Sobre el bulevar Jurado al que referimos, vemos aún alguna vieja placa con su antigua nominación (A. Daneri), testimonio a destacar por su valor en el estudio de nuestro pasado, ya que las cartas de la planta de Gualeguaychú en distintos tiempos, nos sirven para ubicar lugares, deducir características del desarrollo de la ciudad, situar terrenos y fincas de interés, cuya ubicación resultaría imposible aún con los títulos de propiedad en nuestras manos.
Esa arteria, el bulevar Pedro Jurado, ancha vía de tierra hasta hace muy poco y ahora pavimentada, ha abierto con su circulación, un curso fácil, en dos direcciones uniendo calle Urquiza y la rotonda donde abre el acceso a ruta Nacional Nº 14 y el de ingreso a la ciudad por del Valle.
Según los planos de la oficina de Catastro dependiente de la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad, la traza de esta importante vía, continúa al sur hasta formar ángulo recto con la calle tradicionalmente llamada de Tropas por donde accedían los animales que se arreaban para su sacrificio en los saladeros ubicados al sur a orillas del río Gualeguaychú y más tarde en el Frigorífico.
En un lapso muy corto, seguramente se visualizará el cambio del "paisaje" del bulevar Jurado; la edificación, apertura de calles, loteos, el nombre de los moradores, los comercios, los vehículos que la transiten, los ruidos, los horarios para la movilidad o el sosiego, los grados de su intensidad; todo será resultado de los hechos que se sucedan marcando y limitando una parte de la historia de la ciudad de la que cada habitante podrá ser un testigo y transmisor.
Fue en 1961 en que, una Ordenanza, con proyecto del Ejecutivo Municipal a cargo del Ingeniero Ignacio H. Bértora fuera aprobada asignando nombres a calles y caminos importantes de Gualeguaychú.
La medida propugnaba dar designación a las vías de ciudad y suburbios que aún carecían de ella, tratando a la vez que facilitar la ubicación precisa de cada sitio o vivienda con fines catastrales, servir a su localización práctica.
"También se ha propuesto honrar, en lo posible, a ciudadanos de actuación en nuestro medio, cumpliendo con el deber de reconocimiento público hacia quienes, desde la posición que ostentaron, pusieron lo mejor de sí en beneficio de la comunidad" (dice la fundamentación de la ordenanza).
Observa además la conveniencia de rendir este recuerdo sin afectar con cambios, los nombres impuestos con anterioridad combatiendo las consagraciones precipitadas, obras de impulsos o circunstancias emocionales...