Cuaderno Nº 152

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 17 de enero de 1999CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 152
CON RESPETO DE LA CULTURA- UN DISTINGUIDO TESTIMONIOFOLKLORE Y EDUCACIÓNPETISCO: En diálogo con un amigo (Eduardo Díaz)
CUADERNOS PREGUNTA... EL PROFESOR ALMEIDA RESPONDE- Los Túneles VI

PROGRESO EDILICIO

CON RESPETO DE LA CULTURA

Por 25 de Mayo y parte de España se eleva con planta alta, con ventanas y balcones de reja hacia los costados y en la ochava); cornisas, ménsulas, enmarque de puertas, una en la ochava y otra sobre 25 de Mayo. Sirve entonces para funcionamiento de sucursal del Banco de la Nación Argentina, tal como reza en su frente.

Se manifiesta en Gualeguaychú, en los últimos años, una corriente que, respondiendo a la necesidad de poner a punto o adaptar a la función para la que va a servir, renueva antiguos edificios o casonas que testimonian el buen gusto y la calidad de su construcción como componente importante y reflejo de una manera de vivir; aspecto del origen, cultura, situación económica, oficio, medios de comunicación y transporte, etcétera, de los habitantes que tuvo la ciudad. Esa renovación se ha venido llevando a cabo con respeto del nervio que movilizó esto que es parte de nuestra historia.

Celebramos el soplo de estos aires que marchando con la velocidad y efecto que los presentes exigen no arrasan aquellos exponentes y hasta conforta que, habiéndolos visto deslucidos y venidos a menos por acción del tiempo y el abandono, han resurgido, embellecidos con la incorporación de elementos que, manejando la luz, nos muestran los interiores de esos solares hasta donde la curiosidad e interés público deseó, muchas veces, llegar.

Podemos enumerar ejemplos a tal efecto pero no es nuestro propósito hacer una lista exhaustiva en esta nota, con riesgo de involuntarias omisiones.


UN DISTINGUIDO TESTIMONIO

Tomamos como ejemplo el solar que ocupando la esquina S. O., del cruce de 25 de Mayo con España, se yergue a una altura considerada entre las notables de la ciudad y que hace mucho tiempo pregona de su estructura, su elegante planta.

En dicho sitio, después de la típica ranchada de los orígenes de la Villa, haciendo par con la de enfrente de don Cayetano Costa, suegro de Justo José de Urquiza, se levanta la edificación de ladrillo y techo de azotea, despojándose del pajizo. 

Llegando al medio siglo (XIX) la zona cercana a plaza Libertad, hoy Urquiza, se convierte en residencial representativo de habitantes con cierto poder económico.

A fin de ese siglo la casa se diferencia en cuanto a su altura y ornamentación arquitectónica. 

Por 25 de Mayo y parte de España se eleva con planta alta, con ventanas y balcones de reja hacia los costados y en la ochava (foto 1); cornisas, ménsulas, enmarque de puertas, una en la ochava y otra sobre 25 de Mayo. Sirve entonces para funcionamiento de sucursal del Banco de la Nación Argentina, tal como reza en su frente, como lo grafica el Almanaque de El Censor en 1903. Iluminada a gas; las ventanas de planta baja tienen rejas simples, terminadas en punta de flecha, aberturas en madera con molduras sobrias.

Después el Banco Nación se traslada a la esquina S. E. de Urquiza y Churruarín, hoy sede del Club Neptunia, pasando más tarde al nuevo como ponderado edificio en 25 y Alberdi.

Para la década de 1950 la construcción de 25 y España se reforma, adaptándola para un mejor servicio de la salud, en el Sanatorio Gualeguaychú, fundado el 15 de setiembre de 1935 por el doctor Enrique L. Rossi. Dicho establecimiento muestra, para orgullo de la ciudad, adelantos en la tecnología (aparatos de rayos X, radioterapia, ultrasonido, luz ultravioleta, infrarroja, diatermia, carpa de oxigenoterapia; sala de cirugía con anfiteatro para observar las operaciones, aislados del sitio quirúrgico, con nivelación de temperatura y aire, etcétera.)

Los planos prometieron un edificio de cuatro pisos, obra dirigida por el arquitecto Hipólito Luis Tack. No llegó a cubrir tan excelente aspiración, resolviendo la altura con una elegante mansarda que no llegó a usarse.

