Cuaderno Nº 172

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GUALEGUAYCHÚ, Domingo 21 de noviembre de 1999CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 172
GUALEGUAYCHÚ Tiene su castilloEN GUALEGUAYCHÚ, Siempre la música (Nati Sarrot)- Pbro. MANUEL M. ERRAUZQUIN- AMADEO GRAS, VIOLONCELISTA- OFERTAS PROFESIONALES- MISS ELISA GASTRELL Y SU HERMOSO PIANO- JOSÉ GRAS, PERIODISTA Y CRÍTICO MUSICAL- MOLINARI: EXCELENTE LUTHIERLA CASA OSCURA

GUALEGUAYCHÚ

Tiene su castillo

El nomenclador oral popular lo ha llamado "El castillo del río".

Lo soñó y lo mandó construir la familia Sala Hernández de Elía

La señora dueña de casa, profesora doña María Eloisa de Elía, fue la distinguida docente que en el Colegio Nacional "Luis Clavarino" enalteció el claustro con el fulgor de su peculiar dominio de la historia universal del arte.

Está ubicado frente al embarcadero de lanchas y el indicador oficial de la altura del río Gualeguaychú.

EN GUALEGUAYCHÚ,

Siempre la música

Nati Sarrot

Gualeguaychú, desde su origen, movió sus días acompañada de música

No tenemos testimonios de que los indios, habitantes y naturales de su primera época, hicieran sus trabajos o ceremonias con cantos o al toque de algún instrumento, pero los guaraníes, en sus incursiones, en la concentración de ejércitos en Landa por meses, preparándose para asistir a Colonia del Sacramento en favor de España, es seguro que usaron instrumentos de percusión como maracas y tacuaras, flautas de caña y de huesos, tambores, etc.

Comisión Directiva Centro Industrial: Presidente José Molinari. (1905)

En los oficios religiosos para los primeros pobladores se alzó el espíritu con el canto y al son de alguna guitarra y, corriendo los primeros años como Villa nos quedan notas de consumo de cuerdas, en cantidad que reafirma la existencia de un instrumento tan español, y a la vez fuertemente arraigado en la zona como para conferirle patente de natural o folklórico.

El Censo de Ramírez arroja para Gualeguaychú, 755 habitantes. 

Y en 1825 encontramos cinco músicos de profesión cuyos apellidos nos dicen mucho: Pachechú, Yaschuera, Atí, Abapichu, Payeyú, originarios de San Borja o San Lorenzo residiendo en Gualeguaychú desde hace tres años, con edades entre los 30 y los 70. 

Lo escueto del enunciado no permite saber que instrumento tocaban, pero su origen guaraní inclina a que bien pudieron ser: violín, algún arpa rústica, tamboriles o cualquiera de los de viento, como los que alegraron la recepción, en 1691, de los Misioneros Sepp y Boehm a los que, trescientos indios en balsas, desde Buenos Aires condujeron hasta Yapeyú, navegando el río Uruguay, travesía que amenizaban sesenta músicos. (CVADERNOS Nº 78. Padre mío, lo quiero de todo mi corazón.)

Pbro. MANUEL M. ERRAUZQUIN

A mediados del siglo, vive en Gualeguaychú el Pbro. Manuel María Errasquin o Errauzquin, en su chacra de Urquiza al oeste. Cultor distinguido de la música, tocaba el piano y cantaba con voz de bajo notable. Es de creer que en las importantes funciones religiosas (1848 al 1854) en que intervino, diera espacio a esta expresión artística.

Cuando fue rector del Colegio de Estudios Preparatorios en Paraná, incluyó en los programas, con carácter de obligatoria, la enseñanza de la música y su expresión coral, lo que motivó serias disidencias con autoridades y padres, con su consecuente renuncia y su vuelta a Gualeguaychú (1848).

Es el mismo sacerdote al que Urquiza designa director del Colegio del Uruguay donde se desempeña imponiendo programas de estudio innovadores, hasta 1854.

