Cuaderno Nº 156

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo  21 de marzo de 1999CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 156
EL LAZARETO y el FERROCARRIL- MARCHA DE LAS GESTIONES- EL HOTEL FERROVIARIO- MANOS A LA OBRA- EL LAZARETODr. FERNANDO ANGELETTIEL FOTÓGRAFO AMBULANTE- Del DAGUERROTIPO a la FOTOGRAFÍA...- EXTRAÑO NIÑO DE LA PLAZA
CUADERNOS PREGUNTA... EL PROFESOR ALMEIDA RESPONDE- LOS CAÑONES Y LA RADIESTESIA III

EL LAZARETO y el FERROCARRIL

Que la creación de la línea ferroviaria de trenes de Gualeguaychú pueda tener relación con la atención de la salud en épocas de epidemia, parece no permitir puntos de contacto. 

Sin embargo, al fin de 1800, los hechos vividos en nuestra ciudad nos muestran que eso ocurrió, en un entorno de agitación, de fe y también de desesperanza.

El 27 de octubre de 1889 entra en la flamante Estación del Ferrocarril de Gualeguaychú la locomotora "Paraná", cumpliéndose un sueño de la población ciudadana y rural; conseguir que, a pesar de ser un punto terminal -o ramal muerto- se extendiera la vía férrea del F. C. Entrerriano, desde Basavilbaso, uniéndonos a otros puntos de la provincia, con trenes para pasajeros y/o cargas.

No fue lineal ni sostenida la marcha de las obras y como suerte que parece sernos propia (Ruta Nac. N° 14, Terminal de Ómnibus, etc.); hubo dilaciones, idas, venidas y contravenidas por cada paso dado.

Edificio de la Estación Gualeguaychú del F.C.C. de Entre Ríos

MARCHA DE LAS GESTIONES

Las fuerzas oficiales y privadas mueven gestiones por conseguir concreciones favorables a diversos intereses.

El 16 de junio de 1884, por ley del Poder Ejecutivo de Entre Ríos se autoriza la extensión de kilómetros de vía que, desde el nudo central de Basavilbaso, abriría ramales hacia Villaguay, Victoria, Gualeguay y GUALEGUAYCHÚ.

Se efectúan estudios de altura, calidad de suelos, cursos de agua a superar, etcétera, desde enero a diciembre de 1887. Se dispone entonces el recorrido de las líneas que, en el caso de Gualeguaychú, tendría 99 km. de extensión con 4 estaciones intermedias: Gilbert, Urdinarrain, Almada y Palavecino.

En el lapso de más de tres años (1884 a 1888) fermenta el interés por los terrenos de las zonas próximas a lo que será la Estación y eso que está despoblado el lugar, o como se decía, retirado del centro. La tasación sube, se subdividen chacras, vendiéndose por parcelas, etc.

EL HOTEL FERROVIARIO

En 1885 la provincia compró a don Beltrán Etcheveste, un terreno comprendido entre Doello Jurado al norte; del Valle al sud; Paraná al este y Sarmiento al oeste, donde se levantaría el complejo de edificios para la Estación de Gualeguaychú.

Un hombre del comercio local, "ve" la obra necesaria y productiva para explotar como hotel que absorbería la estada de pasajeros del ferrocarril que cruzará de norte a sur el departamento y en el futuro se "estirará" para llegar a Buenos Aires.

Es Dn. José María Aizega quien hace levantar, a poco más de una cuadra de la futura Estación, un edificio de una planta, que puede ofrecer 12 habitaciones grandes, con galerías que dan a un patio, donde se ha construido un gran aljibe. Dispondrá de dos baños para mujeres y dos para varones. Los pisos, embaldosados en rojo. Las piezas con ventanas enrejadas y una gran puerta de madera fuerte, al igual los portones para entrada y salida de coches. Corre 1885.

Referencias: 1)  terreno donde se levantaría el complejo de edificios para la Estación de Gualeguaychú - 2) El Hotel Ferroviario (Aizega) - 3) Estación del FFCC

MANOS A LA OBRA

Muchos son los resortes que se manipulan en una gestión tan importante como la de lograr establecer el funcionamiento del ferrocarril y su barrio, con sus accesos, y no son los vecinos de Gualeguaychú los que pueden hacerse oír más al momento de las decisiones.

La vía cambia su traza y la Estación comienza a erigirse en el lugar con frente a calle Maestra Piccini, entre las prolongaciones de Maipú y Ayacucho, con anexos para sala de máquinas, de encomiendas, etc. 

