Cuaderno Nº 75

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 5 de Noviembre de 1995 CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 75
DOCTOR JOSÉ MARÍA SOBRAL, EL INVESTIGADOR (Nati Sarrot)- Explorando en MisionesMEMORABLE SÁBADO DEL ’37, CUANDO VINO EL PRESIDENTE JUSTO (Fabián Magnotta)- La organización- La visita- La recepción para Ana Bernal
LOS HABITANTES DE LA MANSIÓN IV (Edición Impresa)- Entre Letras y Pinturas (Carlos María Castiglione)- Platería, un culto universal – El Nautilo- (Aurelio Gómez Hernández)- Incorporados a la plaza, los vagabundos (Marco Aurelio Rodríguez Otero)- Canción para los vagabundos (Raúl González Tuñón)

DOCTOR JOSÉ MARÍA SOBRAL, EL INVESTIGADOR

Nati Sarrot 

El mismo, el Alférez de Navío Sobral, el que viviera aislado entre los hielos antárticos desde 1901 a 1903 (Cvadernos Nº 8 y Nº 18), sin decaer en su ánimo de trabajo de rígida disciplina, es quien presenta su tarjeta al cronista de la revista CARAS Y CARETAS interesado éste por saber quién es aquel hombre distinto, vestido en forma tan particular.

Archivo de ERios: José María Sobral

EXPLORANDO EN MISIONES

Con traje blanco de lino, chaqueta cazadora ajustada al cuerpo, pantalón de montar, con las pantorrillas envueltas en gruesas bandas de tela sobre las que ajusta polainas, al igual que sus borceguíes, de cuero marrón. El casco de explorador cuelga de una percha en el salón donde se brinda homenaje a Barreiro, Gobernador de Misiones, en 1917.

Aquel hombre rubio así vestido, que conversa animadamente con el escritor Horacio Quiroga, responde a la curiosidad del cronista presentando su tarjeta: Doctor José Sobral, mientras otro concurrente le murmura al oído: sí, es el mismo Alférez Sobral, el héroe de la Antártida.

¿Qué hacía Sobral en Misiones?

De vuelta de Suecia con el título de Doctor en Geología otorgado por la Universidad de Upsala, ingresa como Director de Minas, Geología e Hidrografía de la Nación. Cumpliendo esa misión, explora el territorio argentino y es por eso que, desde agosto a noviembre de 1917 cubre, a pie y a caballo, acompañado de unos pocos peones, grandes extensiones, sentando campamento en lugares conocidos o no, investigando la existencia y naturaleza de sus minerales.

Leemos en la nota de CARAS Y CARETAS, la revista fundada por Fray Mocho:

“Acampó donde pudo, a orillas de los arroyos y de los ríos, en plena selva, en las picadas, en parajes desiertos y cerca de las poblaciones.”


Había subido por la ribera del río Paraná, siguiendo la margen misionense. Luego recorrió parte de la ribera derecha del río Uruguay internándose en el territorio, en un largo camino. Conoció Misiones, su geografía, vida y costumbres de su gente, parajes desconocidos. De eso hablaba con Quiroga y de basaltos, diabasas, rocas sedimentarias, areniscas, tucurú, limonita; de la proporción de hierro que se obtiene de la limonita en la zona Campiña de América, etc. Y sigue el cronista:

El hombre sabía y sabía porque poco le faltaba para haberse recorrido en misión oficial, todo Misiones.

Al día siguiente el periodista encontró a Sobral en la chacra de Horacio Quiroga sacando, a golpe de martillo, muestras de areniscas y de otros minerales. Como aquellas jornadas en la Antártida, desplegaba ahora intensa actividad soportando el clima y la feracidad de la zona más opuesta; Sobral doctor en Geología, dignificaba su trabajo comprometido con su país, edificando los soportes de su legítima soberanía.

En 1935, después de haber representado a la Argentina como Cónsul General en Noruega, José María Sobral, nacido en Gualeguaychú el 14 de abril de 1880, se acoge al derecho de jubilación. Era Técnico en Petrografía de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Falleció en Buenos Aires en 1961, el día en que cumplía 81 años. Desde su retiro ocupó su tiempo siempre en actitud de servicio; en dejar nota y memoria de lo que había visto y experimentado durante su vida de trabajo. Su constante actividad no le permitió concretar el anhelo de realizar el segundo viaje a la Antártida.