AMADEO GRAS, VIOLONCELISTA


La intensa actividad en el pequeño teatro motiva la construcción del "1º de Mayo" en 1851, llamado al principio, San José. (Cvadernos Nº 126 La bella historia del teatro...) 

Allí se brindan funciones musicales a cargo de artistas foráneos y locales que tienen gran apoyo del público, lo mismo que los bailes animados por solistas de piano, orquestas o la banda, mientras, en la zona rural se acompañan con guitarra o acordeón.

Vive en la ciudad Amadeo Gras, el daguerrotipista y pintor que, para el 57, levanta su casa frente a lo de Benito Frutos (Bolívar casi Perón, vereda sur) y quitados sus viajes, queda aquí donde muere en 1871. 

En Cvadernos N° 17, referimos a él sin ampliar sobre sus condiciones de violoncelista de sólida formación que fue fundador de la Sociedad Unión Musical de Buenos Aires, que ofreció conciertos en el viejo teatro Colón junto a Ernesto Camilo Sívori, violinista discípulo de Paganini y al pianista Gottschalk, o con el maestro Pablo Rosquellas en la Filarmónica de Sucre (Bolivia), etc. y que regaló su arte en veladas privadas y públicas de Gualeguaychú.

OFERTAS PROFESIONALES

Las tertulias en casas de familia permiten mostrar, cómo, agregadas a las virtudes de las niñas, sus condiciones de intérpretes de guitarra, piano o canto, incrementadas por profesores de música que concurrían a domicilio, las hacían más interesantes.

Para la década del 60 las casas tienen como lugar especial, la sala donde se hacían reuniones de música y baile en las que el piano ocupaba sitio preponderante y hasta se enaltaba con una tarima.

Esto provoca, después del 70, la visita de afinadores y arregladores y luego vendedores y compradores de ese instrumento, que se hospedan en el Hotel del Vapor con tal frecuencia como para reflejar la necesidad del servicio en una sociedad que poseía buenos pianos y que los mantenía convenientemente.

Santiago Marengo arregla y afina "pianos de cualquier sistema" y cada año y hasta dos veces en el mismo, se llega y ocupa la "pieza de la esquina" del hotel, concurriendo donde lo soliciten. Alquila, vende y compra también, el profesor de piano y canto Luis Drapper y Césare Collini enseña canto, mientras Frederic Duchier arregla y Antonio Falcone o Américo Allen, pueden venderle el mejor instrumento del momento a la par que en Buenos Aires.

Un piano con historia (Museo Instituto Magnasco)

MISS ELISA GASTRELL Y SU HERMOSO PIANO

Elisa Ridley y su esposo Carlos E. Gastrell se radicaron en la ciudad de Gualeguaychú luego de probar fortuna en su zona rural, hacia 1870.

Llegada desde Inglaterra en 1853, arribó a Buenos Aires con sus padres después de un mes de viaje. Con su equipaje venía su hermoso piano vertical, con fino trabajo de ebanistería como el encaje calado de su frente.

En 1857 casó con Carlos Gastrell con quien, por 1872 abrió un Colegio de señoritas en el que, como clases generales se enseñaba: lectura, escritura, moral religiosa, doctrina, gramática, aritmética, geografía, costura y bordados y como clases extraordinarias: inglés, francés dibujo y música coral, (de El Republicano, 23-3-1872).

Miss Elisa vivía frente a Plaza Independencia, al lado del Teatro. Los bailes de gala se realizaban en la Comandancia (actual Jefatura de Policía).

A tales bailes, tal piano... Y con desinteresado gesto de la dueña, la joya de presencia y sonido, era transportada en corto camino, por forzudos y cuidadosos changarines controlados por ojos expertos, de ida y de vuelta, en una ceremonia de intenso y rico color pueblerino, cada vez que las cosas querían hacerse "a lo grande". 