Los balcones y rejas desaparecieron, se enriqueció la cornisa con ménsulas repisas y el zócalo del frente se cubrió en granito negro. Los interiores se jerarquizaron con mármoles (obra de la fábrica López Hermanos).

Para la década de 1950 la construcción de 25 y España se reforma, adaptándola para un mejor servicio de la salud, en el Sanatorio Gualeguaychú,
Llega 1998 y la estructura se adapta para instalación de la Sucursal del Banco Río S. A.

Por cese del sanatorio Gualeguaychú, el edificio queda librado a la suerte que podría significar su demolición, en medio de una general expectativa.

Llega 1998 y la estructura se adapta para instalación de la Sucursal del Banco Río S. A. El 7 de enero de 1999 se produce la inauguración oficial. El edificio, más que centenario, se ha transformado para la nueva función, sin traicionar su distinguida estampa, apoyada en un digno testimonio de la historia arquitectónica de la ciudad.

Se han abierto puertas y ventanas, dándole transparencia al cerramiento anterior, iluminándose mutuamente la casa y la calle. En su interior, se han respetado estructuras fuertes y de valor significativo: La escalera, el hall principal, etc.

CVADERNOS celebra que hayan soplado los aires de conservación, de respeto hacia lo que siendo exponente válido de la vida de la ciudad, sirve y es aprovechado para la actividad del presente; un presente que queda sostenido en las resultantes de manifestaciones de nuestra cultura como pueblo con personalidad.

Referencias


Para 1870 la media manzana limitada por calles: San Martín (al S.), España (al E.) y 25 de Mayo (al N.) pertenecía a Don Ramón Frías, con una puerta a cada calle. (Datos de distribución de tablillas de numeración de las casas. Arch. Municipal. 1875.) La media manzana de España, vereda sur, figura de Herederos de Urquiza.

FOLKLORE Y EDUCACIÓN

EN MAYO próximo se cumplirán 20 años del bellísimo reportaje (INDAGACIÓN SOBRE EL HOMBRE Y EL MITO) que Marta Bruno le hiciera a don Atahualpa Yupanqui, a través de la tapa y página 2 y 3 del Suplemento Cultura y Nación del diario Clarín.

El tema referido a Folklore incumbe en profundidad a las antiguas inquietudes de la enseñanza con fuerte acento nativo que, felizmente, hoy sacude los círculos de la programática educacional.

Entonces Atahualpa decía:

Atahualpa Yupanqui

"- El folklore es una ciencia, y como tal debe ser tratada con mesura y respeto. Los asuntos de la ciencia de costumbres y hábitos de los pueblos no pueden ser abordados con liviandad y ocuparse sólo de lo anecdótico o circunstancial. ... 

El amor por las cosas nuestras no basta, hay que sumar le conocimientos, respeto. Sobre todo para hablar de un tema hay que meterse en él. Hay quien puede cantar muy bien una zamba pero no puede opinar, entonces, que se dedique a interpretar... ya que no conoce la praxis, la filosofía del folklore, sus determinismos geográficos.

"¿Por qué los mendocinos, por ejemplo, cantan en tono mayor y no en menor? Yo sí lo sé, para eso he andado mucho, investigando... Todo núcleo humano, que esté cerca de las viñas, canta en tono optimista, en tono mayor. Lo mismo sucede en Nápoles que en Grecia, Corinto, Portugal, Mendoza o San Juan. En cambio lo que está donde hay pocos árboles, donde hay soledad que expresar, va al tono menor, de Santiago, de la vidala para el norte. No lo hacen porque se les da la gana sino que es un resultado, son determinismos geográficos; eso lo da la Naturaleza. 

Estos asuntos deben tratarse entre estudiosos, y los que cantan deberían conocer profundamente los fundamentos de su canto. 

"Hay otro aspecto: Los medios de difusión son cada vez más importantes por su influencia como condicionado res culturales en la formación de una conciencia nacional. La TV, que podría ser un elemento cultural extraordinario, desgraciadamente no lo es... necesita orientarse y que no sea el mero negocio ni aún de las manifestaciones artísticas. Hay una manera de manejar la televisión que parece atentar contra la necesidad de paz, de tranquilidad de los hogares argentinos; desde el grito en el anuncio comercial hasta la violencia o los esquemas de vida que se muestran en la pantalla... La tecnología a veces cuesta algún precio y otras es una ventaja enorme; hay que saber manejarla, incluso en los asuntos culturales..."