En toda referencia a la personalidad de José María Sobral, se destaca su natural modestia. Andrea Sameghini testimonia:

 Aún lo recuerdo cuando visitaba Gualeguaychú, en la tradicional casona de los Sobral, en calle San Martín, en esas reuniones familiares de las que era tan respetuoso y solo pedía que se callara su nombre.

Cada acto de su vida parece regirse por el consejo que su padre, don Enrique Ramón García Sobral (*) le dictara en la adolescencia:

Que en el tiempo de guerra te encuentre el Honor Nacional un guardián en tu persona y en tiempo de paz, la ciencia te encuentre entre sus adoradores, para que en uno y otro caso, tu nombre sea repetido por tus contemporáneos y recordado con orgulloso cariño por las generaciones futuras. No pierdas a tus personajes favoritos, San Martín y Belgrano.

(*) Los García Sobral usaron estos dos apellidos o indistinto Sobral.

Consultados:

CARAS Y CARETAS (1918) Viaje de exploración del Doctor Sobral (Cronista R.R.) Nº 1015 Buenos Aires 16-3-1918.SAMEGHINI, Andrea (1980) Alférez José María Sobral. Centenario de su nacimiento 1880-1961. EL ARGENTINO Gualeguaychú 13-4-1980.SOBRAL, José María (1904) Dos años entre los hielos (1901-1903) Ed Eudeba Buenos AiresMILOSLAVICH DE ALVAREZ, María del Carmen (1988) Hace un largo fondo de años. Genealogía Uruguayense Concepción del Uruguay.

MEMORABLE SÁBADO DEL ’37

CUANDO VINO EL PRESIDENTE JUSTO

Fabián Magnotta

El presidente Agustín P. Justo visitó Gualeguaychú el 29 de mayo de 1937, ocasión en la que inauguró importantes obras.

CVADERNOS buscó como fue la organización, como se preparó la ciudad y en definitiva el significado de la visita.

El Presidente que llegaba por río, las calles ornamentadas con elementos prestados, un banquete de mil quinientas personas con más de treinta vaquillas donadas y otras anécdotas forman parte de esta nota.

El presidente Agustín P. Justo visitó Gualeguaychú el 29 de mayo de 1937

LA ORGANIZACIÓN

Antes habían llegado Justo José de Urquiza, que en la práctica era un vecino ilustre y Nicolás Avellaneda, en carácter de Presidentes. En el otoño del ’37, Gualeguaychú se preparaba para recibir al General Agustín P Justo. Desde Urquiza, era entonces el tercer Presidente que visitaba la ciudad.

La primera medida que tomó el Intendente Pedro Jurado fue la de formar una Comisión para organizar los actos. Buscaba comprometer a otras entidades en el tema, pero además, entendía que la Municipalidad no estaba en condiciones de afrontar sola toda la organización. 

Así mismo, pensaba que Gualeguaychú tendría una oportunidad histórica, no solo por tratarse de una visita presidencial, sino de la llegada del titular de un gobierno con cuyos aportes se realizaron aquí obras de trascendencia.

La Comisión se formó el 24 de marzo de 1937. Estaba presidida por el Intendente Jurado, quien en el decreto de creación recordó que el Presidente Justo había beneficiado a Gualeguaychú “con tantas y tan importantes obras públicas”. La integraban el Jefe de Policía Departamental Dr. Eduardo Goñi, los Diputados Nacionales Juan Francisco Morrogh Bernard y Juan Labayen, el Senador Nicolás Rossi Oyhamburu, los Diputados Enrique Gutiérrez y Jorge Hermelo, el Presidente del Concejo Deliberante Dr. Luis María Daneri, el Presidente del Club Social Recreo Argentino Dr. Carlos Zavalla Carbó, los Rectores del Colegio Nacional y de la Escuela Normal, José Bolfo y Jacinto Franco, el Inspector de Escuelas profesor José Culó, el Director de la Escuela de Artes y Oficios Pbro José María Colombo, el Administrador de Aduanas Agustín Parma, el Subprefecto Marítimo Felipe Castiglioni y el Presidente del Centro de Defensa Comercial Francisco Irigoyen. Dos sacerdotes invitados respondieron negativamente, en tanto que el Club Neptunia se puso a entera disposición de la Comisión de recepción y homenaje.

Jurado destinó 500 pesos para su funcionamiento. El Centro de Defensa Comercial aportó cien pesos y comenzó una colecta entre sus asociados.

Una vez que el Intendente consiguió reunir al poder político, militar y social de la ciudad, empezó la tarea para cumplir con las siguientes metas:

* Preparar el programa de actos.

* Distinguir con una recepción especial a la esposa del Presidente.