Es lo que hoy, en planos, figura como Parque de la Estación, el que ya el país conoce y frecuenta intensamente por albergar la difundida Fiesta del Carnaval de Gualeguaychú, el Corsódromo.

El hotel de Aizega no está cerca, ya que se levanta entre Gervasio Méndez al norte, Doello Jurado al sud, General Paz al este y Avellaneda al oeste. Su sobria elegancia no condice con la zona donde se alza, inclusive con difícil acceso.

Se comienza a alquilar por piezas para casa habitación, lo que le hace perder jerarquía, hasta convertirse en un conventillo y es abandonado.

Más tarde lo adquiere don Joaquín Goldaracena que lo donará, en la década del 20 al presbítero José María Colombo para destinarlo a asilo de ancianos, proyecto que no prospera. La casa queda abandonada a la libre destrucción y el saqueo.

EL LAZARETO

De tanto en tanto las pestes azotan nuestra ciudad: el cólera (ver CVADERNOS 10), la viruela, la fiebre amarilla, etc.

En 1891 el doctor Fernando Angeletti (ver aparte) vacuna en su consultorio de calle Urquiza, frente a la Iglesia San José, de una a tres de la tarde, contra la viruela por que "ha recibido linfa fresca proveniente del Conservatorio Nacional de Buenos Aires", trabajo que realiza con el doctor Alfredo Méndez Casariego (de El Noticiero, 8-9- 1891).

Para 1895 la viruela con sus graves consecuencias, cae sobre la población. 

Angeletti publica los casos de personas afectadas por el mal, el 3 de abril y en nota de la misma fecha se anuncia la apertura del LAZARETO, en dos habitaciones del frustrado hotel Ferroviario. 

Aisladas del centro urbano, se concentrará a cargo de dos enfermeros con útiles de desinfección y la supervisión de los médicos, a personas con síntomas de contagio de la citada enfermedad.

El período de epidemia pasa, dejando un crecido número de muertos y otros seres que, superando el mal, quedarán mostrando los rastros de la epidemia. El edificio desde entonces es abandonado y marcado también por la aprehensión popular.

La destrucción edilicia fue dejando el sitio baldío en el que los niños y los jóvenes jugaron libremente; si hasta se llega a nombrar como "la canchita del Lazareto". 

HOY SURGE, EN MEMORACIONES, EN ESPECIAL LAS DE DON ALEJANDRO DENEGRI, LA EXISTENCIA DE AQUEL CENTRO ASISTENCIAL DE EMERGENCIA, SIN PRECISAR DONDE ESTUVO: por qué y para qué se construyó el primer edificio; cuál fue su historia y su destino. 

Por eso, esta nota con el título de bajada que parece aparejar dos temas que nada tendrían en común y, sin embargo...

NOTAS: 

El nombre de las calles citadas corresponde a la nomenclatura corriente. Lazareto: Lugar donde se aísla por determinado tiempo a los sospechosos de haber contraído enfermedades contagiosas o a los que provienen de lugares donde hay epidemia. Complejo sanitario donde se internan leprosos (de San Lázaro, enfermo leproso, hermano de María y Marta, resucitado por Jesucristo días después de su muerte en concreción de uno de sus milagros, según los Evangelios.

Dr. FERNANDO ANGELETTI

Doctor en medicina y cirugía, graduado en las Universidades de Pisa (Italia) y la de Buenos Aires. Especializado en enfermedades de la matriz y partos.

Llegó a Gualeguaychú por 1890. En 1891 se radica definitivamente en esta ciudad, ocupando parte de la casa del escribano Juan A. Miguez, en calle Urquiza 114, frente al templo parroquial San José. En 1897 traslada su consultorio y se instala con su familia, en Rivadavia 150, entre Rosario y 9 de Julio (numeración antigua), donde también habilita el Dispensario Médico Quirúrgico de Matriz y Partos.

Fue médico de policía, de la Societá Unione e Benevolenza y colaboró con todas las entidades de beneficencia. Fervoroso luchador contra las enfermedades contagiosas, vacunó en su consultorio en horarios fijos. Su estadía en Gualeguaychú fue de 16 años ya que en junio de 1906 se le despide con una cena en el Hotel Comercio. 

Al salir del puerto local, en el barco ABC, hizo un brindis con champagne por este pueblo. Amenizó el acto la orquesta del profesor Font, cerrando el mismo con un discurso en italiano el doctor Angeletti.

El mobiliario de su casa en esta ciudad fue subastado por el rematador José Merlini.