Lunas me vieron por esos cerros y en las llanuras anochecidas buscando el alma de tu paisaje para cantarte, tierra querida.

(Tierra querida - Atahualpa Yupanqui)

Las penas y las vaquitas se van por la misma senda. Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas.

(El arriero- Atahualpa Yupanqui)

Tú que puedes, vuélvete, 

me dijo el río llorando. 

Los cerros que tanto quieres

- me dijo-

Allá te están esperando…


(Tú que puedes vuélvete- Atahualpa Yupanqui)

LA CALLE

Atahualpa Yupanqui

París, Noviembre 11, 1978.

La calle. ¿Adónde está la calle?. 

Si. La calle que va al campo. ¿Cuál es la calle?.

Prisionero en el pueblo. ¿No veis que estoy muriendo?

Me falta el aire, el aroma dulce y áspero de la hierba,

Quiero ver pájaros curzando las praderas, 

devorando distancias con sus ojos brillantes y anhelosos..

Yo le ruego al vecino, al hombre del comercio, al artesano. 

Decidme, por favor, la calle que lleva al campo.

A la alameda, a la piedra rota, al caminito estrecho, 

donde el agua se enturbia y forma los arroyos diminutos,

que luego se aclaran, se embellecen al entrar a los campos.

Oh, Vida. Derribame esta celda. Quitame esta prisión, 

los cuatro muros que me niegan el sol de la mañana, 

el aire limpio.

Oh, Dios. Señálame la calle donde al final, se miren

los hinojos crecidos, la enredadera inquieta 

de campánulas blancas, o azules, color sueño inocente. 

Yo quiero ver las piedras del camino, cuando el sendero 

ha olvidado su condición de calle pueblerina. 

Piedras con todas las historias

del adiós y el retorno, del llanto y la sonrisa, 

pero allá, bajo el árbol, envuelto en los aromas del rocío.

Historias escondidas, gastadas y sagradas, 

como esas piedras rotas y dispersas del camino y el campo.

Señaladme, por Dios, cuál es la calle. 

Mi corazón, mi sangre, con todos los ayeres de mi adentro 

busca la calle que lleva al campo. ¿Adónde está esa calle?

CON RELUMBRES DE FOGONES

PETISCO: En diálogo con un amigo

Se lamentaba PETISCO: 

- En flor de lío me he metido. Tras de estar con menos pesos que lo justo, me anda buscando la policía.

- Y, si, don Petisco en su pintura los ha tratado mal, según parece.

- Pero le aseguro, compañero, que fue sin intención, mire. Me fue saliendo como si brotara. El pincel estampó en la chapa esas figuras. De haber sabido que iba ser para problema, me hubiese atado las manos. 

- Y ¿se acuerda cómo le salió esa desdichada inspiración?.

- No me haga acordar, porque maldigo ese momento.

- ¡Ya está!... Con contarlo no va a ser ni más, ni menos

- Acuérdese compañero que ahora me tienen entre ojos. Y esos, cuando quieren, tienen buena memoria... Escuchemé... Yo venía del boliche, tal vez un poco divertido. Me había juntado con mis amigos, sabe, y no va que cuando salgo, me cruzo con un milico. Algo que no recuerdo le debo haber dicho, porque el hombre se molestó y me pidió por escrito mi nombre y la dirección y yo se los di, claro.

- Y ¿por qué no le pasó los datos cambiados?.

- Mire, le soy sincero, me julepié.

- No me diga que un hombre de mundo como usté, se perdió ahí.

- Vea, amigo, al gato a veces también lo cuerpea el ratón y lo deja descolocado.

- Ajá, ¿y después qué hizo, don Petisco?. -¿Cuando dice, compañero?

- Y, al llegar a su casa…

- Ah!, me senté a la sombra del paraíso, con un vasito con líquido. 

- Claro, me imagino que con lo ocurrido lo habrá llenado con agua...

- Y, si, agua del color de mi cuero quemado.

- Usté sí que no tiene tiro don Petisco. Por el parecer, sus dos pasiones son la pintura y procurarse problemas. Y ahora que algo me ha contado... ¿no siente como que se ha liberado o sacado un peso de encima?

