Cuaderno Nº 166

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo  15 de agosto de 1999CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 166
Fray Mocho: el genial hombre de agosto (Nati Sarrot)- FRAY MOCHO, ESCRITOR- FRAY MOCHO y el TEATRO- Revista Caras y Caretas- PINCELADAS- CANCIÓN DE LA ALDEA LABORIOSA

FRAY MOCHO

el genial hombre de agosto


NATI SARROT

Fray Mocho

Tres días antes de cumplir cuarenta y cinco años, muere en Buenos Aires, en Bolívar 705, José S. Alvarez, Fray Mocho

El fundador y director de la revista de mayor circulación en el país "Caras y Caretas", es sepultado en el cementerio de la Re coleta con sentida despedida, el 24 de agosto de 1903 a las 16 y 30.

Nació en Gualeguaychú el 26-8-1858, en la casa de calle Concordia (hoy Fray Mocho) N° 135 que, lamentablemente tenía el cartel: Vende, un hecho común que evidencia el riesgo de perder otro exponente de un tiempo, para nuestra historia chica, casi irrecuperable. Hijo de D. Desiderio y de Dorina Escalada Valdez.

Comienzan en su bautismo a desplegar notas pintorescas la vida y la obra de Alvarez. Primero, la duda que una letra Z crea sobre su segundo nombre. En el folio 108 vuelta, del Libro 8° del Archivo Parroquial de Gualeguaychú, se aclara que el niño fue anotado al bautizarlo, como José Zeferino y aunque en el acta de defunción den por fallecido a José Sixto, sólo los caprichos de la grafía y el sentido de humor del personaje que nos ocupa pudieron permitir holgadamente el cambio. 

Si nos extendemos sobre su obra, los seudónimos con que firmó sus trabajos dieron labor amplia para la ubicación de su múltiple variedad, Fray Mocho se convirtió en el otro nombre para el mismo escritor, y fue hecho de atender que antes de que, por Ley del Gobierno de Entre Ríos se separara el territorio de Islas del Ibicuy del de Gualeguaychú, en 1984, este último Departamento, encerrara dos escuelas provinciales con el mismo Patrono: José. S. Alvarez para la ex-nacional N° 5 y Fray Mocho para la N° 74 de Arroyo Santos Grande, aun que no muchos percibieran el bipatronazgo.

Parece que el seudónimo de Fray Mocho (o el Mocho) se le adhirió a Alvarez en su niñez, cuando su maestro de primaria D. Olegario Errauzquin le llamara a silencio diciéndole "Toro Mocho" en alusión a su pelo enrulado a los dos lados de la frente.

Pero nunca pesaron tanto: la suerte del reto del maestro; el final que debió poner a sus estudios secundarios en el Colegio del Uruguay por anulación de la beca que los hacía posibles o el corte a su curso de magisterio en Paraná o la vida austera que llevara en Buenos Aires hasta hacer la América después de tantas Africas; como para poner un velo gris ante el filtro de su mirada de hombre inteligente, psicólogo social de una época con fuertes colores picantes y múltiples en el vertiginoso cambio del fin de milenio anterior.

Llegó a Buenos Aires por 1879. Acomodó una cama en una pieza de pensión junto a un provinciano, tan pobre como él y desde cada despertar inició los caminos hacia el trabajo, hacia la observación de los tipos humanos coetáneos.

Consciente como para criticar el déficit escolar de su formación, lo que le hace decir cuando pinta la visita al Colegio de parte de Sarmiento "Acaso nosotros nos ocupábamos del Presidente, de sus ministros, ni de nadie que no fuera relacionado con las cuatro paredes que nos encerraban...

Nuestros caudillos, los que nos apasionaban, eran hombres de la historia griega o romana, caballeros de la edad media, los convencionales del 93 y finalmente Napoleón a quien le conocíamos vida y milagros... la vida contemporánea no existía para nosotros y me nos existían los del país..." se convierte en un observador de tipos, de hechos y de ámbitos y en eficiente reportero.

Se dedica a hacer notas como corresponsal para varios periódicos. Trabaja en la Policía Federal encargado de organizar la Comisaría de pesquisas y elabora con fotografías comentadas con las características del sujeto y las formas de delinquir, dos tomos de la obra "Galería de ladrones de la Capital", para uso de la repartición la que a la vez agradecen la Cátedra de Criminología de la Carrera de Derecho y la de Legal de la de Medicina, por la utilidad que les ofrece su consulta.

Casa natal de Jose S. Alvarez en calle Fray Mocho Nº 135, Gualeguaychú

FRAY MOCHO, ESCRITOR

En 1897 aparece "Memorias de un vigilante". José S. Alvarez es el espectador curioso que busca en los gestos primeros y últimos el temperamento y el carácter que acomodarán el destino de los personajes dentro de su marco social. Se escuda el relato en un tal Fabio Carrizo, el niño que fue de peón a soldado de línea, y luego de agente a sargento. 