El piano de la Profesora Elisa R. de Gastrell, se conserva en el Museo del Instituto Magnasco, por donación de Elisa Elizathe de Olivieri, nieta de aquella docente, precursora de la historia coral en Gualeguaychú.

El primer Censo Nacional de 1869 registra en E. Ríos, un organista y un pianista, y por separado, 31 músicos en Paraná y 29 en Gualeguaychú.

Para el año 72 se enuncia a dos fabricantes de instrumentos, uno en Paraná y el otro en Gualeguaychú.

JOSÉ GRAS, PERIODISTA Y CRÍTICO MUSICAL

En la década del 1880, los espectáculos musicales son frecuentes, tanto que dan tema a las notas críticas del periodista Copel que no es otro que José Gras, hijo de D. Amadeo, radicado por un tiempo en Gualeguaychú donde se dedica a tareas rurales, con no muy buena suerte.

Las funciones benéficas dan lugar a largos programas que permiten mostrar abundante lista de interpretaciones musicales e instrumentales de aficionados entre los que se cuentan muchos dignos de ponderación. No sabemos si el detonante fue el mal humor de Copel o el hecho de que la deficiente organización del acto no pusiera atención y se repitieran nueve piezas al piano de "Norma", y seis de "El Trovador", lo cierto es que El Noticiero (2-6-1885), difundió una nota crítica del periodista la que se estimó ofendía el ambiente musical local.

Y ya que hablamos de música; un sonoro juicio entablado por el Dr. Emilio Marchini le cerró las puertas a Copel, que abandonó Gualeguaychú retornando a Santa Fe. (Nueva Época Santa Fe, 21-10-1892).

MOLINARI: EXCELENTE LUTHIER

En el Censo de 1895 aparece José E. Molinari, de profesión ebanista, de 33 años, casado con Rosa Rosso, de 24, y con una hija América, de 0 años.

Nacido y fallecido en Gualeguaychú (1864-1951), estudió en Buenos Aires en "Bellas Artes" donde se le otorgó diploma como miembro de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. Premiado como artesano de Bs. As., instaló su taller en calle Rivadavia donde fabricó instrumentos de cuerda como violines, guitarras, mandolinas, etc. alcanzando tal perfección que le confirieron el Primer Premio en la Exposición Internacional de Columbia (Estados Unidos), por una mandolina, que sus herederos donaron al Instituto Magnasco.

Proveyó con sus obras a Casa América de Bs. As. y en nuestra ciudad fueron piezas muy apreciadas por su calidad sonora y su inmejorable presentación.

Desempeñó actividad en otros aspectos de la vida de Gualeguaychú, fue Presidente del Centro Industrial que sostenía la actividad de la escuela de Artes y Oficios, fundada el 4 de febrero de 1900, anterior a la creada por el Pbro. José María Colombo.

Termina el siglo XIX: un lutier de fama, músicos y profesores de piano, violín, acordeón, mandolina, etc., maestros que dirigen bandas como la de la citada escuela, a cargo de D. José Ferrari, las de los italianos o la orquesta del Orfeón Argentino y una concertista de fama mundial que en Europa merece el título de Baronesa; María Luisa Guerra, quien en 1895, en una visita a su pueblo, ofrece dos conciertos de piano en el 1° de Mayo, dejando, además de la expresión de su arte, su participación para la erección de un monumento que nos jerarquiza; la estatua del Pbro. Luis N. Palma.

