargo interino en lugar de Díaz Vélez. El 21 de marzo de 1811 Bartolomé Zapata cae muerto a balazos, al resistirse a su detención que, el Teniente Mariano Zejas quería cumplir, en nombre de Doblas.

El oficio de la Junta fechado en 11 de marzo de 1811, respondiendo al Parte de Zapata en que comunicaba la toma de C. del Uruguay para los patriotas, lo condecora "con el adjunto Despacho de Capitán, esperando continúe con el mismo celo y esmero ejecutando y promoviendo cuanto sea conducente al mismo interesante objeto que se ha propuesto"

El pueblo de Entre Ríos continuará en su lucha por asegurar los derechos a la libertad y al funcionamiento de las instituciones republicanas y federales. Correspondió a Bartolomé Zapata, encabezar la lista de los sacrificados por las disensiones civiles que cobrarían tantos esfuerzos y consumirían tanto tiempo en el camino de nuestra historia.

José Gregorio Samaniego y otros criollos continuarán la faena para brindar hazañas que asegurarían la merecida fama ganada en acción, por nuestros primeros caudillos.

Consultados

Historias de Entre Ríos de: Filiberto Reula, TL, Castellvi, 1971- de Leoncio Gianello, Paraná, 1951- de Beatriz Bosch, Plus Ultra, 1991- Entre Ríos en los albores de la Revolución de Mayo, Facundo A. Arce, Paraná, 1968- Caudillos entrerrianos, TI, Ramirez, Anibal Vásquez, Paraná, 1928-Nogoyá en el historial de E. R., Juan Bautista Ghiano, Nogoyá, 1950- El nicaragüense Tomás de Rocamora, fundador y gobernador de pueblos, Pedro Luis Barcia, Embajada de Nicaragua, Bs. As. 1996- CVADERNOS 33, EL ARGENTINO.

CVADERNOS

en 

EGB

28

Por Silvia Razzetto

de Broggi

UN VECINO PELIGROSO

Hombre de contactos y de ascendente influencia en la capital virreynal. Al llegar a nuestra zona, despierta la confianza de viejos pobladores. Y lo eligen Alcalde. Pronto, su nombre se menciona con temor y se asocia con robo, amenaza, intimidación, prepotencia.

 Francisco García de Petisco, es "hombre de mucho lucimiento"; cuando ingresa a San José de Gualeguaychú, muestra el grado de Capitán de Milicias de Santiago del Estero. Ocupa campos entre el Gualeguay y el Gualeyán; con el tiempo, organiza ocho estancias enormes, donde pastan casi ochenta mil cabezas de ganados, vigilados por numerosos peones y varios esclavos. Establece un negocio particular en la villa y sorprende a los vecinos con sus actitudes mundanas. Viste muy bien: calzones y chalecos de pana negro, encarnado, azul y camisas de origen español. Quizás, para superar la quietud pueblerina es elegido Alcalde. Honroso cargo que distingue, al que es nombrado, por toda la vida. 

Aprobada la elección por el Virrey, ejerce esas funciones en 1800. Y ahí advierte el vecindario "su genio orgulloso y atropellado", que confirma con sucesivos agravios: así, amenaza a un Alcalde con puñal al pecho y a un Regidor que lleva providencias de otro Alcalde, le martilla un trabuco. Arrea y mata animales ajenos, a los que marca como propios. El Cabildo es informado de sus operaciones y actúa.