El seudónimo le sirve para ocultar su presencia de observador, y mueve su butaca acercándose al pillo, a su mujer, a todo lo que ese sector marginal y marginado vive en el amor, el odio; el gozo, el sufrimiento; el vicio o la virtud.

El Ministerio de Marina encarga a nuestro copoblano la contratación de marineros para el servicio de la armada. Fray Mocho recorre las costas de Santa Fe y las islas del Ibicuy. Surge de esta experiencia un cúmulo de conocimiento, del paisaje y de sus hombres: el de las canoas "marineros de chiripá que parece dejaron ahí nomás el caballo y las boleadoras".

..."La población más heterogénea y más curiosa de la república: el hombre de las tierras bajas; matrero, prófugo de la justicia por algo que hizo o algo que le endilgaron y el de las tierras altas que le presenta "de cuerpo entero al gaucho de su tierra, noble, generoso, el que ha hecho la patria con su esfuerzo altivo, el hijo modesto de los campos, el último en la paz y primero en la guerra"... 

"Un viaje al país de los matreros" (1897) resulta de su madura visión sobre y dentro del paisaje y el habitante de una zona tan nuestra, como las islas del delta del Paraná en lugar donde el gran río se ensancha antes de volcarse al Plata, a la que Fray Mocho presenta, en primer término a Buenos Aires descubriendo una realidad que, aunque médula en nuestra identidad, parece escondida tras una fiebre europeizante que hace juzgar a nuestra cultura como precisada de iluminarse con modos y modas foráneos.

Después de "Tierra de matreros" nombre conque también se edita "Un viaje al país de los matreros aparece "En el mar austral" (1898), producto de un nuevo viaje, esta vez imaginario, que exhibe, el paisaje de otra zona en la que se aventuran seres marginados, extranjeros y nuestros, dejando pasar la vida en desafío con los riesgos más altos y sinsabores más ásperos, siempre en búsqueda de un futuro de oro, deslumbrante y esquivo. Para mencionar a "Sus Obras completas" nombramos a "Esmeraldas" (1885), once "narraciones un poco cortas de pollera" al decir de Pedro Luis Barcia en "Fray Mocho desconocido", la que constituyó su presentación literaria y que, aunque en relación a sus posteriores entregas pueda relegarse, tuvo, en aquel momento buena suma de lectores.

"Cuentos" relatos de los que, muchos ya habían aparecido en Caras y Caretas, se edita en 1906, refrescando los pintorescos cuadros que, desde una posición de observador sensible expone, sin denuncias admonitorias más bien con la sonrisa comprensiva y cómplice, las debilidades y los recursos de una sociedad que, ordenando a sus componentes en diferentes estratos o clases, los moviliza ejerciendo recursos que lograran ubicarlos en el sitio ambicionado por sus deseos de figuración o de mejoramiento económico; aunque al logro se debiera llegar por medios no tan puros, ni tan lícitos.

En 1920 se edita "Salero criollo". A diecisiete años de su muerte interesa vivamente la obra de José S Alvarez Fray Mocho, a tal punto de exigir innumerables ediciones las que hasta el presente, por finalizar otro y prepararnos a recibir un nuevo milenio, mantienen la necesidad de frecuentarlos toda vez que deseamos toparnos con el buen humor que dice cosas serias sobre el hombre.

FRAY MOCHO y el TEATRO

Y aunque no quiso incursionar en este género literario, mostró los escenarios, los personajes con sus propias palabras y hasta las situaciones, tentando a que un director o varios, enamorado de esas pequeñas piezas e imbuido de la posición anímica del autor, las subiera a las tablas o llevara a la televisión, hechos artísticos que han servido para demostrar la vigencia de su temática y de su gracia. 

En Gualeguaychú, el grupo de la A. Amigos del Arte, con dirección de Enrique Bugnone, abordó con éxito la puesta en escena de cuentos de Fray Mocho.


Revista Caras y Caretas

Fue Alvarez un hombre de valores personales como para merecer el círculo de amigos que reconocieran sus méritos. Como escritor bebió años de pobreza y sacrificios. Lo que le pudo acercar una seguridad económica que le dejara trabajar en lo que su vocación le ordenaba, fue la aparición de Caras y Caretas que fundó junto al dibujante Manuel Mayol y a Eustaquio Pellicer.

Adquirió una casa amplia y cómoda en el barrio de San Telmo de Buenos Aires (Bolívar 705), pero su salud quebrantada superó sus ganas de vivir y falleció en la tarde del 23 de agosto de 1903, a sólo cinco años de concretar su sueño periodístico. Falleció, rodeado de su esposa y amigos.

En 1953 a cien años de su nacimiento, por gestión de la Municipalidad, sus restos fueron transportados desde la Recoleta al Cementerio del Norte de Gualeguaychú y depositados en custodia, en un panteón familiar, hasta que, en 1958 se llevaron al lugar definitivo (a derecha de la imagen de Santa Clara).