Consultados: 

Vida cotidiana. Guaraníes y Jesuitas. De la tierra sin Mal al Paraíso., Lucía Gálvez, Sudamericana, 1995. Músicos de las Misiones Jesuíticas, instrumentos, Pbro. Cayetano Bruno. Acad. de la Hist. de la Nación Argentina.-La música en la época de Rosas I, Nora Malamud, Todo es Historia N° 167.- Carta del Párroco Cosme D. Olascoaga a Urquiza, Arch. Gral. de la Nación. Sección Urquiza, T. 23, L. 223.- El Gral. Urquiza en la Instrucción Pública, Martín Ruiz Moreno, Libr. La Facultad.- Censos 1821 y Nacionales 1869 y 1895. Avisos periodísticos de Gchú. (fichas) sobre actividad del Hotel del Vapor, Arch. Sameghini- Sarrot.- Almanaque El Censor, 1903, 1904 y 1905.- El Censor, 5-2-1919, Gchú. antiguo, EL ARGENTINO, notas.-El Día, 20-3-1988.- Historia de Entre Ríos, Beatriz Bosch.-De Gualeguaychú y su Historia. Com. Celebr. del Bicentenario. 1986.

REPORTAJES EJEMPLARES

LA CASA OSCURA

"Hará poco más de un año. Estrenaba zapatos para acudir a la firma del contrato de mi primer libro. Las botitas me apretaban, no podía dar un paso, y como suele suceder siempre que uno tiene prisa y le duelen los pies, empezó a llover. 

Al llegar a Seix Barral con una hora de retraso me dijeron que el despacho de don Carlos se hallaba en el primer piso, en el primer piso me dijeron que en el segundo, en el segundo que en el tercero, en el tercero encontré una puerta que no se abría, llegué resoplando al cuarto con la intención de que abrieran la puerta del tercero, y me anunciaron que don Carlos hacía una hora que me esperaba en el cuarto. 

Caía la tarde y la lluvia tras los cristales y el despacho estaba sumido en la penumbra. Detrás de la mesa, recostada en un sillón, una figura vestida de negro, envuelta en sombras, dejó oír una voz grave y espesa. "Ah, la joven escritora". En la oscuridad, intentaba averiguar dónde terminaban las barbas de don Carlos y empezaba el jersey negro, si me hablaba de frente o vuelto de espaldas porque no se le veía el rostro. "Bueno, bueno...", dijo la voz grave y espesa y luego se cortó. Sonó el teléfono. Una conversación corta y misteriosa. "Sí, sí, ya ha llegado, aquí está, que no moleste nadie, será corto, pronto terminaré con ella, jege."

La voz grave y espesa se hizo más espesa. Pronto iban a terminar conmigo. Pensé que me había equivocado y en lugar de meterme en el despacho de un editor, me había introducido en la guarida de un sádico, o del jefe de una banda de trata de blancas. Me acordé de que al edificio Seix Barral lo llamaban "La Casa Oscura". No cabía duda de qué encerraba la puerta del tercero que no pude abrir: cadáveres, chicas envenenadas, o preparadas para la exportación. Una chica entró y preguntó: ¿Qué van a tomar, don Carlos? "Yo, un café, y la joven autora lo que quiera". La chica me miró de reojo. Sonreiría torciendo la boca, pero me trajo una limonada que, cuando ya había consumido por la mitad, caí en la cuenta de que debía estar envenenada. 

La enorme figura vestida de negro se levantó. Estaba claro que debía tratarse de un doble de Carlos Barral y por eso recibía envuelto en la oscuridad. Cogió un manuscrito de encima de la mesa: mi manuscrito, y empezó a hablar. Supuse que para disimular y pasar el rato mientras el veneno de la limonada surtía efecto. Y entonces la figura negra se despistó y al pasar frente a la ventana enseñó el rostro: era Carlos Barral, de verdad y en persona. Lo había visto antes, un día por la calle, mientras Barral paseaba a enorme perrazo, y otra vez en una fotografía publicada en una revista extranjera, en donde Barral aparecía en una embarcación, en alta mar, el torso desnudo y las barbas al viento. La voz gruesa y espesa se dejó oír de nuevo y me fijé en los dientes: una buena dentadura blanca, y sin colmillos de vampiro. "

Me quedé más tranquila. 

(Introducción en el reportaje de Ana María Moix al capo editorial Carlos Barral).

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Silvia Razzetto de Broggi - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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