* Invitar a las autoridades de ciudades vecinas y a las escuelas, de modo tal que se formara un buen marco de bienvenida.

* Resolver donde se alojarían los visitantes, en una ciudad con escasos hoteles.

* Ornamentar adecuadamente las calles para la ocasión.

* Organizar el banquete de recepción.

Así, paso a paso se fueron cumpliendo los objetivos. Iban y venían cartas y mensajes telegráficos al despacho del Intendente. Para su fortuna, aunque en el momento haya traído zozobras, la visita presidencial se postergó algunos días y la organización pudo pulir detalles. La fecha inicial establecida era el 25 de abril. La llegada se concretó a fines de mayo.

Una Comisión especial de mujeres se encargaría de recibir y atender especialmente a la Primera Dama. La integraban María Angélica Etchebarne de Zuluaga, Malvina Méndez Casariego de Olaechea, Eugenia Grave de Peralta de Morrogh Bernard y Amalia Ugarteche de Goñi.

Para ornamentar la ciudad, el Intendente envió una carta a su par de Buenos Aires, Mariano de Vedia y Mitre, solicitándole colaboración.

La pobreza de nuestra comuna no nos permite realizar erogaciones extraordinarias, por lo que ha resuelto esta Comisión solicitar del señor Intendente de la Capital en calidad de préstamo escudos, banderas y motivos decorativos para iluminación de calles y locales, haciéndonos cargo de fletes para el transporte.

Pero además, había que impactar a Justo. Se pidió a la empresa Mihanovich, que realizaba viajes a Buenos Aires y otros puntos de la región, que el día de la visita amarrara el vapor “a fin de que pueda verse nuestro puerto repleto de embarcaciones para dar la sensación de su utilidad”. Lo mismo se solicitó al Frigorífico.

En el propio Barrio del Puerto, se formó una Subcomisión de homenaje y recepción, presidida por Ricardo Cabilla, cuya tarea mereció el reconocimiento del Presidente Comunal.

La invitación a autoridades de localidades vecinas, Larroque, Gilbert, Urdinarrain, Concepción del Uruguay, Gualeguay, Villaguay, Tala y Paraná, indicaba que el arribo del primer mandatario constituía un acontecimiento de carácter provincial. Se había dado aviso sobre su llegada al Centro Entrerriano y a la Asociación Entrerriana J.J. de Urquiza. Más aún, se cursaron invitaciones a lo más selecto del periodismo nacional: La Nación, La Prensa, Crítica, Mundo Argentino, La Razón, Noticias Gráficas, El Hogar y Caras y Caretas.

¿Donde se alojarían esos visitantes?

Don Pedro Jurado, como Presidente de la Comisión envió una nota al Jefe de Tráfico de los Ferro-Carriles de Entre Ríos, pidiéndole que facilitara el mayor número de vagones dormitorio que fuera posible.

En cuanto a la preparación del banquete para mil quinientas personas, se pensó en los ganaderos de la zona, a quienes se les recordó que eran “directos beneficiarios del camino a Buenos Aires” obra construída en la Presidencia del hombre que ahora se esperaba.

Y las vaquillas llegaron. En la nómina figuran como donantes de tres vacas Saturnino J Unzué y la Estancia El Potrero; dos aportaron Guillermo Davie de Estancia San Pedro en Perdices; Irungaray Hermanos, David Della Chiesa, Enrique Smith, Juan Goldaracena y José Greissing; con una vaca colaboraron José Hornos, Alejandrino Hornos, Alejandro González, Alberto Irigoyen, Camilo Lema, Francisco Parma, Alviro Benetti, Agustín Irigoyen, M. Bunge y Cía, Estancia Landa de Costa Uruguay, Félix Fontana, Francisco Greissing, Domingo Elgue, Irazusta y Salvarregui, Majul Hnos y Julio Maihlos S.A de Montevideo. Las vaquillas eran más de treinta. Unzué envió también doce carradas de leña.

Justo llegaba sin delegar el mando, esto es que mantenía su condición de presidente.

Estaba todo preparado. La recepción de la Primera Dama, los actos, la ornamentación, los barcos en el puerto, el banquete, los lugares para dormir, los invitados… Solo faltaba que llegara Justo.

En los días previos vino como “adelantado” el señor Mariano Beascoechea, funcionario nacional encargado de organizar el protocolo.