Se fueron agregando posteriormente, y a sus lados los despojos, del Dr. Martín Doello Jurado (Cvadernos 148) y más tarde los del escritor poeta y dramaturgo Claudio Martínez Payva aunándolos para recibir, juntos, el color y el perfume de una flor, el calor de un pensamiento o la tibieza de una plegaria de sus copoblanos.

En 1958 la tumba de José. S. Alvarez incorporó, de manos de delegaciones, las placas de: Policía Federal Argentina, Caras y Caretas (que había reaparecido en renovada edición), Asociación del Magisterio de Gualeguaychú (promotora del acto) y del Distrito de Ceybas, el que el escritor, había perdurado con su "Viaje al país de los matreros".

Casa natal de Jose S. Alvarez en calle Fray Mocho Nº 135, Gualeguaychú
Calle Bolivar Nº 705, esquina Chile, en el barrio de "San Telmo", la casa "de alto" donde falleció Fray Mocho.
Acta de Bautismo de José Zeferino Alvarez (Fuente FamilySearch)

PINCELADAS

"Este vaivén, esta brega de todos los instantes, da a la región una fisonomía singular... que, bien a las claras, indica al menos observador, que.... se halla en el país de lo imprevisto, de lo extraño; en la región que los matreros han hecho suya por la fuerza de su brazo y la dejadez de quienes debieran impedirlo; en la zona de la república donde las leyes del Congreso no imperan, donde la palabra autoridad es un mito, como lo es el presidente de la república o el gobernador de la provincia.

"Pensar aquí en la Constitución, en las leyes sabias del país, en los derechos individuales, en las garantías de la propiedad o de la vida, sinó se tiene en la mano el Smith Wesson y en el pecho un corazón sereno, es un delirio de loco, una fantasía de mente calenturienta, pues sólo impera el capricho del mejor armado, del más sagaz o del más diestro en el manejo de las armas. 

- ¿Y cómo arreglan ustedes sus diferencias, preguntaba a un viejo cazador de nutrias, cómo zanjan sus dificultades?

- Asigun el envite es la respuesta! Si uno tiene cartas, juega, y sinó se vá a barajas! 

- Es decir que aquí sólo tiene razón la fuerza? 

- Ansina no más es señor!... Aquí, como en todas partes, sólo talla el que puede!

"No obstante, a medida que uno sube de las tierras bajas a las altas, la vida del hombre cambia, como cambia la naturaleza que le rodea; las pajas desaparecen bajo el manto tupido de la gramilla, los seibos y sauces son substituidos por el espinillo y el ñandubay, los ranchos no son ya miserables chozas quinchadas, sino construcciones de paja y barro que resguardan de la intemperie.

"En vez de la desolación que reina en aquellos, alegran la vista en estos lugares aves caseras y un enjambre de muchachos que juegan bajo el alero.

"En las tierras altas están los hombres de responsabilidad, los diablos que se hacen santos, los que lucran con el esfuerzo de los nómades sin techo y los que, á su vez, son sus víctimas en las horas de escasez; en las bajas, habitan los desheredados, los que recién llegan a la tierra de promisión donde no hay piquete de seguridad ni comisarios, donde a nadie se pregunta su nombre ni la causa que lo trae al desierto, ni cómo va a vivir ó morir."


(Fragmento de "Pinceladas", en el inicio de "UN VIAJE AL PAÍS DE LOS MATREROS")

CANCIÓN DE LA ALDEA LABORIOSA

ESPECIAL PARA "CARAS Y CARETAS"



El cura está en la villa - lo afirma la campana 

Que anuncia una imprevista misa de la mañana. 

¡Tan, tan, talán!, repite con prolongado son, 

Y el eco suplicante rueda por la extensión.


¡Mi aldea se despierta! La matinal frescura 

Recoge en la montaña y alza de la llanura 

Como un olor a ordeña, a culantro, a poleo, 

Como un cantar de hornero, zorzal y benteveo.


La campanita sigue llamando a la ventura. 

Puesto el sobrepelliz, anda en el atrio el cura.


Por la calle real que atraviesa la aldea 

La conocida gente se muestra en su tarea:


Ya en la recova cuelga la res de una vaquilla 

Y el carnicero Ponce chaira su ancha cuchilla;


En blanca mesa, Ursula ofrece al pasajero 

Su módico amasijo de humeante pan casero;


Orgullosa del ruido de sus prendas planchadas, 

Lleva Eva su olorosa batea de empanadas;


Sigue el paso tardío de su yunta aradora 

Dermidio, el chango de Ángel, fresco como una aurora;


Pasa don Almirón en su mula gateada,

Estribos con caireles y montura chapeada;


Allá viene cantando Ramón Rosa, el labriego, 

Que vuelve de sus cercos después de abrir el riego...


Y mientras la campana repica sin cesar, 

Dermidio en las labranzas ya ha comenzado a arar.



MARIO BRAVO

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Silvia Razzetto de Broggi - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
Gualepedia: Índice de la página