-¿Usté cree que el contarlo ayuda?

- Por lo menos, resulta bueno para el espíritu.

- Bueno, por ahí tiene razón. Pero no he terminado. Debo decirle que más tarde se allegaron cuatro de uniforme hasta mi humilde casa. Entraron y se quedaron firmes, mirando mi pintura. La tierra no se movía. Yo hubiera deseado, mire, que se la tragara, que se arrollara la chapa donde fue hecha..... Y nada, che!... Se la llevaron. Pero me dieron la mano uno a uno, se "encuadraron" y me saludaron haciendo la venia, viera. Le aseguro compañero que mis entrañas se retorcían fiero. Y, ¡fíjese!... el más jefe me dijo al irse: 

- Petisco, está todo, no pasa nada. Por ahí pasamos en otro momento, a saludarlo.

- Pero, quiere decirme ¿qué diablos ha pintado para hacerles pasar el enojo y que se hayan interesado tanto?

- ... Y compañero, ¡pero qué casualidá!, había pintado nada menos que cuatro figuritas con uniforme, sacándole la billetera, gorda de billetes, a un moreno parecido a Petisco.

- Yo, don Petisco, en su lugar ya estaría pidiendo asilo, que le dicen, en alguna embajada extranjera, sí señor.


Eduardo Díaz

CVADERNOS


le pregunta y

el Profesor

ALMEIDA

responde

LOS TÚNELES

Parte VI

El sector fundamental de lo que llamamos sistema de túneles, está en la manzana que ocupa la Jefatura Departamental de Policía, comprendida entre Sáenz Peña, República Oriental del Uruguay, Urquiza y Luis N. Palma.

En el subsuelo fue construido en alguna etapa del siglo XIX, una parte muy importante de los túneles.

Son habitáculos de 3,50 m por 3,50, con altura de unos 3 metros, uno a continuación del otro y separados por una abertura de 2 m, por 2,50 de altura, con el característico arco de medio punto, de clásica construcción jesuita. 

No es posible señalar aún qué cantidad de habitáculos existen, pero en el centro del complejo hay un túnel que va de calle Sáenz Peña a Rca. Oriental y, en el mismo, dos aljibes, ubicados en cada patio de la Jefatura.

En el sector norte de la construcción se han conocido bastante habitáculos, lo que permite calcular la cantidad de los mismos y su ubicación. Es de suponer que si él túnel con los aljibes constituyen el centro de la construcción, al sur del sistema existiría otro sector similar al del norte.

La cantidad de habitáculos que se ubican de este a oeste, ordenados en cuatro hileras de 15 a 17 en cada una, hacen un total de 60 a 68 habitáculos. Habría otro tanto al sur.

De norte a sur, sobre República Oriental, habría otro sector de dos hileras, de 18 a 22 habitáculos. Estos sí han sido observados y, habría una o dos hileras al oeste sobre Sáenz Peña o sea otro tanto (18 a 22).

Debemos suponer que el total de los habitáculos, podría alcanzar una cifra que oscila entre 140 y 180 unidades. 

Luego, además del túnel que une los dos aljibes y que corre de este a oeste, existen sectores que unen los aljibes con los habitáculos.

El total de túneles que habría en dicha manzana alcanzaría a unos 120 metros lineales.

Hay sectores que, diríamos, produjeron bastante información porque, aparte de lo descubierto por fractura en los pisos o roturación cuando realizaron construcciones de dependencias anexas a la Jefatura, la zona norte es la más conocida, ya que, repetidas veces se efectuaron investigaciones y porque existió una escalera en cercanías del actual penal que permitía el descenso al subsuelo. Muchos curiosos pudieron incursionar en el sistema.

Tuve oportunidad varias veces de observación por roturaciones mientras regia la orden de "rellenar y tapar". Además, recibí información de funcionarios que conocieron partes y que incursionaron en el subsuelo y como merecí la amistad de ellos me acercaron datos.

Desde 1990, contamos con un permiso especial para investigar y abrirnos un acceso que nos permitió realizar e estudio directo del tema que nos interesa: los túneles.

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Prof. Manuel ALMEIDA - Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Digitalización: Museo "Casa de Haedo" :  Natalia Derudi - Danilo Praderio - Pilar Piana - Marianela Muñoz.Edición y OCR del texto: Patricio Alvarez DaneriTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI - DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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