Visita del Presidente Agustín P. Justo. Yate Presidencial "Tecuara" y rastreadores de Guerra "Pi" y "Bouchard"

LA VISITA

El Presidente, su esposa Ana Bernal y la comitiva estuvieron antes en Concepción del Uruguay y en Concordia en el marco de una visita a Entre Ríos.

 El sábado 29 de mayo amaneció con el cielo diáfano. A las 9 de la mañana Gualeguaychú recibió al Primer Mandatario. Tres mil alumnos formaron en la Avenida del Valle para saludar al Presidente. Una multitud que confundía en las veredas a agradecidos y curiosos y una impactante cantidad de flores hacían el resto. Justo no pudo menos que saludar complacido cuando bajó del yate presidencial “Tecuara”.

El paso inicial fue la inauguración de la Avenida Del Valle. El corte de cinta abrió las puertas a los tiempos de vida intensa, marcados por la actividad del Frigorífico, el Molino y el Puerto. En automóvil oficial de gala, y en medio de una alfombra de flores la comitiva de catorce coches partió hacia el Asilo de Ancianos, actual Instituto Agrotécnico; allí se colocó la piedra fundamental de nuevos proyectos. En la ceremonia hizo uso de la palabra la señora María Goñi de Copello. Luego se inauguraron obras en el Hospital Centenario; en la zona del Arroyo El Cura se inauguró el esperado y necesario camino a Buenos Aires, emprendimiento que comenzaba a enterrar una historia de aislamiento; se colocó la piedra fundamental de las obras en el Instituto Magnasco, ocasión en que hablaron Camila Nievas de Capdevila y el Ministro de Obras Públicas Manuel R. Alvarado.

En la zona del Puerto, mil quinientas personas se reunieron para el banquete. Los nuevos galpones de la Aduana se destacaban en un marco de escudos y banderas. Fueron oradores allí el Diputado Nacional Labayen y el Ministro de Agricultura Miguel Ángel Cárcano, que elogió la obra del Frigorífico y no olvidó mencionar la lucha contra la langosta.

Presidente Agustín Pedro Justo y Ana Bernal de Justo

Por la tarde se inauguró la obra de corte del río Gualeguaychú; el Presidente visitó el Frigorífico, donde recibió de los obreros el obsequio de una canilla de vacuno con artísticas incrustaciones de oro. Concurrió a la casa del Diputado Nacional Juan Francisco Morrogh Bernard, a la Escuela de Artes y Oficios, a la Capilla San Ignacio. En el Club Social Recreo Argentino concluyó la jornada. Allí se realizó un banquete, se escuchó al visitante y finalizó con baile. Los discursos presidenciales fueron transmitidos por Radio El Mundo.

Para muchos se trató de una visita memorable. Nadie olvidaría por ejemplo, el vuelo de la escuadrilla de dieciocho aviones en el momento en que el Presidente pisaba Gualeguaychú. No se borraría fácilmente de los rincones de la memoria el haberlo visto tan cerca al Presidente. La Comisión cumplió su tarea. Solo faltaba agradecer y devolver los elementos prestados.

Luego de descansar, regresó al yate presidencial Tequara que, en el reflejo del cielo estrellado de la madrugada del domingo 30 dibujaría una cansina, tenue ola de despedida. Era un encanto el viento otoñal y el silencio del Puerto cuando el General Agustín P Justo culminaba su visita a Gualeguaychú, esa ciudad entonces tan lejana, a la que en ochenta años habían llegado solo tres Presidentes.

LA RECEPCIÓN PARA ANA BERNAL

La esposa del Presidente recibió una atención especial. No solo se formó una Comisión de Damas para atenderla, sino que la esposa del Diputado Nacional Morrogh Bernard la invitó a compartir un almuerzo.

Participaron de esa reunión social, Pilar M. de Dilh, Eugenia Grave de Peralta de Morrogh Bernard,Ahumada de Eyhartz, Sara Sobral de Nuñe, Rosa Luciano de Méndez, María Angélica Peyret de Hermelo, Mevia Rossi, Camila Nievas, Vicenta Láinez de Laxague, Luisa Grave de Peralta de Requena Escalada, Luisa Spangenberg de Goldaracena, María Esther Crosa de Féndola Díaz, Matilde de Bertoni, Angélica Etchebarne de Zuloaga, Julia Ríos de Goldaracena, Carolina Chapman de Roig, la señora Dilh de Uriburu, María Angélica V. de Scharn y las señoritas María Angélica Jurado, María Inés Morrogh Bernard y Catalina Labayen.

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotCarpetas de Andrea SAMEGHINIJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
TRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI – Julio 2020- DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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