 El Comandante General de Milicias de Entre Ríos, don Josef de Urquiza, solicita nombres de personas competentes, para Capitán de Milicias. En reemplazo del Capitán Serrano, el Comando del Partido de Gualeguaychú propone a Francisco García de Petisco. Urquiza remite la sugerencia a Buenos Aires. El Virrey don Joaquín del Pino, aprueba. Enterados del nombramiento, nuestros cabildantes se indignan y movilizan a su apoderado en la capital. ** 

¿Qué es lo que molesta?. La intervención de Urquiza, "por ser de distinto vecindario y no tener el conocimiento que corresponde a los asuntos que cada vecino tiene en particular". Y molesta la decisión virreynal: Petisco es forastero, no tiene domicilio en la villa y se le concede el cargo de "mandar a un conjunto de vecinos de honor y de mérito (...) quienes han servido al Soberano desde su fundación (...) con la espada, para expulsar los charrúas y luego con hachas para desmontar el suelo (...) y no hubo jamás motivo de molestar a la Superioridad"

En noviembre de 1802, el Cabildo, Justicia y Regimiento de la villa, redacta una justificación al Virrey. Firman Gabriel Salazar, Juan Bautista Firpo, Basilio Galeano, Tomás Josef de León y Josef Elías Peñalva. En once páginas detallan los motivos para desconocer la elección oficial. (1) ¿Son atendidos?. La indiferencia administrativa es alarmante: el nuevo Capitán, se afianza en su puesto.

Cansada de los continuos robos de ganados y de las incursiones en haciendas ajenas, la viuda de don Esteban García de Zúñiga acusa públicamente a su vecino.

Se presenta al Alcalde; pero Petisco se protege en su fuero militar. Asesorada por uno de sus abogados, el doctor Mariano Moreno, acude al Virrey; Liniers ordena que comparezca el acusado a la brevedad. Mayordomo y capataces de su estancia evitarán "emprender correrías, matanza y marcación alguna que no sea de los ganados de la marca de la hacienda que se hallen sujetos a su rodeo". (2) 

En reconocimiento judicial hecho por el Alcalde de Gualeguaychú, se prueba la existencia de seiscientos cueros de marcas ajenas, disimulados en las estancias.

Alcalde año 1811

Diecisiete hacendados de la zona, reiteradamente perjudicados, niegan haber dado permiso de faena. El abigeato queda al descubierto. Es un asunto grave, protagonizado por un Capitán de Milicias que destruye pactos de buena vecindad; grave, por la cantidad y la frecuencia de los robos. 

Más grave aún: se comprueba que Petisco aprovecha la distracción de la invasión inglesa de 1806, para saquear la estancia de García de Zúñiga. En esa oportunidad, el varón mayor de la familia está participando en la Reconquista de Buenos Aires.

 En ocasión del ataque inglés a Montevideo en 1807, cuarenta y cinco milicianos de Gualeguaychú acuden al llamado del Comandante Urquiza. Rechazan la presencia de su Capitán; se niegan a marchar con él "en razón de cuanto acostumbra ultrajarlos, y gustosos se disponen a todo riesgo bajo el mando de su Teniente". (3) Por eso, es necesario diseñarle otra misión.

 Comprobados sus numerosos delitos, se esperan las condenas. Pero los contactos y las influencias son evidentes. El Virrey Cisneros aprueba la elección canónica para un nuevo cabildo: en 1810, Petisco es Alcalde de Primer voto, en Gualeguaychú.

* Ver Cvadernos en la E. G. B. N° 16.

**En 1801, Manuel Ventura de Haedo es nombrado representante del Cabildo en Buenos Aires. Cvadernos en la E.G. B. Nº.25.

***Josef de Urquiza, Comandante General de los Partidos de Entre Ríos, desde 1801. Vecino de Concepción del Uruguay. Cvadernos en la E. G. B Nº 26.

FUENTES CONSULTADAS

(1) Parte al Exmo Virrey, San José de Gualeguaychú 18 de noviembre de 1802. Actas del Cabildo. Archivo Obispado de Gchú. Copia archivo Cvadernos.- (2) Julio Irazusta. "Postrimerías del Régimen colonial en Gualeguaychú". Academia Nacional de la Historia.- (3) Oficio del Comandante Militar de Entre Ríos al Exmo Sor. Virrey. C. del Uruguay 24 de enero de 1807. En César B. Pérez Colman. "Historia de Entre Ríos" Tomo II Pág. 515.
INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Silvia RAZZETTO de BROGGI - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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