Con la mochila al hombro

EL FOTÓGRAFO AMBULANTE

SOLDADO DEL ARTE

Bien puede afirmarse igualmente que el fotógrafo ambulante lidió su gesta "con la mochila al hombro" y siempre con un bajo perfil. 

Cómplice del recio sol benevolente, disciplinado captador de nubes, estoico caminador, a la vez "ese" sugestivo hombre que aguarda de pie en la Plaza Mayor, junto siempre a su máquina con el trípode y la manga de tela negra, que la suerte le alcance por fin una jornada con aceptable actividad. O sea, "meta vivir, nomás"...

Dos hombre, dos vidas, encarnaron en Gualeguaychú en tono existencia, conmemorativo, de esta breve nota en tapa, acicateada a la vez la redacción de CVADERNOS por el deseo de reproducir el histórico trabajo plástico del artista francés Chervin.

HAGOP SERKISIAN. Armenio, nacido en 1907, a los 17 años llegó, solito, a Buenos Aires, en escape del genocidio otomano que lo privó de sus padres, apoyado en su huida por una familia sirio-libanesa.

Aquí se casó con una linda criolla con la que tuvieron ocho hijos. Excelente personaje, de tez aceitunada y ojos lejanos, Serkisián fue el consecuente último fotógrafo ambulante en nuestra plaza San Martín, compartiendo esta actividad con el cultivo prolijo del jardín y la huerta. Falleció Serkisián el 7 de setiembre de 1984.

ANTONIO TRESANDE. Fue un fotógrafo ambulante a la europea. Ambivalente, tuvo un pequeño laboratorio en 25 de Mayo al 700, en el cual su opaco quehacer recibía apoyos de Casa Betolaza con rollos de instantáneas familiares para su revelación y por otra parte, le gustaba ambular con su máquina al hombro por la campiña departamental, en especial por Pehuajó Sud, donde trabajaba poco pero ganaba simpatías en los asados, con extensión a quedarse invitado por dos o tres días. No fue a la plaza este irremediable bohemio.

Del DAGUERROTIPO a la FOTOGRAFÍA...

"...De modo que va a ser la fotografía la que consiga la democratización del retrato. Por primera vez, la fijación, la posesión y la comunicación en serie de la propia imagen, se vuelven posibles para el hombre de pueblo. 

Registrada en 1841, la patente de este nuevo procedimiento se beneficia durante los diez años siguientes, de una serie de mejoras técnicas. Se reduce poco a poco el tiempo de exposición hasta el descubrimiento, en 1851, de la impresión instantánea.

"En 1854, Disdéri lanza el retrato en formato de tarjeta de visita (6 x 9 cm.). A partir de ese momento, la fotografía amplía de una manera prodigiosa el mercado establecido por el daguerrotipo…

"En 1862, vende Disdéri, él solo, dos mil cuatrocientas tarjetas diarias. Hay que decir que en adelante bastan unos pocos segundos para tomar un clisé; de este modo doce retratos cuestan solamente 20 francos. Los fotógrafos se establecen hasta en las ciudades más pequeñas, hay artistas de feria que Instalan sus barracas en la calle y anuncian sus fotos por un franco."

(Historia de la vida privada - Sociedad burguesa. Aspectos concretos de la vida privada - pág. 127-, Aries y Duby. Traducción de Pérez Gutiérrez y B. García. edit. Taurus, 1992. España).

EXTRAÑO NIÑO DE LA PLAZA

Había finalizado la retreta en plaza San Martín. 

Tardecita fría en domingo de junio del 31, con los ecos de los fuertes aplausos para batuta del gran maestro Sabattoli. La gente, entonces, quedaba como flotando en una niebla impregnada de fascinación contagiosa, al Conjuro  de los compases legendarios del viejo bosque vienés, una de las obras de "batalla" de la histórica Banda Municipal lugareña.

Llegó el momento tan ansiado por Dn. Luis -; Vamos a ver Dn. Pepe si encontramos todavía al extraño niño, ése...?

(Hermoso rostro concebido por una luna de amor entre mestizos; cabellos de cobre con toques azabaches, ojos color paja de lino, ágiles manos de prestidigitador, a la izquierda de la Diana que regalaron los españoles en el centenario, a escaso metro de la escultura clásica, casi como perdido en un cuadrado de crisantemos reina margaritas, jugaba con una mariposa clara, totalmente abocado a un pasatiempo singular, un hermoso criadito de siete años, poco más...)

