Se forman seis aldeas en atención a la Iglesia y al lugar de origen de cada grupo, cerca del camino o de cursos de agua.
Valle María o Vizcacheras (por aquello de hacer su casa bajo el nivel del suelo). Concepción o Spatzenkutter. San José o Brasilera. San Francisco o de la Araña. Santa Cruz o Salto y Agricultores o Protestante.
Los núcleos crecen. En 1879 la Colonia tiene 1583 habitantes y en 1882; 2034.
"Utilizan 600 arados, 1400 segadoras, 12 trilladoras a vapor, 650 carros de cuatro ruedas, 1200 rastras y 400 desgranadoras. Funciona un molino a vapor y 4 hidráulicos. Se siembran 1086 cuadras cuadradas de trigo, 500 de maíz, 67 de cebada y 224 de otras sementeras. Hay 437 frutales y se crían 2077 bovinos, 1255 equinos y 250 ovinos, los que en 1882 llegan a 3606 bovinos, 564 ovinos, 2450 porcinos y 6592 aves; además de llegar a 7883 las hectáreas cultivadas. (Datos de Jefatura Política de Diamante y del Ministerio del Interior de la Nación, Of. Central de Tierras y Colonias).
No sólo cultivo extensivo, ya que el trigo llega a la calificación de "trigo tipo" y, enviado por el Comisario Ouberlin a la Exposición Internacional de Berlín (Alemania) en 1882 obtiene el Primer Premio y por ello alta cotización en Inglaterra y Francia.
La fruticultura, avicultura, etc. El pueblo se autoabastece en su alimentación, muele trigo y maíz, elabora su rico pan blanco.
Las aldeas tienen herrerías, carpinterías, zapaterías, lomillerías, etc. trabajan en forma comunitaria o privada y trabajan mucho. Sólo las grandes fiestas religiosas y los casamientos cambian la rutina. Fieles al dictado de crecer y multiplicarse, la población aumenta notablemente y la Tierra se hace cada vez más chica para tantos.
Nuevas colonias en Entre Ríos
Hay que ocupar nuevas colonias, las primeras crean corrientes que avanzan en Entre Ríos: Paraná, Nogoyá, Tala, etc. Y con acuerdo con Don Juan Spangenberg, propietario de grandes extensiones en el departamento Gualeguaychú, 56 familias se largan a cruzar de lado a lado la provincia. Reconocen como Madre a Aldea Protestante... Un mes toma atravesar arroyos crecidos, montes ariscos, largas sendas apenas marcadas, para llegar a los campos Floridos (N.E. del Dpto.) el 27 de febrero de 1889.
San Antonio, San Juan y Santa Celia
Detenida la caravana, por decisión voluntaria se separan en tres grupos que hará; San Antonio, los Huck-re; San Juan con un "surtido" como lo declaran en su Centenario, y los Bauer, Schimpf y Reichel, Santa Celia. Años más tarde se irradiarán a Urdinarrain, Almada, etc. A la vez al centro del departamento Villa Lila y M. Mercedes. Su fe va levantando templos de distintas Iglesias.
Las Iglesias: Evangélica Congregacional, la Evangélicas del Río de la Plata la E. Luterana y Adventista del Séptimo Día, reúnen el mayor porcentaje de los fieles de las aldeas y colonias. Hoy se suman para la celebración en común del día de los Muertos en el cementerio de Urdinarrain, llevada a cabo el 26 de noviembre. También lo hacen nuevas iglesias.
La grey católica, menor en número pero igualmente devota, completa la colectividad religiosa de los Alemanes del Volga que convive con profunda y enraizada fe. Si bien estos últimos hallaron en Argentina su Iglesia organizada tiempo anterior a su arribo, los evangelistas, debieron esperar la venida y radicación de sus Pastores, los que resultaron aún pocos para la atención de una grey numerosa y dispersa. Sin embargo no faltó una persona mayor o de jerarquía que, con una Biblia gastada por el uso, hiciera la lectura e interpretación de su texto y no faltó tampoco el Himno heredado y repetido por las voces timbradas del conjunto. En el lugar elegido estaban el rebaño y la iglesia. Los templos, notables en cada aldea, se alzaron después sobresaliendo a la altura de las otras construcciones.
Van llegando a Gualeguaychú
Salvo casos aislados, en la década del 1920 se percibe el ingreso de Alemanes del Volga a la ciudad y zonas aledañas en sitios de trabajos varios y como aptos en tareas rurales.
La necesidad de acercar a sus hijos a los colegios secundarios es una causa, la búsqueda de nuevos destinos, para los jóvenes otra. Esa misma fuerza hará una emigración abultada hacia Buenos Aires en tiempo posterior. Hacia mediados del siglo, la incipiente corriente se hizo notable. Cuando la conmemoración del Centenario del arribo a Colonia Alvear (1978) y el de las Aldeas (1989), gran parte de Gualeguaychú se vio comprometida por herencia o lazos de afecto, con los Alemanes del Volga. Ya comentamos los actos del primero.
Para el segundo, el centro fueron las mismas Aldeas y los lugareños como los visitantes, hicieron un número que, a simple vista, pudo certificar el éxito de la inmigración a suelo argentino.
La presencia del presidente de la República y del Gobernador de Entre Ríos a estos actos, fue testimonio de reconocimiento.