Al arribar al lugar, Dn. Luis, codazo previo y a media voz, le susurra a su amigo:

¡Qué maravilla de niño, tan extraño! Pero, ¿está como disfrazado, don Pepe ?...

(Hermoso rostro, iluminando una estampa afin a los antiguos cuentos de príncipes y criados. Pantalón, o calza, ajustado, como cayendo de las rodillas, de un viejo y muy usado terciopelo azulado, con tres botoncitos de nácar al costado de un remate ambas piernas y con lacito al tono; una cuasi blanca camisota de anchas mangas y largas medias y zapatillas grises, de fina badana armenia, con exagerados cordones. 

Estampa virtual del dominio de La Regencia en el Estado europeo). 

El niño, ajeno a todo, tararea compases del vals vienes. Le pregunta Dn. Luis 

-¿Cómo te llamas, niño? -Johan Amadeus 

- ¿De qué vistes? 

- Yo soy el Paje, porque soy un criado este traje de mi amo me regaló este traje. Con él ganó el Corso Infantil. Me lo pone la Mama Vieja para que venga a escuchar la retreta. Yo tengo un vecinito que viene con unas señoritas a tirarle frutitas de los árboles al trombón de don Sabattoli, si señor.

- ¿Sos un niño feliz? 

-Sí, señor. Usted sabe que mientras escucho aquí la música, en el hueco de mi mano se me duerme una mariposa blanca y amarilla, usted sabe...? 

- Pero, ¿cuáles son tus nombres, de verdad?...

- Johan Amadeus, ¿ya no se lo dije...?


MARCO AURELIO -99

CVADERNOS


le pregunta y

el Profesor

ALMEIDA

responde

LOS CAÑONES Y LA RADIESTESIA

Parte III


Ya informé sobre cómo fueron localizados los cañones en un lugar muy alejado de la Boca, como señala el texto histórico del hecho. 

Puede ser de interés mencionar algunos detalles de lo llamado Radiestesia o Rabdomancia.

Los científicos no la consideran una ciencia pues no puede definirse como tal. Con claridad sostienen que puede llegarse a la verdad a través de los hechos que produce el péndulo.

En pocas palabras. Se supone que todos los cuerpos irradian algo así como una energía que capta el cerebro del hombre, la que el mismo cerebro trasmite, a través de los nervios, a nuestros músculos.

Esos movimientos, los de nuestros músculos, se pasan al péndulo que tenemos pendiente de nuestra mano.

Son tres los movimientos que realiza el péndulo. Oscilación o vaivén, que señala la dirección a derecha o izquierda; rotación, respondiendo a nuestra pregunta con un "sí" o un "no". Para ello el péndulo rota en círculo a derecha (en sentido de las agujas del reloj), indicando un "sí" o en sentido contrario para responder "no". Esto es todo lo que hace el péndulo. Todo es cuestión de práctica.

Se han publicado ya 38 textos con una información completa sobre este fenómeno, realmente extraordinario. Eso sí, el éxito del uso del péndulo depende la sensibilidad que cada uno de nosotros puede poseer. Es como los rabdomantes encuentran metales o napas de agua potable a profundidad, su potencial, su calidad o pureza. En estos casos, el rabdomante usa, por lo general, una horqueta vegetal en lugar de péndulo. 

Igualmente se obtiene un "sí" o un "no" a determinada profundidad, calidad o magnitud.

Debo señalar que este sistema de Radiestesia no es nada nuevo. Tiene una antigüedad que realmente sorprende. Agregan los científicos que nosotros posiblemente no "manejamos" nada más que un 20% de nuestro cerebro y que realmente lo tenemos preparado para ir usándolo cada vez más. Se dice que si los hombres de los llamados platos voladores existen, deben usar un mayor porcentaje de su cerebro porque tienen más antigüedad que nosotros; por ello no podemos explicarnos cabalmente las cosas extraordinarias que realizan.

¿Qué le pasaría, por ejemplo, a Napoleón si pudiera hacer una visita a este nuestro mundo de hoy y lo pusiéramos frente a un televisor que nos está ofreciendo un partido de fútbol que Boca está jugando en Japón, en ese mismo momento?... 

Al informarle qué es, nos diría -¿Un tele qué? No entendería nada; el asombro, lo llevaría de nuevo "al otro mundo".

Claro está que peor sería si "viniera de visita" Cristóbal Colón. ¡Pobre!... ¡Flor de jabón se llevaría! Consecuentemente, ¿qué nos pasaría a nosotros si lográramos visitar este mundo dentro de uno o dos siglos?

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Prof. Manuel ALMEIDA - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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